jueves, 21 de noviembre de 2019

Coronel Ignacio Warnes.Acompañó a Belgrano. -21-11-2019.-

Eduardo Javier Mundani Osuna

 
Hace doscientos tres años, en un día como hoy, 21 de noviembre, pero de 1816, moría en batalla el Coronel Ignacio Warnes.
Había combatido contra los ingleses en 1806 y 1807. Acompañó a Belgrano hacia el Paraguay, donde cayó prisionero. Fue enviado engrillado a Montevideo, donde pudo recuperar su libertad. Volvió a unirse a la causa revolucionaria y se sumó al Ejército del Norte junto a Belgrano. Combatió en "Tucumán" y "Salta". Fue nombrado por Manuel Belgrano gobernador de la Provincia de Santa Cruz de la Sierra, en donde inició una tenaz resistencia al avance realista.
Fue uno de los vencedores de la "Batalla de La Florida", del 25 de Mayo de 1814, batalla que le da el nombre a la calle céntrica de Buenos Aires. En esa batalla se batió a duelo de sable con el Jefe realista, el Coronel Joaquín Blanco, al que mató en el lance.
Venció en la Batalla de Santa Barbara.
El 21 de noviembre de 1816, al frente de un ejército de 1300 patriotas se enfrentó a un ejército realista de 1600 soldados.
La Batalla fue cruenta y salvaje. Fue un encuentro a muerte. Cuando la victoria parecía cercana, estando Warnes al frente de la infantería, una bala de cañón mata a su caballo. En su caída el animal aprisiona la pierna del Héroe, y no tuvo la suerte de tener a su lado un Cabral, y fue asesinado a bayonetazos. Al ver a su Jefe muerto, los patriotas se desbandan, y la victoria se transforma en derrota.
El vencedor, el Coronel Aguilera, le corta la cabeza a Warnes y la clava en una pica en una Plaza de la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Esa batalla se llamó "El Pari".
A pesar de ser una derrota patriota, fue para el enemigo una victoria pírrica. De los 1600 soldados del Rey que combatieron, solo 200 sobrevivieron. La aniquilación de ese poderoso ejército evito el avance realista sobre el norte argentino.
Hoy hace 203 años moría en batalla este Prócer Argentino, injustamente no reconocido.
Es de pueblos agradecidos recordar a aquellos hombres, como el Coronel Ignacio Javier Warnes y Zúñiga, que entregaron sus vidas en pos de nuestra Libertad e Independencia.
(Cfr. Tenemos Ejemplos. Difusión para docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi).

sábado, 16 de noviembre de 2019

. El Consulado y la Educación. Las escuelas de Belgrano16.11-2019.


Manuel Belgrano y las Escuelas. Biografía.
 Manuel Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, a metros del Convento de Santo Domingo y fue bautizado al día siguiente. por el sacerdote Juan Baltazar Maciel ​ en la Basílica Nuestra Señora de la Merced, 
La madre de Manuel Belgrano fue María Josefa González Casero, nacida en la ciudad de Buenos Aires, de familia procedente de la localidad de Loreto, Santiago del Estero.
Su padre, Domenico Belgrano Peri,- Domingo Belgrano y Pérez-, tal como firmaba, de origen italiano​ oriundo de  Oneglia, Liguria. Fue un comerciante autorizado por el Rey de España, para trasladarse a América y llegó a Buenos Aires en 1753.​
Los hermanos: 1.- Carlos José  Belgrano 2.-José Gregorio Belgrano. 3.- Domingo Estanislao Belgrano. 4 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, 5.- Fran cisco Belgrano. 6. -Joaquín Cayetano Belgrano.  7.-  Miguel Belgrano. 8.- Agustín Belgrano.  9.- María Francisca 1o- María Florencia12.- Juana  Francisca.

Estudios en Buenos Aires y en Europa

Manuel belgrano, luego de estudiar las primeras letras en el convento de Santo Domingo, ingresó en el Colegio de San Carlos, actual Colegio Nacional de Buenos Aires,  donde se instruyó en lógica, física, filosofía, literatura, latín y obtuvo el título de Licenciado en Filosofía. Uno de sus profesores que influyó para que se perfeccionara en Europa, fue el Padre Luis Chorroarín.
En 1786, los padres por consejo de su Profesor Pbro. Luis Chorroarín, Manuel, fue enviado a España junto a su hermano Francisco,bajo la tutela del esposo de su hermana Josefa, José Calderón de la Barca.
Entre 1786 y 1793 estudió Derecho en las universidades españolas de Salamanca y Valladolid, donde se graduó como Bachiller en Leyes, con Medalla de Oro, a los 18 años de edad en la Cancillería de Valladolid. Manuel dedicó especial atención a la Economía Política. Por tal motivo, fue el primer Presidente de la Academia de Práctica Forense y Economía Política, en Salamanca, también se dedicó al estudio de las lenguas vivas,,-francés, inglés e italiano-.
Tuvo acceso a los libros de Montesquieu, Jean Jacques Rousseau, pudo imbuirse de las tesis Fisiocráticas de Francois Quesnay (franceses) y Gaetano Filangieri, Antonio Genovesi, Ferdinndo Galiani,(italianos).
También leyó a los escritores españoles de tendencia ilustrada como Gaspar Melchor de Jovellanos y Pedro Rodríquez de Campomanes.
Del inglés  tradujo: “La naturaleza y causa  de la Riqueza de las Naciones”,  de Adam Smith (1723-1790), economista escocés,  obra fundadora del liberalismo clásico; sumó: “Despedida de Jorge Washington, (1796),  al pueblo de los Estados Unidos”, con la ayuda y corrección  de su médico, Joseph Redhead, en Salta 1813  y fue publicada  en Buenos Aires el mismo año. En el Museo Mitre se conserva también el manuscrito inédito: “El Bosquejo de Constitución, (1814), de Benjamín Constant.
 Del francés tradujo “las Máximas generales del gobierno de un reyno agricultor, de François Quesnay (1794), quién opinaba que “los empresarios empapados de codicia, que se vuelcan al contrabando aceleran la destrucción del Estado”, allí proponía “multas, contra los contrabandistas” y sentenciaba:  “jamás han podido existir los Estados luego que la corrupción ha llegado”. También tradujo “Los Principios de la Ciencia Económico-Política (1796), de varios autores.
Del italiano tradujo y difundió las ideas económicas de Antonio Genovesi (1712-1769), referente del Iluminismo italiano con su influyente  libro: “Lecciones de Comercio”; de Ferdinando  Galiani, (1728-1787),  “Diálogos sobre el Comercio de Granos”;   de Gaetano Filangieri, (1753- 1788), “Filosofía del Derecho y “Teoría de la Jurisprudencia”.
Manuel Belgrano era un joven inquieto y estudioso que difundió también las ideas de los  pensadores españoles relevantes del siglo XVIII, como Benito Jerónimo Feijoo, (1676-1764), benedictino, docente y ensayista; de Pedro Rodríguez de Campomanes,  (1723 1802),  jurisconsulto y economista, quien en la  “La Educación Popular” decía: “la riqueza y la clave de la industria están en la educación”;  explicó  las ideas del profesor  Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)   jurista y político,  "sobre el trabajo de la tierra, la agricultura y la ganadería".
Siguió los acontecimientos de la  Revolución francesa de 1789, a tal punto que adoptó  como a José de San Martín, el ideario revolucionario de finales del siglo 18. A partir del mismo, ambos orientaron su desempeño en la vida política hacia las necesidades fundamentales de todo pueblo.
Tanto Belgrano como San Martín fueron firmes creyentes en el desarrollo a partir de las industrias, la producción y el comercio de bienes dentro de un marco justo que beneficie a la Patria y el pueblo en su conjunto.
De regreso al Virreinato del Río de la Plata, quizás a través de su primo Juan José Castelli,  se interesó por el pensamiento de Francisco Suárez, quien declaraba: "el poder de los gobiernos deviene de Dios a través del Pueblo".

Secretario del Consulado de Comercio

Belgrano fue nombrado Secretario "Perpetuo" del Real Consulado de Industria y Comercio del Virreinato del Río de la Plata, en Buenos Aires, el 2 de Junio de 1794. Fue recomendado por el Ministro Diego de Gardoqui, el primer embajador de España en los Estados Unidos de América (entre 1785 y 1789) y Ministro de Hacienda con Carlos IV (1792-1796), para que se  nombrara al joven Belgrano en ese cargo.
 Manuel Belgrano, con 24 años, con ese cargo se ocupaba "de la administración de justicia en pleitos mercantiles, de fomentar la agricultura, la industria, el comercio y la educación". Permaneció hasta los sucesos del 25  mayo de 1810, Secretario Consulado, "un virtual ministro de Economía, lo que para un nativo de estas tierras era casi una proeza".   
 Su maestro Campomanes, en Salamanca, le había enseñado que "la auténtica riqueza de los pueblos y  el verdadero fomento de la industria se encuentra en la educación", esta premisa fue un objetivo primordial para Belgrano.

Belgrano y la Educación.
Es por ello que Belgrano Secretario, concentró gran parte de sus esfuerzos en impulsar y organizar, "escuelas gratuitas, adonde los más necesitados acerquen  a sus hijos, sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrá inspirar amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la ociosidad, toma su lugar la miseria", -decía-. Defendía la educación común, "de criollos y españoles y ordenó destinar las vacantes para huérfanos".
Como periodista, desde el Correo de Comercio de Buenos Aires, en marzo de 1810, advertía "sobre la necesidad e importancia de crear, con fondos públicos, escuelas primarias en las ciudades, villas y parroquias", y solicitaba a los jueces que "obliguen a los padres a que manden a sus hijos a la escuela, por todos los medios que la prudencia es capaz de dictar". 

