jueves, 30 de diciembre de 2021

Historia de los Ñoquis, pasta italiana.- 3O - 12 - 2O21.-

-HISTORIA DE LOS ÑOQUIS. - ¿Sabés por qué el 29 de cada mes se come ñoquis en América del Sur? -Los ñoquis son un tipo de pasta italiana. Comerlos el día 29 de cada mes es una costumbre muy difundida en América del Sur, especialmente en Argentina, Paraguay y Uruguay. - En esta nota, Billiken te cuenta cuál es el origen de esta tradición. -Revista billiken.-3o diciembre, 2o21 - Los ñoquis son un tipo de pasta italiana. Comerlos el día 29 de cada mes es una costumbre muy difundida en América del Sur, especialmente en Argentina, Paraguay y Uruguay, ya que estos países han sido el destino de muchos inmigrantes italianos a fines del siglo XIX y principios del XX. En algunos lugares existe un ritual que acompaña a esta costumbre y es el de poner dinero bajo el plato, lo que simboliza el deseo de nuevos regalos. Al dejar un billete o moneda debajo del plato se intenta atraer suerte y prosperidad al comensal. Los ñoquis - Los ñoquis se elaboran con papas, harina (puede ser de maíz, castaña, pulpa de calabaza, de espinaca, etcétera) y queso de ricota (con o sin espinacas). Una variedad de ñoquis muy conocida en algunas regiones de Italia es la denominada “Gnocchi di pane”, que se hace con pan rallado. Los elementos que suelen acompañar a los ñoquis son la salsa de tomate, el queso y/o la manteca. - ¿Por qué el día 29 de cada mes se come ñoquis? La tradición de servir ñoquis el día 29 de cada mes tiene al menos dos explicaciones bastante difundidas. La versión italiana indica que la costumbre nació de una leyenda basada en la historia de San Pantaleón, un joven médico de Nicomedia que, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia. Allí practicó milagrosas curaciones por las que fue canonizado. Según cuenta la leyenda, en cierta ocasión pidió pan a unos campesinos, quienes lo invitaron a compartir los pocos alimentos que tenían. Los campesinos le convidaron los pocos ñoquis que les quedaban y San Pantaleón, agradecido, les anunció un año de pesca y cosechas excelentes. Después de irse, sorpresivamente, la familia campesina encontró monedas debajo del plato. Aquel episodio habría ocurrido aparentemente un 29 de julio, razón por la cual se recuerda ese día con una comida sencilla representada por los ñoquis. - San Pantaleón - Existe otra versión mucho más extendida que explica por qué se come ñoquis el día 29 de cada mes. Según esta explicación, el 29 es uno de los últimos días del mes, por lo que las personas de pocos recursos no tienen dinero más que para comer lo que esté hecho de las materias primas más baratas. Se dice que cuando los inmigrantes italianos tenían más años o mejores condiciones económicas e invitaban a almorzar a compatriotas pobres o recién llegados, junto con el plato de ñoquis les deslizaban disimuladamente una o dos monedas bajo el plato para ayudarlos en los últimos días del mes.

