martes, 22 de noviembre de 2022

La Batalla de la Vuelta de Obligado. - 22- 11- 2022.-

BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO. Estimados. Hoy 20 de Noviembre, conmemoramos el día De la Soberanía Nacional. El año 1845, en esta fecha por decisión del Gobierno de Don Juan Manuel de Rosas, la Marina y el Ejército Argentino enfrentó a la Escuadra Anglo Francesa en la Vuelta de Obligado, sobre el Río Paraná, (hoy localidad de San Pedro), para detener el avance de los intereses extranjeros. Numerosos soldados y civiles que lucharon, perecieron allí, para salvar la integridad territorial, sin pedir nada a cambio. No olvidemos a las viudas y a los huérfanos. Gloria y honor a ellos que lucharon, pensando también en nosotros.

Consecuencias de la Batalla de Obligado.- 22 - 11 - 2022.-

Luis Angel Maggi pdstoorSneh 0 8 r e t16679 b 4 d l e 0t 2 8g n uta 1 013f m d m e 10h o i v 2 2 u7 e 2 · Compartido con: Tus amigos CONSECUENCIAS DE LA BATALLA DE OBLIGADO. (Revisionismo Histórico). En noviembre de 1845 Mitre se paseaba con uniforme de cipayo por Montevideo a la espera de la victoria anglofrancesa. El imperialismo forzó el paso en La Vuelta de Obligado obteniendo una victoria pírrica, el 20 de Noviembre de 1845. Lo que vino después fue omitido por la versión mitrista de la historia. Los invasores imperialistas volvían desde el norte navegando hacia el Río de la Plata después de haber sido su campaña un fracaso absoluto desde el punto de vista económico y militar. Habían pasado 8 meses de la Vuelta de Obligado y no se imaginaron el infierno que les esperaba. El 4/6/1846 el General Lucio Norberto Mancilla, "el resucitado de la Vuelta de Obligado" (un cañonazo impactó cerca de su posición, se lo dió por muerto y despertó a las horas en su tienda de campaña) los estaba esperando en las costas del Paraná santafecino. La batalla comenzó y fue un verdadero infierno de 3 horas para los invasores que perdieron 6 mercantes y dos de sus vapores de guerra fueron seriamente dañados. Solo atinaron a huir como ratas de un incendio. Mancilla y el Coronel Martín de Santa Coloma se convirtieron en héroes Rosas se los concedió a cambio de la finalización del bloqueo naval a los puertos argentinos, la devolución de la flota capturada además de la Isla Martín García y el reconocimiento de la soberanía argentina y sus derechos exclusivos sobre la navegación de los ríos interiores. Pero faltaba la frutilla del postre. Rosas también les pidió que al retirarse hicieran sonar 21 cañonazos como forma de desagravio a nuestra bandera. Se tuvieron que meter la soberbia imperialista entre las nalgas e hicieron tronar sus cañones a la hora de la partida. La mentirosa pluma del cobarde cipayo llamado Bartolomé Mitre nos robó una de las victorias más gloriosas de nuestra historia para ocultar que él fue uno de los derrotados de aquel día. Solo les quiero agregar un dato que no es menor para finalizar. El Coronel Martín de Santa Coloma, uno de los héroes de aquella gloriosa jornada, fue tomado prisionero y degollado luego de la Batalla de Caseros. Los cobardes cipayos unitarios no le perdonaron al coronel la humillación que sufrieron en Punta Quebracho. ¡Viva la Patria!

jueves, 17 de noviembre de 2022

La Historia de la Casa de la familia Belgrano, en Bs. As. -14 - 11- 2022.

CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN EN ROSARIO del Libro LA CASA DE BELGRANO. por Federico Dunger. El pasado Lunes 14 de noviembre, se realizó en el auditorio del Colegio de Abogados, la presentación del libro “Manuel Belgrano. La verdadera historia de su casa familiar en Buenos Aires” del historiador y miembro del Instituto Nacional Belgraniano Roberto Colimodio y del arquitecto Alejandro Maddonni. El libro aborda la temática de las idas y vueltas que se generó durante décadas de como era la casa donde nació y vivió Manuel Belgrano junto a sus padres y hermanos en la actual Av. Belgrano entre las calles Defensa y Bolivar de la ciudad de Buenos Aires. A través de documentos y escrituras de venta, pudieron reconstruir digitalmente la casa que fue demolida en la década de 1870 resolviendo las dudas y corrigiendo errores que se generaron en estos siglos. El libro incluye historias de los integrantes de la casa y sus allegados de las cuales hay un par de momentos indirectamente relacionados con el futuro no solo de esta ciudad sino del país. Una de ellas es de la madre de Belgrano, María Josefa Gonzáles Casero. En los últimos años del s.XVIII su esposo y padre de Manuel, Domingo Belgrano, tuvo que cumplir una condena de prisión domiciliaria y María Josefa buscó por cielo, mar y tierra ser escuchada de la injusticia que sufría su marido llegando hasta los sordos oídos del virrey. Al no tener respuestas, envió misivas hasta al mismo rey en España por intermedio de su hijo, Manuel que se encontraba estudiando en este país europeo. Más allá de la resolución, lo que nos compete es el carácter de esta mujer que sin duda influyó en el futuro general y todo lo que ya conocemos hizo por la patria al no darse por vencido en ninguna de sus batallas, tanto contra enemigos externos como los internos. La otra es respecto a su padre. El 31 de enero de 1753, el buque que lo traía joven desde España, naufraga en las costas uruguayas en Cabo Polonio, nombre que quedó plasmado por el capitán de este navío, José Polloni. Domingo arriba a Buenos Aires sin problemas junto a los demás pasajeros en que se encontraba un hombre llamado Ángelo Castelli. El destino uniría a estos dos jóvenes porque se casan con mujeres primas entre ellas y son los padres de Manuel Belgrano y Juan José Castelli, nombres más que influyentes en la historia argentina. De aquí el milagro del naufragio donde Domingo pudo salvarse que, de no ser así, el creador de nuestra enseña patria no hubiera nacido. Son dos historias indirectamente relacionadas con el pasado rosarino pero no solo eso. Con respecto a esta última del naufragio hay un par de cosas que llaman la atención. El buque fue conocido como Polloni por su capitán pero el nombre real era “Nuestra Señora del Rosario” y había partido de Cáliz, puerto desde donde partió veinte años después de este accidente, la estatuilla de la Virgen del Rosario que hoy se encuentra en la cripta de nuestra catedral. La historia gira y vuelve a encontrarse de forma muy extraña. Debo agradecer a Roberto por la conferencia donde expuso en forma muy didáctica estas historias y sus conclusiones. Quienes quieran conocer más detalles y muchas historias más además de conocer la historia de la casa, no duden en contactarse con el autor del libro que se estaba agotando. ...................................................

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Los millenials y los centenials.Desafío laboral y cambiante.-16- 11- 2022.-

