viernes, 31 de marzo de 2023

La Obsesión antilitúrgica. Reflexión de Mons. Héctor Aguer. - 31 - 03 - 2023.

José Manuel Estrada.- Facebook- ·Envía esta feflexión del Obispo emérito de la Plata, Héctor Aguer. LA OBSESIÓN ANTILITÚRGICA. He celebrado mi primera misa el 26 de noviembre de 1972. Lo hice empleando el rito entonces vigente, que era el creado por Pablo VI; autor: el masón Annibale Bugnini. En castellano, por supuesto; sobrevivían en latín las oraciones secretas del celebrante. Nunca se me ocurrió recurrir a la "Misa de siempre"; la que rezábamos en el Seminario todos los años de mi formación, con la novedad que era -en la capilla del filosofado, diariamente- "versus populum". Nunca se me ocurrió recurrir -contrariando la prohibición canónica, pacíficamente aceptada- al viejo formulario. Ni siquiera después que Benedicto XVI lo aceptara como forma extraordinaria del Rito Romano mediante su "motu proprio" Summorum Pontificum. A pesar de mis estudios teológicos y litúrgicos, que me daban lucidez para el olvidado ritual, ningún reparo ideológico, ni nostalgias se me impusieron; la costumbre se estacionó y quizá por pereza no me atreví a contrariarla juzgando críticamente la novedad que siguió al Vaticano II, durante el cual no hubo innovaciones litúrgicas. Hoy día puedo pensar que Pablo VI pudo haber realizado algunas modificaciones para actualizar la "Misa de las edades", la cual tenía vigencia desde hacía siglos, y no inventar una nueva misa. Fríamente mensuro el "atrevimiento", un alarde inesperado para muchos de progresismo; muchos siglos fueron desechados, arrojados en el torbellino de los cambios. He apelado a esta historia para destacar que soy libre: yo sigo celebrando la misa de Pablo VI. Esta posición eclesial me permite calibrar el daño realizado por el motu proprio Traditiones custodes, reforzado todavía recientemente por un "rescripto". Roma tendría que preguntarse por qué cada vez más sacerdotes y laicos -estos sobre todo- se inclinan con veneración por el antiguo rito. La obsesión antilitúrgica es la ideología que se torna canónicamente tiranía. A pesar de que efectivamente la prohibición del Misal de Juan XXIII no es tenida en cuenta por los jóvenes, que aspiran a un culto que responda a la verdad de la fe: culto de Dios, no del hombre. Porque Roma sigue aferrada al die anthropologische Wende, de Karl Rahner. En la última década, además, ha entrado a jugar la tradición alitúrgica de la Compañía de Jesús. El desplazamiento de la liturgia da lugar a la imposición de hecho y de palabra, de un moralismo relativista. Las innovaciones antilitúrgicas se han sucedido sin interrupción desde la promulgación de la "nueva misa". Este comienzo señaló un cambio innecesario. Podía haberse cumplido el propósito de renovación del Concilio Vaticano II con leves modificaciones del Rito Romano, o mejor dicho con corrección de las alteraciones producidas en la historia, continuando la obra de Pío XII, que fue un verdadero renovador. El propósito conciliar se llamaba significativamente instauratio, restauración. Crudas disidencias se produjeron a partir de los años 70, ante la impavidez de Roma. Benedicto XVI, por medio de su motu proprio Summorum Pontificum, habilitó la Forma Extraordinaria del Rito Romano; fue una solución salomónica que podía satisfacer las aspiraciones de sacerdotes y fieles apegados a la Tradición, y a la vez dar razón de las objeciones dirigidas contra la Misa promulgada por Pablo VI. Este arbitrio de prudencia y de sensibilidad pastoral permitía esperar una paz estable, con la vuelta a la obediencia de numerosas comunidades que vivían en situación de conflicto con Roma. Es verdad que las disidencias contra el Vaticano II iban mucho más allá del orden litúrgico, y se extendían al campo doctrinal y jurídico - pastoral. El magisterio litúrgico del Papa alemán retomaba la teología de la liturgia desarrollada por el Cardenal Ratzinger, que seguía las huellas de Romano Guardini y Klaus Gamber. Un lamentable retroceso se produjo con el motu proprio Traditiones custodes, que eliminó la Forma Extraordinaria del Rito Romano, e impuso fuertes condicionamientos para conceder el uso de la "Misa de los siglos". Desde esta perspectiva se puede apreciar la gravedad de las disposiciones de Pablo VI, que iniciaron una etapa nueva en todos los ámbitos de la vida eclesial, y dieron cabida en el posconcilio a errores y mutilaciones peores que los sostenidos por el modernismo de principios del siglo XX, condenado por San Pío X. La línea abierta por ese motu proprio ha sido recientemente ratificada y agravada por el "rescripto" que impone a los obispos la obligación de obtener el placet pontificio antes de autorizar el uso de la "Misa de todas las edades". Esta imposición inverosímil da al traste con la tan alardeada "sinodalidad"; la autoridad de los obispos ha sido recortada en un campo esencial de su munus como Sucesores de los Apóstoles. Es de temer que esta pertinacia antilitúrgica suscite nuevamente actitudes contrarias a la "unidad" que Roma dice profesar. De la misma fuente procede -me parece- la ilusión de una reforma, que habría sido solicitada por el cónclave que lo eligió al Papa. La Compañía fue siempre un factor de reubicación de la Iglesia en la sociedad, en competencia con la masonería. El Vaticano está lleno de masones, y el Pontífice trata de usarlos. Me resulta admirable, sorprendente, la complacencia del Papa en su década de gobierno, y la ficción de atribuir los éxitos a los colaboradores. Un problema