domingo, 23 de octubre de 2022

El Marqués de Yavi, Edecán de Manuel Belgrano.- 23 - 10 -2022.-

EL MARQUES DE YAVI, Edecán de Belgrano. Asociación Belgraniana de Morón · 22 de octubre de 1820: Muere Juan José Feliciano Fernández Campero (Marqués de Yavi) Edecán de Belgrano y protagonista de la Guerra Gaucha. Fernández Campero nació en San Francisco de Yavi, provincia de Jujuy, el 9 de junio de 1777, le tocó convertirse en el cuarto marqués de Tojo (o Yavi) y heredó todos los dominios que abarcaban gran parte del actual norte argentino y sur de Bolivia. Por su condición social, ejerció varios cargos públicos y fue elevado al rango de coronel mayor del Ejército realista, a pesar de no tener formación militar. Pasada la revolución de 1810, Campero se encontró, como tantos españoles y criollos de la época, en la difícil situación de seguir siendo fiel al rey o sumarse al naciente gobierno patrio. Eso lo terminó de definir durante la batalla de Salta, en 1813. El 20 de febrero lo encontró como gobernador provisorio de Salta y a cargo del ala militar izquierda del Ejército realista, conducido por su compadre, el general Pío Tristán. Ya con las acciones militares iniciadas, Campero decidió retirar sus tropas sin presentar combate, cumpliendo su compromiso decidió retirarse sin atacar huyendo por las lomas de Medeiros, es el "movimiento retrogrado que hizo la caballería enemiga" que relata en su parte del triunfo Belgrano, contribuyendo en mucho a la victoria de las armas patriotas. Belgrano lo designó su edecán y Comandante de la Puna, y el 27 de junio de 1814 el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas -a instancias del prócer- le extendió los despachos de coronel del Ejército del Auxiliar del Perú. El retiro de Campero del campo de batalla, fue tomada en España como una traición imperdonable a la Corona. Los realistas le hicieron, en ausencia, un consejo de guerra. Lo sentenciaron a prisión perpetua y a partir de entonces se convirtió en una obsesión para los españoles, quienes no descansarían hasta vengarse del noble traidor. Ya no había vuelta atrás para Fernández Campero, quien se unió definitivamente al Ejército patriota, en el que se le respetó el cargo de coronel. Con la asunción de Martín Güemes, primo del marqués, como gobernador de Salta y jefe de la defensa del norte argentino, bajo el mando de Belgrano, Campero pasaría a ocupar un lugar central en el esquema militar. Al mando de un escuadrón de 600 hombres, sostenido económicamente por su propio bolsillo, estuvo a cargo del flanco oriental de la Puna y la Quebrada de Humahuaca. Se calcula que el marqués aportó a la a la causa revolucionaria alrededor de 200 mil pesos de esa época, una cifra importantísima, más si se tiene en cuenta que el presupuesto anual de Salta era de 180 mil. La mala interpretación de una orden dada por Güemes a Rojas dejó sin vigilancia la zona de Yavi. Un escuadrón realista atacó el pueblo cuando se daba la misa del domingo. En breves minutos una balacera generó pánico y confusión entre los pobladores y el ejército. Rodeado por el enemigo, fueron cayendo los patriotas bajo las armas realistas. El marqués logró montar un caballo, pero al tratar de saltar una zanja, cayó de la cabalgadura y fue tomado prisionero. Ahí comenzará el martirio de Fernández Campero. Tras "el desastre de Yavi", los realistas también invadieron Jujuy y Salta. Recién en 1817 Güemes los obligó a retirarse humillados y derrotados. Campero fue encarcelado en Tupiza y en Potosí. Allí fue víctima de terribles torturas y condenado a prisión perpetua. Después de un año de castigos logró escaparse de la prisión, pero fue recapturado y llevado a Lima. Enterados de la grave, dolorosa y humillante situación a la que era sometido, Belgrano, San Martín, Güemes y el plenario del Congreso de Tucumán pidieron por su persona y hasta ofrecieron canjes de prisioneros. Pero tal era la saña que tenían contra Fernández los defensores del rey que se negaron a acceder a las ofertas. Finalmente, cuando era embarcado rumbo a España, su deteriorada salud empeoró en altamar y fue desembarcado en Jamaica, donde murió el 22 de octubre de 1820 a la edad de 43 años. Fue enterrado en Kingston, la capital de la isla. El 11 de marzo de 2009, en una ceremonia encabezada por el Embajador argentino en Jamaica, junto con representantes diplomáticos de Colombia, Chile, México y Venezuela, representantes del gobierno y la Defense Force de Jamaica, se procedió a la exhumación simbólica de los restos de Juan José Feliciano Fernández Campero. Los mismos fueron recogidos en el lugar que correspondía al atrio del antiguo templo católico jamaiquino de la Holy Trinity Church (Iglesia de la Sagrada Trinidad), destruido por un terremoto en 1907 y que actualmente está ocupado por la Imprenta del Estado de Jamaica. La urna con los restos símbólicos fue entregada al Dr. Rodolfo Martín Campero, descendiente de la familia del Marqués. El próposito final de éste acto fue el inicio de una reparación histórica de su figura y su repatriación a la Argentina para su sepultura en la actual Provincia de Jujuy. Finalmente, el 9 de abril de 2010, en el atrio de la Catedral de San Salvador de Jujuy, se realizó la ceremonia de inhumación simbólica de los restos del Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero. Luego de 190 años de su muerte en Jamaica, sus restos retornaron a la Argentina gracias a las gestiones de sus descendientes ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina. Dicha ceremonia fue presidida por autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la Provincia de Jujuy, en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Argentina. Desde esa fecha los restos de quien fuera conocido como el "Marqués de la Guerra Gaucha" reposan en el atrio de la catedral jujeña junto a los restos de Teodoro Sánchez de Bustamante y los hermanos Gorriti. El 15 de noviembre de 2012, la Legislatura de la Provincia de Jujuy por unanimidad decretó que cada 15 de noviembre se conmemorará el "Día de los Mártires de Yavi", en homenaje a los indígenas y criollos que junto al Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero, cayeron prisioneros de los realistas en la misma fecha, en 1816. Entre ellos se destacan el Comandante Diego Cala, quien fue pasado por las armas en forma inmediata "por ser un indio rebelde", como también mujeres y niños que luego fueron llevados a Potosí y entregados como esclavos. Este homenaje unió la gesta del Coronel Juan José Feliciano Fernández Campero y las de sus tropas con los homenajes llevados a cabo con motivo del bicentenario del "Éxodo Jujeño". 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