domingo, 26 de diciembre de 2021

Urquiza con el Ejército Grande, cruza el Paraná.- 26 - 12 - 2021.-

- Cómo fue el épico cruce del río Paraná y el paso de Urquiza y el Ejército Grande por la Villa del Rosario - Fue hace 17O años en dirección a la Batalla de Caseros. Detalles de las milicias gauchas y del pronunciamiento local - Por Orlando Verna.- 26 de diciembre 2O21 - Cómo fue el épico cruce del río Paraná y el paso de Urquiza y el Ejército Grande por la Villa del Rosario - La firma del Pacto Federal el 4 de enero de 1831 entre los estados integrantes de la Liga del Litoral, léase Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, es el acta de nacimiento de la Confederación Argentina a la que paulatinamente se fueron sumando otras provincias. - Son tiempos de legitimación de los gobiernos y las fronteras del país, no sin guerras intestinas, así como con conquistadores, invasores y algunos vecinos. La llegada a la gobernación de Buenos Aires en 1835 de Juan Manuel de Rosas decantó en un personalismo inaceptable para los socios federales y en septiembre de 1950 comenzó a trazarse el nuevo camino que tomaría la Confederación. - En el inicio del día de ayer fueron pocos los que se animaron a enfrentar el sol. Un sol agobiante se adueñó por completo de la jornada navideña - Para esa fecha, los gobernadores de Entre Ríos y Corrientes, Justo José de Urquiza y Benjamín Virasoro, se reúnen para emprenderla contra Rosas en sus propios dominios, acuerdo que derivará en la conformación del Ejército Grande, una fuerza armada de unos 30 mil hombres incluyendo a soldados uruguayos y otros del Imperio del Brasil. - Las tropas al mando de Urquiza se concentraron en la ciudad entrerriana de Diamante y desde allí cruzaron el río Paraná para hacer cabeza de playa en la provincia de Santa Fe, exactamente en el paraje El Espinillo, que hoy se encuentra en el límite entre los municipios de Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez. Será para librar el 3 de febrero de 1952 la decisiva Batalla de Caseros. - A 17O años de aquella gesta, algunos detalles del paso en los últimos días de diciembre de 1851 de Urquiza y el Ejército Grande por el caserío de unas 4.000 almas conocido como Villa del Rosario. - Conmoción en Santa Fe Tras su triunfal campaña a la Banda Oriental y el efecto desmoralizador de las deserciones rosistas, Urquiza se reúne con el gobernador Virasoro, también Jefe del Estado Mayor del Ejército Grande de la América del Sud o Ejército Aliado Libertador, en el campamento de Las Conchas (cuatro leguas abajo del poblado del Paraná) y juntos se dirigen el viernes 19 de diciembre a Diamante. El villerío tiene 83 casas y 500 habitantes, y hay concentrados a sus márgenes más de 28 mil hombres, 50 mil caballos y pertrechos. - Las noticias de los movimientos de tropas conmueven a la ciudad de Santa Fe, y ya el lunes 15 el gobernador provincial desde 1842 Pascual Echagüe había emitido una proclama contra Urquiza. El martes 16 la Armada naval brasileña al mando del almirante inglés John Grenfell entra en el río Paraná en dirección al poblado del Paraná. Fue hostigada el miércoles 17 por las tropas del general Lucio N. Mansilla a la altura del paso del Tonelero (cerca de Ramallo). Cuando enfrentó las costas de la Villa del Rosario, la flota quedó "á medio tiro de fusíl" pero no fue agredida. Lo mismo al surcar El Espinillo. "En ellos encontraremos compañeros y auxiliares en lugar de enemigos", dice un parte del Ejército Grande. - Ante la inminencia de la invasión, el martes 23 de diciembre Domingo Crespo, quien mantenía una muy fluida correspondencia con Urquiza, Ignacio Comas y unos 40 hombres se sublevan. Echagüe parte en fuga hacia Buenos Aires y Urquiza manda perseguirlo. Organiza para ello un cuerpo de cabellería, aunque no le da alcance. Crespo