crónico de la Compañía ha sido el de la humildad. El aliturgicismo incluye la devastación de lo que en la liturgia del Rito Romano procede de la Tradición. La obsesión antilitúrgica, que ya he apuntado, llega al extremo de boicotear la sinodalidad. Un obispo, para poder autorizar a un sacerdote celebrar con el Misal de Juan XXIII –es decir, la “Misa de los siglos”- necesita pedir permiso a Roma. Tal es el tenor del reciente rescriptum: una verdadera tiranía pontificia que inhabilita a los sucesores de los apóstoles para cumplir su ministerio en un asunto tan fundamental. Esta orientación incluye dejar que impunemente se ejerza la devastación del Rito Romano. Nuevamente mencionaré que esta libertad contradice lo que prescribe el Concilio, en la Constitución sobre la liturgia Sacrosanctum Concilium, a saber: que nadie, aunque sea sacerdote cambie, añade o quite por iniciativa suya en los ritos litúrgicos. La libertad de devastación va unida a la persecución a los tradicionalistas. Una contradicción flagrante: se persigue a los tradicionalistas, pero se consiente la integración en el Rito Romano de ritmos percusivos y danzantes, y la adopción de ritos paganos, hindúes, budistas, según los principios del NWO o Nuevo Orden Mundial, en competencia con la masonería. En las visitas a diversas naciones se acepta introducir en la liturgia ritos tribales de la cultura ancestral de los pueblos visitados. Así la deformación del culto divino roza la idolatría. Esta actitud se repite en muchos países, como una perversión del diálogo interreligioso. En 2019 el Papa firmó en Abu Dhabi el Documento sobre la Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, en el cual se dice: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son una sabia voluntad divina, por la que Dios creó a los seres humanos. Esta Sabiduría divina es el origen del que deriva el derecho a la libertad de creencia y la libertad de ser diferente”. Dios Creador sería entonces el autor del politeísmo. Esta afirmación equivale a renunciar a la misión esencial y originaria de la Iglesia, como está expresamente recogida en el Evangelio: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura. El que crea y se bautice se salvará, pero el que no crea se condenará” (Mc 16, 15-16). Tal renuncia sólo puede verse como una apostasía. La misma actitud se encuentra en 2020, en la aceptación de la propuesta de una jornada de oración y ayuno de todas las religiones el 14 de mayo. El Pontífice se refirió a la aceptación de la propuesta: “He aceptado la propuesta del Alto Comité para la Fraternidad Humana con el fin de que el próximo 14 de mayo los creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente en una jornada de oración y ayuno y de obras de caridad”. Resulta evidente que la Iglesia desconoce su original misión de anunciar el Evangelio de la salvación y se suma al concierto politeísta mundial, participando así, como una de las religiones en el NWO, el New World Order, propugnado por la masonería. Esto no sería posible si el Vaticano no estuviera ya entonces infiltrado por la masonería universal. El contraste con la doctrina y la praxis seculares de la Iglesia no podría marcarse más claramente. Desde esta perspectiva se entiende la incorporación a la liturgia de los ritos paganos. También se explica la persecución a los tradicionalistas, que con su negativa obstaculizan la plena inserción en el NWO; así la Iglesia se encamina al reino del Anticristo. La confusión de los creyentes es la consecuencia; se trata del mysterium iniquitatis desplegado por el diablo. El documento de Abu Dhabi implica la apostasía de la fe católica para adherir –como ya he escrito- al NWO. No hay compatibilidad entre éste y la fe cristiana; la confusión en la que se arroja a los creyentes no puede ser mayor. Este contraste asoma en cada intervención del Pontífice, lo cual prueba que así entiende la misión de la Iglesia, y así es comprendida su tarea de gobierno. Un ejemplo clarísimo se encuentra en la carta que le dirigieron los políticos argentinos con ocasión del décimo aniversario del pontificado: “Queremos manifestar nuestra admiración por tu obra en favor de la Humanidad (así, con mayúscula en el original), en particular de las personas excluidas y pueblos pobres, tu firme defensa de la paz mundial y tu permanente promoción de una Ecología integral (la mayúscula en el original), que permita escuchar el grito de la Madre Tierra y del Ser humano (lenguaje politeísta y masónico) frente a las situaciones destructivas que atentan contra los pueblos y la naturaleza”. En este contexto se explica la pasión antilitúrgica contra la “Misa de siempre”, en la que brilla con claridad la fe verdadera y la coherencia con la voluntad de Jesucristo y la misión tradicional de la Iglesia. Se insinúa ahora una nueva comprensión de la sinodalidad: si un obispo quiere autorizar a un sacerdote a celebrar la “Misa de siempre”, ¡debe pedir permiso a Roma! La obsesión ya no tiene fronteras.- + Héctor Aguer Arzobispo emérito de La Plata. Buenos aires, jueves 30 de marzo de 2O23.- -Comentario de:Ignacio Lemmi Se queja de la masonería y se mantiene fiel a la "misa" cuyo autor es Annibale Bugnini. Responder5 h Respuesta de:José Manuel Estrada Ignacio Lemmi estimado Ignacio, no acostumbramos a debatir por las redes, quedan palabras, miradas, silencios, gestos y aclaraciones que no se expresan. Comprendemos tu postura, aunque no es totalmente coincidente con la nuestra. Un gran saludo..............................................