Desde una perspectiva educativa, y pensando en el ámbito universitario como ciclo formativo final previo a la inserción plena en el mundo del trabajo, los jóvenes poseen actualmente algunas características comunes que es necesario clarificar. Al hablar de jóvenes de entre 18 y 25 años de edad, estamos haciendo referencia a quienes nacieron entre los años 1996 y 2001. El grupo entero corresponde a la categoría de los nativo-digitales, principalmente porque nacieron en el momento en el que el mundo se estaba poniendo el línea a partir de la convergencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (internet se creó en 1992, Amazon en 1994, Yahoo en 1995, Netflix en 1997, Google en 1998, Napster en 1999, Wikipedia en 2001). Sin embargo, a pesar de esta clasificación genérica, es importante señalar que estamos hablando de dos generaciones diferentes, los millennials y los centennials, y que, si bien ambos grupos poseen características comunes, también muestran algunas diferencias marcadas. Los millennials, también conocidos como generación Y, son quienes han nacido entre los años 1980 y 1999. Nacieron junto con las primeras computadores personales (primera PC de IBM en 1984) y las intranets, luego con la www y los mercados de subasta en línea, y finalmente con el problema tecnológico asociado al cambio del siglo o Y2K (por year two thousand), el colapso de la burbuja puntocom y el ataque a las Torres Gemelas de 2001. Se beneficiaron del envión de las revolución de los microchips de los 70’, asimilando con facilidad la idea de la globalización mientras las noticias y los datos comenzaban a circular en grandes caudales, gracias a grandes tendidos de fibra óptima. Es la primera generación que tiene conciencia del todo, que ve al planeta como una única plataforma para la raza humana, y que desarrolla una mente ávida de comprensión de fenómenos globales, mientras instrumenta un sistema de toma de decisiones más inmediato, más espontáneo, menos respetuoso de las tradiciones, dogma y herencias. Desde la mirada de la generación anterior, los X (nacidos entre 1965 y 1979, y caracterizados como inmigrantes digitales), los millennials son caracterizados como más perezosos, menos comprometidos, más propensos hacia el disfrute y la utilización del tiempo libre para la sociabilización, y menos apegados hacia la formalidad. Ya adultos, esta generación se comunica a través de correos electrónicos y redes sociales básicas y son usuarios mixtos de aparatos (laptops, tablets y smartphones). Los centennials, también conocidos como generación Z, son quienes han nacido entre el año 2000 y la actual década, y por esta razón son quizás la generación más importante de comprender de cara al repensamiento o reconceptualización del sistema universitario. Son el 25% de la población mundial, pero el 40% de la población de la región. Son una generación marcada a fuego por la conciencia del cambio climático y el calentamiento global, coincidente con la candidatura de Al Gore para presidente de Estados Unidos en el año 2000, y quien fuera luego Premio Nobel de la Paz en 2007 ‘por sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre, y por poner las bases para la toma de las medidas que sean necesarias para contrarrestar ese cambio’. Los Z son una generación activista, participativa, móvil, fluida (al decir del sociólogo Bauman), con un dinamismo extraordinario, que usa la tecnología sin poseerla, que producen en forma colaborativa, que consumen con conciencia, que desean estar donde las cosas ocurren. Así como los millennials estuvieron atravesados por la caída del muro, los centennials tuvieron lo propio a partir de la primavera Árabe, una protesta social que viralizó en todo el mundo entre los años 2010 y 2011, y que derribó casi 10 gobiernos, algunos de los cuales eran férreos regímenes autoritarios con varias décadas en el poder. Son una generación con un empowerment notable, y con una gran capacidad de organización a partir del eficaz uso que realizan de las plataformas y sistemas tecnológicos. Los Z no solo son grandes activistas del mundo en red (25% producen y suben videos semanalmente, 20% redactan y comparten ensayos semanalmente, 52% se conectan con sus estrellas favoritas, 31% buscan trabajos pagos en línea, 45% elijen marcas eco amigables), sino que además accionan sobre otros (91% influencia las decisiones de compra de sus padres y de adultos). Si bien los primeros centennials ya están dando sus primeros pasos en el sistema universitario, el gran impacto de esta generación aún no está del todo plasmado en el ingreso a las universidades, lo cual permite suponer equivocadamente a algunos que las universidades, así como están diseñadas, aún resultan diseños y propuestas atractivas para los Z. Sin embargo, cuando uno ve la forma en la cual los Z comienzan a organizarse para producir, participar en política, compartir contenido, alentar movimientos y resolver problemas, todo hace suponer que darán la espalda al sistema educativo actual (datos recientes indican que en Colombia ya se verifican mermas en la matriculación universitaria del -40%), de la misma manera que no adhieren a los sistemas de representación política vigentes, mostrando bajísima participación en procesos electorales. Así como el pez no sabe lo que es el agua, y vive en ella, de la misma manera se podría describir a la generación Z en su vínculo con la tecnología. Ellos no saben que existió (y que potencialmente existe) un momento de la historia en donde esas tecnologías que enlazan a todos con todos y todo, todo el tiempo, no existían. Y que eso era hasta hace relativamente poco tiempo, en términos históricos. Los Z viven conectados no por decisión, sino porque así es su mundo, en red, en vivo, en beta, en debate, en producción, en experimentación. Para ellos la tecnología no es un elemento, ni un conjunto de equipos y plataformas, sino una matriz, y esta es inescindible de su condición de ciudadanos de este mundo. Dentro de este mundo-matriz, adoptar y adaptarse son dos acciones que se viven con naturalidad y sin estrés en los Z. Adoptar nuevos aparatos tecnológicos, nuevas plataformas de interacción, nuevos mecanismos de producción de contenido para el propósito que sea, es un acto cotidiano y natural. Pasar la información de un aparato a la nube, arrobar una actividad y vivir su viralización mientras se va desarrollando, y ocuparse de manera colaborativa de problemas educativos, sociales o amoroso es parte de sus rutinas. Naturalizada la acción de adoptar (tecnologías, afectos, mascotas, gustos musicales o hobbies), la adaptabilidad aparece como un gen inherente a su ADN. Se adaptan y acomodan con facilidad a los cambios cotidianos que les facilita su vínculo con la tecnología. Así como desplazan a Facebook (solo el 9% de los Z la utilizan) y Twitter para pasar más tiempo en Instagram, Snapchat y YouTube (90% de los usuarios son Z, y lo acceden diariamente), pueden hacer lo mismo con otras tecnologías, plataformas y usos sociales y colaborativos que se creen en el corto plazo. A diferencia de los millennials, ‘dialogan’ principalmente a través de su smartphone (92% lo poseen), pasan conectados en promedio unas 7 horas por día, y un 72% espera crear su propio emprendimiento para un mundo intensivo en TICs. El vínculo de los Z con la tecnología también se da desde un dominio novedoso que poseen de dos lenguajes, el computacional (creado en los 70’), y el del chat e internet (creado al principio del siglo 21). Estos son el quinto y sexto lenguaje creados por el ser humano, de acuerdo con el trabajo del investigador del MIT Robert Logan, y son posteriores a la masificación de los sistemas educativos escolares y universitarios. Por lo tanto, son lenguajes hablados con versatilidad y fluidez solo por las generaciones de los nativo digitales, principalmente los Z, mientras hacen y deshacen en un mundo en red. El lenguaje no solo nos comunica e informa, sino que, principalmente, nos pone en diálogo con el entorno de problemas, conflictos, convenciones, herencias, desafíos y oportunidades. Los dos lenguajes señalados, y los cuatro anteriores (oral, escrito, matemático y científico), han permitido dar forma y transformar el pensamiento del hombre. El lenguaje (no el idioma) habilita la conceptualización, la abstracción y la reflexión, y lo hace de una manera particular, dependiendo de la combinación de lenguajes que finalmente se utilicen. Los Z son usuarios intensivos del lenguaje computacional (que recién está ingresando al proceso de escolarización en forma de programación) y del del chat, así que sus formas de crear significados están altamente formateadas por el entorno de herramientas que utilizan y de espacios en donde interactúan. Alfabetizarse en el dominio de estos dos lenguajes también es un materia obligatoria para quienes desean diseñar espacios y servicios que capturen la atención de estos jóvenes. La matriz como entorno (de cosas y seres), la red como flujo (de datos y significados), la adopción como acción cotidiana (de creación de rutinas y vínculos), la adaptabilidad como ADN y los dos lenguajes nuevos como formas espontáneas de alfabetización digital, ubican a los Z en una posición única frente a las TICs de cara al mundo de la robotización. La inteligencia artificial, la realidad virtual, la realidad aumentada, el machine learning, la impresión 3D, el big data y el internet de las cosas son aristas filosas de una revolución de organización de la producción que la humanidad nunca antes vivió, y que los Z están dispuestos a llevar adelante. Díganme qué lenguajes dominan, y les diré en que conversaciones participarán. La configuración generacional y cultural así realizada para los centennials, ubica a este grupo de jóvenes en un lugar novedoso frente a la idea del aprendizaje, sea institucionalmente a través de una propuesta formal y concebida como tal, o a través de procesos más espontáneos y desprogramados. Para los Z, la experiencia de aprender es algo posible de encontrar en cualquier momento del día, en cualquier lugar físico, desde cualquier plataforma o repositorio de contenidos. Reconocen que la nube posee igual calidad de contenidos que el que pueda ofrecer la mejor oferta educativa disponible, solo que en mucha mayor cantidad, en múltiples formatos y accesible en cualquier momento con mínimo esfuerzo. Esta creencia y actitud de los centennials los hace aplomados y decididos. Están habituados a seleccionar, clasificar y optar. Decidir y elegir entre incontables recursos disponibles que ofrece el mundo en red los muestra empoderados, en control de sus trayectorias, autopropulsados. Un aplomo que los presenta tan independientes y originales, como desafiantes y poco convencionales, sea frente a la moda, la cultura, la tradición o la misma idea de la sofisticación. Los Z también son hábiles y creativos diseñadores. Diseñan sistemas e interfases para crear encuentro entre territorios y recursos antes inconexos, y con ello crean nuevos significados. Generando interfases y encuentros transdisciplinarios, desarrollan sistemas innovadores que cambian los patrones establecidos y reconocibles. Esta característica hace que sean más pragmáticos y menos idealistas, aunque a veces sean interpretados como menos respetuosos y más desafiantes. Adicionalmente, los centennials prueban, viven en primera persona procesos de experimentación. Reconocen que el mundo está en debate, que muchas convenciones no producen el resultado esperado, que existe una crisis de significado de muchas de las instituciones y rutinas que colonizan el quehacer cotidiano, y que los guías habituales (editores, curadores, enciclopedistas, diseñadores curriculares, sacerdotes, líderes formales de las organizaciones, jefes, ‘expertos’, docentes) deambulan con sus brújulas dañadas dando órdenes y directrices sin mucha convicción. Frente a este escenario, experimentar es una forma de ‘ir a la caldera de los problemas’ y entrar en diálogo con lo nuevo e inclasificable, a la vez que ponerse en comunidad con pares experimentadores, reemplazantes naturales de los guías. El concepto de la folksonomía, la clasificación social colaborativa por medio de etiquetas simples sin jerarquías ni relaciones de parentesco predeterminadas, que aparece como una práctica contrapuesta a la tradicional clasificación taxonómica más enciclopedista, deriva justamente de la actividad de experimentar con pares (folks) y encontrar un lenguaje simple y común que describa esa experiencia. Habituados a decidir, seleccionar, diseñar y experimentar en nuevas comunidades y con nuevas formas de clasificación, también los Z no tienen problemas en recalcular y reinterpretar lo hecho y experimentado, a la luz de lo vivido y de los nuevos datos emergidos. Al vivir en beta, en formato de prototipo, están permanentemente en diálogo con otros miembros de sus comunidades de aprendizaje y experimentación o grupos de pertenencia, echando nueva luz sobre la trayectoria y su interacción con otros sucesos, datos y áreas o disciplinas. El proceso de recalcular e incorporar nuevos insumos es abierto, honesto, sin filtros y ocurre en vivo. Pragmatismo en acción, dinámico y alejado de todo dogma. Y si las vivencias y la acción de recalcular demandan modificar los diseños, las trayectorias, modificando la ruta como lo propondría el GPS del Waze, se hace sin dolor, sin ofensa, sin siquiera ponderar la inversión de tiempo, esfuerzo o dinero ya realizada. Estas características de los Z los hace particularmente incompatibles con la organización tradicional de las instituciones universitarias, que ofrecen rutas de aprendizaje pre pensadas, rígidas, excesivamente largas y sin canales de diálogo con los problemas de entorno. Por el contrario, los centennials desean construir trayectos de aprendizaje propios, únicos, que resulten significativos en cada acción y vivencia, preferentemente cortos, y que siempre dejen abierta la posibilidad de recalcular y modificar el rumbo. Las titulaciones de las universidades como macro recorridos rígidos pensados por otros bajo un esquema ‘si-te-bajas-antes-no-te-llevas-nada’ (en referencia a la falta de titulación que la acción de interrumpir los estudios supondría), lejos está de capturar el interés que muestran los Z por estar más en control, más en diálogo, más abiertos a los emergentes. Diseñar instituciones educativas para los jóvenes supone comprender y aceptar estas particularidades, y también comprender el contexto de época en el que estos jóvenes viven y experimentan. Los millennials hoy, los centennials mañana y pronto los alpha, son una encrucijada desafiante para los diseñadores y administradores del sistema de educación superior de cualquier país del mundo. ¿Acaso es una opción correrle el cuerpo a este debate? ................................................. EXPERTOS ANALIZAN AL NUEVO CAPITAL HUMANO: ¿Cómo son los Millennials y centennials en el contexto laboral? Son multitasking y disfrutan de la sana competencia, y se proyecta que en 2025 estas generaciones integrarán más del 75% de la población activa global. ¿Cómo son los Millennials y centennials en el contexto laboral? TENDENCIAS.- Por Redacción Terra lunes, 14 de noviembre de 2O22 · Un estudio realizado por la firma internacional Sintec Consulting, sobre necesidades y preferencias de las cuatro generaciones más relevantes en el contexto laboral, reveló que para el año 2025 los millennials integrarán más del 75% de la población activa global; un momento de salida para las generaciones más grandes y de entrada para los centennials. ¿Cómo será ese eventual escenario? Para los expertos, los millennials ya han cambiado gran parte del paradigma de los recursos humanos. The Bonding, por ejemplo, la plataforma de reclutamiento de personal, indica que la generación ha demostrado tener sus propios intereses; como el reemplazo del dinero por buenas experiencias, la flexibilidad del tiempo, el desarrollo profesional y un clima laboral sano, notorias diferencias con las antiguas generaciones. “Quienes movilizan hoy el campo laboral buscan la inmediatez; ellos quieren respuestas claras sobre el plan de carrera, metas y objetivos. Estas nuevas generaciones son muy consecuentes con sus pensamientos, críticos de la vida y no les gusta perder el tiempo; constantemente están exigiendo a sus empleadores actualización, novedad y diversión, ya que de lo contrario se aburren con facilidad”, comenta Juan Carlos Solari CEO de SAWA, startup chilena dedicada a aumentar la productividad en las organizaciones. El ejecutivo sostiene que los nuevos profesionales requieren de una plataforma bidireccional para actuar, es decir, que los asuntos laborales, en general, no sólo ocurran en un plano. “Estamos hablando de personas muy conectadas. Para ellas, todo lo importante ocurre en la red y por esa razón les interesa también compartir de manera pública sus éxitos laborales y los de su compañía. De hecho, demostrar el éxito es una de las grandes razones que explica la popularidad de las redes sociales”. En este contexto, la retención del talento se ha convertido hoy en una tarea prioritaria para las empresas. “Muchas de las soluciones para las organizaciones están en los programas de incentivos laborales, una tendencia que va en aumento y que permite aumentar la productividad laboral. Estos profesionales tan tecnológicos encuentran en estas estrategias la distensión y los motivos para el cumplimiento de metas mediante el juego y premios, que luego terminan otorgando experiencias personales satisfactorias. El asunto es evidente. Estamos frente a una generación que no tiene problemas con el multitasking y que disfruta de la sana competencia”, puntualiza Solari.