reemplazará como gobernador de Santa Fe a Echagüe. - El cruce del Paraná Ese mismo martes 23 , según el comandante Martín Ruiz Moreno, testigo ocular de la maniobra, entre -las 6 y las 7 comenzaron los movimientos del Ejército Grande para el cruce del río Paraná desde Punta Gruesa a El Espinillo (no confundir con la Isla del Espinillo, hoy frente a Rosario). Fue bajo la supervisión del propio Urquiza, quien "con mirada eléctrica (...) daba impulso a aquel extenso y variado campo de acción". El general Juan Madariaga estuvo a cargo del cruce del río. - Pintura del artista catamarqueño Emilio Caraffa, que estudiara dibujo en el Rosario, sobre el cruce del río Paraná de Urquiza y el Ejército Grande en 1851 desde Punta Gorda (Diamante, ER) / Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón. - La topografía del curso de agua, en aquel entonces, ofrecía una serie de islas que favorecían el paso, el descanso y la reorganización de las columnas. Fueron varias unidades correntinas y entrerrianas de infantería las que solicitaron permiso para hacer el percurso a nado. - Según la descripción de Domingo Faustino Sarmiento, encargado del boletín de guerra del Ejército Aliado Libertador, fue una riesgosa maniobra de dimensiones épicas: los batallones cruzaban en embarcaciones menores, y el vapor brasileño Dom Pedro acarreaba balsas con caballos, mientras otros eran guiados por centenares de nadadores. Una jangada construida sobre lanchas transportaba pertrechos y animales. - También describe Sarmiento el paisaje de El Espinillo tras vadear el río. Desde la orilla del Paraná se puede observar "en ondulaciones suaves, pero infinitas hasta perderse en el horizonte, la Pampa". Extasiado, era la primera vez que Sarmiento veía la llanura santafesina. - El doctor Pastor S. Obligado hace cuentas: pasarán por el río unos 28 mil soldados y 50 mil caballos. Y sólo se registró la pérdida de "un nadador y dos caballos". Aunque sí fueron "numerosos los picados por la espina venenosa de la raya" dada la "notable bajante" de las aguas del río Paraná registrada en esa fecha. También fueron trasladados el "parque (armamentístico), maestranza, depósitos de herramientas y munición". - El general Urquiza pasó todo el día sentando en una silla bajo la toldería de su cuartel, "inmóvil, inabordable". Vestía sombrero de copa gris y poncho de vicuña. Sarmiento describe la presencia de Urquiza como una "fascinación mágica" que inspira a sus soldados. Acompañado de sus tres caballos, entre ellos su preferido, un tordillo bayo, y de su inseparable perro Purbis de color achocolatado, Urquiza aprovechó la noche para hacer su cruce. - “Passage du Paraná par l'armée d'Urquiza”, ilustración datada en marzo de 1852 de autor desconocido sobre la gesta del Ejército Grande sobre el Paraná / Journal Universel Vol. 19. - Establecido el campamento del Ejército Grande en la orilla oeste del río Paraná, Urquiza pisó suelo santafesino a las 3 de la madrugada del miércoles 24 de diciembre y luego montó su cuartel general cerca del río Carcaraña. - El cruce del río Paraná por parte del Ejército Grande quedó inmortalizado en un cuadro del artista Emilio Cafferata que se encuentra expuesto en el Casa de Gobierno de la provincia de Entre Ríos en su capital, Paraná. El trabajo fue encargado por el entonces gobernador Sabá Z. Hernández en 1895. - El pronunciamiento rosarino Con semejante presencia en sus afueras, la Villa del Rosario reaccionó ese mismo miércoles de Navidad y un grupo de ciudadanos se reunió el jueves 25 de diciembre en un terreno actualmente situado en Juan Manuel de Rosas entre San Luis y San Juan. En el hueco de Cardoso de la calle De las Mensajerías (tales las denominaciones de época para el baldío y la arteria, así como el nombre del dueño del inmueble) los rosarinos deciden