viernes, 17 de marzo de 2023

San Martín dona 10.000 pesos para Biblioteca en Chile.- 17 - 03 -2023.-

SAN MARTÍN DONA 1O.OOO PESOS Para la biblioteca de Chile. Envío de: Victor Nardiello 17 de marzo de 1817. GESTO DEL GENERAL SAN MARTÍN. En reconocimiento a sus méritos, luego del triunfo en Chacabuco (12 de febrero de 1817), el Cabildo de Santiago de Chile, decide premiar al General San Martín con la suma de 10.000 pesos en oro. Éste decide rehusar dicho premio, pero para no desairar y/o molestar al hermano pueblo chileno, solicita que ese dinero fuese destinado para la creación de la Biblioteca Nacional de Chile. En el momento en que se disponía trasladarse a Buenos Aires, San Martín recibe el oficio del Cabildo de Santiago de Chile, fechado el día anterior, poniendo a su disposición dicha suma. Contestó brevemente postergando el hacerlo formalmente a su llegada a Mendoza. Llegado, el 17 de marzo, se dirige por escrito al cabildo rogándole que hiciera servir el dinero para la fundación de una biblioteca nacional. Lo que sigue es el texto de su nota. "Mendoza 17 de marzo de 1817. Al muy ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de la Capital de Chile. Desde Chacabuco dije a V.S. en nota del 12 que a mi arribo a este pueblo dispondría de la cantidad con que la generosidad de V.S. se ha empeñado en cooperar a los gastos de mi viaje hasta la capital de Buenos Aires. Esta demostración tan liberal quedará grabada para siempre en mi corazón demasiado sensible a las expresiones que como ésta tienen todo el sello de la sinceridad. Satisfecha V.E de la pureza de mis intenciones espero que aprobará que por ahora no haga uso de este numerario, cierto de que apelaré en toda ocasión a los generosos comedimientos con que V.S. obliga sobremanera mi reconocimiento; no se dé pues por ofendido de esta excusación pues no soy capaz de desairar los respetos y consideraciones que me debe esa ilustre y benemérita Corporación. Y para que no se malogren del todo sus deseos, permítame que destine últimamente este fondo a un establecimiento que haga honor a V.S. y a ese benemérito reino: la creación de una Biblioteca Nacional perpetuará para siempre la memoria de esa Municipalidad: la ilustración y fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos: ese que ha sido la cuna de las ciencias ha sufrido el ominoso destino que le decretaron los tiranos para tener en cadenas a los brillantes ingenios de ese país: yo deseo que todos se ilustren en los sagrados derechos que forman la esencia de los hombres libres. Así pues espero que V.S: aprobará mis loables designios y la aplicación de este numerario por la importancia de su objeto, y que tendrá la bondad de nombrar un diputado que en consorcio de los Señores Secretario de Guerra, Don José Ignacio Zenteno, y Auditor General, Doctor Don Bernardo de Vera a quienes elijo por mi parte precedan de acuerdo a la ejecución de mi idea que pongo bajo la protección de V.S. como tan interesado en la felicidad de todo ese reino. San Martín" Fuente: Yabén, Jacinto R., Efemérides sanmartinianas, INS, Bs, As. 1978. Solicitudes de amistad Profile Picture Ernesto Celestino Del Hesso

domingo, 12 de marzo de 2023

Belgrano y el rol social de la mujer. - 12 - 03 - 2023.-

BELGRANO: PROMOTOR DEL ROL SOCIAL DE LA MUJER Doctora Norma Noemí Ledesma Investigadora del Instituto Nacional Belgraniano PERÍODO PATRIO Antes de ocuparnos del tema específico de este artículo, debemos hacer una aclaración. Si bien en nuestro país en las últimas décadas hubo grandes avances en el estudio del papel de la mujer en nuestra historia, consideramos indispensable la necesidad de continuar investigando, recurriendo al estudio de los documentos existentes en los archivos nacionales y provinciales en rubros tales como Testamentarías, entre otros. Los estudios sobre vida cotidiana nos aportan gran cantidad de datos acerca de la vestimenta, alimentación, usos y costumbres, inclusive acerca de una institución de tanta significación como el matrimonio. La dote, la importancia de la “ropa blanca”, los utensilios domésticos, nos llevan a conocer cómo vivían las mujeres en la época virreinal e independentista. Más allá del marco del hogar, las mujeres en el Río de la Plata tuvieron una gran participación social. Estamos hablando de una sociedad multirracial y multicultural, donde encontramos mujeres aborígenes, blancas, mestizas y negras. Las de las clases altas participaban a través de los Salones y Tertulias. En ellas, para asombro de algunos viajeros ingleses, discutían con total naturalidad y apasionamiento de los temas políticos. Se dividían en realistas y patriotas. La mujer también estuvo presente en la Guerra de la Independencia, acompañando a los ejércitos patriotas y realistas, ya fuera como vivanderas, enfermeras, “bomberas” (espías), etc. Por otra parte, nuestras mujeres del Norte y de Cuyo participaron activamente en la Gesta de la Independencia. Desde el punto de vista de la producción confeccionaron la ropa para el grupo familiar y se hicieron cargo de sostener a las familias cuando los hombres marcharon a formar parte de los ejércitos. Cosieron los uniformes militares, bordaron las banderas y elaboraron los ponchos de nuestras tropas. Algunas, no solo acompañaron