martes, 15 de noviembre de 2022

Las hermanas Romanov. Historia de Rusia. 15 - 11- 2022.-

 LAS HERMANAS ROMANOV

Libro de Helen Rappaport
El 17 de julio de 1918, la familia imperial rusa al completo, con algunos de sus fieles sirvientes, bajaron al sótano de la lúgubre Casa Ipatiev, en Ekaterimburgo, donde habían permanecido las últimas semanas de su vida bajo arresto domiciliario, controlados por un contingente del Ejército Rojo. No saldrían de allí con vida. El último zar de la dinastía Romanov, Nicolás II, junto a su esposa, sus cuatro hijas y el zarevich fueron ejecutados. Atrás quedaron las breves y desconocidas vidas de Olga, Tatiana, María y Anastasia, las cuatro hermanas Romanov a las que muy pocos conocieron en vida.
Helena Rappaport, historiadora de origen británico, ha dedicado parte de su carrera profesional y su carrera literaria, a rescatar las vidas de la familia Romanov. En esta ocasión, Las hermanas Romanov se centra en la vida de las cuatro duquesas, desde su nacimiento hasta su muerte.
El relato arranca un poco antes, en el origen de Alejandra Romanov, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. Los orígenes y la infancia de Alejandra ayudan a entender su carácter futuro y la relación que posteriormente tendría con su propia familia. El libro también recupera su encuentro con Nicolás y el amor que surgió entre ellos, así como las idas y venidas antes del definitivo enlace matrimonial, marcado por la muerte del zar Alejandro III.
El nacimiento de las cuatro duquesas supuso una época agotadora para la zarina Alejandra quien veía con desesperación que sus embarazos no terminaban en el nacimiento de un heredero. Una tensión psicológica, además del desgaste físico, que mermó, aún más, su salud. Mientras tanto, las pequeñas iban creciendo en un ambiente austero dentro del palacio Alexander pero alejado de la realidad que se vivía en una Rusia cada vez más empobrecida.
Cuando al fin nació el zarevich, su madre tuvo que hacer frente a la terrible enfermedad que Alexei había heredado de su familia, la hemofilia.
Helen Rappaport nos descubre la vida más privada de las niñas Romanov, sus tiempos de estudio y sus vidas tranquilas en Tsarskoye Selo, las fantásticas estancias en la Palacio Blanco en Crimea o sus inolvidables viajes por el Báltico a bordo del Stardart, el yate imperial. Rappaport nos descubre a cuatro niñas llenas de vida, educadas, con ganas de descubrir un mundo que, en verdad, era una realidad paralela a la realidad de aquella Europa previa a la debacle de la Primera Guerra Mundial. Niñas que se ganaron la simpatía del servicio y de los oficiales que protegían a la familia imperial en sus viajes.
Con el estallido de la Gran Guerra, Olga, Tatiana, María y Anastasia se pusieron al servicio del imperio y ejercieron como enfermeras en la medida de sus posibilidades y edades. Un etapa que llenaría a las duquesas de experiencias enriquecedoras y las harían crecer como personas.
Cuando la revolución rusa empezó a sacudir los cimientos del vasto imperio, las duquesas aún vivieron un tiempo ajenas a la realidad. Pero pronto los acontecimientos se precipitarían hacia un largo cautiverio, primer en el propio palacio, después en la gélida Siberia para terminar en Ekaterimburgo, donde la familia entera fue ejecutada.
La historia de Olga, Tatiana, María y Anastasia se nos presenta de la mano de sus cartas personales, extractos de sus diarios, artículos en la prensa, declaraciones de políticos, embajadores y personal del palacio… Una completísima labor de documentación que recupera la vida de unas chicas que vivieron una vida ajena a la realidad que las rodeaba. Sensibles, con espíritu solidario, siempre dispuestas a ayudar. En las páginas de Las hermanas Romanov no aparecen cuatro princesas orgullosas, soberbias o clasistas. Son más bien personalidades ingenuas que se quedaron ancladas en el mundo infantil en el que les permitieron vivir.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Belgrano y Castelli, primos.-Integrantes de la Primera Junta.-13-11-2022-

 BELGRANO Y CASTELLI. - HISTORIAS ENCONTRADAS

por Roberto Colimodio
Belgrano, Castelli y un naufragio “afortunado” en Cabo Polonio
Nuestra historia es muy rica no sólo en personajes sino también en hechos y curiosidades que al investigador se le presentan en los documentos casi fortuitamente. Así, dentro de un contexto, puede entenderse un poco más los grados de amistad y relaciones humanas que ligaron a los protagonistas.
En esta ocasión encontramos una de esas curiosidades en un barco que partió de España rumbo a las colonias americanas, precisamente a Buenos Aires… en su último viaje.
El 11 de noviembre de 1752 el navío Nuestra Señora del Rosario, Señor San José y las Ánimas zarpó del puerto de Cádiz comandado por el Capitán José Polloni trayendo carga en sus bodegas y unas 318 personas entre tripulantes y pasajeros, incluso una misión de sacerdotes destinados a América… Como casi todos los barcos de la época (bautizados con largos nombres) fue apodado, y en esta ocasión basado en su capitán, fue conocido con el nombre de “El Polloni”.
Luego de cruzar la línea ecuatorial sin novedades y ya bordeando Sudamérica el 31 de enero de 1753 en una noche calma de buen tiempo “El Polloni” chocó contra un arrecife abriéndose un rumbo en su casco. Inútiles fueron las tareas de achique realizadas con las bombas y al no poder dominar la entrada de agua y ante el inevitable naufragio se esperó el amanecer del día siguiente. Con las luces del día se transportó en botes a las personas (no hubo víctimas mortales) y casi toda la carga fue rescatada.
Este naufragio motivó un proceso de investigación, pues al conocerse la noticia en Montevideo, hubo muchas versiones de irregularidades: contrabando, borrachera del Capitán y el Piloto - que ya se había fugado - y muchas declaraciones de pasajeros enfurecidos. Uno de ellos, Rafael Trillo, manifestó que:
“A las 2 de la mañana del 31 de enero de 1753 tocó el navío en un bajo desconocido, perdió el timón y se abrió por el codaste. Al amanecer se dejó ir hasta varar en la playa, lo que verificado picaron el palo de trinquete y éste se llevó el mayor que ya estaba sentido, se mantuvo el barco entero 6 días y en la última noche lo desbarató un pampero formidable”.
La zona del naufragio será conocida para muchos argentinos, Cabo Polonio, bautizada así en homenaje al navío hundido en sus playas. Los pasajeros una vez alojados en Montevideo fueron enviados a Buenos Aires y más tarde sus mercaderías rescatadas.
A bordo de “El Polloni” viajaban dos hombres que serían los progenitores de dos protagonistas de nuestra historia…
Uno de ellos embarcado como Domingo Pérez asociado a la Licencia de Pasajero a Indias del comerciante Francisco de Arcos y el otro como Cirujano del navío, Ángelo Castelli. Este último padre del “Orador de Mayo” Juan José Castelli y el primero del Creador de la Bandera Nacional, Manuel Belgrano.
Domingo había “mentido” en cuanto a su apellido y origen italiano para viajar, pues las licencias a extranjeros como él estaban vedadas en esos tiempos, por ello castellanizó su apellido materno Peri por el Pérez más hispano. Así lo utilizó durante los primeros años de su vida en Buenos Aires para luego incorporar el paterno cuando logró la ciudadanía española, llegando a usar los dos como “Belgrano Pérez” en distintas ocasiones. Estas distintas filiaciones lo llevaron a aclarar en su testamento de 1795 que reconocía todos los compromisos contraídos con las tres firmas diferentes.
El destino juntó a Domingo y a Ángelo en alta mar y en el infortunio del naufragio y más tarde los emparentó políticamente al contraer matrimonio con dos primas porteñas: María Josefa González Casero y María Josefa Villarino González, madres de Manuel y Juan José respectivamente.
Por estos matrimonios Manuel Belgrano y Juan José Castelli eran primos en segundo grado, es decir que sus respectivos abuelos eran hermanos. El destino uniría también a esta nueva generación como vocales de la Junta de Gobierno designada en Mayo de 1810, como previamente en el Real Consulado de Buenos Aires donde Castelli reemplazaba a Belgrano cuando solicitaba licencias de su cargo de Secretario Perpetuo. Ambos además cumplieron funciones militares según lo ordenado por la Junta, Juan José al Alto Perú y Manuel al Paraguay.
Si ahondamos un poco más en la historia del viaje de “El Polloni” encontramos que tanto Domingo Belgrano y Ángelo Castelli debían volver a España cuando el barco regresara cargado con frutos del país y pasajeros. Sin embargo, el sospechoso naufragio hizo que ambos permanecieran en Buenos Aires, se afincaran y formaran familia, dando origen a dos grandes hombres de nuestra Revolución.
Quizá parezca un simple hecho anecdótico pero… por qué no considerar esto como una causalidad o punto de inflexión (mínimo si se quiere) en nuestra historia…
Para saber más sobre el naufragio ver:

lunes, 24 de octubre de 2022

La mamá de Manuel Belgrano, María Josefa González. - 24 -10 -2022-

La Mamá de Manuiel Belgrano, María Josefa González Casero. Asociación Belgraniana de Morón. 23 de octubre de 1742: Nace María Josefa González Casero, madre de Belgrano. Doña María Josefa Gonzalez Casero nació en Buenos Aires el 23 de octubre de 1742 y fue bautizada el 14 de abril de 1743 en la Parroquia de San Nicolás de Bari. Perteneció a una familia criolla, cuyo linaje se origina en Loreto, Santiago del Estero (no es de extrañar que de las cuatro escuelas donadas por Belgrano, una de ellas se emplazase en la ciudad de Loreto, en homenaje a la tierra de los abuelos maternos), con el casamiento del español gaditano Juan Alonso González con la criolla santiagueña Lucía Islas y Bravo de Zamora. Luego, en la siguiente generación la familia se trasladó a Buenos Aires, donde nació María Josefa, la que se casó con el italiano genovés Domingo Belgrano y Peri a los 15 años de edad, el 4 de noviembre de 1757 en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced. De este matrimonio, nacieron alrededor de 16 hijos, los cuales algunos de ellos no llegarona a la adultez. La vida próspera y pudiente de la familia Belgrano, se vió fuertemente conmovida cuando Don Domingo, fue acusado por un manejo fraudulento detectado en la Aduana, donde el ejercía funciones de auditoría. Este proceso se inició en el año 1788, época en que ya Manuel se encontraba realizando estudios en Derecho en la Universidad de Salamanca, a donde había viajado en el año 1786. El juicio que involucraba a Don Domingo, por el que incluso llegó a sufrir prisión domiciliaria, se llevó adelante en España y allí aparece en las diversas cartas que le envía su hijo Manuel, el carácter y la personalidad de Doña María Josefa. Frente a la adversidad y los padecimientos económicos a que se había sometido a la familia y la profunda depresión en la que había caído su esposo por la injusticia de la acusación, se muestra con el dignísimo talante de matrona criolla. Manuel el estudiante de abogacía que reside en España, supervisa el juicio, de lo cual mantiene puntualmente informada a su madre. Y esta, imparte instrucciones, incluso se dirige por carta personal al Rey Carlos IV, desplegando un accionar admirable para una mujer de instrucción escasa como era la situación general de las matronas en aquel entonces. La lucidez de sus expresiones, la energía de sus ideas, nos muestran una personalidad definida, fuerte y enérgica. Finalmente el mencionado monarca sobreseerá a Don Domingo de toda culpa y cargo. La actitud durante los años duros para la familia, demuestran una María Josefa timón de aquel núcleo familiar numeroso. Con hijos viviendo en España donde el casi abogado Manuel, se mueve entre los tribunales y los bufete de los abogados para hacer marchar el expediente, las cartas en donde le rinde cuentas y le informa el estado y situación de las cosas, nos hablan de una madre central y protagonista, con ideas propias dispuesta a llevarlas a cabo. De cumplida religiosidad fue sepultada dentro de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo (estrechamente ligados a la familia), a metros de la casa que habitara, al morir en agosto de 1799. (en la imagen la iglesia de Loreto, pueblo que el abuelo de doña Josefa donó tierras para la fundación de la Villa y que con el tiempo fuera arrasada por las aguas del río Dulce).

domingo, 23 de octubre de 2022

La Batalla de Cepeda. Fin de un desencuentro. - 23 - 10 - 2022.

