sábado, 11 de octubre de 2025

Carta de Belgrano a Güemes. 1817. -11-10 - 2025.-

Publicó Asociación Belgraniana de Morón · 1O de octubre de 1817: Belgrano escribe a Güemes. “Compañero y amigo muy querido: Por aquello de poeta, médico y loco, todos tenemos un poco, vaya mi receta para el cólico bilioso; lo padecí un verano entero desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde y no tomaba más alimentos que agua de agraz helada y helados de agraz. U. felizmente no necesitará de tanto pues que ya se ha aliviado; pero a precaución, un vasito de helado de ese ácido o de naranja o limón, todas las noches, después de hecha la cocción y verá U. qué tono toma su estómago y cómo se robustece. Ya dije a U. el correo anterior el número de presas entradas; estoy creído que nuestros corsarios van a ultimar el comercio marítimo Español si no se hace pronto la paz; pero los Españoles son muy bárbaros. Ayer llegó la sal; encontré a Moyano que me dio noticia de que la traían sus carretas; avisaré de oficio el recibo. He visto los estados y espero que vengan los de la campaña según se pueda para formar el general como deseo. No entiendo a estos demonios de Pasados y Prisioneros; unos y otros se contentaban con servir con nosotros y no cesan de desertase; vea U. los que se pasan ahora en Tarija y mañana harán otro tanto. Yo creo que sería mejor echarlos a todos a Chascomús para que viéndose distantes no pensaran en eso. Lo mismo que U. me dice con respecto a los cañones, habíamos hablado con el compañero Cruz; aquí se le dio cierto aire a la noticia porque salió de casa de Aráoz con el color de mucho cuidado, etc.; pero Yo tranquilicé a todos los buenos que me vinieron a ver y dije públicamente que volaría a los autores de revoluciones y que tratasen de quitar a U. y trastornar el orden. Hasta ahora ha venido contestación de Artigas; me parece que he dicho a U. que buscó al Comodoro Inglés para mediador y que se le contestó que no había necesidad de extranjeros y que ocurriese al Congreso; dicen que está muy desconceptuado entre los suyos y es verosímil, porque no han tenido más pérdidas. Yo estoy persuadido de que el tiempo o los mismos suyos lo han de curar. Es una patraña lo de retirarse nuestras fuerzas de Talcahuano; precisamente he tenido cartas de Chile en este correo y no hay más que empeño en concluir con los enemigos. Quintana ha renunciado la dirección delegada reiteradas veces; al fin O’Higgins la admitió y ha nombrado a tres que la sirvan hasta su regreso. San Martín aunque está enfermo, no es de cuidado. Mi deseo de acertar y de corresponder al mérito de los hombres que se han distinguido y distinguen por nuestra santa causa, como igualmente que el premio lleve el más y el menos para que no lo lleve de igual modo el que trabajó menos que el que se distinguió más; pues como U. conoce, es ya tiempo de desviar toda confusión; aseguro a U. que me tiene desconfiado de mi parecer con respecto a los bravos Oficiales que han servido a las órdenes de U.; en fin, dígame . algo acerca de la figura de la decoración que remito, en la inteligencia que de oro ha de ser sólo para U., de plata los brazos y el centro de oro para los Comandantes hasta Sargentos mayores, y de plata para los oficiales desde Capitán inclusive; para los demás un escudo en el brazo izquierdo de paño con letras de oro a los sargentos, de plata para los cabos y de seda celeste para los soldados, todos con la misma inscripción sobre paño blanco; y, para que los despachos vengan igualmente bien, será muy bueno que me diga U., de qué cuerpos y compañías son y a los sueltos les da U. una agregación; esto me parece lo más acertado; U. me contestará lo que juzgue más a propósito con la franqueza de la amistad y que deseo quedemos ambos bien. No tiene duda de que Rojas se ha portado y porta muy bien; es muy regular premiarlo y distinguirlo, y lo propondré como U. me indica; me dicen que todo lo tiene muy en orden y que los Pueblos por donde anda están muy contentos con él; si los Granaderos le imitan serán un cuerpo que haga temblar a nuestros enemigos. Mota Botello se recibió de Gobernador Intendente de esta Provincia el Lunes, al parecer, con gusto del público por el buen concepto que se ha grangeado durante su Gobierno en Catamarca, donde ha sido llorado; espero que hará un buen gobernante. Celebro mucho que Madama Carmencita siga bien con su niñito; procure U. también cuidarse y ponerse enteramente bueno como lo desea su invariable MANUEL BELGRANO Tucumán, 10 de Octubre de 1817. Sr. Dn. Martín Güemes. Salta.

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