Belgrano rodeado de enemigos. Vicisitudes y espinas en el camino.
Durante su gestión estuvo en permanente conflicto con los vocales del Consulado, comerciantes con intereses en el comercio monopólico con Cádiz. Año tras año presentó informes con propuestas influenciadas por el libre cambio que, en general, "fueron rechazadas por los vocales". Belgrano sostenía por entonces que "El comerciante debe tener libertad para comprar donde más le acomode, y es natural que lo haga donde se le proporcione el género más barato para poder reportar más utilidad"; pero "no sean inescrupulosos de comprar a dos y vender a cuatro o a ocho"- aclaraba en sus informes y lo repetía en su autobiografía-.
La Corona Española y las Escuelas.
Belgrano obtuvo algunos logros como la fundación de la Escuela de Náutica y la Academia de Geometría y Dibujo, también creó la Escuela de Comercio  y la de Arquitectura y Perspectiva. Su motivación para la escuela de Comercio radicaba en considerar que la formación era necesaria para que los comerciantes obraran en función del crecimiento de la Patria. Con las escuelas de Dibujo y Náutica pretendía "fomentar en los jóvenes el ejercicio de una profesión honrosa y lucrativa". Estas  funcionaban en un mismo local, cercano al consulado, "quiero inspeccionar su desenvolvimiento". 
Los premios de estímulo.
El 31 de Marzo de 1797,en la lectura de las Memorias a su cargo solicitaba  "la concesión de premios sobre los objetos más útiles a la agricultura, artes y comercio". Estas medidas fueron bien recibidas, no solo en la Metrópoli, sino en los  integrantes del Consulado quienes dispusieron que estos premios debían concederse en estas formas: "1°. Cincuenta pesos al labrador que que hiciera constar testimonios pertinentes de haber establecido un cultivo provechoso. 2°.Cincuenta pesos a quien demostrare haber establecido una huerta y árboles frutales útiles en el puerto de Barragán. 3°. Cincuenta pesos a quien hiciera grandes plantaciones en la jurisdicción de la capital o de la provincia. 4°.Igual cantidad a quien pensara e hiciera el modo de tener aguadas permanentes en la campaña. 5°. Quinientos pesos a quien indicara el medio de preservar los cueros de las polillas. 6°. Cien pesos al que manifestare con una planilla escrita, el estado de la población de cualquier provincia del Virreinato con la distinción de clases, ocupaciones, por cultivos, por industria y sus consumos".
El 9 de Junio de 1797, en su Memoria semestral se ocupó  de sugerir el cultivo del lino y del cáñamo, distribuyó semillas a "los labradores emprendedores, para realizar los ensayos necesarios". Estos premios sirvieron de estímulo a los más remolones, pues "al poco tiempo creció el número de emprendedores".
El 14 de Junio de 1798, explicó la idea de lo "necesario para vivir y lo sobrante", por lo tanto era conveniente pensar y dar impulso a la exportación. "Pensemos en las pieles de cuadrúpedos, en la instalación de curtiembres, contrataremos maestros curtidores de Irlanda  expertos en conocimientos de botánica y química y  que nos enseñen  montes, pasturas adecuadas para mejorar las pieles y cómo utilizar los productos para curtir". Este nuevo trabajo de la industria de las pieles lo conseguiremos con la educación, con manos laboriosas. Desterremos el ocio,  enseñemos a trabajar, explotemos las riquezas del país". Los anhelos de Belgrano tendían, sin duda, "al mejoramiento social de sus paisanos".

Belgrano estadista.
Manuel Belgrano Secretario del Consulado en la Memoria de 1798 propuso  una transformación incomprensible, era un Estadista, evidenciaba su deseo de "una educación para todos, verdadera audacia para el S.XVIII. Su defensa   de la educación básica como la Especializada y Técnica, orientada al trabajo y a la producción, quedó en las ideas porque le costó implementar sus pensamientos en la práctica; pero marcó el camino para cambios inevitables. La Enseñanza  en la Colonia era para los más ricos. Había pocas escuelas y eran regenteadas en su mayoría por órdenes religiosas, parroquiales, "allí concurrían grupos pequeños de vecinos, que además de aprender a leer, escribir, contar, recibían la enseñanza de la religión católica y el culto, filosofía e historia de las civilizaciones".
Belgrano conocía y explicaba que en regiones alejadas, había también misioneros religiosos "franciscanos, jesuitas, dominicos, mercedarios y otros, que lograron formar grupos de talabarteros, carpinteros,carreros,  músicos y escultores, criadores de ganado, agricultores que resultaron verdaderos emprendedores con la caña de azúcar, la yerba y las vides, y auto abastecían a las comunidades; otros construían viviendas y caminos.Lograron convencerlos que no era conveniente vivir solo "dela caza y de la pesca. Así lograron formar pueblos y ciudades". (Cfr. Héctor Petrocelli-Misiones Jesuíticas entre los Guaraníes.)

Creación de la Escuela de Náutica.
El 25 de noviembre de 1799 comenzó a funcionar la Escuela de Náutica, creada a instancias de Belgrano, siendo Secretario del Real Consulado de Buenos Aires; pero la organización se inició el 30 de marzo. El primer Director de la Escuela fue Pedro Cerviño, el segundo Director Juan de Alsina. Belgrano redactó el primer Reglamento de la Escuela de Náutica. Allí expuso sus ideas de fomento de la navegación fluvial. En su artículo primero, se establecía la misión de la Escuela, que consistiría en “el estudio de la Ciencia Náutica”, a fin de lograr “progresos, en el Comercio, en la Milicia o en cualquier otro estudio”. 
De esta manera, se refería no solo a una Marina Mercante, sino que abría la posibilidad de la formación en un futuro, de una Marina de Guerra.
Fijaba las responsabilidades de los dos maestros directores y estableció el control  por parte de los integrantes de la Junta del Consulado. Los docentes deberían "contar con capacidad profesional, dar buen ejemplo con la regularidad de sus costumbres, respeto y buen trato; cumplir horarios y presentarse aseado".
Belgrano en su Reglamento trataba diferentes tópicos: "las condiciones de los alumnos, vacantes, materias, horas de clase, calendario escolar, obligaciones de los directores en la escuela, exámenes, premios y acompañar a los más lentos. Resulta de interés conocer las materias que se enseñaban en la Escuela: geometría elemental y práctica, trigonometría rectilínea y esférica, hidrografía, dibujo, álgebra, aritmética, cosmografía, geografía o descripción del Globo Terrestre, elementos de navegación, construcción y uso de los instrumentos, las prácticas de taller y reparación de las naves, pues se aprende haciendo".
El sentimiento religioso de Belgrano, se halla presente en este Reglamento, al designar como Patrono de la Escuela, a San Pedro González Telmo.


Creación de Escuelas técnicas y su teoría de la Enseñanza y educación.
En ese clima de ideas actuó Belgrano, quien trajo al Río de la Plata las propuestas de Educación Popular  cuyo fin último era "organizar el trabajo" y  la “emancipación de los más pobres”. En una Memoria del Consulado se pregunta “Cómo deberían ser las escuelas?”, y se responde: “gratuidad, calidad, cantidad”. Proponía promoverlas en “todas las ciudades, villas y lugares” en la jurisdicción del Consulado. Por ello creó las Escuelas: de Dibujo, de Hilado de lana, de Comercio, de Náutica y de Agricultura, bajo la protección del Consulado. "La de Agricultura, impacta en la Economía, pues observo poco  producto de las tierras y ningún adelantamiento del labrador, éllos no ven como un arte arar la tierra, sembrar en la fecha conveniente, cosechar la producción y guardarla". "Sabemos que para los alumnos el abordar los temas es algo desconocido; pero el docente competente pensará cómo hacerlo para obtener resultados".
Las Escuelas una política de Estado.
La idea eje de Belgrano, desde el Consulado pretendía multiplicar la cantidad de escuelas, como Política de Estado y  serían financiadas con fondos oficiales, de sociedades y fundaciones para todos los habitantes, sin reducir ni menospreciar  la educación del ámbito privado".Tanto empuje Belgraniano encontró palos en la en la rueda, pues la metrópolis española, "se oponía,  las consideraba “un lujo” y retaceaba el apoyo económico". Belgrano inclaudicable, instaló la idea de "más educación", sabía que luchaba contra tres frentes: "1°- Enemigos exteriores; 2°- Interiores; y 3°- también a su alrededor tenía  enemigos sutiles".
"Constaté -escribió Belgrano en sus Memorias-, este desinterés de las autoridades de la Metrópolis  y sus amigos del Río de la Plata, por la educación y mi ánimo se abatió y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que, por sus intereses particulares posponían el bien común. Si embargo me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos".

Medallas honoríficas a los alumnos sobresalientes.
 Belgrano propuso el sistema de premios para fomentar la dedicación de niños, jóvenes y adultos en las diferentes tareas. Incluso en la escuela de náutica "era expulsado quien no aprobaba dos exámenes, y repetía quien no superaba uno". Creía en "incentivos y reglas estrictas para fomentar la auto superación de los alumnos".

Educación para las niñas.
 Desde los periódicos en los que escribió, Belgrano proponía "el ingreso de la mujer al mundo de la educación y la cultura, ellas serán las  madres de nuestros hijos, los cuidarán, los alimentarán y los encaminarán a la Escuela"."Ellas serán el mejor medio de socorrer la mendicidad y miseria sabrán prevenirla y atenderla en su origen desde el hogar" y explicaba "ayudemos desde la niñez, de lo contrario serán personas acostumbradas a vivir en la ociosidad, desde jóvenes y les será muy penoso el trabajo en la edad adulta, o resultarán salteadores y mendigos deplorables. La educación encamina al bien y  previene el mal de la sociedad".
 Belgrano "creía más necesarias las escuelas básicas para niñas que una universidad en la Capital, que sólo “habría aumentado el número de doctores”.

