jueves, 28 de febrero de 2019

Cosme Maciel. 28- 02-2019.

Cosme Maciel "el primer abanderado"
Aquel jueves 27 de febrero de 1812 a las seis y media de la tarde en las barrancas de Rosario, el Gral. Manuel Belgrano invitó a quien era la máxima autoridad civil presente, el Regidor tercero del Cabildo santafesino, Cosme Maciel, quien tuvo el honor de izar por primera vez la enseña de la patria naciente.
Este pedido de Belgrano no es un detalle menor, eligió a un civil y no a un militar para tan magno acto. Quizá, o no, fuera casual que un tío de Cosme Maciel, llamado Juan Baltasar Maciel, fuera quien había bautizado a Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González en 1770 en Buenos Aires. La relación entre los Maciel y los Belgrano venía desde el Plata pues el cura que además era abogado, llevaba los asuntos del padre del creador de la Bandera. Belgrano y Cosme se habían encontrado en 1811 cuando la Campaña al Paraguay.
Esa bandera, la primera, la que Belgrano nos legó, según el historiador Juan Manuel Castagnino: “Es la Bandera de Soberanía. Belgrano es el independentista máximo de 1810, que se manifiesta con el máximo acto de soberanía, que es el de crear una Bandera ante las naciones del mundo. Hay muchas banderas: de ejército, de regimientos, de batallones, de escuelas, de oficinas públicas pero hay una que es de Soberanía de una Nación y es la que creó Belgrano en Rosario”.
Quién fue Cosme Maciel
A veces la historia se tergiversa con el mensaje interpretativo de los historiadores. Lo hizo Bartolomé Mitre cuando omitió detalles del acto del 27 y desde allí las repeticiones sistemáticas anonimizaron a Cosme. Podemos ver también que en la película “Belgrano” interpretada por Pablo Rago dirigida por Sebastián Pivotto, Belgrano llama a un joven soldado afrodescendiente diciéndole: “A ver, vos Cosme vení”. Nada más lejano de la realidad excepto el nombre de pila.
Cosme Maciel, como ya dijimos, era la máxima autoridad civil presente. Oriundo de Santa Fe, nació el 1 de noviembre de 1784. Hijo del alcalde de la ciudad Domingo Maciel y Lacoizqueta y de su tercera esposa doña María López Pintado.
Después de adquirir una relativa instrucción se dedicó a tareas de cabotaje, donde evidenció una gran destreza en armado de embarcaciones y en una sumaca de su propiedad realizó viajes comerciales entre Santa Fe, La Bajada y Buenos Aires. No llegó a alistarse en la expedición al Paraguay con Belgrano por razones familiares (su madre estaba enferma) y comerciales pero colaboró con sus embarcaciones en el traslado de tropas a La Bajada (hoy la ciudad de Paraná).
En enero de 1812 ya se encontraba Maciel con su embarcación en la Capilla del Rosario y pronto prestó su colaboración al coronel de Ingenieros Ángel Monasterio proveyendo la madera necesaria transportada por su sumaca desde las islas a la costa. A la llegada de Belgrano y del comandante Celedonio Escalada, fue recomendado tan eficazmente por Monasterio que, al tomar el mando del cuerpo de cívicos que se había formado, Escalada lo nombró su ayudante principal. Al inaugurarse la “Batería Libertad” Belgrano le dio el honor de enarbolar la primera bandera argentina.
En 1816, intervino como uno de los jefes de la insurrección encabezada por Mariano Vera contra Viamonte. Su acción dirigente lo caracteriza como uno de los fundadores de la autonomía de Santa Fe.
En 1819, el gobernador Estanislao López confió a Maciel una misión ante Artigas, que mantenía viva la resistencia de la provincia oriental contra Portugal. Fue secretario de López durante la campaña de este caudillo contra Dorrego y comisionado luego para tratar la paz en nombre del gobierno de Santa Fe.