a los ejércitos realizando diversas funciones y exponiendo sus vidas, sino que empuñaron las armas. Como mencionáramos anteriormente, las mujeres actuaron como “bomberas” (espías) y al ser descubiertas en algunas ocasiones recibieron duros castigos. Belgrano recurrió a ellas para obtener noticias referentes al ejército realista, así como todo tipo de información. La participación de la mujer en las campañas libertadoras también estuvo presente por medio de donaciones. En la marcha de Belgrano al Paraguay, como Jefe de la Expedición Libertadora al Paraguay, en 1810 se dedicó en la Bajada del Paraná a reclutar milicias entrerrianas y recibir donaciones para el ejército de su mando. En esa ocasión se presentó Valentín Deniz con carta de su madre Doña Gregoria Pérez Ilarramendi de Deniz, a Belgrano, poniendo a su disposición sus haciendas, casas y criados y otros bienes para auxilio del ejército. Ella era una rica viuda que había heredado de su esposo “una suerte de estancia” en el río Feliciano, con ganado vacuno, veintidós esclavos, casa de ladrillo y teja, ubicada sobre el Río Paraná, fábrica para curtir suelas, etc. Belgrano, emocionado contestó a Doña Gregoria, señalando que “jamás olvidará una efusión tan sincera en beneficio de la Santa Causa que defendemos”. El gobierno a través de Belgrano transmitió su agradecimiento a Doña Gregoria por su celo y patriotismo. Un insigne ejemplo de las mujeres del Litoral es Doña María Catalina Echevarría de Vidal, quien confeccionó la bandera creada por Belgrano y que fue enarbolada el 27 de febrero de 1812 por primera vez en Rosario. Dentro de esta verdadera epopeya que representó la Guerra de la Independencia, debemos señalar el Éxodo Jujeño como un momento clave. El 23 de agosto de 1812, el pueblo jujeño (hombres, mujeres y niños) abandonó su ciudad, siguiendo al General Belgrano, General en Jefe del Ejército Auxiliador del Perú, ante el avance de las tropas realistas al mando de Pío Tristán. Representa el máximo sacrificio que le podía pedir un general a su pueblo y gracias a esta epopeya se lograron las victorias de Tucumán (24 de septiembre de 1812) y Salta (20 de febrero de 1813), que aseguraron el triunfo de la Revolución en el Río de la Plata. El prócer entregó en agradecimiento al pueblo jujeño la Bandera Nacional de nuestra Libertad Civil, una escuela y dos escudos. En las filas patriotas se destacaron muchas mujeres del norte de nuestro país. Una de ellas, Martina Silva de Gurruchaga llegó a organizar un grupo numeroso de milicianos gauchos en 1813 en Salta. Belgrano en recompensa de su accionar le regaló un riquísimo manto, en cuya orilla mandó bordar la siguiente leyenda: “A la benemérita patriota capitana del ejército doña Martina Silva de Gurruchaga”. Meses más tarde, cuando entró a Potosí con sus tropas en la Segunda Expedición Libertadora al Alto Perú, fue agasajado el 4 de julio por las damas potosinas, quienes le obsequiaron la Tarja o Escudo de Potosí. Esta joya barroca, en oro y plata, tiene un innegable valor artístico, gracias a la pericia de los orfebres potosinos. Evoca la fiesta con la cual la ciudad de Potosí recibió al General Belgrano. Desde los balcones los vecinos participaban como actores dentro de un gran escenario. La joya comparte la idea de “arquitectura-telón”. Es una evocación. Tomando las palabras de la Doctora Cristina Minutolo de Orsi: “En ella se advierte el sentimiento de la Patria Nueva, que se inspira en el porvenir de la América del Sur. Es el homenaje de todo un pueblo impulsado por los deseos de libertad, que proclama de manera inequívoca sus anhelos futuros y su decisión de progreso ante el mundo”. Los vínculos de Belgrano con el Alto Perú se remontan a su gestión como Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires (1794-1810), en que buscó promover un desarrollo económico y social integral de todas las regiones del entonces Virreinato del Río de la Plata. Representa a la América del Sur bioceánica, desde el Istmo de Panamá, incluyendo las Islas Malvinas, coronada por la figura de un cacique. También se advierten personajes masculinos que representan a los “doctorcitos de Chuquisaca”. Toda la Tarja está enmarcada por una orla de granadas, rosas y lirios. El fruto de la granada, viejo símbolo mediterráneo, dentro de la platería andina es una alusión a la unidad de los fieles cristianos. Rosas y lirios están directamente relacionados con la Virgen María. Tiene elementos inesperados, como la mujer sombrilla, que representa a una figura común en la porcelana china del siglo XVIII. Otras figuras femeninas aparecen como referencia a lejanas mitologías, de acuerdo al modo en que generalmente se representaba a la mujer en el arte. La joya demuestra la conciencia de pertenencia, que dio origen a un fenómeno político complejo: el criollismo. Por ese entonces, aparecieron pinturas con árboles genealógicos de familias criollas, cuyas raíces tenían como origen a los míticos fundadores del Imperio Inca, Macma Ocllo y Manco Capac. Estas pinturas llegaron hasta la época de la Independencia. Sin duda, de este sentimiento tan fuerte especialmente entre los pueblos altoperuanos y peruanos se hizo eco Belgrano en la célebre Sesión Secreta del 6 de julio de 1816. Una leyenda en oro