LA SEGUNDA BATALLA DE CEPEDA. Esteban Domina. El 23 de octubre de 1859 se libró la batalla de Cepeda. Poco después se firmó el Pacto de San José de Flores y parecía que desencuentro entre la Confederación Argentina y la provincia de Buenos Aires tocaba a su fin. La “política de fusión” impulsada por Justo José de Urquiza había naufragado ante la intemperancia de la provincia que desconocía la Constitución sancionada en 1853 y no acataba al gobierno con sede en Paraná. La cuestión de la aduana, que seguía en manos de Buenos Aires, dividía las aguas. Lo que hasta allí era confrontación retórica muy pronto trocaría en acciones concretas. En abril de aquel año, el congreso paranaense dictó una ley facultando a Urquiza a reincorporar a la provincia separatista por las buenas o por las malas. Buenos Aires lo tomó como una declaración formal de guerra y se preparó para la contienda en ciernes. El gobernador Valentín Alsina, un halcón porteñista, encomendó a Bartolomé Mitre, que no le iba en zaga, el mando del ejército. En los meses siguientes, los representantes de varias potencias extranjeras intentaron acercar a las partes, pero sería en vano: las posiciones en pugna eran irreductibles. La batalla se libró en la cañada de Cepeda, a orillas del arroyo del mismo nombre, en el límite de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. El mismo lugar que, en 1820, fue escenario del combate entre el último Directorio y los caudillos del litoral (imagen). Con las primeras luces del 23 de octubre, confiando en la eficaz caballería entrerriana, Urquiza tomó la iniciativa y lanzó el ataque. Como el ejército confederal superaba en número al suyo, Mitre había montado un dispositivo defensivo, apoyado en su artillería e infantería, mejor equipadas para el lance. Antes de que cayera la tarde, el jefe porteño comprobó que le sería imposible sostener la posición y ordenó la retirada. Pese a que muchos fueron tomados prisioneros, logró poner a salvo al grueso de su ejército, que ese mismo día se reembarcó en San Nicolás y regresó a Buenos Aires. Entretanto, a Urquiza le quedaba una vez más el camino expedito para entrar en la ciudad portuaria; sin embargo, como en ocasiones anteriores, prefirió la vía de la conciliación. Al día siguiente de la batalla, el vencedor lanzó una proclama dirigida a los bonaerenses, en la que les recordaba que había ofrecido la paz antes de combatir y de triunfar: “La victoria y dos mil prisioneros tratados como hermanos es la prueba que os ofrezco de la sinceridad de mis buenos sentimientos y de mis leales promesas”. Como lo había hecho después de Caseros, se ilusionaba con seducir a los díscolos porteños que, igual que entonces, seguían viéndolo como un émulo de Rosas y no admitían su jefatura. Urquiza no se arredró y, los primeros días de noviembre, acampó junto a su ejército en las inmediaciones de San José de Flores, al aguardo de los representantes de la provincia vencida para sellar el ansiado acuerdo. Los enviados de Mitre acudieron a la cita. Pese a que traían como ofrenda la renuncia de Alsina, las primeras rondas fueron menos promisorias de lo esperado y las deliberaciones quedaron empantanadas durante varios días. Urquiza, por su parte, estaba dispuesto a permanecer allí hasta lograr el objetivo que perseguía. El 9 de noviembre se reanudaron las conversaciones, que esta vez se reencauzaron hacia un entendimiento. Buenos Aires aceptó integrarse a la Confederación y acatar la Constitución de 1853, reservándose el derecho a revisarla. También hubo consenso alrededor del punto más álgido: hasta tanto se sancionase una nueva ley de Aduanas, Buenos Aires oxigenaría cada mes las arcas exhaustas de la Confederación. El 11 de noviembre se firmó el Pacto de Unión Nacional y quedó expedito el ingreso de Buenos Aires a la Confederación Argentina, en pie de igualdad con las demás provincias. Pocas semanas después, en enero de 1860, la convención porteña revisó el texto constitucional sancionado en 1853 e introdujo modificaciones y enmiendas que a Juan Bautista Alberdi le parecieron excesivas. Para él, y para muchos referentes del espacio federal, eran demasiadas concesiones a quienes, recordaban con acritud, habían sido los derrotados en Cepeda, no los triunfadores. Sin embargo, Urquiza, magnánimo y pragmático a la vez, no se apartó de su postura y, anteponiendo una vez más la necesidad política de alcanzar la unión nacional, mandó a refrendarlas, tal como se concretó algunos meses más tarde. Todo parecía encaminado hacia un final feliz. Santiago Derqui había reemplazado a Urquiza en la presidencia y Mitre era por entonces el hombre fuerte de Buenos Aires. Sin embargo, fue una ilusión pasajera; las diferencias no tardaron en reaparecer y los vientos de guerra volvieron a soplar, sólo que esta vez con mayor fuerza. . . pero esa es otra historia.

El Marqués de Yavi, Edecán de Manuel Belgrano.- 23 - 10 -2022.-

EL MARQUES DE YAVI, Edecán de Belgrano. Asociación Belgraniana de Morón · 22 de octubre de 1820: Muere Juan José Feliciano Fernández Campero (Marqués de Yavi) Edecán de Belgrano y protagonista de la Guerra Gaucha. Fernández Campero nació en San Francisco de Yavi, provincia de Jujuy, el 9 de junio de 1777, le tocó convertirse en el cuarto marqués de Tojo (o Yavi) y heredó todos los dominios que abarcaban gran parte del actual norte argentino y sur de Bolivia. Por su condición social, ejerció varios cargos públicos y fue elevado al rango de coronel mayor del Ejército realista, a pesar de no tener formación militar. Pasada la revolución de 1810, Campero se encontró, como tantos españoles y criollos de la época, en la difícil situación de seguir siendo fiel al rey o sumarse al naciente gobierno patrio. Eso lo terminó de definir durante la batalla de Salta, en 1813. El 20 de febrero lo encontró como gobernador provisorio de Salta y a cargo del ala militar izquierda del Ejército realista, conducido por su compadre, el general Pío Tristán. Ya con las acciones militares iniciadas, Campero decidió retirar sus tropas sin presentar combate, cumpliendo su compromiso decidió retirarse sin atacar huyendo por las lomas de Medeiros, es el "movimiento retrogrado que hizo la caballería enemiga" que relata en su parte del triunfo Belgrano, contribuyendo en mucho a la victoria de las armas patriotas. Belgrano lo designó su edecán y Comandante de la Puna, y el 27 de junio de 1814 el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas -a instancias del prócer- le extendió los despachos de coronel del Ejército del Auxiliar del Perú. El retiro de Campero del campo de batalla, fue tomada en España como una traición imperdonable a la Corona. Los realistas le hicieron, en ausencia, un consejo de guerra. Lo sentenciaron a prisión perpetua y a partir de entonces se convirtió en una obsesión para los españoles, quienes no descansarían hasta vengarse del noble traidor. Ya no había vuelta atrás para Fernández Campero, quien se unió definitivamente al Ejército patriota, en el que se le respetó el cargo de coronel. Con la asunción de Martín Güemes, primo del marqués, como gobernador de Salta y jefe de la defensa del norte argentino, bajo el mando de Belgrano, Campero pasaría a ocupar un lugar central en el esquema militar. Al mando de un escuadrón de 600 hombres, sostenido económicamente por su propio bolsillo, estuvo a cargo del flanco oriental de la Puna y la Quebrada de Humahuaca. Se calcula que el marqués aportó a la a la causa revolucionaria alrededor de 200 mil pesos de esa época, una cifra importantísima, más si se tiene en cuenta que el presupuesto anual de Salta era de 180 mil. La mala interpretación de una orden dada por Güemes a Rojas dejó sin vigilancia la zona de Yavi. Un escuadrón realista atacó el pueblo cuando se daba la misa del domingo. En breves minutos una balacera generó pánico y confusión entre los pobladores y el ejército. Rodeado por el enemigo, fueron cayendo los patriotas bajo las armas realistas. El marqués logró montar un caballo, pero al tratar de saltar una zanja, cayó de la cabalgadura y fue tomado prisionero. Ahí comenzará el martirio de Fernández Campero. Tras "el desastre de Yavi", los realistas también invadieron Jujuy y Salta. Recién en 1817 Güemes los obligó a retirarse humillados y derrotados. Campero fue encarcelado en Tupiza y en Potosí. Allí fue víctima de terribles torturas y condenado a prisión perpetua. Después de un año de castigos logró escaparse de la prisión, pero fue recapturado y llevado a Lima. Enterados de la grave, dolorosa y humillante situación a la que era sometido, Belgrano, San Martín, Güemes y el plenario del Congreso de Tucumán pidieron por su persona y hasta ofrecieron canjes de prisioneros. Pero tal era la saña que tenían contra Fernández los defensores del rey que se negaron a acceder a las ofertas. Finalmente, cuando era embarcado rumbo a España, su deteriorada salud empeoró en altamar y fue desembarcado en Jamaica, donde murió el 22 de octubre de 1820 a la edad de 43 años. Fue enterrado en Kingston, la capital de la isla. El 11 de marzo de 2009, en una ceremonia encabezada por el Embajador argentino en Jamaica, junto con representantes diplomáticos de Colombia, Chile, México y Venezuela, representantes del gobierno y la Defense Force de Jamaica, se procedió a la exhumación simbólica de los restos de Juan José Feliciano Fernández Campero. Los mismos fueron recogidos en el lugar que correspondía al atrio del antiguo templo católico jamaiquino de la Holy Trinity Church (Iglesia de la Sagrada Trinidad), destruido por un terremoto en 1907 y que actualmente está ocupado por la Imprenta del Estado de Jamaica. La urna con los restos símbólicos fue entregada al Dr. Rodolfo Martín Campero, descendiente de la familia del Marqués. El próposito final de éste acto fue el inicio de una reparación histórica de su figura y su repatriación a la Argentina para su sepultura en la actual Provincia de Jujuy. Finalmente, el 9 de abril de 2010, en el atrio de la Catedral de San Salvador de Jujuy, se realizó la ceremonia de inhumación simbólica de los restos del Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero. Luego de 190 años de su muerte en Jamaica, sus restos retornaron a la Argentina gracias a las gestiones de sus descendientes ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina. Dicha ceremonia fue presidida por autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la Provincia de Jujuy, en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Argentina. Desde esa fecha los restos de quien fuera conocido como el "Marqués de la Guerra Gaucha" reposan en el atrio de la catedral jujeña junto a los restos de Teodoro Sánchez de Bustamante y los hermanos Gorriti. El 15 de noviembre de 2012, la Legislatura de la Provincia de Jujuy por unanimidad decretó que cada 15 de noviembre se conmemorará el "Día de los Mártires de Yavi", en homenaje a los indígenas y criollos que junto al Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero, cayeron prisioneros de los realistas en la misma fecha, en 1816. Entre ellos se destacan el Comandante Diego Cala, quien fue pasado por las armas en forma inmediata "por ser un indio rebelde", como también mujeres y niños que luego fueron llevados a Potosí y entregados como esclavos. Este homenaje unió la gesta del Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero y las de sus tropas con los homenajes llevados a cabo con motivo del bicentenario del "Éxodo Jujeño". Patricia Vilá Ugarte 1 d · 5 comentarios Ana Elizabeth Rohr Amén Responder1 h Sugerencia para ti Web del Maestro CMF 1 d · Jorge Noro: No hay educación sin formación de actitudes, sin contenidos actitudinales En la escuela, la formación de hábitos y de actitudes, y la apertura a los valores está directamente relacionada con la mediación cultural. La escuela tiene como misión social específica: la de educar a través de la transmisión sistemática, critica y creativa de la cultura vigente. La formación educativa básica (hábitos, actitudes, valores) no constituye un fin en sí́ mismo, sino que es co… Ver más Jorge Noro: No hay educación sin formación de actitudes, sin contenidos actitudinales WEBDELMAESTROCMF.COM Jorge Noro: No hay educación sin formación de actitudes, sin contenidos actitudinales En la escuela, la formación de hábitos y de actitudes, y la apertura a los valores está directamente relacionada con la mediación... Libreria Don Bosco 11 h · 0 comentarios Publicidad Solicitudes de amistad Cumpleaños Contactos Conversaciones en grupo