Disidencias políticas produjeron más tarde -dice el historiador Azarola Gil- el rompimiento de Maciel con el brigadier López. Reducido a prisión bajo la inculpación de haber fomentado el asesinato del gobernante, procuró éste a Maciel los medios para alejarse de la provincia, a lo que se negó el acusado, siendo entonces remitido a Buenos Aires con la prevención que si regresaba a Santa Fe sería fusilado. Este destierro fue el término de su vida pública.
Su destierro
En 1838 es censado en los pagos de Barracas al Sur (Avellaneda, Buenos Aires) con la profesión de “pulpero”. Un trabajo de investigación realizado hace unos años nos permitió establecer que Cosme Maciel tenía su pulpería en la intersección de las hoy avenidas Mitre y Maipú, esquina desaparecida bajo la piqueta cuando la construcción de la bajada del hoy emblemático Puente Pueyrredón, que cruza el Riachuelo, a metros de un conocido Bingo.
En 1840 el gobierno rosista lo mantiene preso: “La ciudad por cárcel” es su presidio, es decir, no le era permitido salir de los límites de la ciudad.
Pastor Obligado, aquel historiador que nos brindara sus famosas “Tradiciones”, lo entrevistó en su chacra de Crucesita donde vivía con sus hijos y familia. Allí, bajo un ombú en 1862, Obligado visitó a Cosme Maciel y escribió que “un poco apartado a la derecha del Camino Real entre el Puente de Gálvez y el Puente viejo de la Crucesita, en el ancho corredor de la casita que blanquea sobre una lomada, bajo majestuoso ombú, tomaba el sol de otoño un anciano de blancos cabellos, sobre sillón de vaqueta, más viejo que él. Al saber que era portador de recuerdos de su familia (primer bordado de su nieta, la bella Manuelita), entre viejos cuentos del pasado nos refirió el presente”.
“- Aquí donde Ud. me ve esta mano trémula que apenas puede sostener el bastón de mi vejez fue la que izó la primera bandera argentina. Ya han pasado muchos años, pero no olvido las emociones de aquel día. Vecino de Santa Fe, me hallaba accidentalmente en la Villa de Rosario y, entusiasta como todos los jóvenes de mi tiempo por la causa de la Patria, ayudé al General Belgrano a levantar la batería sobre la barranca tras de la actual Iglesia. ¡Qué grata sorpresa tuve cuando el día de su inauguración acabado de plantar el mástil, formada ya la tropa sobre la batería me dijo el Gral. Belgrano!: ‘Vea si está corriente la cuerda y ate bien la bandera para llevarla bien alto, como debemos mantenerla siempre’. Fue para mí lo inesperado de tan grata sorpresa, que repitiéndose el hecho por todas partes al verme pasar me apodaban en los fogones de los campamentos: ‘¡Ahí viene la bandera de Belgrano! ¡Y esto señor Oficial porteño desvirtuará ante Usted el nombre de santafesino que odia a los porteños con que Fray Castañeda me sindicaba en sus papeles”.
La elección de Barracas al Sud para su destierro no fue casual. En el pago vivían desde los primeros tiempos sus parientes (lejanos y no tanto) radicados en el siglo XVIII de los que derivan los nombres (topónimos) del Arroyo Maciel y la célebre Isla Maciel otrora paraíso de esparcimiento de los porteños que cruzaban el Riachuelo. Compró tierras que heredaron sus hijos y sus descendientes vivieron allí hasta principios del siglo XX.
Don Cosme vivió sus últimos días al cuidado de su hija menor, casada con un funcionario gubernamental del partido. Falleció en Buenos Aires en 1863. Se presume que sus restos fueron sepultados en el Cementerio de la Recoleta bajo otro nombre.
Por Por Roberto Colimodio - Miembro de Número Academia Argentina de la Historia