designa a Belgrano “Protector de los Pueblos del Continente Americano”, es decir que reconoce la trascendencia continental del accionar político y militar del prócer. Consideramos a la Tarja de Potosí como un verdadero documento que nos aporta una gran cantidad de datos acerca de cómo percibían estas mujeres altoperuanas la realidad de su tiempo y que, a pesar de estar viviendo en una época tan convulsionada por la guerra, proyectaban el porvenir venturoso de la América del Sur. Por otra parte, en un documento existente en el Archivo General de la Nación figura que Belgrano envió el obsequio desde Potosí, el 6 de septiembre de 1813, al Cabildo de Buenos Aires, en una muestra más de su constante desprendimiento. Debemos señalar que lo acompañó con una lista de las setenta y siete damas que lo distinguieron con este obsequio. Nuevamente, destacamos la conducta de Belgrano en reconocer el accionar femenino. Dentro de la participación de la mujer en los ejércitos patrios, mención especial merece María Remedios del Valle, una parda según el sistema de castas vigente. Nació en Buenos Aires a mediados del Siglo XVIII y acompañó a su marido e hijos en la Primera Expedición al Alto Perú, bajo el mando de Juan José Castelli en julio de 1810. Posteriormente, acompañó al Ejército Auxiliador del Perú, bajo las órdenes del General Belgrano. En estos avatares recibió una herida de bala y fue tomada prisionera, ayudando después a huir a varios oficiales patriotas. Ello le valió ser sometida a nueve días de azotes públicos que le dejaron cicatrices de por vida. Pudo escapar y reintegrarse a las fuerzas de Güemes y Álvarez de Arenales, ayudando a los heridos en los hospitales de campaña. Gregorio Aráoz de Lamadrid se refiere a ella en sus Memorias, redactadas en 1841, como una morena proveniente de Buenos Aires, la “tía María” a quien llamaban “madre de la patria”, que en plena batalla de Ayohuma, mientras duraba el cañoneo como a las doce del día 14 de noviembre y con un sol que abrasaba la tierra, junto con sus dos hijas mozas, que se ocupaban de lavar con ella la ropa de los jefes y oficiales, constantemente condujo agua en tres cántaros que llevaban a la cabeza, desde un lago o vertiente situada entre ambas líneas y la distribuían entre los diferentes cuerpos, dándole un poco de alivio al ejército patriota. También José María Paz coincidía con este testimonio en sus memorias escritas en 1848.7 Bartolomé Mitre retomó estas memorias en su Historia de Belgrano y la Independencia Argentina, publicada en 1857, transmitiendo la versión que llegó hasta nuestros días de “Las niñas de Ayohuma”. De regreso a Buenos Aires se vio obligada a mendigar. Para subsanar esta situación se hizo una gestión para obtener una pensión que reconociese los servicios prestados. El General Juan José Viamonte promovió su causa en la legislatura bonaerense, al igual que Tomás Manuel de Anchorena, quien se había desempeñado como secretario del General Belgrano. La Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires le otorgó el cargo de Sargento Mayor en 1829. Cargo que detentó hasta su fallecimiento, ocurrido en 1847. En fecha relativamente reciente se reconoció su accionar y en su honor por Ley 26.852, del 17 de julio de 2019, se estableció el 8 de noviembre como el “Día Nacional de los y las Afroargentinos y de la Cultura afro”. Como dijéramos anteriormente, la sociedad rioplatense de ese entonces era multirracial y multicultural. Encontramos mujeres aborígenes, blancas, negras y mestizas. Todas ellas participaron en la Gesta de la Independencia Americana. Continuando con nuestra exposición, debemos mencionar que el historiador español Mariano Torrente destacaba la influencia de las “banderas de Belgrano” entre las mujeres y familias jujeñas y salteñas: “[…] se presentó en este tiempo a pervertir la opinión de los pueblos un nuevo enemigo sumamente peligroso, cuál era la intriga agitada por las mujeres y familias de los que habían seguido las banderas de Belgrano, por medio de las cuales tenía este caudillo exacto conocimiento de todas las operaciones de sus contrarios no limitándose a esto solo su maléfico influjo sino extendiéndolo hasta el extremo de prostituirse a los oficiales y soldados que abandonasen las filas de los realistas o que les comunicasen avisos de interés: fue preciso por lo tanto trasladarlas a los pueblos de retaguardia para que fuese menos activa su venenosa seducción”. Cuando Belgrano, después de haber sido derrotado en Vilcapugio (1º de octubre de 1813) y Ayohuma (14 de noviembre de 1813), entregó el mando de su ejército al entonces Coronel José de San Martín, este nombró a Güemes Comandante General de Avanzadas. Las mujeres salteñas y jujeñas continuaron prestando invalorables servicios al bando patriota. Todas las mujeres participaron de esta epopeya, desde la negra esclava hasta la matrona más encumbrada. Entre otras podemos citar a: Juana Moro de López, Celedonia Pacheco de Melo, Magdalena Güemes de Tejada, hermana de Juan Martín de Güemes, Juana Manuela Torino, María Petrona Arias, Martina Silva de Gurruchaga y Andrea Zenarruza de Uriondo. Posteriormente, Belgrano fue nuevamente nombrado General en Jefe del Ejército Auxiliador del Perú, en agosto de 1816. Si bien se