viernes, 21 de octubre de 2022

José Hernández y el Martín Fierro.-21- 10 - 2022.-

José Hernández y el Martín Fierro. José Rafael Hernández y Pueyrredón (10 de noviembre de 1834 - 21 de octubre de 1886) fue un militar, periodista, poeta y político argentino, especialmente conocido como el autor del Martín Fierro, obra máxima de la literatura gauchesca. En su homenaje, el 10 de noviembre —aniversario de su nacimiento— se festeja en la Argentina el Día de la Tradición. Tras iniciarse como militar en defensa de la autonomía del Estado de Buenos Aires, entre 1852 y 1872 desarrolló una intensa actividad periodística, enfrentado al predominio de la ciudad de Buenos Aires en la organización de su país. En una época de gran agitación política, sostuvo que las provincias no debían permanecer ligadas al gobierno de Buenos Aires. Radicado en Paraná desde 1857, residió alternativamente en esa ciudad, en Corrientes, Rosario y Montevideo, antes de regresar a Buenos Aires. Participó en una de las últimas rebeliones federales, dirigida por Ricardo López Jordán, cuyo primer intento de acción finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández en el Brasil. Después de esta revolución continuó siendo durante un tiempo asesor del general revolucionario, pero con el tiempo se distanció de él. A su regreso a la Argentina, en 1872, continuó su lucha por medio del periodismo y publicó la primera parte de su obra maestra, El gaucho Martín Fierro. Fue a través de su poesía como consiguió un gran eco para sus propuestas y la más valiosa contribución a la causa de los gauchos. Junto con la continuación de la obra, La vuelta de Martín Fierro (1879), forman un poema épico popular. Es generalmente considerada la obra cumbre de la literatura argentina. Posteriormente desempeñó los cargos de diputado y senador de la provincia de Buenos Aires. Ocupando este último cargo, defendió la federalización de Buenos Aires en un memorable discurso, enfrentándose a Leandro N. Alem. Nació en la Chacra Pueyrredón, actual localidad de Villa Ballester Oeste, partido de General San Martín, provincia de Buenos Aires, propiedad de su tía Victoria Pueyrredón. Sus padres fueron Rafael Hernández e Isabel de Pueyrredón, prima hermana de Juan Martín de Pueyrredón. Fue bautizado el 27 de julio de 1835 en la actual Basílica de la Merced, que por entonces se conocía como Catedral del Norte. Tuvo dos hermanos, Rafael y Magdalena. Fue primo segundo del pintor Prilidiano Pueyrredón y sobrino segundo de Juan Martín de Pueyrredón. Los Pueyrredón eran una familia de filiación unitaria, mientras que los Hernández militaban con los federales; uno de sus tíos moriría en la Batalla de Caseros, luchando a órdenes de Juan Manuel de Rosas. Sus padres viajaban seguido a las estancias de su propiedad en el sur de la Provincia de Buenos Aires, y dejaban al niño al cuidado de su tía Victoria, a la que apodaba "Mamá Toto". Hacia 1840 los Pueyrredón, sintiéndose amenazados por la Mazorca, el brazo armado del rosismo, debieron buscar refugio en Montevideo y José fue dejado al cuidado de su abuelo paterno, José Gregorio Hernández Plata, que poseía una quinta en Barracas, sobre el Riachuelo. Estudió en el Liceo Argentino de San Telmo, dirigido por Pedro Sánchez, entre los años 1841 y 1845, recibiendo clases de lectura y escritura, doctrina cristiana, historia antigua, romana y de España, aritmética, dibujo y gramática castellana. En 1845 se agregaron cursos de francés, geometría y geografía sin costo adicional, en reconocimiento del director Sánchez de su capacidad y conducta.​ En 1843 falleció su madre. El niño padecía un problema en el pecho, que por prescripción médica debía ser tratado con un cambio de clima, lo que lo obligó en 1846 a abandonar sus estudios y trasladarse a las pampas de la provincia de Buenos Aires. Se fue con su padre, que era mayordomo de las estancias del gobernador Rosas en la zona de Camarones y Laguna de los Padres. Esto le permitió entrar en contacto con los gauchos; aprendió a andar a caballo y a realizar todas las tareas que éstos realizaban. Además fue la base de sus profundos conocimientos de la vida rural y del cariño por el paisano que demostró en todos sus actos. En ese período tuvo una visión directa de la realidad del hombre de campo, donde pudo «captar el sistema de valores, lealtades y habilidades que cohesionaban a la sociedad rural». Más información: En Wikipedia.

jueves, 20 de octubre de 2022

Proas en el Monumento a la Bandera. -20 - 10- 2022-

PROAS EN EL ARTE Y LA HISTORIA. La Capital.- CARTA DE LECTORES.-Sábado 17 de Octubre de 2020. El terreno del Monumento Nacional a la Bandera tiene forma de nave, fácil de observar si comparamos el ancho Propileo del extremo oeste y el vértice que conforman la unión de las calles Santa Fe y Córdoba donde se encuentra el mástil, con idea de proa. Dentro de su territorio el propio Monumento fue pensado por los arquitectos que lo proyectaron, Angel Guido y Alejandro Bustillo, aunque la construcción fue solo del rosarino Guido, como una nave que navega hacia un destino con futuro de grandeza. Visto de frente se nos presenta imponente, la proa. Sobre la misma una escultura femenina, esculpida por Alfredo Bigatti, que a muchos recuerda al típico mascarón de proa, pero que en el mensaje de la obra simboliza la Patria Abanderada. La figura lo expresa sosteniendo con su mano derecha levantada el asta de una bandera flameante. El asta, es una caña tacuara, en la que se pueden observar los nervios propios de estos vegetales de la subfamilia del bambú, que termina en una moharra o punta de lanza. Es un símbolo de una de las armas construidas con elementos naturales del país en los primeros años de las luchas por la independencia. Hay una tercera proa en mármol con escultura femenina, relacionada con las del Monumento por ser su modelo de motivación. Es la del barco sobre la que se yergue La Victoria Alada de Samotracia, la Nike diosa de la Victoria. Fue hallada en la isla griega del mar Egeo por el arqueólogo aficionado Charles Champoiseau, cónsul francés en la zona, en 1863 partida en grandes y pequeños trozos. Estos, desde 1914 y por varios años fueron restaurados por diferentes expertos y artistas de distintos países que permiten lucirla en la cima de una ancha escalinata de los interiores del Louvre. Prof.Ernesto Del Gesso.

jueves, 13 de octubre de 2022

Día 12 de Octubre de 1492. Comienzo de Hispanoamérica.-13 - 10 - 2022.-

Envío de Prof. Alberto Buela. 12 de Octubre del 2O22. Cuando Juan Perón acusaba de "imperialistas" a los detractores de la Conquista española de América A contramano de quienes hoy se dicen sus seguidores, el fundador del Justicialismo reivindicó siempre la herencia hispánica y la obra civilizadora de la Madre Patria. Su defensa del concepto de "raza" Por Claudia Peiró En un discurso pronunciado en la Academia Argentina de Letras el 12 de octubre de 1947, Perón exaltó a una Argentina "coheredera de la espiritualidad hispánica" que, "al impulso ciego de la fuerza, al impulso frío del dinero", le oponía "la supremacía vivificante del espíritu". El entonces presidente de la Nación veía en la cultura hispana un reservorio de energía espiritual en medio de "un mundo en crisis" y de una humanidad "acongojada". "La historia, la religión y el idioma nos sitúan en el mapa de la cultura occidental y latina, a través de su vertiente hispánica, en la que el heroísmo y la nobleza, el ascetismo y la espiritualidad, alcanzan sus más sublimes proporciones", decía Perón. Aquel discurso del 12 de octubre fue pronunciado en homenaje a Cervantes. Recordarlo, dijo Perón en la ocasión, "es reverenciar a la madre España, (...) afirmar la existencia de una comunidad cultural hispanoamericana de la que somos parte y de una continuidad histórica que tiene en la raza su expresión objetiva más digna". Defensa del concepto de raza y de la empresa colonizadora En nuestro país, el colmo de la corrección política llevó a cambiar el nombre de Día de la Raza al de Día del Respeto a la Diversidad Cultural, como si la denominación anterior hubiese sido inspirada por el racismo. Nada más lejos de la realidad. De hecho, fue en tiempos de don Hipólito Yrigoyen que se instituyó ese feriado. El hombre tiene una estatua en Plaza Lavalle; a lo mejor algún iconoclasta de hoy lo quiere "acostar"... Deberían escuchar a Perón, quien casi anticipándose al infantilismo revisionista de hoy, dedica varias líneas de su discurso a explicar que el de raza no era un concepto biológico, sino espiritual y también una reivindicación del mestizaje que dio origen a nuestras nacionalidades iberoamericanas. "Para nosotros –decía Perón-, la raza no es un concepto biológico. Para nosotros es algo puramente espiritual. Constituye una suma de imponderables que hace que nosotros seamos lo que somos y nos impulsa a ser lo que debemos ser, por nuestro origen y nuestro destino. (...) Para nosotros los latinos, la raza es un estilo. Un estilo de vida que nos enseña a saber vivir practicando el bien y a saber morir con dignidad". En su discurso, el General también hizo una encendida defensa de la empresa colonizadora: "La obra civilizadora de España cumplida en tierras de América no tiene parangón en la Historia. Es única en el mundo. (...) Su empresa tuvo el sino de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. (...) Venía para que esos pueblos se organizaran bajo el imperio del derecho y vivieran pacíficamente. No aspiraban a destruir al indio sino a ganarlo para la fe y dignificarlo como ser humano..." Los autores de la leyenda negra Muy significativo es también el señalamiento que hace Perón sobre quiénes están detrás de la promoción de la "leyenda negra" sobre la conquista y colonización de América por los españoles. Un dato del que los autodenominados antiimperialistas de hoy deberían tomar nota. Dice Perón: "Su empresa [la de España] fue desprestigiada por sus enemigos (...). Todas las armas fueron probadas: se recurrió a la mentira, se tergiversó cuanto se había hecho, se tejió en torno suyo una leyenda plagada de infundios y se la propaló a los cuatro vientos. Y todo, con un propósito avieso. Porque la difusión de la leyenda negra, que ha pulverizado la crítica histórica seria y desapasionada, interesaba doblemente a los aprovechados detractores. Por una parte, les servía para echar un baldón a la cultura heredada por la comunidad de los pueblos hermanos que constituimos Hispanoamérica. Por la otra procuraba fomentar así, en nosotros, una inferioridad espiritual propicia a sus fines imperialistas, cuyos asalariados y encumbradísimo voceros repetían, por encargo, el ominoso estribillo [de] nuestra incapacidad para manejar nuestra economía e intereses, y la conveniencia de que nos dirigieran administradores de otra cultura y de otra raza". La obra española en América es enumerada a continuación por el General en su discurso en los siguientes términos: "Allí están, como prueba fehaciente (de su magnífico aporte a la cultura occidental), las cúpulas de las iglesias asomando en las ciudades fundadas por ella; allí sus leyes de Indias, modelo de ecuanimidad, sabiduría y justicia; sus universidades; su preocupación por la cultura, (...) su celo por difundir la verdad revelada". Sangre americana Pero, y esto también es relevante en momentos en que se lleva el indigenismo al extremo de reivindicar la fragmentación étnica de nuestras sociedades, Perón reivindica el mestizaje, que fue una política deliberada de la metrópoli, a diferencia de otros imperios que sí fueron racistas ya que se mantuvieron demográficamente aislados de sus colonias: "España levantó ciudades, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres, e hizo mucho más; fundió y confundió su sangre con América". "Son hombres y mujeres de esa raza –siguió diciendo Perón- los que en heroica comunión rechazan, en 1806, al extranjero invasor [y] es gajo de ese tronco el pueblo que en mayo de 1810 asume la revolución recién nacida; es sangre de esa sangre la que vence gloriosamente en Tucumán y Salta y cae con honor en Vilcapugio y Ayohuma; es la que bulle en el espíritu levantisco e indómito de los caudillos; es la que enciende a los hombres que en 1816 proclaman a la faz del mundo nuestra independencia política; es la que agitada corre por las venas de esa raza de titanes que cruzan las ásperas y desoladas montañas de los Andes, conducidas por un héroe en una marcha que tiene la majestad de un friso griego; es la que ordena a los hombres que forjaron la unidad nacional, y la que alienta a los que organizaron la República; es la que se derramó generosamente cuantas veces fue necesario para defender la soberanía y la dignidad del país". Por último, hay que señalar que este discurso de Perón es una interpelación clara al revisionismo del presente que, paradójicamente, al revés de lo que proclama, peca de falta de conciencia histórica. Aunque en el discurso oficial se han colado últimamente proclamaciones en el sentido de asumir el pasado "sin beneficio de inventario", se actúa, y sobre todo se relata, en sentido contrario. "Si la América olvidara la tradición que enriquece su alma –advertía Perón aquel 12 de octubre de 1947-, rompiera sus vínculos con la latinidad, se evadiera del cuadro humanista que le demarca el catolicismo y negara a España, quedaría instantáneamente baldía de coherencia y sus ideas carecerían de validez. Ya lo dijo Menéndez y Pelayo: 'Donde no se conserva piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original, ni una idea dominadora'. Y situado en las antípodas de su pensamiento, (Ernest) Renan afirmó que 'el verdadero hombre de progreso es el que tiene los pies enraizados en el pasado". "Por mi parte –proclamó Perón-, me he esforzado en resguardar las formas típicas de la cultura a que pertenecemos, trazándome un plan de acción [que] tiende, ante todo, a cambiar la concepción materialista de la vida por una exaltación de los valores espirituales". ........................................................

martes, 13 de septiembre de 2022

El Gaucho, por D.F. Sarmiento. Reflexiones.- 13 -09 -2022.

