Conmemoramos la Bandera de Belgrano, pero siempre recordemos que es sólo un símbolo, un símbolo de LAS BANDERAS de Belgrano, que son la producción nacional, el mercado interno, el trabajo garantizado para todos, la reivindicación de las mujeres y de los pueblos originarios, el reparto democrático de la tierra, el cuidado de nuestros niños y niñas, y de la ecología, entre otras. Esas son LAS BANDERAS de Belgrano, representadas por el símbolo celeste y blanco.
¿Entonces Belgrano fue mucho más que el mero creador del símbolo patrio?
Claro, lo que pasa es que el poder real le tiene miedo a Belgrano, y por eso lo han rebajado a mero creador de la bandera. Y se inventaron ese Belgrano tibio y timorato. Pero la realidad es que Belgrano fue abogado, educador, periodista, economista, y cuando tuvo que ser militar también lo fue.
¿Y qué fue lo mejor que hizo?
Belgrano era brillante. Junto con Mariano Moreno eran los más lúcidos de la Revolución de Mayo. Deberían haber conducido política e ideológicamente esa revolución. Pero no fue así.
Su mejor faceta fue la de economista.
Fue un gran productivista. Hoy, que la Argentina vuelve a tener una desocupación de dos dígitos, habría que leer a Belgrano que decía: “La mejor manera de exportar las producciones de la tierra es primero manufacturarlas”. “De nada sirven la agricultura y la minería sin el aporte de la oficiosa industria”.
Fue un gran proteccionista. A los gobiernos actuales que abren la economía bajo el verso del libre mercado, les dice: “La importación de mercancías que compiten con el consumo de las del país, trae tras de sí necesariamente la ruina de la Nación”.
Siempre advirtió sobre la entrega que significa endeudar al país: “Un mal imponderable para la nación es el de los usureros, enemigos de todo lo viviente, devoran al ciudadano”.
Fue un estatista, para que lo lean los neolibeales de hoy: “Los límites que el gobierno pone al comercio no pueden llamarse dañinos. La libertad está en boca de todos pero es raramente entendida en su real medida”.
Fue un gran defensor del mercado interno, hoy inexistente en la Argentina: “La grandeza de las naciones está dada por la grandeza de sus consumos”.
Y finalmente, fue un adelantado a Carlos Marx, porque ya en 1813 habló de clases sociales: “Existen en el mundo dos clases de personas, las que pueden disfrutar de los bienes y servicios de la tierra, y las que sólo pueden trabajar para que las otras disfruten”.
Ese es el Belgrano que nos siguen ocultando. Porque le tienen miedo, porque es incómodo.
¿Cómo lo catalogarían hoy a Belgrano?
Al menos como un populista, un demagogo, un trasnochado. Para nosotros es un patriota con todas las letras, para el cual siempre la Patria fue el otro.
Y además, honesto. ¿Es cierto que murió pobre?
Es cierto. Murió enfermo, pobre y solo. Tuvo que pagarle a su médico personal con su reloj de oro. A veces pedía plata a sus amigos para comer. Sin embargo, nunca dejó de reclamar al gobierno central los sueldos adeudados, más o menos unos 13 mil pesos oro, el equivalente a hoy unos 600 mil pesos. No se resignó a su pobreza y ninguneo. No es algo bueno como nos lo quieren mostrar las clases dominantes. Ojo con eso. También es una estrategia perversa. Las clases dominantes argentinas quieren que nosotros seamos pobres como Belgrano, mientras ellas se enriquecen más y más.
En 1903, durante el segundo mandato de Julio A. Roca, se exhumaron los restos de Manuel Belgrano para pasarlos a un mausoleo, algo que él jamás hubiera aceptado. Y en esa operación, los ministros del Interior, Joaquín V. González, y de Guerra, Pablo Ricchieri, LE ROBARON los dientes. Sí, como lo leés, le robaron los dientes a Belgrano. Al prócer que menos comió con los dineros públicos. Esa es la calaña de los exponentes de nuestra clase dominante, ladrones, parásitos. Ya lo decía Belgrano antes de morir: “No veo más que pícaros por todos lados, sobreponen sus intereses personales a los de la Patria”.
Belgrano murió el 20 de junio de 1820. Al día siguiente, ningún diario dijo nada. NI UNA LÍNEA. Lo ningunearon, lo ocultaron. Luego lo quisieron borrar del mapa. Y como no pudieron, quisieron vaciarlo de contenido político, inventándose ese Belgrano tibio que lo único que hizo fue la bandera.
Por eso nosotros queremos recuperar al verdadero Belgrano, en este momento histórico de la Argentina, porque lo necesitamos más que nunca.
Por eso, cuando hoy veamos la Bandera Argentina, pensemos en LAS BANDERAS de Belgrano: Reforma Agraria, igualdad, educación, justicia, productivismo, proteccionismo, mercado interno, entre otras.
¡Viva Belgrano! ¡Viva la Bandera! ¡Viva la Patria!, que siempre es el otro.
(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi).
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