Belgrano fundamentaba sus propuestas y adjuntaba su Reglamento.
Cada informe a las autoridades del Virreinato y de la Corona Española, estaba acompañado de "las fundamentos y razones, estudio de factibilidad, el Reglamento de funcionamiento, las ventajas fiscales para la Corona y la base de una sociedad bien orientada que elevará las condiciones de vida"; recomendaba  para las Escuelas de Primeras Letras que:"el maestro debe ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes que se puedan ejercer".

El cierre de las Escuelas Superiores.
Belgrano veía "fructificar sus semillas" durante estos tres años de funcionamiento; pero llegaron "órdenes terminantes de la Corte Española para suprimir los nuevos establecimientos". Estas escuelas fueron cerradas en 1803, por orden de la corona española -por  sugerencias del ministro Manuel Godoy,— que "las consideraba un lujo innecesario para una Colonia".
 Belgrano opinaba que "el impulso educativo no podía menos que disgustar a los que fundaban su interés en la ignorancia y el abatimiento de sus naturales". Aquellos europeos no querían "que las luces se difundieran entre todos, que se instruyeran y adquirieran nuevas ideas, pues resultarían un peligro y futuros levantamientos”.
El biógrafo de Belgrano Bartolomé Mitre,comenta:"la Academia de Dibujo y la Escuela de Náutica con discípulos adelantados,fueron suprimidas con escándalos del país"y continúa:"aquí encontramos el germen de las grandes Instituciones en favor de los progresos morales y materiales del país y cuánto hubiera podido hacer el Secretario Manuel Belgrano, si hubiera tenido a su disposición los elementos del gobierno, o si por lo menos no hubieran sido tan contrariado en sus miras y propósitos, en su temprana edad de 25 a 30 años".(Hist. de Belgrano y la Independencia.1858).

Belgrano Supervisor.
Como vocal de la Primera Junta, promovió la creación de la Academia de Matemáticas, las escuelas extinguidas de Dibujo y Náutica y él mismo las controlaba.
 Cuando marchó con sus tropas al Paraguay, en Septiembre de 1810, "pasó  por Santa Fe e inspeccionó las escuelas de la ciudad" y como integrante  de la Junta de Gobierno, escribió al Cabildo la siguiente sugerencia: "veo poca asistencia de niños y niñas", en consecuencia "recomendó que se amonestase a los padres por no enviarlos a la Escuela".
"El nombramiento de los Maestros deberá hacerse por concurso y oposición y del resultado deberán darme cuenta y a su muerte el cargo pasará al Cabildo", -en su mensaje a los cabildos, mayo de 1813-.

Los triunfos de Tucumán y Salta.
 Los triunfos en las batallas de Tucumán (24 de Septiembre de1812) y Salta (20 de Febrero de 1813), entusiasmó al Gobierno de Buenos Aires y le obsequió, en un arranque de generosidad, con un premio de 40 mil pesos fuertes que Belgrano "agradeció y donó para construir cuatro escuelas en las localidades de Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero".
Belgrano comunicó al Gobierno de Buenos Aires el 31 de Marzo de 1813: "Este premio es para todos mis soldados vivos y los caídos en el campo de batalla y me empeña sobremanera, como soldado, a mayores esfuerzos y sacrificios por la libertad de la Patria.Considero que estos servicios deben merecer el aprecio de la Nación, en cuanto sean efectos de una virtud y fruto del desempeño de mis deberes y que ni la virtud, ni los talentos tienen precio, ni pueden ser  compensado con dinero, sin degradarlos", y continúa:  "Los dineros excitan  la avaricia de los demás y hacen que las acciones  atiendan el bienestar particular, antes que  al interés público, por tanto he decidido y creído propio de mi honor y la prosperidad de mi Patria, destinar los 40.000 pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras, en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago de Estero,que enseñen a leer, a escribir, la aritmética, la doctrina cristiana, los rudimentos de los derechos y obligaciones de las personas en sociedad y del gobierno que las rige". Adelantó que tenía redactado un Reglamento que enviaría a los Cabildos y que presentó en mayo de 1813.
 La educación, fue siempre su obsesión, que lo convirtió en un revolucionario de las ideas, pues "se animó a pensar diferente en un tiempo de inescrupulosos comerciantes y deseosos de privilegios". El creador de la Bandera Argentina el 27 de Febrero de 1812, "fue mucho antes de aquella epopeya, pionero de la educación como motor para el progreso social". (Mitre).

Belgrano y el Reglamento para crear y sostener 4 escuelas.
Su Reglamento orientaba para que las futuras Escuelas, "enseñaran las ciencias, la moral y el buen trato, debían ser gratuitas, para ello pensó en la provisión de papel, tinta y libros para los niños desposeídos".
El artículo primero de aquel Reglamento,indicaba como utilizar el dinero"el destino de 10.000 pesos a cada escuela, para costear el sueldo del maestro de 400 pesos; 100 para los útiles y libros de los niños de padres pobres, si resultaba un sobrante sería destinado a premios de estímulo". El prócer acuñó también aquella idea de: "se le dará asiento al Maestro en el cuerpo del Cabildo, respetándolo  como a un Padre de la Patria".
 Las escuelas funcionarían "bajo la protección de los Ayuntamientos", separadas de las parroquiales y de las viejas escuelas del rey, "para sacar de la ociosidad y el analfabetismo a los niños y jóvenes de ambos sexos",dijo. "La posesión del cargo de maestro se haría por oposición", -debiéndose dar cuenta a Belgrano de su resultado- la función docente, por ausencia o  muerte pasaría al Cabildo".
En otros artículos reglamentaba "el régimen interno de las escuela, la conducta del docente, sus expresiones y los modales que inspirará a sus alumnos, amor al orden, respeto a la religión, dulzura en el trato, sentimiento de honor, amor a la virtud, horror al vicio, inclinación al trabajo, desprecio a la profusión y lujo en el vestir y comer, espíritu nacional que le haga preferir el bien público antes que al privado".
El General Manuel Belgrano con su Reglamento pensó "en el buen uso del dinero y evitar la malversación de fondos",  como una advertencia a su enemigos, "para que no desviaran esa suma donada y se logre el fin  que aspiramos de constituirnos en Nación Libre e Independiente".

A Belgrano le dolía la Patria.
En el ocaso de su vida pensó en tantas vicisitudes y contrariedades,"en estos diez años de vida pública al servicio de la patria",dejó escrito su pensamiento:
"Me hierve la sangre al observar tantos obstáculos, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria".
Belgrano mostró un panorama sociológico de la naciente y joven  nación, 1818, postvirreinal: "sin educación en estas tierras en vano es cansarse, nunca superaremos lo que desgraciadamente somos". El temía que la suma de los 40.000 pesos puestos a disposición del gobierno de Buenos Aires, para construir cuatro escuelas y desarrollar la enseñanza y la educación, podrían evaporarse."
El General Bartolomé Mitre en su "Historia de Belgrano",1858, de 700 páginas, prologada por Domingo Faustino Sarmiento dejó escrito en el Capítulo XXII: "Estas recompensas y honores, no hacían más grande a Belgrano; pero le dieron la ocasión de ejercer uno de aquellos actos de grandeza moral, que puso una vez más de relieve su desinterés, su elevación de alma y su anhelo por el progreso intelectual de los pueblos".
Pérez Amuchástegui en "Crónica Histórica Argentina", 1968, T.II. pág.38, dice:"el Reglamento presentado por Belgrano en Jujuy, el 25 de mayo de 1813, mostró su noble preocupación por la enseñanza".

Pensamientos de San Martín y Manuel Belgrano.
San Martín escribe  desde Mendoza a Tomás Godoy Cruz Diputado por Mendoza al Congreso de Tucumán, el 12 de Marzo de 1816, refiriéndose a las virtudes de Manuel Belgrano y su amor por la Patria: "su comunicación llegó a mis manos, fue mucha mi satisfacción cuando me anunció la próxima reunión del Congreso, de él esperamos los mejores resultados que son muy necesarios"..."En el caso de nombrar quien deba reemplazar a Rondeau yo me decido por Belgrano. El es el más metódico de los que conozco en nuestra América, lleno de integridad y talento natural. No tendrá los conocimientos de un Moreau o de Bonaparte en punto a milicia; pero créame usted que es lo mejor  que tenemos en  la América del Sur".
Belgrno le escribe a San Martín que se hallaba en Mendoza:  el 06 de Abril de 1814:   “Mi amigo: La guerra no sólo la ha de hacer Vd. con las armas, sino con la opinión, afianzándose siempre en las virtudes naturales, cristianas y religiosas… El ejército se compone de hombres educados en la religión católica que nosotros profesamos… Añadiré únicamente que no deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra Generala, y no olvide entregar los escapularios a la tropa… Acuérdese Vd. que es un general cristiano, apostólico, romano; cele Vd. de que en nada, ni aún en las conversaciones más triviales, se falte el respeto a cuanto diga a nuestra Santa Religión…” 
San Martín antes de marcharse a Europa dijo:"La soberbia es un vicio capital, que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder"., expresó cuando advirtió que varios amigos en América del Sur, se burlaban de él.