Domingo Faustino Sarmiento oda al Gaucho Argentino. Discurso de recepción en el Instituto Histórico de Francia - París Julio 1 de 1847. «" ..Hoy empieza á ser conocida en Europa la palabra gaucho con que en aquella parte de América se designa á los pastores de los numerosos rebaños que cubren la Pampa pastosa. Es el gaucho argentino un árabe «que vive, come y duerme á caballo.» El lazo que maneja con una increíble destreza, le somete toda la creación animal, sin excluir el jaguar y el león, á quienes acomete sin temor. Los que huyen de su aproximación, no están libres del tiro certero de sus bolas, que hace girar en torno de su cabeza y lanza como un rayo sobre el objeto que le sirve de blanco, seguro de ligarlo estrechamente, sin que le sea posible hacer un movimiento, marchar ó desembarazarse. No hace dieciseis años que la guerra civil entre unitarios y federales se terminó por haber boleado un gaucho al general que mandaba uno de los ejércitos contendientes, y hécholo prisionero á pocos pasos de su frente. El gaucho no se preocupa de saber si el caballo que monta es salvaje ó domesticado. En cualquiera estado que lo encuentre en la Pampa, echa el lazo sobre él, lo ensilla y lo somete de grado ó por fuerza á su voluntad. Su alimento exclusivo es la carne asada en las llamas y saturada de cenizas. Pocos pueblos hay que resistan con mayor estoicismo toda clase de privaciones y de fatigas. Es un bárbaro en sus hábitos y costumbres, y sin embargo, es inteligente, honrado y susceptible de abrazar con pasión la defensa de una idea. Los sentimientos de honor no le son extraños, y el deseo de fama como valiente, es la preocupación que á cada momento le hace desnudar el cuchillo para vengar la menor ofensa. De estos gauchos formó San Martin un regimiento á la europea, añadiendo á las dotes del equitador mas osado del mundo, la disciplina y la táctica severa de la caballería del Imperio. ...» Fuente: Tomo XXI - Discursos Polulares - Primer Volumen - D.F.Sarmiento. Imprenta Mariano Moreno 1899 Este discurso fue pronunciado con la presencia del General San Martín en París en 1847. Autor de la nota: Gustavo Dejean. 213 comentarios Tiziano Molina Vecchione "Llego felíz a ésta Cámara de Diputados, donde no hay gauchos, ni negros, ni pobres. (...) ¿Lograremos exterminar a los indios? Por los salvajes de América siento una incencivle repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son mas que unos indios asquerosos a quienes mandaría a colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado". Ahí está su padre del aula. .................................