jueves, 14 de febrero de 2019

Malvinas. Son Argentinas. Excelente respuesta.-14 - 02 - 2019.

Excelente respuesta a los Kelpers. del Dr. Alberto Asseff, Diputado del Mercosur.
"Los isleños no son 'vecinos' sino habitantes de una tierra usurpada" De: Alberto Asseff
El diputado del Mercosur y presidente nacional del partido UNIR, Alberto Asseff, declaró al programa 'La Brujula' que "los isleños presumen ser un 'pueblo vecino' y nos proponen cooperar para preservar el ambiente, los recursos del mar y otros aspectos. Parece bondadosa e inocua la oferta, pero tenemos la responsabilidad de advertir que ellos - que no superan las 2.500 personas - pretenden lograr una independencia ficticia para asegurar la perduracion del implante colonial en los mares australes de nuestra soberanía, con proyección hacia la Antártida, que nos pertenece con los mejores títulos y razones que ninguna otra nación del planeta".
"Los isleños se niegan a que Londres se siente a negociar la soberanía aún sabiendo que la Argentinas está dispuesta a asegurarles todo lo que ellos necesitan, desde su modo de vida hasta conectividad, salud, educación universitaria, recursos materiales. Todo. Lo único que plantea nuestro país es que - como Hong Kong - en un lapso de décadas la soberanía argentina sea plena. En el mientras tanto ellos continuarían como hoy. Y cuando finalice el largo lapso de transición, inclusive podría regir el sistema 'un solo país, dos modelos' de modo de otorgarles mayores seguridades. Por eso decimos que la negativa a dialogar sobre la soberanía, además de contrariar el mandato de la ONU, patentiza una actitud antojadiza que apenas puede ocultar el designio geopolítico británico se seguir con sus reales sentados en esta parte austral del mundo. Nosotros queremos cooperar, pero los ingleses deben negociar. Basta de rodeos y falacias", concluyó Asseff.
FUENTE FUNDACIÓN MALVINAS
Foto: ASSEFF, Alberto Emilio
Cfr. Tenemos Ejemplos.. Colabaoración en la difusión para colegas docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi..

miércoles, 13 de febrero de 2019

Belgrano y su ejército jura obediencia a la Asamblea del año 1813.

"El día 13 de febrero de 1813: Después de cruzar el río Pasaje (desde ese día Juramento) el Ejército del Norte al mando de Belgrano, que ha triunfado en Tucumán, jura obediencia a la Asamblea del Año XIII, en presencia de la bandera bicolor.
"Cumpliendo con lo que Vuestra Excelencia me ordena con fecha 1° del corriente, procedí este día a prestar el reconocimiento y competente juramento de obediencia a la soberana representación de la Asamblea Nacional bajo la solemnidad respetuosa de las armas a mi mando, y según la fórmula que V.E. me prescribe.
 El acto creo haber sido uno de los más solemnes que se han celebrado en toda la época de nuestra feliz revolución. La bandera del Ejército fué conducida por el Mayor General D. Eustoquio Díaz Vélez, a quien llevábamos en medio el Coronel Don Martín Rodríguez y yo escoltados de una compañía de granaderos que marchaba al són de música. Formando el Ejército en cuadro, se situó en medio dicho Mayor General con la bandera, proclamé al ejército, anunciándole la nueva que motivaba aquel acto, e hice leer en voz alta el oficio circular de V.E. e impreso adjunto. Inmediatamente presté, por mi parte, el juramento a presencia de las tropas, y bajo la fórmula prescripta, ante el Mayor General, quien lo ejecutó del mismo modo ante mí.
 Continuaron después los coroneles y comandantes del ejército y, concluido el juramento de éstos, interrogué bajo la misma fórmula a todos los individuos que formaban el cuadro, quienes con sus expresiones y la alegría de sus semblantes, manifestaban la sinceridad de sus promesas y el júbilo que había causado en todos, el logro de sus justos deseos.
Colocando después, el Mayor General, su espada en cruz con la asta bandera, todas las tropas en desfilada, la fueron besando de uno en uno, y finalizado éste acto, volvió el mismo Mayor General con la bandera hasta el lugar de mi alojamiento a la cabeza de todos los cuerpos, que le seguían a són de música.
 Yo no puedo manifestar a V.E. cuanto ha sido el regocijo de las tropas y demás individuos que siguen a éste ejército: una recíproca felicitación de todos por considerarse ya revestidos con el carácter de hombres libres, y las más ardientes y reiteradas protestas de morir antes de volver a ser esclavos, han sido las expresiones comunes con que han celebrado tan feliz nueva y que deben afianzar las esperanzas de cimentar, muy en breve, el gran edificio de nuestra libertad civil.
A distancia de cien pasos del paso del río, sobre la ribera que gira al oeste, á la altura de un notable barranco, había un árbol que por su magnitud se distinguía sobre todos los de sus cercanías; limpiando una parte de su corteza, hacia media altura de un hombre, en medio de un círculo de palma y laurel, dibujado en el tronco del árbol se grabó una inscripción que decía; Río del Juramento, y más abajo la siguiente estrofa:
Triunfaréis de los tiranos
Y á la patria daréis gloria
Si, fieles americanos
Juráis obtener victoria."

martes, 12 de febrero de 2019

Batalla de Chacabuco.(1817) - 12 -02 - 2019.