mantuvo con sus fuerzas acantonadas en La Ciudadela de Tucumán, estuvo en constante contacto con el General Martín Miguel de Güemes, su jefe de vanguardia, y con los caudillos altoperuanos, que lideraban la resistencia patriota contra los realistas. Mientras que en Jujuy y Salta se libraba la “Guerra Gaucha”, bajo las órdenes de Güemes, en el Alto Perú, tenía lugar la “Guerra de Partidarios”. En esta gesta heroica lucharon caudillos, muchos de los cuales provenían del sector popular: indígenas, mestizos, criollos e inclusive europeos, como el caso del General Juan Antonio Álvarez de Arenales. Podemos nombrar dentro de la “Guerra Gaucha”: “Pachi” Gorriti, Rudecindo Alvarado, Manuel Álvarez Prado, Apolinario Saravia, Luis Burela, José María Pérez de Urdininea, entre otros. Dentro de la Guerra de Partidarios podemos citar a: Baltazar Cárdenas, Ildefonso de las Muñecas, Vicente Camargo, Miguel Lanza, Ventura Zárate, Miguel Betanzos, Manuel Ascencio Padilla y Juana Azurduy. En Tarija, que pertenecía en ese entonces a la Intendencia de Salta y después a partir de 1825 se incorporó a la República de Bolívar, encontramos a Eustaquio Méndez (alias el Moto), Antonio Rojas y Francisco de Uriondo. En 1816, Juana Azurduy en plena batalla tomó una bandera al enemigo en el Cerro de la Plata. Belgrano supo de esta acción y le envió un oficio, fechado en Tucumán el 26 de julio de 1816, al Director Supremo, Juan Martín de Pueyrredón para que premiara su brillante actuación: “Paso a manos de Vuestra Excelencia el diseño de la bandera que la amazona Doña Juana Azurduy tomó en el Cerro de la Plata como a once leguas al este de Chuquisaca, en la acción a que se refiere el Comandante Don Manuel Asencio Padilla, quien no da esta gloria a la predicha su esposa, por moderación: pero por otros conductos fidedignos me consta que ella misma arrancó de las manos del abanderado ese signo de la tiranía, a esfuerzos de su valor y de sus conocimientos en la milicia poco comunes a las personas de su sexo”. Continuó manifestando acerca del nivel de crueldad de la guerra en el Alto Perú: “Los españoles que hacen alarde de su crueldad; que derraman la sangre americana en nuestros días hasta comprobarnos con sus hechos las relaciones que parecen fabulosas del Obispo Las Casas, promueven y excitan las almas a tal grado con sus atrocidades, que nos da la complacencia de que presentemos al mundo entero estos fenómenos para que se convenzan las naciones europeas, y principalmente esa obstinada, que cada vez más gana nuestro odio, de que ya la América del Sud no será más la presa de su codicia rastrera”. Observamos que la mirada política de Belgrano y sus conocimientos le permitieron una lectura muy precisa de la realidad. Debemos mencionar, como hiciéramos anteriormente, que el 6 de julio de 1816 en la Sesión Secreta del Congreso de Tucumán propuso un monarca de la dinastía de los Incas. Y que tan solo tres días después el Congreso declaró la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América, para beneplácito de Belgrano, San Martín y Güemes, los grandes próceres al igual que Bolívar, de la Independencia sudamericana. Retomando el hilo de nuestra exposición, Belgrano recomendó a Juana Azurduy por su valiente accionar: “Recomiendo a Vuestra Excelencia a la Señora Azurduy ya nominada, que continúa en sus trabajos marciales del modo más enérgico, y a quien acompañan algunas otras más en las mismas penalidades, cuyos nombres ignoro, pero que tendré la satisfacción de ponerlos en consideración de Vuestra Excelencia pues que ya los he pedido”. El 13 de agosto de 1816, Beruti respondió a este oficio, comunicándole la publicación de ese parte en la Gaceta el nombramiento de Juana Azurduy como Teniente Coronel de las Milicias Partidarias de los Decididos del Perú. Para finalizar este artículo, solo nos resta decir que Belgrano mantuvo una actitud de coherencia a lo largo de su vida pública en las distintas circunstancias que le tocó actuar y ello también lo advertimos con respecto al papel de la mujer en la sociedad, que promovió como funcionario del Estado Hispano-colonial primero y luego cuando se desempeñó como General en Jefe de los Ejércitos de la Independencia de la Patria. Las mujeres junto con los hombres fueron artífices de esa Patria Naciente, con la que soñó y por la cual luchó el General Manuel Belgrano. .................................................................... MARIA LORETO SÁNCHEZ PEÓN. COLABORADORA DE BELGRANO POR LA INDEPENDENCIA.(11 de Agosto 2O23). 