Reclamos por el incumplimiento del legado belgraniano.
Los fondos se diluían efectivamente, tanto fue así que "en 1818 las provincias beneficiarias hicieron un reclama conjunto al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón" el cual fue respondido en 1823 por Bernardino Rivadavia, quien sostuvo "que no había podido dar con los fondos".
Una década después, el Gobernador de Buenos Aires Juan Ramón Balcarce, admitió oficialmente que ese dinero formaba parte de la enorme deuda de la Provincia de Buenos Aires. En 1870 el Estado de Buenos Aires reconoció "que los fondo existían"; pero los fondos belgranianos pasaron a una ingeniosa cuenta llamada: "Fondos Públicos Primitivos", que según la investigadora tucumana llamada Marta Di Chiara, "el Banco Provincia dispuso de los recursos donados por Belgrano, para ofrecer créditos, sin pagar un centavo de interés".

La escuela de Jujuy.
El Gobierno de Jujuy decidió iniciar las obras en 1813 sin esperar fondos de Buenos Aires, pero se paralizó por el avance de los ejércitos realistas. El 9 de Septiembre de 1818, Belgrano admite que "tampoco cuenta con recursos para dar fin a la obra" y sugiere una suscripción pública entre el vecindario, pues "aspiro que se eduque a los niños y deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos. Sepan que el bien público está primero, en todos los instantes ante mi vida"-escribió-
Llegamos al 3 de Abril de 1825, cuando "el Cabildo jujeño logró inaugurar la Escuela con fondos propios, funcionó tres años y cerró en 1828 por las guerras civiles".
En 1997 licitaron la obra y la ganó una firma que se declaró en quiebra. Por ello la actividad escolar funcionó en lugares prestados: un Regimiento, una iglesia, una guardería municipal y en un templo evangélico".
El año 2000 reiniciaron la obra,pero la empresa adjudicataria quebró; en el 2002 una nueva empresa "construyó diez aulas para el nivel primario, los sanitarios y una sala de informática", luego se añadieron "ocho aulas para el nivel secundario, biblioteca y patio". Esta última inversión "costó 700.000 dólares y se inauguró
el 7 de Julio del 2004 en el Barrio Campo Verde a tres kilómetros del centro de San Salvador de Jujuy".

La Escuela se Tarija.
Al momento de la donación belgraniana, Tarija era una parte de Salta, pero con la independencia del Alto Perú, quedó en territorio Boliviano y allí "el año 1974 se inauguró la Unidad Educativa  General Manuel Belgrano, con nivel primario y secundario en una manzana entera,  con dinero argentino durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón"

La escuela de Tucumán.
El mismo Manuel Belgrano anunció al Cabildo de Tucumán en mayo de 1813, el legado de una escuela con la documentación respaldatoria  y la copia del Reglamento escolar. En el documento establecía que "era una escuela para enseñar nuestra sagrada religión y la doctrina cristiana por el catecismo de Astete y Fleury, también los primeros rudimentos sobre el origen y objeto de la sociedad derechos y obligaciones de las personas y el gobierno que la rige".La escuela dotada por el señor General en Jefe del Ejército Auxiliar de la Patria Don Manuel Belgrano, con 50 pesos al año, cuatrocientos de sueldo para el maestro y cien para útiles escolares".

El mes de Noviembre el Ayuntamiento habilitó un local y llamó a concurso de oposición para el cargo de maestro.
Los fondos destinados por el Gobierno porteño nunca llegaron. En 1871 Bernardo de Irigoyen reconoció que "la plata para la escuela de Tucumán estaba
depositada junto al interés de los 58 años que habían pasado desde la donación".
La investigadora e historiadora Marta Dichiara, "un siglo después, en 1974 pudo reunirse con José Ber Gelbard, Ministro de Economía del Presidente Juan Perón,
para pedirle en nombre de la Provincia de Tucumán cobrar la donación de Belgrano".
Gelbard le facilitó el camino; pero la investigadora tuvo la peor noticia:"los registros de la tesorería general bonaerense habían sido donados como papel viejo  a entidades que los vendieron para financiar sus actividades benéficas".
En 1975 la Provincia de Tucumán "creó por ley la Escuela de la Patria en homenaje a la primera Escuela pública del legado belgraniano". En 1981 "se colocó la piedra fundamental y en el 2001 comenzó a funcionar".

La Escuela de Santiago del Estero.

Belgrano envió un documento  al Cabildo de Santiago, en el que le informaba las condiciones de la donación; que el Cabildo debía  proveer  un local adecuado, llamar a concurso para tomar un maestro honesto e idóneo, en la enseñanza de: "leer, escribir, contar, los principios básicos de la doctrina cristiana, el respeto a los semejantes y conocer los derechos y obligaciones".
El proyecto educativo de Belgrano incluía, además, un reglamento detallado de cómo tenían que ser utilizados esos fondos, cuánto se le debía pagar a un docente, cuánto se podía gastar en papel y tinta y hasta los días feriados.
En 1821 durante el gobierno de Martín Rodríguez en Buenos Aires, reconoció la deuda del legado de Belgrano y resolvió que se realicen los pagos.
El Gobernador de Santiago Juan Felipe Ibarra, en 1822, resolvió también  "que se inicien las clases en una sala contigua del Convento de Santo Domingo y  la Provincia atenderá y abonará a cuenta de los fondos que adeuda Buenos Aires".
Dicha escuela funcionó  para 30 niños de ambos sexos, hasta 1856, "hasta que las autoridades resolvieron y obligaron, con mucho dolor,  por el deterioro del techo y paredes, a cerrar provisoriamente sus puertas".
El senador nacional Absalón Ibarra, "efectuaba las gestiones en Buenos Aires para conseguir los fondos y construir la indispensable escuela". El año 1869 informó al Gobernador  que "había poco fondo del legado belgraniano y al promediar el año 1873, ya no quedaba nada" y así las gestiones para construir la Escuela de  Belgrano, "no tuvieron respuestas".

Bibliografía.

Mitre, Bartolomé, "Historia de Belgrano y de la Independencia. Cap.XXII. p.275 a 276. Prólogo de Domingo Faustino Sarmiento. Buenos Aires,4 de Julio de 1858.

 BELGRANO, Mario, "Historia de Manuel Belgrano", Instituto Nacional Belgraniano, Bs.As.1994, p. 225 y 226.

MANDELLI, Humberto A. "Las escuelas donadas por Belgrano y su Reglamento", Bs. As., Instituto Belgraniano Central de la República Argentina, cuaderno 2, p. 12.

 J. BARCON OLESA "Belgrano Educador — Desarrollo de la Instrucción Pública en la Región Jujeña" -Edit.-L. J. Rosso, 1933, p. 45/49.

 "La Escuela de Belgrano en Jujuy" , en "El Monitor de la Educación Común,  Ministerio de Educación.

Pérez Amuchástegui, Crónica Argentina. 1968, T.II., pág 38. ...............................................................................................................09-12-19-
1.- Manuel Belgrano y la Educación. 
1-1.  Biografía.
 Manuel Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, a metros del Convento de Santo Domingo y fue bautizado al día siguiente. por el sacerdote Juan Baltazar Maciel ​ en la Basílica Nuestra Señora de la Merced, 
La madre de Manuel Belgrano fue María Josefa González Casero, nacida en la ciudad de Buenos Aires, de familia procedente de la localidad de Loreto, Santiago del Estero.
Su padre, Domenico Belgrano Peri,- Domingo Belgrano y Pérez-, tal como firmaba, de origen italiano​ oriundo de  Oneglia, Liguria. Fue un comerciante autorizado por el Rey de España, para trasladarse a América y llegó a Buenos Aires en 1753.​
Los hermanos: 1.- Carlos José  Belgrano 2.-José Gregorio Belgrano. 3.- Domingo Estanislao Belgrano. 4 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, 5.- Fran cisco Belgrano. 6. -Joaquín Cayetano Belgrano.  7.-  Miguel Belgrano. 8.- Agustín Belgrano.  9.- María Francisca 1o- María Florencia12.- Juana  Francisca.

1-2- Estudios en Buenos Aires y en Europa.
        Su formación Académica.
Manuel belgrano, luego de estudiar las primeras letras en el convento de Santo Domingo, ingresó en el Colegio de San Carlos, actual Colegio Nacional de Buenos Aires,  donde se instruyó en lógica, física, filosofía, literatura, latín y obtuvo el título de Licenciado en Filosofía. Uno de sus profesores que influyó para que se perfeccionara en Europa, fue el Pbro. Luis Chorroarín.
Los padres por consejo de su profesor, en 1786, enviaron a Manuel a España junto a su hermano Francisco,bajo la tutela del esposo de su hermana Josefa, José Calderón de la Barca.
Radicado en España  entre 1786 y 1793 estudió Derecho en las universidades españolas de Salamanca y Valladolid, donde se graduó como Bachiller en Leyes, con Medalla de Oro, a los 18 años de edad y en la Cancillería de Valladolid revalidó el título de Abogado.
 Manuel dedicó especial atención a la Economía Política. Por tal motivo, fue el primer Presidente de la Academia de Práctica Forense y Economía Política, en Salamanca, también se dedicó al estudio de las lenguas vivas,-francés, inglés e italiano-.
Tuvo acceso a los libros de Montesquieu, Jean Jacques Rousseau, pudo imbuirse de las tesis Fisiocráticas de Francois Quesnay (franceses) y Gaetano Filangieri, Antonio Genovesi, Ferdinando Galiani,(italianos).
También leyó a los escritores españoles de tendencia ilustrada como Gaspar Melchor de Jovellanos y Pedro Rodríquez de Campomanes.