sábado, 10 de septiembre de 2022

Carlos Carlino . La Biunda. Resumen. -10- 09 - 2022.-

La Biunda, o de la sonora levedad de la mujer tierras gringas. Cav. Magtr. Adriana Cristina Crolla Abril de 2018. “Empezá por adelante, es más fácil” l en e aconseja Botto a Checo cuando éste no sabe cómo informarlo de una novedad que le resulta difícil verbalizar. “Empezá por adelante” me dijo risueña Marina Vázquez cuando le comenté que me resultaba difícil escribir sobre lo que esta obra me produce cada vez que la veo represen tada. Y hace más de un año que la vengo siguiendo, desde su estreno y en diferentes remakes, en salas diferentes donde espacios y circunstancias se confabulan para enriquecer mi mirada y expandir el goce de su resolución. Y no sólo por la ajustada y creativa performance de este grupo escénico de excelencia. Sino por la cantidad de asonancias y reverberaciones que explotan en mi biblioteca interna y en mi sensibilidad receptora. Lo que me hace sentir que no puedo llegar a decir, con las exactas y merec idas palabras, lo que esta obra y puesta merecen. Pero en fin, empiezo por adelante… Carlino y su pasticcio Cuando Carlos Carlino 1 , uno de los poetas y dramaturgos más interesante que dio la Musa santafesina los que fundaron el canto en la generación de épico de la gringuidad, escribió esta 1 Nació en Oliveros, Santa Fe el 14 de marzo de 1910 y murió en Buenos Aires el 1 de julio de 1982. Sus restos reposan en Maciel, a pedido suyo y bajo una sentencia de su propio puño: “Amó su tierra y descansa en ella”, Fue comerciante, Juez de Paz, acopiad or de cereales, periodista e integró las comisiones directivas de Argentores, de la Sociedad Argentina de Escritores y fue socio fundador de la Sociedad Santafesina de Escritores. Su obra es prolífica en poesía y dramaturgia. Se destacan sus dos libros de premios recibidos. ensayos y los | P a g e 12 | Page obra (1950)2 pensó en encarnar a través de una historia de perfiles costumbristas, trágicos desencuentros amorosos que escondieran tras sus bambalinas, una mirada crítica a la verdadera realidad afectiva del hombre chacarero en las primeras décadas del siglo. En una tierra avara de sentimientos como era la pampa gringa, la que en su potencia productiva había exigido al colono inmigrante una inmolación absoluta al trabajo y al mutismo, el amor y la libertad no tenían cabida. Los condicionantes de esta sociedad campesina que hacia 1920 (época en que se sitúa la historia) había podido superar ya la nostalgia del origen y alcanzar una cierta estabilidad económica, se traducían en otra utopía sustentada en la posibilidad de alejarse de la tierra que exige ser “amasada” en el ritual cotidiano y agobiante del tambo y de la siembra, a una vida más ociosa y refinada donde hacer ostentación del éxito alcanzado en el “fare l´Merica”. En la obra, los regalos de boda dan cuenta de ello. Y la bronca de Redenta se manifiesta remitiéndose a ello. Traicionada en el derecho consuetudinario de casarse primero por ser la mayor, mientras que es la menor la elegida por Botto, se exacerba cuando la madre, Catalina, le informa que los nuevos esposos van a ir a vivir a una casa en el pueblo. Y por esto 2 La Biunda (1950). Segundo Premio Nacional de Teatro. Comisión Nacional de Teatro 1952. Argentores le otorga al dramaturgo la Medalla de oro en 1954. Estrenada el 10 de noviembre de 1953 en el Teatro Lasalle de Buenos Aires, el 13 de abril de 1963 en el Teatro Solis de Montevideo y el 2 de junio en el Teatro de la Cour St. Pierre de Ginebra. En 1980 fue llevada a escena en la ciudad de Santa Fe por el Grupo “Nuestro teatro” bajo la dirección de Jorge Conti y en 1989 con dirección de Marina Vázquez y Hugo Anderson por “Teatro de los seis”. Desde 2017 el Grupo Las Carlinas la viene representando bajo la dirección de Marina Vázquez y codirección de Flavia del Rosso. El elenco está conformado por Nidia Casis, Maia Esquivel, Eduardo Fessia, Melisa Medina y Sebastián Roulet. Este montaje ha sido distinguido por el Instituto Nacional de Teatro como ganador de la XXXIII Fiesta Provincial del Teatro y elegido para participar en el Encuentro Regional del Teatro 2018, Región Centro Litoral y en la XXXIII Fiesta Nacional del Teatro, a realizarse en la ciudad de Rosario del 12 al 20 de mayo de 2018. 3 | Page mira con furia la cara de embeleso de su madre que imagina los muebles Luis XV que el novio ha encargado para la nueva sala. Es que para algunos, frente a este destino determinado por elecciones impuestas por otros o por el acaso, sólo queda conformarse, como dice la madre. O resolver los problemas del modo más simple y práctico posible. La utopía superadora que había postulado Florencio Sánchez en La Gringa a comienzos del siglo, donde todavía era posible creer que el amor y libre unión entre el criollo y el inmigrante provocaría una fusión progresista y pujante que traería la solución al futuro del país, es impensable en La Biunda. Hacia la época en que se desarrolla esta acción el inmigrante ya se ha instalado y ha comenzado a experimentar los frutos de su sacrificio. Pero todo alcanzado a costa de una marcada terquedad y avaricia (muy señalada en la estirpe piemontesa). Y bajo el estigma de la soledad y el mutismo, de las uniones sin amor y de la ignorancia. Si bien Carlino en su poesía colabora, junto a José Pedroni y Mario Vecchioli, en la elaboración de una épica de la gringuidad en su apropiación amorosa de la tierra virgen, en su teatro, y en esta obra en particular, parece querer despegarse para entrar en el análisis de la tragedia que también aportó el proceso colonizador. Quizás había alcanzado Carlino una madurez que le permitió intuir que la épica había pasado y había que dar palabras al dolor y a la sociedad chacarera, en particular la piemontesa que tanto conoce, fuertemente marcada por una porfiadamente dura y materialista idiosincrasia, que, sin embargo, esconde en sus pliegues una profunda humanidad. Humanidad compleja y mixta que se trasluce en esa lengua pasticciada entre el dialecto de origen y el español esquivo. Un Pasticcio verbal y social que conduce hacia un final desnudo de toda esperanza y en donde a la mujer le toca jugar la peor parte. La Biunda Flavi revisitada por Marina Vázquez, a Del Rosso María Mi asedio a esta puesta no cuenta solamente con el recurso del acompañamiento como espectadora. Sino que me interesó escuchar e indagar en la opinión de alguno de sus responsables. Y por ello entrevisté a Marina y a Eduardo Fessia s quienes me iluminaron algunas aristas, ratificaron intuiciones, pero, y por sobre todo, me permitieron entrar en la cocina de una puesta que además de su perfecta y creativa resolución, me da la idea de un trabajo colectivo que como es habitual en las man ipulaciones de las mujeres, se fue macerando bajo la inteligente dirección de Vázquez y Del Rosso. Ya había tenido la oportunidad de ver lo que se puede lograr con una admirable dirección sobre el cuerpo del actor en los saltimbanquis italianos Mezzogiorn o de Finlandia , obra de Ricardo Monti, dirigida por la misma Vázquez. María Flavia del Rosso y Cristian Buffa alcanzan verdaderos picos de poesía dancística en las complicadas, pero extremadamente bellas y armoniosas contorsiones, de ese cuerpo doblemente andrógino de los siameses, quienes unidos por el sexo, se arrastran, acomodan y gozan fundidos y (con)fundidos en el amor, el goce, el desamparo y la ternura. Mi primera intuición sobre La Biunda el autor hubiera querido focalizar e ra que más allá de que su tragedia rural en la figura de una joven colona piemontesa, identificada por el color amarillo de su cabellera y el apodo en piemontés que la designa: biunda (rubia), en la puesta dirigida por Vázquez y del Rosso se revisita la obra para proponer una mi rada orientada a una lectura de género. D e indagar lo femenino y las determinaciones sociales que tanto dolor y tantas incomprensiones provocaron y todavía siguen provocando a | P a g e 45 | Page pesar de la lucha por su liberación que hace más de dos siglos viene realizando la mujer en Occidente. La misma Vázquez en una entrevista que le realicé el 7 de octubre de 2017 contó que después de hacer Finlandia, tres actrices: Milagros Berli, Solange Vetcher y Maia Esquivel se le habían acercado para pedirles que las dirigiera. Y que a ella hacía tiempo que le rondaba la idea de poner nuevamente en escena La Biunda. Pero esta vez como material femenino y con menos actores de lo que plantea el texto dramático. Vázquez contaba con la experiencia previa de haber representado a la madre cuando esta obra se llevó a escena en 1980 bajo la batuta del recordado Jorge Conti3 y una remake como directora en 1898. Desde aquel momento había elaborado una relación pasional con el texto y desde el principio, como confiesa, había tenido la presunción de que a pesar de todos los signos costumbristas que Carlino le impone a su texto, había algo extraño a esa estética, dado por una velocidad interna, una riqueza de emociones y una audiovilidad especial. Que había en la obra una inusual importancia dada a la escucha que podía hacer aflorar en la superioridad de los ritmos internos. En un principio pensó en una puesta con las tres actrices pero por distintas razones el trío se disolvió y quedó sólo Maia Esquivel. En su primordial intención de trabajar en forma grupal para nutrirse, buscó una prestadora corporal como del Rosso por su capacidad en la dirección y la generación de destrezas corporales que le permitiera superar la estética costumbrista clásica. Pero también porque siendo declaradamente feminista, a del Rosso la mueve la intención de actualizar cuestiones de género. Luego, esta inicial sinergía, selló la codirección de la puesta. 3 El grupo Nuestro Teatro que se conformó a fines de los ‘70 bajo la dirección de Jorge Conti, cumplió con un ciclo de montaje de obras argentinas que comenzó con El reñidero de Sergio de Cecco en 1978, Los disfrazados de Pacheco en 1979, en 1980 La Biunda y se cerró con Juan Moreira en 1981. La obra de Carlino nunca se había representado en Santa Fe y Vázquez supone que la elección no se debe sólo al valor de la misma, sino que además Conti debe haber tenido contacto con el escritor que todavía vivía en Buenos Aires. 6 | Page “No sacamos ni pusimos nada del texto primero, tampoco incluimos nada que fuera inverosímil” dice Vázquez. “Sin embargo hubo crítica en el ambiente teatral porque consideraron que nuestra Biunda es demasiado fresca”. La respuesta a esta frescura no surge de la misma puesta. Está en un algo misterioso, algo del orden del deseo, de una pulsión que excede el contexto y que reside en el personaje creado por Carlino. Biunda es una niña desacomodada porque en realidad ella no sabe (porque nadie se lo enseñó) o “no quiso”, como afirma ante la requisitoria de sus padres. Es todavía una niña que cree en algo que no le enseñaron y que no puede definir. Es un feliz hallazgo hacer que Nidia Casis asuma entonces posturas y gestualidades de una niña que juega a disfrazarse de novia sin comprometerse demasiado con lo que otros decidieron para ella. Marina nos reconoce que en la cocina del montaje hubo una decisión de las directoras, que consideran acertada y que la actriz de representa a la Biunda terminó por agradecer, y es que nunca le pusieron palabras ni le explicaron a la actriz cómo debía representarla. Dejaron que la misma tuviera que asumir el desafío de crearla. Y considero que resulta un verdadero logro el modo como Casis juega el personaje en escena. Pero también es un hallazgo el cambio de vestimenta que en un primer caso sirve para crear una especie de coralidad escénica donde los actores al ponerse a turno los mismos ropajes, van asumiendo con estos simples gestos de travestimiento, la piel de los distintos personajes. En el caso específico de la Biunda, el cambio de vestidos (el de fajina y el de novia) colabora para traducir por momentos su incomodidad física, pero en otros la ingenua sensualidad de un cuerpo femenino que recién se despierta al goce. Y que sin que nadie se lo haya explicado, sabe que debe ser silenciado. Aunque una ligera picardía en las miradas, solapadas y en scorzo, también dejan traslucir que se ha iniciado para ella el camino de la exploración. La Biunda propone una mirada crítica sobre el imaginario femenino de esa época y sociedad con una mirada condenatoria hacia la mujer que se atreve a romper con el orden instituid o para la procreación dentro del matrimonio. Pero donde además se habla de temas tabú, hoy todavía no zanjados, como el aborto, problemático ayer y ahora pero exacerbados en un mundo donde el despertar sexual en los jóvenes se producía en la ignorancia y bajo un férreo silencio sobre ciertos temas que quedaron inscriptos en el imaginario colectivo con la remanida frase “de eso no se habla”. Y donde el deshonor debía ser inmediatamente acallado por un matrimonio “de apuro” que no terminaba de borrar el “er ror” inscripto en el cuerpo y en la psicología de la mujer, condenada a vivir una existencia sin amor y sometida al poder del macho que le tocara en suerte. Por eso la Biunda se descubre sola. Las otras mujeres no pueden ayudarla. Si bien no registra la envidia de Redenta, es capaz de comprender y quizás solidarizarse ante la razón de su furia. Y su madre, que la apoya solidariamente, no puede salvarla porque ella misma ha sido moldeada en esos parámetros. Y actúa en consonancia. Vázquez relata que lo pri mero que se trabajó fue lo corporal y la prueba de secuencias de movimientos para determinar la distribución y movimiento en el espacio escénico, a fin de lograr traducir con pocos actores la variedad y pluralidad de los que conforman el texto original. Pe ro la puesta demandaba además una especial intencionalidad corporal en el cuerpo de las actrices para traducir los secretos, la visceralidad y tensiones femeninos. “La Biunda no sabe” afirma Vázquez. “Ella ha obedecido a su deseo”. La Biunda no ha ido a la escuela pero “tiene buena cabeza” reconoce la madre. Y aunque la Biunda manifiesta un ingenuo desconoci miento: “Yo pensé que a los hombres le pasaba lo mismo”, su sabiduría es precoz y por ello comprende la razón de su condena. Que no es la que todos en tienden y pretenden explicarle, sobre todo Redenta, sino que tiene que ver con su ser diferente. El de ser una paloma herida | P a g e 7de muerte en un mundo de caranchos embrutecidos por el trabajo y la necesidad de acumular. La Biunda es pura y lo que no sabe, o no quiere, es entrar en la lógica que la obliga a elegir caer en las redes de la dominación. Porque en realidad, y en esto acordamos con Eduardo Fessia durante la entrevista que me brindó el 28 de marzo, la Biunda está sometida a un triángulo fatal de macho s que la están asediando y se la disputan: el padre, Botto y Bernal. Botto que la idealiza desde que era niña y la acepta entusiasta a pesar de su “condición”. Bernal, el criollo prepotente, acostumbrado a ser obedecido y reverenciado por salvar a los col onos de la langosta, que la asedió y usó para sus bajos fines. Y que, ante la brutal revelación de la Redenta, y la negativa de la Biunda, la vuelve a humillar y someter con la violencia del rebencazo, ordenándole sacarse el vestido de novia para escaparse con él. Y en el vértice del triángulo está Checo, el padre, que “chispeado” por el alcohol deja entrever un amor casi incestuoso para con esa hija de la que no puede desprenderse. Porque le recuerda demasiado a la mamma al origen . en lo s signos que lle y va inscriptos en su cabellera rubia y su mirada clara. Signos nostalgiosos de la piemontesidad ideal, pero también promisorios de la nueva tierra gringa consustanciada en el rubio trigo y el celeste del lino. Sin embargo, lo que explota en la mirada del p adre es el deseo hacia ese cuerpo turgente y ya cargado de sensualidad que admira y proclama con un “¡Mirá que pechos!” “Mirá que piernas!”