202º ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHACABUCO (1817). - 
La Batalla de Chacabuco había comenzado a eso de las once de la mañana y antes de las dos de la tarde el campo de combate estaba en poder de San Martín y de sus tropas. Este no se apresuró a abandonarlo y allí mismo dirigió a su gobierno el siguiente parte:
"Excelentísimo Señor:"
"Una división de mil ochocientos hombres del ejército de Chile (1) acaba de ser destrozado en los llanos de Chacabuco por el Ejército de mi mando, en la tarde de hoy. Seiscientos prisioneros, entre ellos treinta oficiales, cuatrocientos cincuenta muertos y una bandera que tengo el honor de dirigir, es el resultado de esta jornada feliz, con más de mil fusiles y dos cañones".
"La premura del tiempo no me permite extenderme en detalles que terminaré lo más breve que me sea posible; en el entretanto debo decir a Vuestra Excelencia que no hay expresiones como ponderar la bravura de estas tropas; nuestra pérdida no alcanza a cien hombres."
"Estoy sumamente reconocido a la brillante conducta, valor y conocimientos de los señores brigadieres don Miguel Soler y don Bernardo O'Higgins."
"Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años. Cuartel general de Chacabuco, en el campo de batalla, febrero 12 de 1817."
(1) Se refiere al ejército realista en Chile.
Fuente: Otero, José Pacífico, Historia del Libertador Don José de San Martín, Tomo 3, Círculo Militar, Buenos Aires, 1978, página 16
(Cfr. Tenemos Ejemplos. , reenviaré a mis colegas docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi. 12-02-2019).

domingo, 10 de febrero de 2019

San Martín y Belgrano en la Posta de Yatasto,(1813). -10-02-2019-.

ENCUENTRO DE SAN MARTIN CON MANUEL BELGRANO.
Envío del Dr. Jorge Tomasini Freyre. (Investigación sobre el lugar exacto del encuentro). Para tener en cuenta si Ud. viaja al lugar.
En diciembre de 1813, el Triunvirato, poder central de las Provincias Unidas, decide nombrar a San Martín mayor general del Ejército del Norte, en reemplazo de Eustoquio Díaz Vélez y lo pone al frente de una expedición que parte a apoyar a aquella fuerza, que viene en retirada a Tucumán tras los desastres de Vilcapugio y Ayohuma.
Pero, poco después, dispone que San Martín directamente reemplace a Belgrano en el comando, función que San Martín se resiste a aceptar.
Encuentro de los jefes
El coronel marcha a su destino. El 17 de enero, ambos jefes se encuentran por primera vez personalmente, aunque mantenían desde 1812 una correspondencia que había generado recíproca estima.
 El encuentro, según la tradición, fue en la posta de Yatasto, aunque investigaciones más ajustadas aseguran que ocurrió en la cercana Posta de Los Algarrobos.
Como aún no ha llegado a sus manos el despacho que otorga el mando supremo a San Martín, el general Belgrano lo designa segundo jefe. Recién el 29 de enero, el recién venido se hará cargo de la fuerza. Con toda humildad, Belgrano acepta quedar al mando del Regimiento 1, que San Martín le confía.
El 30, San Martín llega con las tropas a la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde acampa. Lanza una proclama dirigida a los “valientes tucumanos”.
El mito de La Posta de Yatasto
A principios de 1814, por las postas de El Arenal y del Rosario, pasó en Gral. José de San Martín hacia la hacienda de Yatasto donde se encontró con Belgrano. Antes, el 26 de mayo de 1812, Belgrano se había encontrado aquí con Juan Martín de Pueyrredón quien le entregó el mando del derrotado ejército del Norte. Sin ser posta, entonces, y por estos hechos singulares, la casa de José Vicente Toledo Pimentel en Yatasto se transformó en lugar histórico (FOTO).
Otra versión dice que el encuentro Belgrano-San Martín no se produjo en Yatasto sino en la Posta de Los Algarrobos. San Martín llegó hasta allí con un escuadrón de Granaderos para hacerse cargo del Ejército del Norte hasta entonces comandado por el creador de la bandera.
Se dice que se demoró todo lo que se pudo el cambio de mando para no herir los sentimientos de Belgrano y que éste se ofreció a ser segundo de San Martín “sin prestigio ni porvenir”. Disciplinado y obediente, después de entregar el mando, permaneció como un soldado más a la orden del nuevo jefe hasta el 1 de marzo de 1814.
Ubicada en el sur del departamento de Metán, a 3 km de ruta 34 y próxima al río Cañas (límite con Rosario de la Frontera), se encuentra el famoso lugar declarado Monumento Nacional por Decreto Nº 95.687 del 14 de julio de 1942 (presidente Ramón S. Castillo).
La vieja estancia de San José de Yatasto llegó a sumar 80.000 hectáreas, las cuales habían sido otorgadas en merced real.
Hoy esta finca es conocida por la producción de arándanos que se exporta, contigua por el sureste se encuentra la finca de Amasuyo, famosa por su fábrica de productos lácteos.
Aunque era un lugar visitado por los viajantes que atravesaban la zona en tránsito por el antiguo Virreinato del Río de la Plata entre el Alto Perú y Buenos Aires, en San José de Yatasto no había ninguna posta.
Yatasto no figura en el itinerario oficial de postas de la época pero sí aparecen otras dos en el actual territorio metanense, tales como las de Conchas y Los Algarrobos, ambas entre las de Cobos al norte y la del Rosario al sur, y más al sur la posta de Arenal (Rosario de la Frontera).La imagen puede contener: cielo, casa y exterior