1-3- Belgrano Políglota y Traductor.
Del inglés  tradujo: “La naturaleza y causa  de la Riqueza de las Naciones”,  de Adam Smith (1723-1790), economista escocés,  obra fundadora del liberalismo clásico; sumó: “Despedida de Jorge Washington, (1796),  al pueblo de los Estados Unidos”, con la ayuda y corrección  de su médico, Joseph Redhead, en Salta 1813  y fue publicada  en Buenos Aires el mismo año. En el Museo Mitre se conserva también el manuscrito inédito: “El Bosquejo de Constitución, (1814), de Benjamín Constant.
 Del francés tradujo “las Máximas generales del gobierno de un reyno agricultor, de François Quesnay (1794), quién opinaba que “los empresarios empapados de codicia, que se vuelcan al contrabando aceleran la destrucción del Estado”, allí proponía “multas, contra los contrabandistas” y sentenciaba:  “jamás han podido existir los Estados luego que la corrupción ha llegado”. También tradujo “Los Principios de la Ciencia Económico-Política (1796), de varios autores.
Del italiano tradujo y difundió las ideas económicas de Antonio Genovesi (1712-1769), referente del Iluminismo italiano con su influyente  libro: “Lecciones de Comercio”; de Ferdinando  Galiani, (1728-1787),  “Diálogos sobre el Comercio de Granos”;   de Gaetano Filangieri, (1753- 1788), “Filosofía del Derecho y “Teoría de la Jurisprudencia”.
Manuel Belgrano era un joven inquieto y estudioso que difundió también las ideas de los  pensadores españoles relevantes del siglo XVIII, como Benito Jerónimo Feijoo, (1676-1764), benedictino, docente y ensayista; de Pedro Rodríguez de Campomanes,  (1723 1802),  jurisconsulto y economista, quien en la  “La Educación Popular” decía: “la riqueza y la clave de la industria están en la educación”;  explicó  las ideas del profesor  Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)   jurista y político,  "sobre el trabajo de la tierra, la agricultura y la ganadería".

1-4- Belgrano y la Revolución Francesa.
Siguió los acontecimientos de la  Revolución francesa de 1789, a tal punto que adoptó  como a José de San Martín, el ideario revolucionario de finales del siglo 18. A partir del mismo, ambos orientaron su desempeño en la vida política hacia las necesidades fundamentales de todo pueblo; pero en especial en el Virreinato del Río de la Plata.
 Belgrano como San Martín fueron firmes creyentes en el desarrollo a partir de las industrias, la producción y el comercio de bienes dentro de un marco justo que beneficie a la Patria y el pueblo en su conjunto. Ambos tomaron lo mejor de la Revolución Francesa, pero no fueron anticlericalistas, eran cristianos católicos.
El joven abogado Manuel Belgrano, de regreso al  Río de la Plata, quizás a través de su primo Juan José Castelli,  se interesó por el pensamiento de Francisco Suárez, quien declaraba: "el poder de los gobiernos deviene de Dios a través del Pueblo".

2 - Secretario del Consulado de Comercio, en Buenos Aires.

 Belgrano fue nombrado Secretario "Perpetuo del Real Consulado de Industria y Comercio del Virreinato del Río de la Plata", en Buenos Aires, el 2 de Junio de 1794. Fue recomendado por el Ministro Diego de Gardoqui, primer embajador de España en los Estados Unidos de América (entre 1785 y 1789) y Ministro de Hacienda de Carlos IV (1792-1796), para que se  nombrara al joven Belgrano en ese cargo.

 Manuel Belgrano, con 24 años, se ocupaba "de la administración de justicia en pleitos mercantiles, de fomentar la agricultura, la industria, el comercio y la educación". Permaneció hasta los sucesos del 25  mayo de 1810, Secretario Consulado, "un virtual ministro de Economía, lo que para un nativo de estas tierras era casi una proeza".   
 Su maestro Campomanes, en Salamanca, le había enseñado que "la auténtica riqueza de los pueblos y  el verdadero fomento de la industria se encuentra en la educación", esta premisa fue un objetivo primordial para Belgrano.

2- 1- Belgrano, la Educación y el trabajo.
Belgrano Secretario, concentró gran parte de sus esfuerzos en impulsar y organizar, "escuelas gratuitas, para que los más necesitados acerquen  a sus hijos, sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrá inspirar amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la ociosidad, toma su lugar la miseria", -decía-
  "Educación y trabajo" fue la relación que siempre difundió, y como "un fisiócrata defensor del desarrollo agrícola", impulsó con fervor "la producción y la industria".
Un verdadero pensamiento revolucionario en la educación virreinal fue "ampliar la educación a nuevos sujetos: los desposeídos, los aborígenes, los huérfanos y los pobres". Ese fue su desvelo "incorporar  a los olvidados, emulando con premios la educación de adultos en nuestra patria". Belgrano defendía la educación común, "de criollos y españoles y ordenó destinar las vacantes para huérfanos".

2-2- Belgrano Periodista.
Como periodista, desde el Correo de Comercio de Buenos Aires, en marzo de 1810, advertía "sobre la necesidad e importancia de crear, con fondos públicos, escuelas primarias en las ciudades, villas y parroquias", y solicitaba a los jueces que "obliguen a los padres a que manden a sus hijos a la escuela, por todos los medios que la prudencia es capaz de dictar". 

3- Belgrano rodeado de enemigos, vicisitudes y espinas en el camino.
Durante su gestión estuvo en permanente conflicto con los vocales del Consulado, comerciantes con intereses en el comercio monopólico con Cádiz. Año tras año presentó informes con propuestas influenciadas por el libre cambio que, en general, "fueron rechazadas por los vocales". Belgrano sostenía por entonces que "El comerciante debe tener libertad para comprar donde más le acomode, y es natural que lo haga donde se le proporcione el género más barato para poder reportar más utilidad"; pero "no sean inescrupulosos de comprar a dos y vender a cuatro o a ocho"- aclaraba en sus informes y lo repetía en su "Autobiografía", donde también anotó que "tenía enemigos externos,-me prohibieron por nota, la creación de escuelas -, internos, -estaban en el consulado y luego en el Triunvirato- y sutiles, -eran aquellos que me saludaban y por la espalda me criticaban".

3-1- Las Escuelas Superiores.
Belgrano obtuvo algunos logros como la fundación de la Escuela de Náutica y la Academia de Geometría y Dibujo, también creó la Escuela de Comercio  y la de Arquitectura y Perspectiva, además de Escuelas Agrícolas para aprender a trabajar la tierra. Su motivación para la escuela de Comercio radicaba en considerar que la formación era necesaria para que los comerciantes obraran en función del crecimiento de la Patria. Con las escuelas de Dibujo y Náutica pretendía "fomentar en los jóvenes el ejercicio de una profesión honrosa y lucrativa". Estas  funcionaban en un mismo local, cercano al consulado, "quiero inspeccionar su desenvolvimiento". Algunos no veían bien estas inversiones.

3-2-Creación de la Escuela de Náutica.
El 25 de noviembre de 1799 comenzó a funcionar la Escuela de Náutica, creada a instancias de Belgrano, siendo Secretario del Real Consulado de Buenos Aires; pero la organización se inició el 30 de marzo. El primer Director de la Escuela fue Pedro Cerviño, el segundo Director Juan de Alsina. Belgrano redactó el primer Reglamento de la Escuela de Náutica. Allí expuso sus ideas de fomento de la navegación fluvial. En su artículo primero, se establecía la misión de la Escuela, que consistiría en “el estudio de la Ciencia Náutica”, a fin de lograr “progresos, en el Comercio, en la Milicia o en cualquier otro estudio”. 
De esta manera, se refería no solo a una Marina Mercante, sino que abría la posibilidad de la formación en un futuro, de una Marina de Guerra.
Fijaba las responsabilidades de los dos maestros directores y estableció el control  por parte de los integrantes de la Junta del Consulado. Los docentes deberían "contar con capacidad profesional, dar buen ejemplo con la regularidad de sus costumbres, respeto y buen trato; cumplir horarios y presentarse aseado".
Belgrano en su Reglamento trataba diferentes tópicos: "las condiciones de los alumnos, vacantes, materias, horas de clase, calendario escolar, obligaciones de los directores en la escuela, exámenes, premios y acompañar a los más lentos. Resulta de interés conocer las materias que se enseñaban en la Escuela: geometría elemental y práctica, trigonometría rectilínea y esférica, hidrografía, dibujo, álgebra, aritmética, cosmografía, geografía o descripción del Globo Terrestre, elementos de navegación, construcción y uso de los instrumentos, las prácticas de taller y reparación de las naves, pues se aprende haciendo".
El sentimiento religioso de Belgrano, se halla presente en este Reglamento, al designar como Patrono de la Escuela, a San Pedro González Telmo.


3-3-Medallas honoríficas a los alumnos sobresalientes.
 Belgrano propuso el sistema de premios para fomentar la dedicación de niños, jóvenes y adultos en las diferentes tareas. Incluso en la escuela de náutica "era expulsado quien no aprobaba dos exámenes, y repetía quien no superaba uno". Creía en "incentivos y reglas estrictas para fomentar la auto superación de los alumnos".