apoyar a Urquiza. - Al frente de las milicias locales estaba el comandante de jefe de la División del Departamento Rosario teniente coronel José Agustín Fernández, quien lideró una rebelión vigilada desde la guarnición de San Nicolás de los Arroyos por el general Lucio Mansilla y sus tropas, a las órdenes de Rosas. Participaron además de la asonada Dámaso Centeno, Pascual Rosas, Jacinto Corvalán, Celestino Rodríguez y otros "amigos". - De esta manera, la Villa del Rosario conformó una junta revolucionaria y puso a disposición de Urquiza y del Ejército Grande "un importante contingente (de hombres) y material de guerra". El Rosario aportó "dos aguerridos batallones de milicias", que sumarían un total de dos mil hombres. Los sublevados contaron con la cooperación de "numeroso vecindario, comerciantes y oficiales proscriptos" (quienes habían peleado con el general Juan Lavalle). - El viernes 26 de diciembre Urquiza informa a los gobernadores de la situación. El sábado 27 Urquiza dispone la ocupación de la Villa del Rosario. Desde ese día y hasta el lunes 29, el paso de las huestes se hará penoso a causa de la lluvia. El servicio de seguridad adelantado se montó en el arroyo Pavón con patrullas en el Arroyo del Medio y, para el martes 30 de diciembre, el Ejército Aliado Libertador tiene asiento en tierras santafesinas. La maniobra del cruce del Paraná se dará por finalizada el 8 de enero. - La tradición oral sostiene que cuando Urquiza pasaba por el Rosario descansaba en un solar del "paraje el Arroyito" que hoy se encuentra sobre la avenida Alberdi en el nº 1040 y que lo habría hecho también en su campaña a Caseros. - Para el 2 de enero,Urquiza se habría instalado en el Rosario,en la casa del comandante rosista Martín Santa Coloma en Comercio (luego Laprida) y Santa Fe. Ante el avance del Ejército Grande y la ausencia de su dueño, la vivienda había sido tomada y se había instalado allí una imprenta portátil, la primera conocida en el Rosario,y manipulada por Sarmiento. - Boletín nº 1 de 13 del Ejército Grande de la América del Sur escrito por Domingo F. Sarmiento y publicado con una imprenta móvil / "Centenarios del pronunciamiento y de Monte Caseros" de Ruiz Moreno (1952). El boletín número 7 del Ejército Grande de la América del Sud, redactado por Sarmiento, expresa: "La población del Rosario ha dado un ejemplo glorioso de patriotismo y de valor cívico". Y agrega: "Gracias al heroismo de los habitantes del Rosario, las subsistencias y poderosos medios de movilidad han quedado aseguradas en toda la provincia". Para cerrar: "Salud al heroico pueblo del Rosario que ha sabido conquistar su libertad con su propio esfuerzo". - El 3O de diciembre el propio Urquiza firma una carta dirigida desde el cuartel general del Carcarañá al gobernador Virasoro donde explicita "el heroico pronunciamiento de los habitantes y de las fuerzas del Departamento del Rosario á favor de la libertad y contra el tirano de Buenos Aires. Este importante acontecimiento y la decidida cooperación de los valientes Santafesinos prestan al Ejército Aliado, abandonando las filas del imbécil Echagüe, son dignos de la alta apreciación de los amigos de la libertad". - Logística y raciones Los gastos del ejército eran “enormes”. Además del dinero de Urquiza, se solicitaron préstamos a bancas extranjeras, se recibían todo género de dádivas, sean en moneda o especias, y empeños de todo tipo y personas. Se trata de un ejército austero costeado con recursos limitados y de allí los pocos elementos que trasladaban las tropas. - El racionamiento de la comida era bastante desordenado, al igual que la asignación de las vestimentas con soldados con varios uniformes al ir pasando de compañía. Se hacían, además del reparto de víveres, otros de yerba y tabaco. Las carneadas eran a discreción y se