10 de agosto de 1870: Muere María Loreto Sánchez Peón, una de las “espías de Belgrano” María Loreto Sánchez Peón nació el 3 de enero de 1777 en la ciudad de Salta, hija de Ramón Sánchez Peón, comerciante natural de Asturias, y de María Antonia Ávila. Casó con el patriota Pedro José Frías Castellanos, hijo de Hipólito Frías y de Agustina Velez de Alcocer y nativo de San Carlos, Salta, quien perdió una pierna en la batalla de Tucumán. Tras derrotar a Belgrano en Vilcapugio y Ayohuma el general realista Joaquín de la Pezuela ocupó la ciudad de Salta. Juana Moro y María Loreto Sánchez Peón constituyeron una eficaz red de espionaje a la que contribuyeron mujeres de todos los rangos sociales. El mismo Pezuela informaría al virrey del Perú en una comunicación interceptada por los patriotas que "Los gauchos nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial. A todo esto se agrega otra no menos perjudicial que es la de ser avisados por horas de nuestros movimientos y proyectos por medio de los habitantes de estas estancias y principalmente de las mujeres, cada una de ellas es una espía vigilante y puntual para transmitir las ocurrencias más diminutas de éste Ejército." Ayudadas por sus hijos pequeños y sus criados espiaban al enemigo realista e informaban a los patriotas, aprovechando de su sociabilidad y afición a las fiestas. Solía disfrazarse para vender pan y pasteles al ejército realista y a la hora de pasar lista se sentaba en un rincón tomando silenciosa nota del número de fuerzas enemigas ayudada de dos bolsas de maíz, una para los presentes y otra para los ausentes. Para sus comunicaciones con el coronel patriota Luis Burela utilizaba un hueco practicado en un árbol a orillas del río Arias, donde sus criadas que acudían al río con la excusa del lavado de la ropa, depositaban los mensajes y retiraban instrucciones mientras al río para el lavado de la ropa o para conducir el agua para el servicio doméstico. Efectuó también numerosos viajes a Orán y Jujuy llevando ocultos los papeles de comunicaciones en el ruedo de su pollera. En 1817 el general La Serna había planeado una entrada al Valle Calchaquí y para distraer a los salteños de la salida organizó un baile, al que concurrió María Loreto. Al enterarse por un oficial de la expedición, dejó el salón y aún de noche montó un caballo y partió a dar aviso a los patriotas que pudieron así organizar la defensa. Los realistas tenían conocimiento de las actividades de las salteñas aunque se dificultaba probarlo. Mientras ya Pezuela había intentado en su momento la ejecución de Juana Moro María Loreto Sánchez Peón fue presa en el Cabildo. Sus esfuerzos no le merecieron más que una mísera pensión. Falleció pobre, ya viuda y casi centenaria el 10 de agosto de 1870. Hasta su muerte se prendía en el peinado moños con los colores de la patria, la última que ostentara aquellos distintivos de guerra populares en tiempos de la lucha por la emancipación, recibiendo de sus conciudadanos el nombre de madre de la patria. Sus hijos, el teniente general Eustoquio Frías y Pedro José Frías Sánchez se destacaron en la lucha por la independencia. ....................................................................

miércoles, 8 de marzo de 2023

DIA DE LA MUJER. - Incendio en una hilandería.- 08 - 03 - 2023.

Día de la mujer. por Esteban Dómina, CPN, historiador. LA MUJER EN LA HISTORIA ARGENTINA El 8 de marzo fue declarado por la ONU Día Internacional de la Mujer. La fecha evoca un acontecimiento trágico —el incendio intencional que en 1908 causó la muerte de trabajadoras en una hilandería de Nueva York—, adoptado como emblema para instalar en el calendario una jornada global de reflexión y debate acerca de la situación de la mujer y los nuevos desafíos de género. Planteado el objetivo de repasar el rol de las mujeres en la historia argentina se presenta un primer y gran problema: hallarlas, recuperar sus nombres, reconstruir su presencia. La mayoría, salvo honrosas excepciones, quedaron sumidas en el anonimato, son invisibles, a punto tal que podría escribirse una historia paralela: la de mujeres ausentes, borradas del relato historiográfico, como si no hubiesen existido. Ello es así porque, como ocurrió en casi todas partes, las mujeres argentinas sufrieron la desigualdad de género a la hora de contar la historia. El relato histórico tradicional fue concebido por historiadores clásicos cuya visión, acorde al modelo paternalista reinante, era que la esfera de lo público pertenecía al hombre, en tanto que a la mujer le correspondía desenvolverse en el ámbito del hogar y la familia. Así fue que el estereotipo femenino, concebido por la historiografía oficial y reproducido durante décadas por el sistema educativo, reconoce dos modelos femeninos: el de mujeres patriotas, un selecto elenco de damas recordadas por méritos menores si se quiere, comparados con lo que estaba en juego e incumbía a los hombres. O el de esposas sacrificadas, hijas ejemplares y madres abnegadas, aludidas casi como meras portadoras de apellido. En el primer grupo, los manuales escolares mencionaban a Mariquita Sánchez de Thompson por haber facilitado su salón para estrenar la canción patria, las Niñas de Ayohuma que auxiliaron a los soldados tras la batalla, Francisca Bazán de Laguna por proveer la casa donde se declaró la independencia, las patricias mendocinas que donaron joyas y cosieron la bandera de los Andes. En el segundo grupo se incluía puntillosamente a Remedios Escalada, Mercedita y Manuelita, y Paula Albarracín, presentadas como modelos ejemplares de esposa, hijas y madre, respectivamente, de hombres célebres. De amantes y barraganas, ni una palabra, como si Damasita Boedo, María Eugenia Castro o Aurelia Vélez no hubieran existido, como tantas otras. Sin embargo, las mujeres estuvieron presentes y activas en todas las épocas, sufriendo a iguales vicisitudes que los hombres de su tiempo. Lucharon junto a los grandes protagonistas de las azarosas horas fundacionales como San