3-4- Los premios de estímulo.
El 31 de Marzo de 1797,en la lectura de las Memorias a su cargo solicitaba  "la concesión de premios sobre los objetos más útiles a la agricultura, artes y comercio". Estas medidas fueron bien recibidas, no solo en la Metrópoli, sino en los  integrantes del Consulado quienes dispusieron que estos premios debían concederse en estas formas:
 "1°. Cincuenta pesos al labrador que que hiciera constar testimonios pertinentes de haber establecido un cultivo provechoso.
2°.Cincuenta pesos a quien demostrare haber establecido una huerta y árboles frutales útiles en el puerto de Barragán.
3°. Cincuenta pesos a quien hiciera grandes plantaciones en la jurisdicción de la capital o de la provincia.
 4°.Igual cantidad a quien pensara e hiciera el modo de tener aguadas permanentes en la campaña.
5°. Quinientos pesos a quien indicara el medio de preservar los cueros de las polillas.
6°. Cien pesos al que manifestare con una planilla escrita, el estado de la población de cualquier provincia del Virreinato con la distinción de clases, ocupaciones, por cultivos, por industria y sus consumos".

3-4- Creación de Escuelas técnicas y su teoría de la Enseñanza y educación.
En ese clima de ideas actuó Belgrano, quien trajo al Río de la Plata las propuestas de Educación Popular  cuyo fin último era "organizar el trabajo" y  la “emancipación de los más pobres”. En una Memoria del Consulado se pregunta “Cómo deberían ser las escuelas?”, y se responde: “gratuidad, calidad, cantidad”. Proponía promoverlas en “todas las ciudades, villas y lugares” en la jurisdicción del Consulado. Por ello creó las Escuelas: de Dibujo, de Hilado de lana, de Comercio, de Náutica y de Agricultura, bajo la protección del Consulado. "La de Agricultura, impacta en la Economía, pues observo poco  producto de las tierras y ningún adelantamiento del labrador, quienes no ven como un arte arar la tierra, sembrar en la fecha conveniente, cosechar la producción y guardarla". "Sabemos que para los alumnos el abordar los temas es algo desconocido; pero el docente competente pensará cómo hacerlo para obtener resultados

3- 5 -El cultivo del lino y el cáñamo.
El 9 de Junio de 1797, en su Memoria semestral se ocupó  de sugerir el cultivo del lino y del cáñamo, distribuyó semillas a "los labradores emprendedores, para realizar los ensayos necesarios". Estos premios sirvieron de estímulo a los más remolones, pues "al poco tiempo creció el número de emprendedores".
El 14 de Junio de 1798, explicó la idea de lo "necesario para vivir y lo sobrante", por lo tanto era conveniente pensar y dar impulso a la exportación. "Pensemos en las pieles de cuadrúpedos, en la instalación de curtiembres, contrataremos maestros curtidores de Irlanda  expertos en conocimientos de botánica y química y  que nos enseñen  montes, pasturas adecuadas para mejorar las pieles y cómo utilizar los productos para curtir". Este nuevo trabajo de la industria de las pieles lo conseguiremos con la educación, con manos laboriosas. Desterremos el ocio,  enseñemos a trabajar, explotemos las riquezas del país". Los anhelos de Belgrano tendían, sin duda, "al mejoramiento social de sus paisanos".

4.- Belgrano estadista.
Manuel Belgrano Secretario del Consulado en la Memoria de 1798 propuso  una transformación incomprensible, era un Estadista, evidenciaba su deseo de "una educación para todos, verdadera audacia para el S.XVIII. Su defensa   de la educación básica como la Especializada y Técnica, orientada al trabajo y a la producción, quedó en las ideas porque le costó implementar sus pensamientos en la práctica; pero marcó el camino para cambios inevitables. La Enseñanza  en la Colonia era para los más ricos. Había pocas escuelas y eran regenteadas en su mayoría por órdenes religiosas, parroquiales, "allí concurrían grupos pequeños de vecinos, que además de aprender a leer, escribir, contar, recibían la enseñanza de la religión católica y el culto, filosofía e historia de las civilizaciones".
Belgrano conocía y explicaba que en regiones alejadas, había también misioneros religiosos "franciscanos, jesuitas, dominicos, mercedarios y otros, que lograron formar grupos de talabarteros, carpinteros,carreros,  músicos y escultores, criadores de ganado, agricultores que resultaron verdaderos emprendedores con la caña de azúcar, la yerba y las vides, y auto abastecían a las comunidades; otros construían viviendas y caminos.Lograron convencerlos que no era conveniente vivir solo "dela caza y de la pesca. Así lograron formar pueblos y ciudades".Algunos historiadores consideran que la expulsión fue una mediad arbitraria y anticlerical fogoneada desde Europa.Por orden de Carlos 3° fueron expulsados del Reino de la Corona Española todos los jesuitas y debían retirarse a países fuera de las  posesiones españolas.
Grupos anticlericales pensaban enriquecerse en detrimento de la Obra Jesuítica.

 La película cuenta la historia del cura español Gabriel, quien trata de establecer una misión en la jungla cerca de las catataras de Iguazú para convertir a los guaraníes al cristianismo, educarlos y protegerlos de los abusos que se cometen contra ellos. Su misión recibe un nuevo miembro, el reformado mercenario portugués, Rodrigo Mendoza, quien percibe la reducción jesuita como un santuario y la última posibilidad de pedir perdón por el homicidio de su hermano. Paso a paso el ex-comerciante de esclavos se da cuenta que el cura y los guaraníes no sólo le han enseñado una manera de hacer penitencia, sino que le han enseñado también los valores humanos.(Cfr. Guillermo Furlong,(S.J.) y Dr. Héctor Petrocelli-Las Misiones Jesuíticas entre los Guaraníes.)

5.- Las Escuelas una política de Estado.
La idea eje de Belgrano, desde el Consulado pretendía multiplicar la cantidad de escuelas, como Política de Estado y  serían financiadas con fondos oficiales, de sociedades y fundaciones para todos los habitantes, sin reducir ni menospreciar  la educación del ámbito privado".Tanto empuje Belgraniano encontró palos en la en la rueda, pues la metrópolis española, "se oponía,  las consideraba “un lujo” y retaceaba el apoyo económico". Belgrano inclaudicable, instaló la idea de "más educación", sabía que luchaba contra tres frentes: "1°- Enemigos exteriores; 2°- Interiores; y 3°- también a su alrededor tenía  enemigos sutiles".
"Constaté -escribió Belgrano en sus Memorias-, este desinterés de las autoridades de la Metrópolis  y sus amigos del Río de la Plata, por la educación y mi ánimo se abatió y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que, por sus intereses particulares posponían el bien común. Si embargo me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos".

6- Educación para las niñas.
 Desde los periódicos en los que escribió, Belgrano proponía "el ingreso de la mujer al mundo de la educación y la cultura, ellas serán las  madres de nuestros hijos, los cuidarán, los alimentarán y los encaminarán a la Escuela"."Ellas serán el mejor medio de socorrer la mendicidad y miseria sabrán prevenirla y atenderla en su origen desde el hogar" y explicaba "ayudemos desde la niñez, de lo contrario serán personas acostumbradas a vivir en la ociosidad, desde jóvenes y les será muy penoso el trabajo en la edad adulta, o resultarán salteadores y mendigos deplorables. La educación encamina al bien y  previene el mal de la sociedad".
 Belgrano "creía más necesarias las escuelas básicas para niñas que una universidad en la Capital, que sólo “habría aumentado el número de doctores”.

7- Belgrano fundamentaba sus propuestas y adjuntaba su Reglamento.
Cada informe a las autoridades del Virreinato y de la Corona Española, estaba acompañado de "las fundamentos y razones, estudio de factibilidad, el Reglamento de funcionamiento, las ventajas fiscales para la Corona y la base de una sociedad bien orientada que elevará las condiciones de vida"; recomendaba  para las Escuelas de Primeras Letras que:"el maestro debe ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes que se puedan ejercer".

8- El cierre de las Escuelas Superiores.
Belgrano veía "fructificar sus semillas" durante estos tres años de funcionamiento; pero llegaron "órdenes terminantes de la Corte Española para suprimir los nuevos establecimientos". Estas escuelas fueron cerradas en 1803, por orden de la corona española -por  sugerencias del ministro Manuel Godoy,— que "las consideraba un lujo innecesario para una Colonia".
 Belgrano opinaba que "el impulso educativo no podía menos que disgustar a los que fundaban su interés en la ignorancia y el abatimiento de sus naturales". Aquellos europeos no querían "que las luces se difundieran entre todos, que se instruyeran y adquirieran nuevas ideas, pues resultarían un peligro y futuros levantamientos”.
El biógrafo de Belgrano Bartolomé Mitre,comenta:"la Academia de Dibujo y la Escuela de Náutica con discípulos adelantados,fueron suprimidas con escándalos del país"y continúa:"aquí encontramos el germen de las grandes Instituciones en favor de los progresos morales y materiales del país y cuánto hubiera podido hacer el Secretario Manuel Belgrano, si hubiera tenido a su disposición los elementos del gobierno, o si por lo menos no hubieran sido tan contrariado en sus miras y propósitos, en su temprana edad de 25 a 30 años".(Hist. de Belgrano y la Independencia.1858).

