Belgrano con las fuerzas que se le habían asignado y el cuerpo de Caballería de la Patria, debía dirigirse a los territorios de Corrientes, Misiones, Santa Fe, la Banda Oriental y el Paraguay, para ponerlos en "obediencia y tranquilidad".
Podía engrosar su expedición con las milicias provinciales y demás reclutas que considerara conveniente levantar. Belgrano fue nombrado "verdadero" representante de la Junta con las facultades pertinentes, con la única condición de que debía dar cuenta de "toda resolución de importancia que expidiere" para ser aprobada por el gobierno.
Ese mismo día entregó al nuevo representante un documento titulado Instrucciones a Don Manuel Belgrano para su Observancia en la Expedición al Paraguay:
"Habiendo llegado la noticia de la Junta que el Gobernador del Paraguay marcha con fuerzas contra los pueblos de Misiones, que reconocen a esta capital, lo atacará dispersando toda la gente reunida bajo sus órdenes, pasando al Paraguay y poniendo la provincia en completo arreglo, removiendo al Cabildo y funcionarios públicos, y colocando hombres de entera confianza en los empleos [...] y si hubieran resistencia de armas, morirán el Obispo, el Gobernador y su sobrino [sic] con los principales causantes de la resistencia.
Ese mismo día entregó al nuevo representante un documento titulado Instrucciones a Don Manuel Belgrano para su Observancia en la Expedición al Paraguay:
"Habiendo llegado la noticia de la Junta que el Gobernador del Paraguay marcha con fuerzas contra los pueblos de Misiones, que reconocen a esta capital, lo atacará dispersando toda la gente reunida bajo sus órdenes, pasando al Paraguay y poniendo la provincia en completo arreglo, removiendo al Cabildo y funcionarios públicos, y colocando hombres de entera confianza en los empleos [...] y si hubieran resistencia de armas, morirán el Obispo, el Gobernador y su sobrino [sic] con los principales causantes de la resistencia.
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