consumían animales del lugar de acampe. - La disentería - El Ejército Aliado Libertador incluía la presencia de nueve médicos como parte del cuerpo de sanidad. También había un boticario (o farmacéutico). No obstante, las condiciones de manipulación de los alimentos y de higiene en general del acampe, sumadas al rigor del verano, se tomaron revancha. El Ejército Grande sufrió una epidemia de disentería que con fiebre, diarrea y vómitos y fuertes dolores abdominales preocuparon a Urquiza. Fue consultado el médico y biólogo francés cercano a los patriotas de la Revolución argentina Amado Bonpland, quien residía en Corrientes. - Diario de viaje del médico francés Amado (Aimé) Bonpland, escrito en su idioma natal, en el que (nótese en la primera línea) se hace mención de su relación con Urquiza / Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires. - Éste recetó el uso de la corteza de la granadilla (o pasionaria), un planta presente en el Litoral. El consejo fue saludado con entusiasmo luego de utilizado, ya que se desconocían en la época los efectos medicinales de dicha herbácea. Hay registros de una reunión de Bonpland con Urquiza y de otras comunicaciones, donde se le informó al gobernador del “buen resultado de sus indicaciones sobre la curación de la disentería”. - Los gauchos-soldados - ¿Pero quiénes eran esos miles de hombres que engrosaban las filas de los ejércitos del siglo XIX? Según la compilación de textos de "Gauchos y soldados" (Ediciones IMFC, 1994), para muchos de ellos, gauchos, negros, morenos o libertos, enrolarse "era una manera de integrarse a la sociedad, de estar aceptado, de obtener el respeto de sus semejantes". - "Lanceros de Urquiza", acuarela del pintor francobrasileño Jean León Pallière de entre 1855 y 1866 que supone a los soldados insertos en la barbarie sarmientina / "Diario de viaje por la América del Sud" de J. L. Pallière. - En la novela histórica “Espejos y daguerrotipos” (Emecé, 1978), la protagonista recuerda a su abuelo, un soldado de la Independencia que bien puede retratar a los componentes del Ejército Grande. Relata que “apenas salidos de la pubertad”, estos “muchachos eran arriados a engrosar las filas de bandos en pugna”. - “Mi abuelo -continúa Felicita Andrade, el personaje del libro- fue uno de los mocetones que acompañó a Urquiza en todas sus campañas: cincuenta años al servicio del general, desde Pago Largo hasta Pavón. Medio siglo de campañas en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Corrientes y la Banda Oriental. Con lo del Paraguay, se abrió”. - Columnas de mujeres El Ejército Grande no incluyó mujeres, por lo menos no oficialmente. Cuando los ejércitos marchaban hacia sus objetivos bélicos iban alistando a su paso a los hombres en condiciones de pelear. De esa manera, se cuenta en “Las batallas secretas de Belgrano” (Booket, 2006) sobre su Campaña al Paraguay que detrás de las columnas de soldados iban otras menores constituidas por mujeres, niños y bártulos que las familias cargaban para continuar unidas. - Considerada en la época una manifestación de autoridad, Urquiza no dejaba que las mujeres se uniesen a la marcha pues redundaba en “una gran economía de caballos, víveres y vestuarios”. Algunos de sus biógrafos argumentan que, de ese modo, Urquiza podía mover a sus tropas con rapidez por llanos y cuchillas, y ahuyentaba “la indisciplina” que las mujeres provocarían. - Además se consideraba que los grupos de mujeres, “forzosamente plebeyos”, llevaban consigo las “enfermedades más terribles” y esparcían la “chismografía”. Finalmente, sus “naturales impedimentas” obstruían la marcha de los ejércitos. - Así y todo, las mujeres repartían ropa y abrigos, y se ocupaban de cocinar y coser, así como de los enfermos, heridos y mutilados. - Una ciudad confederada El general Urquiza y su