9-. Belgrano Supervisor.
Como vocal de la Primera Junta, promovió la creación de la Academia de Matemáticas, las escuelas extinguidas de Dibujo y Náutica y él mismo las controlaba.
 Cuando marchó con sus tropas al Paraguay, en Septiembre de 1810, "pasó  por Santa Fe e inspeccionó las escuelas de la ciudad" y como integrante  de la Junta de Gobierno, escribió al Cabildo la siguiente sugerencia: "veo poca asistencia de niños y niñas", en consecuencia "recomendó que se amonestase a los padres por no enviarlos a la Escuela".
"El nombramiento de los Maestros deberá hacerse por concurso y oposición y del resultado deberán darme cuenta y a su muerte el cargo pasará al Cabildo", -en su mensaje a los cabildos, mayo de 1813-.Las escuelas debían funcionar bajo la protección, vigilancia e inspección de los cabildos. Estos cuerpos municipales fueron facultados para enviar a algunos de sus miembros en calidad de inspectores (art. 21). El fundador Belgrano, se reservaba el derecho de comisionar “(…) quando lo tenga por conveniente una persona que haga una visita extraordinaria de estas escuelas". (…)

10 - Los triunfos de Tucumán y Salta.
 Los triunfos en las batallas de Tucumán (24 de Septiembre de1812) y Salta (20 de Febrero de 1813), entusiasmó al Gobierno de Buenos Aires y le obsequió, en un arranque de generosidad, con un premio de 40 mil pesos fuertes que Belgrano "agradeció y donó para construir cuatro escuelas en las localidades de Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero".
Belgrano comunicó al Gobierno de Buenos Aires el 31 de Marzo de 1813: "Este premio es para todos mis soldados vivos y los caídos en el campo de batalla y me empeña sobremanera, como soldado, a mayores esfuerzos y sacrificios por la libertad de la Patria.Considero que estos servicios deben merecer el aprecio de la Nación, en cuanto sean efectos de una virtud y fruto del desempeño de mis deberes y que ni la virtud, ni los talentos tienen precio, ni pueden ser  compensado con dinero, sin degradarlos", y continúa:  "Los dineros excitan  la avaricia de los demás y hacen que las acciones  atiendan el bienestar particular, antes que  al interés público, por tanto he decidido y creído propio de mi honor y la prosperidad de mi Patria, destinar los 40.000 pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras, en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago de Estero,que enseñen a leer, a escribir, la aritmética, la doctrina cristiana, los rudimentos de los derechos y obligaciones de las personas en sociedad y del gobierno que las rige".(Mitre). Adelantó que tenía redactado un Reglamento que enviaría a los Cabildos y que presentó en mayo de 1813.
 La educación, fue siempre su obsesión, que lo convirtió en un revolucionario de las ideas, pues "se animó a pensar diferente en un tiempo de inescrupulosos comerciantes y deseosos de privilegios". El creador de la Bandera Argentina el 27 de Febrero de 1812, "fue mucho antes de aquella epopeya, pionero de la educación como motor para el progreso social". (Mitre).

10 -1- Belgrano y el Reglamento para crear y sostener 4 escuelas.
Su Reglamento orientaba para que las futuras Escuelas, "enseñaran las ciencias, la moral y el buen trato, debían ser gratuitas, para ello pensó en la provisión de papel, tinta y libros para los niños desposeídos".
El artículo primero de aquel Reglamento,indicaba como utilizar el dinero"el destino de 10.000 pesos a cada escuela, para costear el sueldo del maestro de 400 pesos; 100 para los útiles y libros de los niños de padres pobres, si resultaba un sobrante sería destinado a premios de estímulo". El prócer acuñó también aquella idea de: "se le dará asiento al Maestro en el cuerpo del Cabildo, respetándolo  como a un Padre de la Patria".
 Las escuelas funcionarían "bajo la protección de los Ayuntamientos", separadas de las parroquiales y de las viejas escuelas del rey, "para sacar de la ociosidad y el analfabetismo a los niños y jóvenes de ambos sexos",dijo. "La posesión del cargo de maestro se haría por oposición", -debiéndose dar cuenta a Belgrano de su resultado- la función docente, por ausencia o  muerte pasaría al Cabildo".
En otros artículos reglamentaba "el régimen interno de las escuela, la conducta del docente, sus expresiones y los modales que inspirará a sus alumnos, amor al orden, respeto a la religión, dulzura en el trato, sentimiento de honor, amor a la virtud, horror al vicio, inclinación al trabajo, desprecio a la profusión y lujo en el vestir y comer, espíritu nacional que le haga preferir el bien público antes que al privado".
El General Manuel Belgrano con su Reglamento pensó "en el buen uso del dinero y evitar la malversación de fondos",  como una advertencia a su enemigos, "para que no desviaran esa suma donada y se logre el fin  que aspiramos de constituirnos en Nación Libre e Independiente".

10-2-A Belgrano le dolía la Patria.
En el ocaso de su vida pensó en tantas vicisitudes y contrariedades,"en estos diez años de vida pública al servicio de la patria",dejó escrito su pensamiento:
"Me hierve la sangre al observar tantos obstáculos, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria".
Belgrano mostró un panorama sociológico de la naciente y joven  nación, 1818, postvirreinal: "sin educación en estas tierras en vano es cansarse, nunca superaremos lo que desgraciadamente somos". El temía que la suma de los 40.000 pesos puestos a disposición del gobierno de Buenos Aires, para construir cuatro escuelas y desarrollar la enseñanza y la educación, podrían evaporarse."
El General Bartolomé Mitre en su "Historia de Belgrano",1858, de 700 páginas, prologada por Domingo Faustino Sarmiento dejó escrito en el Capítulo XXII: "Estas recompensas y honores, no hacían más grande a Belgrano; pero le dieron la ocasión de ejercer uno de aquellos actos de grandeza moral, que puso una vez más de relieve su desinterés, su elevación de alma y su anhelo por el progreso intelectual de los pueblos".
Pérez Amuchástegui en "Crónica Histórica Argentina", 1968, T.II. pág.38, dice:"el Reglamento presentado por Belgrano en Jujuy, el 25 de mayo de 1813, mostró su noble preocupación por la enseñanza".

10-3-Pensamientos de San Martín y Manuel Belgrano.
San Martín escribe  desde Mendoza a Tomás Godoy Cruz Diputado por Mendoza al Congreso de Tucumán, el 12 de Marzo de 1816, refiriéndose a las virtudes de Manuel Belgrano y su amor por la Patria: "su comunicación llegó a mis manos, fue mucha mi satisfacción cuando me anunció la próxima reunión del Congreso, de él esperamos los mejores resultados que son muy necesarios"..."En el caso de nombrar quien deba reemplazar a Rondeau yo me decido por Belgrano. El es el más metódico de los que conozco en nuestra América, lleno de integridad y talento natural. No tendrá los conocimientos de un Moreau o de Bonaparte en punto a milicia; pero créame usted que es lo mejor  que tenemos en  la América del Sur".
Belgrano le escribe a San Martín que se hallaba en Mendoza:  el 06 de Abril de 1814:   “Mi amigo: La guerra no sólo la ha de hacer Vd. con las armas, sino con la opinión, afianzándose siempre en las virtudes naturales, cristianas y religiosas… El ejército se compone de hombres educados en la religión católica que nosotros profesamos… Añadiré únicamente que no deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra Generala, y no olvide entregar los escapularios a la tropa… Acuérdese Vd. que es un general cristiano, apostólico, romano; cele Vd. de que en nada, ni aún en las conversaciones más triviales, se falte el respeto a cuanto diga a nuestra Santa Religión…” 
San Martín antes de marcharse a Europa dijo:"La soberbia es un vicio capital, que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder"., expresó cuando advirtió que varios amigos en América del Sur, se burlaban de él.

10-4- Reclamos por el incumplimiento del legado belgraniano.
Los fondos se diluían efectivamente, tanto fue así que "en 1818 las provincias beneficiarias hicieron un reclama conjunto al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón" el cual fue respondido en 1823 por Bernardino Rivadavia, quien sostuvo "que no había podido dar con los fondos".
Una década después, el Gobernador de Buenos Aires Juan Ramón Balcarce, admitió oficialmente que ese dinero formaba parte de la enorme deuda de la Provincia de Buenos Aires. En 1870 el Estado de Buenos Aires reconoció "que los fondo existían"; pero los fondos belgranianos pasaron a una ingeniosa cuenta llamada: "Fondos Públicos Primitivos", que según la investigadora tucumana llamada Marta Di Chiara, "el Banco Provincia dispuso de los recursos donados por Belgrano, para ofrecer créditos, sin pagar un centavo de interés".

10-5- La escuela de Jujuy.
El Gobierno de Jujuy decidió iniciar las obras en 1813 sin esperar fondos de Buenos Aires, pero se paralizó por el avance de los ejércitos realistas. El 9 de Septiembre de 1818, Belgrano admite que "tampoco cuenta con recursos para dar fin a la obra" y sugiere una suscripción pública entre el vecindario, pues "aspiro que se eduque a los niños y deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos. Sepan que el bien público está primero, en todos los instantes ante mi vida"-escribió-
Llegamos al 3 de Abril de 1825, cuando "el Cabildo jujeño logró inaugurar la Escuela con fondos propios, funcionó tres años y cerró en 1828 por las guerras civiles".
En 1997 licitaron la obra y la ganó una firma que se declaró en quiebra. Por ello la actividad escolar funcionó en lugares prestados: un Regimiento, una iglesia, una guardería municipal y en un templo evangélico".
El año 2000 reiniciaron la obra,pero la empresa adjudicataria quebró; en el 2002 una nueva empresa "construyó diez aulas para el nivel primario, los sanitarios y una sala de informática", luego se añadieron "ocho aulas para el nivel secundario, biblioteca y patio". Esta última inversión "costó 700.000 dólares y se inauguró
el 7 de Julio del 2004 en el Barrio Campo Verde a tres kilómetros del centro de San Salvador de Jujuy".