Cfr. Tenemos Ejemplos. Colaboración para los colegas docentes y alumnos. Prof. Lic. Luis Angel Maggi.

Guillermo Brown. Batalla de Juncal. 10-02-2019.

Asociación Cultural Sanmartiniana Filial La Banda
Gracias por el Envío y redacción.

"El 9 de febrero de 1827, el almirante Jacinto Roque de Senna Pereira, comandante en jefe de la escuadra brasileña que operaba en el Río de la Plata, estaba en descanso en Paysandú, al ver que el ejército imperial se había marchado hacia el este, dio por terminada su misión. El almirante Guillermo Brown le salió al encuentro el día 8 de febrero, en la zona de Juncal para cortar el paso de su flota. Trabándose entonces en un reñido cañoneo, pero un fuerte viento Pampero puso fin al combate, obligando a los adversarios a maniobrar y fondear a corta distancia uno del otro.
 Al día siguiente se reanuda la batalla suspendida en medio del cielo oscuro y tormentoso combate, obligando a los adversarios a maniobrar y fondear a corta distancia uno del otro.  Los barcos brasileños menores, desconcertados por unas señales mal indicadas, no pudieron responder al ataque de la escuadrilla argentina.
 El almirante Senna Pereira, trato en tres oportunidades de rearmar las líneas pero al fracasar y alterado por la torpeza de sus oficiales renunció a dirigir la acción en conjunto y se lanzó a luchar solo barco a barco. Por espacio de cuatro horas duró la sangrienta batalla, poco a poco fueron averiándose y hundiéndose los barcos menores y cañoneras brasileños.
El mismo comandante Pereira herido por un golpe de metralla reconocía su derrota y entregaba su espada a Francisco Seguí, héroe de la jornada. Y la Goleta "Sarandi", barco insignia del almirante Brrown había puesto fuera de combate a la mayoría de las naves, incendiando tres y las demás se dieron en fuga.
Los capitanes Seguí y Drummond recibieron los mas altos reconocimientos de su comandante Brown. La tercer división naval del imperio brasileño en un total de 17 naves, solo dos escaparon, doce fueron apresados y tres incendiadas. De ésta manera quedaba despejada la navegación en el interior de nuestro país y así también las comunicaciones del ejército y el abastecimiento de Buenos Aires. ¡¡¡GLORIA AL BRAVO BROWN Y SUS MUCHACHOS!!!".