ejército cruzaron el Arroyo del Medio entre el 15 y el 17 de enero, invadiendo por el Norte la provincia de Buenos Aires. Entre pequeñas refriegas llegó al Palomar de Caseros, donde Rosas decide enfrentarlo. Las hostilidades llegarán a su punto cúlmine el 3 de febrero de 1852 cuando el Ejército Grande, tras la batalla, se declare vencedor. - Con el resultado puesto, Urquiza entra en Buenos Aires, impide su saqueo y el 4 de febrero nombra como gobernador interino de Buenos Aires a Vicente López y Planes. Rosas subirá a una embarcación hacia el exilio. Se desprenden de esa victoria política y militar las reglas que regirán al país, como el Acuerdo de San Nicolás, que reúne el 31 de mayo de 1852 a las provincias, sin Buenos Aires, alrededor de la idea de la organización nacional, el Congreso de Santa Fe, la Constitución Nacional de 1853 y las Convenciones de Buenos Aires y de la Confederación Argentina, ambas de 1860. - El Acuerdo de San Nicolás sentó las bases de la organización nacional argentina y quedó reflejado en la pintura realizada en 1937 por Rafael del Villar / Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás. - El alineamiento de la Villa del Rosario con Urquiza y en contra de Rosas no fue pasado por alto por el ahora hombre fuerte de la Confederación Argentina. No solamente le otorgó el libre uso del río y de su puerto para comerciar sin pasar por la Aduana de Buenos Aires, sino que se dirigió a la Legislatura santafesina y al gobernador de Santa Fe, Domingo Crespo, para concederle un nuevo estatus al caserío. De esta manera, el Rosario se convirtió en ciudad el 3 de agosto de 1852. Pocos años después, como señala el historiador Miguel Ángel De Marco, el Rosario era la capital económica de la Confederación Argentina. - Imagen de portada: Detalle de la pintura del cruce del río Paraná de Urquiza y el Ejército Grande en 1851 del pintor Emilio Caraffa. - El Diario La Capital agradece a la Biblioteca Argentina Juan Álvarez en la persona del supervisor Carlos Vessani y la bibliotecaria Mirta "Lili" Ferrari por su disposición y paciencia. - Bibliografía consultada Baudón, Héctor (1950) El pronunciamiento de Urquiza: La constitución y la organización nacional. Buenos Aires, El Ateneo. Bosch, Beatriz (1971) Urquiza y su tiempo. Sociedad de Economía Mixta. Buenos Aires. Eudeba. Castagnino, Juan Manuel (2013) Existencia de la desaparecida posta del Espinillo. RosarioCentro de Estudios Genealógicos e Históricos de Rosario. De Miguel, María Esther (1978) Espejos y daguerrotipos. Colección Escritores argentinos. Buenos Aires, Emecé Editores. De Miguel, María Esther (2006) Las batallas secretas de Belgrano. Buenos Aires, Booket. Dominguez, Juan A. (1939) Urquiza y Bonpland. Antecedentes históricos. La disentería en el Ejército Grande en formación, en 1850. Instituto de Botánica y Farmacología. Buenos Aires. Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires. Greco, Silvia (2008) Rosario y sus calles. Rosario, Editorial Diario La Capital. Grela, Plácido (1975) El Espinillo: Reseña histórica del otrora Pueblo Paganini hoy ciudad Granadero Baigorria. Municipalidad de Granadero Baigorria (SF). Granadero Baigorria, Remanso Editorial. Luna, Félix (2004) Justo José de Urquiza. Grandes protagonistas de la historia argentina. Diario La Nación. Buenos Aires, Editorial Planeta. Orgambide, Pedro (1994) Gauchos y soldados. Colección Desde la Gente. Buenos Aires, Ediciones Ente Movilizador de Fondos Cooperativos C.L. Ruiz Moreno, Leandro (1952) Centenarios del pronunciamiento y de Monte Caseros. Dirección de Cultura. Ministerio de Educación. Gobierno de Entre Ríos. Paraná. Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón. Urquiza, Alfredo F. de (1924) Campañas de Urquiza. Buenos Aires, Lajouane y Cía Editores. .................................