10-6- La Escuela se Tarija.
Al momento de la donación belgraniana, Tarija era una parte de Salta, pero con la independencia del Alto Perú, quedó en territorio Boliviano y allí "el año 1974 se inauguró la Unidad Educativa  General Manuel Belgrano, con nivel primario y secundario en una manzana entera,  con dinero argentino durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón"

10- 7.-La escuela de Tucumán.
El mismo Manuel Belgrano anunció al Cabildo de Tucumán en mayo de 1813, el legado de una escuela con la documentación respaldatoria  y la copia del Reglamento escolar. En el documento establecía que "era una escuela para enseñar nuestra sagrada religión y la doctrina cristiana por el catecismo de Astete y Fleury, también los primeros rudimentos sobre el origen y objeto de la sociedad derechos y obligaciones de las personas y el gobierno que la rige".La escuela dotada por el señor General en Jefe del Ejército Auxiliar de la Patria Don Manuel Belgrano, con 50 pesos al año, cuatrocientos de sueldo para el maestro y cien para útiles escolares".

El mes de Noviembre el Ayuntamiento habilitó un local y llamó a concurso de oposición para el cargo de maestro.
Los fondos destinados por el Gobierno porteño nunca llegaron. En 1871 Bernardo de Irigoyen reconoció que "la plata para la escuela de Tucumán estaba
depositada junto al interés de los 58 años que habían pasado desde la donación".
La investigadora e historiadora Marta Dichiara, "un siglo después, en 1974 pudo reunirse con José Ber Gelbard, Ministro de Economía del Presidente Juan Perón,
para pedirle en nombre de la Provincia de Tucumán cobrar la donación de Belgrano".
Gelbard le facilitó el camino; pero la investigadora tuvo la peor noticia:"los registros de la tesorería general bonaerense habían sido donados como papel viejo  a entidades que los vendieron para financiar sus actividades benéficas".
En 1975 la Provincia de Tucumán "creó por ley la Escuela de la Patria en homenaje a la primera Escuela pública del legado belgraniano". En 1981 "se colocó la piedra fundamental y en el 2001 comenzó a funcionar".

10-8- -La Escuela de Santiago del Estero.

Belgrano envió un documento  al Cabildo de Santiago, en el que le informaba las condiciones de la donación; que el Cabildo debía  proveer  un local adecuado, llamar a concurso para tomar un maestro honesto e idóneo, en la enseñanza de: "leer, escribir, contar, los principios básicos de la doctrina cristiana, el respeto a los semejantes y conocer los derechos y obligaciones".
El proyecto educativo de Belgrano incluía, además, un reglamento detallado de cómo tenían que ser utilizados esos fondos, cuánto se le debía pagar a un docente, cuánto se podía gastar en papel y tinta y hasta los días feriados.
En 1821 durante el gobierno de Martín Rodríguez en Buenos Aires, reconoció la deuda del legado de Belgrano y resolvió que se realicen los pagos.
El Gobernador de Santiago del Estero, Juan Felipe Ibarra, en 1822, resolvió también  "que se inicien las clases en una sala contigua del Convento de Santo Domingo y  la Provincia atenderá y abonará a cuenta de los fondos que adeuda Buenos Aires".
Dicha escuela funcionó  para 30 niños de ambos sexos, hasta 1856, "hasta que las autoridades resolvieron y obligaron, con mucho dolor,  por el deterioro del techo y paredes, a cerrar provisoriamente sus puertas".
El senador nacional Absalón Ibarra, "efectuaba las gestiones en Buenos Aires para conseguir los fondos y construir la indispensable escuela". El año 1869 informó al Gobernador  que "había poco fondo del legado belgraniano y al promediar el año 1873, ya no quedaba nada" y así las gestiones para construir la Escuela de  Belgrano, "no tuvieron respuestas".

Asociación Belgraniana de Morón.
27 de abril de 1813: Se da a conocer por parte del Gobierno, la minuta de aprobación a la solicitud de Belgrano para que los 40.000 pesos en premio que obtuvo por la victoria en la batalla de Salta, se destinen a la fundación de cuatro escuelas de primeras letras en las localidades de Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero.
Belgrano aportó además del dinero, un reglamento para las futuras escuelas, que proveía todo lo necesario para que se impartiese una educación adecuada, gratuita para los alumnos; un sueldo digno para sus docentes, la proporción de papel, tinta y libros para sus alumnos y entre otras cosas sostenía: el maestro es un padre de la Patria y merece en las celebraciones el sitial más destacado en el Cabildo local.
En 1818, las provincias beneficiarias hicieron un reclamo en conjunto al Director Supremo. Desaparecido el Estado Nacional, el gobierno bonaerense (administrador de los ex fondos nacionales) en 1823 responde que no había podido dar con los fondos. Diez años después el gobernador de Buenos Aires, Juan Ramón Balcarce, admitió oficialmente que ese dinero formaba parte de la enorme deuda de la provincia de Buenos Aires.
En 1858, Amadeo Jacques, reflotó el tema y en 1870, el Estado bonaerense reconoció públicamente que los fondos existían. En 1882, los fondos belgranianos pasaron a una cuenta llamada "Fondos Públicos Primitivos": durante cuarenta y cinco trimestres, el Banco bonaerense había dispuesto de los recursos donados por el prócer, sin pagar un centavo de interés. En 1986, la Ley Nacional Nº 23.346, resuelve la construcción de tres Escuelas en Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán, a las que se denominó “Escuelas de la Patria ”
Sobre la escuela de Tarija, el Ayuntamiento delegó en varios representantes desde 1825, el cobro del dinero ante el Gobierno argentino. En 1949, Juan y Eva Perón, pusieron la piedra fundamental de la Escuela, pero ahí quedó por los siguientes veinte años. Durante la presidencia de Onganía el gobierno argentino construyó una escuela de una manzana de superficie, en la que funcionan desde entonces cuatro escuelas de nivel primario y secundario.
La Escuela de Santiago del Estero, fue inaugurada por el gobernador Felipe Ibarra, con fondos propios, en mayo de 1882, y funcionó hasta 1926. En el año 2004 se crea la nueva escuela de Loreto (localidad de la familia materna del prócer) con el Nº 1238, por mandato del Ministerio de Educación de la provincia de Santiago del Estero.
La provincia de Jujuy fue la que mejor cumplió con el legado belgraniano, las obras comenzaron en 1813, pero a los pocos meses debieron suspenderse ante el avance de los ejércitos españoles, que bajaban del alto Perú. El 3 de enero de 1825, el Cabildo jujeño agradeció el gesto de Belgrano y declaró en un documento oficial: "será eterna la gratitud de las generaciones venideras, con el tiempo dará buenos padres de familia, ciudadanos a la República e ilustres defensores de la Patria". Pudo funcionar apenas tres años, debió cerrarse en 1828. En 1998, el gobierno jujeño le adjudicó a una empresa constructora 700.000 dólares, para completar la obra, que demoró 6 años en construirse, y fue inaugurada el 7 de julio de 2004, tras apenas 191 años de la donación. Es la Escuela Nº 452 de Jujuy, en el barrio Campo Verde de la capital.
En Tucumán, en diciembre de 1975, la Ley Provincial Nº 4.402, dispone la creación de la Escuela de la Patria, conforme al legado Belgraniano de 1813. En 1976, el Gobernador de Tucumán quiso crear la Escuela de la Patria, se formó una comisión para cumplir con la memoria del prócer. Por decreto de 1981, se afecta la manzana comprendida entre las calles: Jujuy, La Rioja, Bolívar y Lavalle para la construcción de la “La Escuela de la Patria ”. Para su elección se tiene en cuenta no solo que reúne todas las exigencias técnicas sino también porque formó parte del escenario histórico donde se llevó a cabo la gloriosa Batalla de Tucumán. pero el proyecto no avnazó. En 1993, el Diputado Nacional Nacul logra sustituir el Art.2° de la Ley N º 23.346 por el otorgamiento de una partida de 5.000.000 pesos para la construcción de la escuela. A pesar, que las leyes de presupuesto de la Administración Nacional para los ejercicios 1991-1996 y los decretos provinciales consideran el financiamiento y partidas para la construcción de la escuela, la falta de ejecución de los trámites pertinentes hace fracasar la concreción de la obra.
 En 1999, se inauguró la primera etapa de la construcción de “ La Escuela de la Patria ”, donde tomaron posesión respectivamente, la Escuela Belgrano y la Escuela de Comercio Nº 3, cuyos actos fueron presididos por autoridades gubernamentales.
¿A cuánto ascendería hoy el legado de Belgrano si le sumáramos intereses? Hay quienes sostienen que estamos hablando de una suma cercana al millón y medio de dólares que al 5 por ciento anual equivaldrían a casi 45 billones de dólares!!!
"2020 - AÑO DEL GENERAL MANUEL BELGRANO"


Bibliografía.

Bruno, Cayetano. (SDB). Historia de la Iglesia en el Río de la Plata.


BARCON OLESA "Belgrano Educador — Desarrollo de la Instrucción Pública en la Región Jujeña" -Edit.-L. J. Rosso, 1933, p. 45/49.

BELGRANO, Mario, "Historia de Manuel Belgrano", Instituto Nacional Belgraniano, Bs.As.1994, p. 225 y 226.


Furlong Guillermo.(S.J). Los Jesuitas y la Cultura Rioplatense.-Bs.As.-1946-


MANDELLI, Humberto A. "Las escuelas donadas por Belgrano y su Reglamento", Bs. As., Instituto Belgraniano Central de la República Argentina, cuaderno 2, p. 12.
Mitre, Bartolomé, "Historia de Belgrano y de la Independencia. Cap.XXII. p.275 a 276. Prólogo de Domingo Faustino Sarmiento. Buenos Aires,4 de Julio de 1858.

Petrocelli, Héctor, Prof. UNR. "Las Misiones Jesuíticas y la Educación".


Pérez Amuchástegui, Crónica Argentina. -1968-, T.II., pág 38. 


Artículo: "La Escuela de Belgrano en Jujuy" , en "El Monitor de la Educación Común,  Ministerio de Educación...............................-.....