Martín, Belgrano y Güemes; fueron parte intensa de las vidas de Moreno, Rivadavia, Rosas, Sarmiento, Roca y muchos otros; pelearon las guerras, acompañaron a los caudillos federales, participaron desde siempre del mundo laboral, fueron pioneras de la educación y viga maestra de la familia y la sociedad. Debieron transcurrir muchas décadas para que esa inequidad fuera reparada, aunque no del todo, porque sobre la memoria de muchas mujeres insignes pesa un inexorable manto de olvido. Con el paso del tiempo, los nombres rescatados que fueron saliendo a la luz permitieron reconstruir una galería de luchadoras en distintos roles en diferentes etapas históricas: Mariquita Sánchez, ya citada; Juana Azurduy, María Remedios del Valle, Macacha Güemes y muchas más, mujeres comprometidas con la causa de la libertad y la independencia en la primera hora de la Patria. Juana Manso, Juana Manuela Gorriti, Olga Cossettini, Rosario Vera Peñaloza, puntales de la educación universal. Las incansables sufragistas en tiempos adversos a los derechos de la mujer: Julieta Lanteri, Cecilia Grierson, Elvira Rawson, Alicia Moreau, por citar solo algunas de las que bregaron para alcanzar el derecho al voto. Excelsas referentes en el ámbito de la cultura, como Rosa Bazán de Cámara, Alfonsina Storni, María Rosa Oliver y Delfina Bunge, o Silvina Ocampo y María Elena Walsh, más acá en el tiempo. Las primeras damas eran apreciadas por su bajo perfil. El pico más alto de protagonismo femenino lo marcó la irrupción de María Eva Duarte en la alta esfera política, un ámbito hasta entonces vedado a la mujer. Más acá en el tiempo, las madres y abuelas que desafiaron el terrorismo de Estado reclamando por la aparición con vida de sus seres queridos. En las últimas décadas, el ascenso social de la mujer fue imparable, ganando terreno en el plano de la igualdad de derechos y oportunidades, aunque subsisten problemas de larga data que, lejos de atenuarse, se agigantaron en extremo, como la violencia de género que viene dejando un tendal de femicidios. En síntesis, las mujeres argentinas transitaron épocas signadas por la exacerbación del poder masculino y debieron desarrollarse en el estrecho margen que les era permitido. Bregaron arduamente para cambiar esa realidad, una lucha que continua. Vaya para todas ellas, las mujeres visibles e invisibles de la Historia, un merecido homenaje en su Día.. ................... Regionlitoral está con Lieni Itati Piñeiro. El 8 de marzo Día internacional de la Mujer. Un 25 de marzo de 1911, 40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos por mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil. Durante esa huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga. Años después en homenaje a ellas se impuso el 8 de marzo como el día de la Mujer trabajadora en todo el mundo.

Carmen de Patagones. Defensa contra la invasión brasileña. - 7 - 03 - 2023.

LA DEFENSA DE CARMEN DE PATAGONES. 7 DE MARZO DE 1827. En febrero de 1827, una flotilla Imperial Brasileña. compuesta de 4 navíos, con 2OO marinos, y 4OO Infantes de Marina, al mando del Capitán de Fragata escoces James Shepherd, intentó ocupar el Puerto de Carmen de Patagones, apostadero naval de los Corsarios Argentinos, que mucho daño causaban a la flota brasileña. La defensa del Puerto, estaba en las manos del Coronel Martín Lacarra, defensa bastante endeble, compuesta por una vieja batería de cañones, un pequeño fuerte, con una dotación de 114 voluntarios y una pequeña fracción de infantería y algunos marineros desembarcados de los buques corsarios. Los buques argentinos anclados en puerto, eran en su mayoría menores, siendo la corbeta "Chacabuco" la mayor de todos ellos, al mando del Capitán Don Santiago Bynnon. Éste viejo Capitán era un veterano de la Guerra de Independencia, que había formado parte de la Expedición Libertadora del General San Martín en el Perú. Los brasileños iniciaron el desembarco de sus tropas superiores el día 5 de marzo, pero equivocaron el camino hacia el fuerte, dando un amplio e innecesario rodeo. Al acercarse al Cerro de la Caballada, los imperiales empezaron a recibir un nutrido y concentrado fuego de fusilería, que los detuvo. Sumado a ésto, los paisanos del lugar, empezaron a prender fuego a los pastizales circundantes, lo que hizo que la situación de los brasileños, se tornara comprometida. Muerto el Jefe Shepherd al inicio de los tiroteos, la fuerza desembarcada, decide retroceder, con intenciones de volverse a embarcar, pero al llegar hasta la cercanía de sus barcos, descubren que éstos habían sido capturados por Bynnon en la noche del día 6 de marzo. Sin posibilidad de escape, con sus barcos capturados, y hostigados por las tropas republicanas, los brasileños se rinden a discreción, siendo ya el día 7 de marzo de 1827, dejando en poder de los patriotas a todos los hombres, los cuatro buques, 28 cañones y dos banderas. Victoria gloriosa, y poco recordada, obtenida durante la Guerra contra el Brasil. En la foto vemos el busto del Coronel Martín Lacarra, uno de los Jefes patriotas que obtuvieron tan memorable triunfo para las armas de la Patria. Corona su tumba, en el Cementerio de la Recoleta, y válido es decir, que dicho monumento mortuorio, se encuentra en bastante mal estado.