. Cuerpo de mujer que no es sólo promesa productiva por sus hijos, “caderas como canasta” que pueden albergar muchos a sino en la belleza sensual de un imaginario femenino que el padre borracho declama como hombre. Aunque lo esconda y sublim en el signo del matronazgo y la actitud de vasallo amoroso que todo hijo debía asumir para con la madre ideal. Biunda no lo registr a aunque intuye un algo de peligrosamente masculino en las palabras gimoteantes del padre. Y por eso | P a g e 8escapa sin darle el beso que le reclama. Pero también ha comprendido el futuro de brutalidad que le espera con Bernal. Y quizás el sincero afecto que le h a manifestado Botto, la ha hecho comprender la inmerecida ignominia que caerá sobre él y el matrimonio, si Bernal en su violencia, revela la verdad. Es que la disputa masculina es demasiado fuerte. Y aunque muchos del público hipoteticen un escape basad o en decisión más p ráctica o usual la : irse o aceptar el matrimonio, el dramaturgo ha sabido conducir a los espectadores a una resolución que, bien pensada, es la más lógica desde la acción. En este universo de afectos y desafectos, no hay cabida para el amor y el romanticismo. Pero tampoco para una idea de fatalidad determinista. La Biunda elige. Y lo hace en escena despidiéndose con la canción leit motiv La romanina está linda ella hace caso a mis ruegos tiene una boca de guinda y unos ojazos de fuego. Cantando paso la vida y mi alma suspira al verla pasar. Estribillo: Por tu carita hermosa oh bella romanina mi corazón te añora mi corazón suspira. Por tu belleza rara cosa que me alucina oh bella romanina 4 La Romanina de su desventura: 4 : Fessia cuenta que la versión en español de la canción originalmente en piemontés, su papá se la escuchó al cantor de la orquesta cordobesa de Aldo Bossio, y que éste se la dictó ante su pedido. No recuerda si le pertenecía o era una traducción que le ha bía llegado de otros. La versión que canta Casis es un aporte de Fessia que además de actuar es el responsable del aprestamiento vo c al y musical de los actores. | P a g e 910 | Page no me hagas suspirar. Cuando al claro de la luna siento un romántico abrigo desde que sos mi fortuna desde que soy tu mendigo. Y entre los dulces ensueños me siento tu dueño al verte pasar. Barro - velo y cebolla en el mundo piemontés de La Biunda Vázquez afirma que se trabajó mucho para la apropiación de ese mundo gringo. Un universo que a pesar de su pasado centenario ejerce todavía su influencia magmática en el presente de la identidad local. Para dar verosimilitud a las acciones y verbalizaciones, fue de mucha importancia el aporte de un libro que la familia de Sebastián Roulet “cuida como oro” Como él mismo cuenta varios del elenco lo leyeron y comentaron en una etapa de los ensayos. Fue escrito por su abuelo Nicolás Vaschetto sobre su propio abuelo Nicolás Andrea Vaschetto, nacido el 4 de diciembre de 1878 y que con quince años de edad, en 1893, impulsado por el hambre pero también por la utopía de “fare l´Merica” se largó hacia la Argentina. Desde Vigone, un pueblito enclavado en los cerros piamonteses a 30 kilómetros de Torino, llegó a Génova y subió como polizonte en el Vittorio Emanuele, con el solo tesoro de 8 cebollas y un trozo de pan. Y a los doce días, cuando el hambre y las ratas lo hicieron salir de su escondite, aceptó como una bendición ir a pelar papas a la cocina del barco donde “pudo reponer sus menguadas energías”. (Vaschetto, N. Recordando a mi abuelo…una historia de vida, p. 10, s/d) 11 | Page La cebolla que pela y come una furibunda Redenta (escena valientemente resuelta por Melisa Medina) y que inunda la escena de un olor acre, debe ser considerada como un homenaje del grupo al hambre inicial que empujó a Vaschetto como a tanto otros hacia la Argentina salvadora. Aunque no se puede evitar una lectura orientada al género asociando el sabor amargo de la cebolla como síntoma de lo femenino abortado. Y en la boca del padre la cebolla es símbolo de la sequedad y acritud de Redenta, esa hija ya casi solterona y que no reconoce de su estirpe, atribuyéndosela a la esposa. Mientras que el barro que apisona Checo es un reflejo de la tenacidad y esfuerzo que ensalzan las páginas del libro. Metonimia de los millares de pies inmigrantes que lograron “amasar” con la tierra del nuevo mundo, el futuro promisorio que venían a buscar. Este movimiento del cuerpo se ve enriquecido en la puesta, complementando o subrayando los parlamentos, en el revoleo del pañuelo o trapo con que se espanta a los bichos o se seca el sudor del cuello. Gesto que en Botto se refleja además en el secarse la saliva que se le escapa de las comisuras mientras ríe nerviosamente. Natural manifestación de la incapacidad de muchos de estos migrantes para verbalizar y traducir en palabras su mundo interior. En el montaje, el grupo tuvo la disyuntiva de elegir entre vino o barro. Vázquez reconoce que incorporaron la acción del pisoteo para acompañar el diálogo que va revelando el conflicto pues se relacionaba más naturalmente con el realismo épico brechtiano que exige subrayar algunos gestos mientras el texto habla de otra cosa. Y superar de este modo la estética costumbrista original. No podemos dejar de notar que las distintas acciones asociadas al amasado del barro (pisar, girar, lavarse los pies, tirar el agua en la batea, llenar el balde con el agua del botellón) remiten al mismo tiempo a una lectura en clave de género. 12 | Page Al mismo tiempo, la estructura metonímica que se le determinó a esta puesta se enriquece con la variación de personajes que encarna cada actor y que según cuenta Vázquez, fue promovida por Maia Esquivel cuando pidió hacer de Checo en los primeros ejercicios. Es innegable que la puesta se enriqueció con esta elección y que Esquivel, gracias a la potencia y versatilidad de su voz, logra dar una diferencia notable entre el tono femenino y el masculino. Así como asumir posturas y tonalidades creíbles cuando como mujer borda, cose el ruedo del pantalón de su marido, frena con sabiduría y contundencia sus exabruptos y pone con ternura el velo de novia a su hija mientras le brinda los consejos maritales que aprendió y que se ve en la obligación de transmitir. Muy creíble y enérgicamente piemontesa es su representación del padre en la transacción con Botto mientras amasa el barro y la fuerza emotiva que le imprime al parlamento cuando describe con lágrimas en los ojos, a la madre idealizada en la infancia. El bordado, otra feliz elección metonímica ligada al género, agrega una pizca de grotesco cuando es Sebastián Roulet el que asume el personaje de Catalina. En sus movimientos se denota que carece de la motricidad fina que durante siglos desarrolló la mujer. Y que borda como cosiendo. Lo que no quita verosimilitud sino que subraya, en la atención que brinda al movimiento de la aguja mientras habla, la tensión interior de la madre que se ve enfrentada a una situación que le toca como mujer, armonizar y confortar. Y que sin embargo, en esa sociedad machista, resuelven los hombres más allá de los deseos y necesidades femeninas. En el caso de la Biunda, esta inscripción metonímica se refleja en el juego de malabares que realiza con el velo, lo que hace visible la tensión interior que la lacera. Pero si por momentos es síntoma de molestia, en otros lo es de un juego que también la atrae; disfrazarse de novia y “ganarle a la Redenta”. De todos modos lo que el espectador no puede dejar de disfrutar 13 | Page y sufrir es el juego permanente del velarse y desvelarse de esta niña-mujer que usa el velo como un himen simbólico que atrae y disturba a los hombres que la rodean. En particular a Botto. “Lo trabajamos mucho con Flavia para ver cómo resolver la escena de los novios” afirma Vázquez. En un espacio seccionado tal como se diseñan las acciones en esta puesta, había que generar la idea de una cosa trunca o fallida. Y por eso trabajaron el personaje de Botto en el actor joven para que asumiera posturas que subrayaran la imposibilidad de llegarle a la Biunda. Botto busca permanentemente los ojos de la joven, escurridizos y en fuga como ella misma. El novio busca llegarle al cuerpo pero la novia en su ingenua sabiduría, se le esconde. Aunque el asedio concluya con la aceptación de un beso abortado por el grito histérico de Redenta. La complejidad del velo que vela y des-vela se complementa con el sucesivo cambio de vestimentas y con la determinación de un espacio seccionado, casi cubista, del escenario, que permite la fragmentación no sólo de los personajes sino también de las voces que se trabajan con una intencionalidad centrífuga que proyecta las tensiones hacia el afuera de una palabra en fuga. Los actores se hablan pero no se enfrentan y en gran parte no se comunican. El interlocutor se le representa fantasmáticamente al espectador, quien debe completar la escena en su cabeza. Lo que genera una doble ilusión: la de que los personajes están efectivamente hablando entre sí pero que al mismo tiempo la comunicación termina siendo siempre fallida. Por otra parte se logra generar una ilusión escénica marcadamente intimista (las distintas acciones parecen transcurrir todas en la galería de la chacra, haciéndose mención del afuera: la tranquera donde queda el primo de Botto esperando, o el patio lateral al lado del chiquero donde armarán la fiesta de casamiento. Y un interior imaginado detrás de una sugerente utilización de cortinados connotados por el 14 | Page encaje (otra marca de lo femenino que armoniza con el velo de la Biunda) y las tonalidades amarillento desleído del ocre. En este mundo avaro de manifestaciones afectivas, todos están imbuidos por una pulsión de acumulación, de apropiación de todo lo que esa pampa virgen, abierta y a su merced, les ofrece con su matricial pujanza. Pero las mujeres parecen despegarse del materialismo y seguir mandatos ancestrales o impuestos por la nueva sociedad, que responden más al orden del deseo. Redenta no entra en el juego de la mera transacción. Su furia parte del desorden provocado por no haberse respetado su mayorazgo. Es desde la envidia y del orden que se transgrede, como deben leerse sus reacciones. La madre parece sometida sin visos de rebelión al orden instituido. Y la Biunda no se corresponde con ese destino chacarero. Es puro deseo de algo que está más allá, si bien condicionada por ese mandato que la atraviesa. Eduardo Fessia, el último en ser convocado para que colaborara desde su experticia musical, fue basilar en el aporte de su conocimiento de esos conglomerados migrantes piemonteses al haber nacido y haberse criado en una colonia típicamente gringa: Las Petacas, a 10 Km de la frontera con Córdoba. En la entrevista confesó que fue convocado para trabajar primero la fonética de lo piemontés de la obra. “Y desde la vivencia piemontesa que uno arrastra por mis orígenes, empezamos a trabajar la “cosa del habla” en esta resonancia que yo tengo y palabras y giros que yo recuerdo. Mis abuelos y parientes hablaban el piemontés. Pero fue fácil porque el texto, está tan bien escrito y tan bien pensado que fluye y es porque sólo alguien que convivió con esa matriz podría haber escrito de esa manera”. Reconoce que le atrajo la idea sonora de la obra que tenían las directoras porque le despertó su memoria del habla de los suyos durante su infancia. Pero además porque su padre era músico y participaba en la orquesta de Leopoldo Puricelli. Una 15 | Page orquesta que se funda por los años 20 y donde su padre se integra como cantor hacia los ´50, con jóvenes 17 años. La existencia de orquestas en ese contexto era una necesidad insustituible ya que por un lado corporizaba profesionalmente la tendencia al canto de esos chacareros que luego del trabajo y chispeados por unas copas de grapa o vino, se ponían indefectiblemente a cantar las canzonette que nostalgiosamente les traían el recuerdo del origen. Pero además, en el ciclo de la siembra, había largos períodos en el año en que no había otra cosa para hacer que esperar y cantar. “El trabajo era agrícola y una vez que se terminaba de sembrar y arar había que esperar la cosecha. Y eran dos o tres meses”. Vázquez y del Rosso habían empezado a seleccionar y hacer cantar algunas canciones al italiano que después no quedaron gracias al aporte de Fessia. Además ya habían tomado contacto con la Prof. Laura Moro, turinés de origen, a la que grabaron leyendo una traducción improvisada al piemontés de la primera escena de la obra. Pero Moro evitó caer en el cocoliche, leyendo en un registro puro y actual. Lo que por supuesto sirvió para entrar en la materia sonora. El modo pasticciado del migrante de nuestra pampa lo tomaron de la memoria sonora de Fessia. Luego de su incorporación en febrero del 2016, dedicaron 3 o 4 meses para aprender las canciones en su profunda sonoridad. Es una internalización que excede lo verbal y que permite, según afirma Fessia, que si bien la melodía es un soporte a la letra, los actores llegaron a internalizarlas tan bien que las pueden tararear y cantar mientras dicen los parlamentos. En principio la directora había pensado en utilizar un acordeón como soporte musical, pero al ser demasiado sonoro se dieron cuenta de que cortaba el clima intimista. Y por ser la guitarra el instrumento con el que más afinidad tiene Fessia, se la eligió. Incorporado en modo muy logrado porque el soporte musical, si bien pensado en un segundo plano, toma una importancia 16 | Page esencial en la puesta. Sea tanto en las canciones cantadas en tres lenguas: español, italiano y piemontés, como en la variación de los tonos que acompañan tanto la peripecia de la tragedia como el jolgorio de la fiesta y de la borrachera. Es un hallazgo de la directora, afirma Fessia, porque es un montaje pensado desde la estética de lo mínimo que se magnifica. Es la pobreza del teatro de Artaud, donde se omite la elocuencia y la magnificencia para dejar que el texto se imponga con toda su contundencia. Fessia relaciona ciertas características de los piemonteses gringos con la técnica del distanciamiento de Brecht: “Los gringos de mi zona son así. Recuerdo a mi papá hablando con mi abuelo sin mirarse, mirando para otro lado. Los diálogos de esta obra reflejan un distanciamiento que naturalmente marcan los piemonteses. Por eso le dije a la directora, esto va a funcionar, porque es natural”. En la puesta esta distancia se logra a partir de lo que el espectador debe recomponer transformando las diagonales sonoras en una escena donde los diálogos se realicen cara a cara. Este distanciamiento, dice Fessia, tiene que ver con la piemontesidad natural de su zona. Visto desde afuera, se puede entender como un verticalismo, que no es tal. “Es primero una marca de austeridad. Es como una distancia que surge del pudor o un determinismo que marca una incapacidad para comunicarse y que no se cuestiona”. Otra cosa que señala como idiosincrática es que si bien estos piemonteses de la Pampa Gringa se destacaron por su avaricia, no se medían ni especulaban cuando se trataba de invertir para comprar herramientas para el trabajo. O para cumplir con lo establecido. Lo que en la obra se nota en la bronca de Checo porque por la condición de la Biunda deberá dar más dote de lo pensado, pero que pagará una fiesta más grande que la del 20 de septiembre. Porque eso le toca al padre de la novia y es la primera hija que se le casa. 17 | Page Por otra parte, la pulsión a la acumulación se traduce también en la incapacidad para “soltar”. No sólo los padres a los hijos, sino a todo lo que se considera propio. A que los hijos abandonen el nido o a que los padres determinen la hija que debe cuidarlos en su vejez. Como Checo que llora porque la que se va es la hija que había criado y protegido como una palomita para que se quedara junto a él. Y la que sin que pudiera evitarlo, “viene un carancho no sabés de dónde… Y te la despluma. (Carlino, 1955:42) Fessia encarna los tres personajes masculinos y a cada uno le da la impronta de caracteres que conoció en su medio. Botto va a negociar y es un cascarrabia. Pero Fessia le agrega, con mucha naturalidad, un modo característico de hamacarse y poner la mirada algo perdida del gringo cuando está “chispeado”. Cuando representa a Bernal asume gestos de superioridad, duros, monolíticos como es el poder del agente de langosta. “Mi Bernal está lleno del imaginario sobre los criollos de mis pagos. Está arriba, es superior. Porque el inspector de la langosta es muy poderoso ya que regular la langosta es controlar la cosecha. Y por eso se lo respeta” El rebencazo es una creación del actor y es un hallazgo porque traduce la violencia de la decisión que busca imponer a la Biunda, que se niega. Porque Bernal ve a esa adolescente como un ave de presa, ve a una palomita asustadiza y escurridiza. Ella le dice siempre que no (lo que Casis da a entender en sus gestos cuando canta La Romanina en la primera escena y el espectador se la imagina recordando los rechazos escurridizos a los requerimientos de Bernal). Pero Bernal no puede soportar su desobediencia y por eso se saca. El golpe del rebenque sobre la mesa marca la superioridad física de macho. La superposición de gritos y sonidos hacen pensar en la posibilidad de una agresión real sobre el cuerpo de la joven, lo que remite a un problema de triste actualidad. Violencia física que no está en el texto pero que sí sugiere la 18 | Page puesta. Y que permite intuir el porqué de la decisión final de Biunda. Pero lo más logrado en los aportes de Fessia es la construcción de Botto y sus variaciones anímicas. “Yo recordé personas de mi infancia. Un amigo de mi padre que tenía problemas nerviosos y que por timidez o por nervios no podía hablar sin tentarse. Lo que se naturaliza en el inicio de borrachera del personaje que dice que ya se tomó dos o tres copas. Y es que debía tomar coraje antes de venir a la negociación. Allí arrancó la construcción del primer Botto. Luego el Botto que encarna Roulet acrecienta la sensación de nerviosismo en una risita casi histérica que acompaña todas las acciones y gestos faciales del novio durante la escena del requerimiento amoroso. Lo que resulta totalmente convincente. Sobre todo para quienes conocimos muchos de estos gringos que escondían su incomodidad o pudor tras un risita que, a la distancia, se carga de ternura y comprensión. “El actor, sentencia Fessia, debe crear el mundo que el dramaturgo no pensó. Debe crear al personaje poniendo un universo que lo haga creíble, porque si eso no está se ve como sobreactuado o desde afuera”. Y para ello cada actor y actriz del grupo trajo al montaje sus recuerdos y biografías. En especial la atención otorgada al sentido del oído que produce un proceso de recuperación de algo ancestral que retumba en la sonoridad. Es que en esta puesta la apelación a los cinco sentidos aparece exacerbada. Lo olfativo en lo acre de la cebolla que hace comprender la amargura profunda que no se puede extrapolar. El sonido del agua que se tira en la batea suma su sonoridad a la música y a lo verbal, el tacto se sublima en la levedad del encaje y lo visual en un juego que muestra y esconde permanentemente. Tanto en las líneas de fuga que disparan la imaginación como en el símbolo de la lámpara apagada de un cuerpo que ya había perdido la luz y que se patentiza en el canto con quebrada de la Biunda mientras se pierd e voz tras los cortinados Tal c omo grita Moncho al novio al tirarle en la cara l . a gasa del tocado que lentamente cae muerte” (Carlino, 1955: 79)