El Vaticano y la Tradición. Puntos de vista. Reflexión.- 26 - 12 - 2021.-

EXCLUSIVA: Schneider habla de la última ofensiva del Vaticano contra la Tradición. Por Roma 22 de diciembre de 2O21 (The Remnant) 25/12/2021 Diane Montagna, vaticanista Texto completo de nuestra entrevista a monseñor Athanasius Schneider (Diane Montagna): Excelencia, el pasado 18 de diciembre, el arzobispo Arthur Roche, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, publicó unas nuevas pautas que imponen más restricciones a la Misa y los sacramentos tradicionales por medio de respuestas a 11 dubia que, según el Vaticano, son las preguntas más frecuentes que han recibido a la carta apostólica de Francisco Traditionis custodes. ¿Qué impresión general tiene del documento? (Monseñor Athanasius Schneider): Mi primera impresión fue que se han reabierto sin necesidad viejas heridas en el cuerpo de la Iglesia so pretexto de alcanzar mayor unidad. Al justificarlas de ese modo, tales medidas rozan la burla, pues contradicen descaradamente la norma habitual del papa Francisco de sanar las heridas de la Iglesia actual que expresó, por ejemplo, con estas palabras: «Lo que la Iglesia más necesita hoy en día es poder sanar heridas y alentar a los fieles; necesita cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña después de una batalla. No tiene sentido preguntar a una persona gravemente herida si tiene alto el colesterol o el azúcar en sangre. Hay que curarle las heridas. Luego ya se podrá hablar de todo lo demás. Curar heridas, curar heridas…» (Entrevista de Antonio Spadaro al papa Francisco, L’Osservatore romano, 21 de septiembre de 2013). Estas nuevas pautas delatan un endurecimiento hostil, por decirlo con las palabras que Francisco ha empleado alguna vez para amonestar a obispos (V. por ej., 18 de octubre de 2014, Discurso del Santo Padre Francisco en la clausura de la Tercera Asamblea General extraordinaria del sínodo de los obispos, 18 de octubre de 2014). Hablamos de un texto que manifiesta un endurecimiento inusitado y una rígida uniformidad que recuerda a ciertos veredictos inquisitoriales o respuestas a dubia de épocas que se caracterizaron por un exacerbado legalismo litúrgico. Con una frialdad burocrática, las nuevas pautas imponen unas normas tan despiadadas y discriminatorias a muchos jóvenes católicos, tanto sacerdotes como fieles laicos, que no tendría nada de extraño que espiritualmente se sintieran sometidos a una lenta tortura. Cualquier observador objetivo verá se dará cuenta del mensaje diáfano que transmiten estas pautas a los católicos que gustan de la Misa Tradicional: «¡Con vuestra experiencia religiosa no sois bienvenidos en la Iglesia! ¡Vuestra experiencia de la liturgia tradicional es falsa e impostada, vivís engañados! En la Iglesia de hoy no hay pluralismo litúrgico, porque sólo hay una expresión de la lex orandi, que es la liturgia reformada. Hay una sola ley, y conforme a ella debéis morir, o sea: ¡abandonar la liturgia de vuestros antepasados y de los santos!» Se nota que los autores de estas pautas han olvidado este principio establecido por el Concilio: «La Iglesia no pretende imponer una rígida uniformidad en aquello que no afecta a la fe o al bien de toda la comunidad, ni siquiera en la liturgia» (Sacrosanctum Concilium, 37). Las nuevas pautas derogan lo que había dicho el papa Francisco: «El discernimiento (…) Es un proceso creativo que no se limita a aplicar esquemas. Es un antídoto contra la rigidez, porque las mismas soluciones no son válidas en todas partes» (Discurso a los obispos ordenados durante el año, 14 de septiembre de 2017). DM: Hay muchos obispos católicos que interpretan de un modo bastante libre y laxo Traditionis custodes. Las nuevas pautas dan a entender muy claramente que la Santa Sede está apretando los tornillos para que los prelados se atengan sin falta al rumbo indicado por la Congregación para el Culto Divino. ¿Qué diría V.E. a sus hermanos en el episcopado? AS: Animaría a mis hermanos obispos a ser verdadero pastores y aplicar ese proceso creativo a sus fieles que se hayan criado en el rito romano antiguo o han experimentado un encuentro decisivo con Cristo según el tradicional que los colmado de gracia. Ciertamente, Francisco ha pedido en muchas ocasiones a los obispos que apliquen un proceso creativo pastoral a personas marginalizadas cuyas aspiraciones religiosas son objeto de juicios erróneos. Muchos fieles vinculados a la liturgia romana tradicional, sobre todo jóvenes, ni de lejos se meten en polémicas litúrgicas sobre el Concilio y el Novus Ordo. Por eso, si son verdaderos pastores, los obispos deben estudiar soluciones originales para que esos fieles no sean estigmatizados ni tratados como católicos de segunda. En este caso los obispos podrían aplicar el principio moral de la epiqueya, porque la que una ley no se cumple, en parte o en su totalidad, en aras de un bien mayor. DM: En la carta que acompañaba a Traditionis custodes, Francisco decía a los obispos de todo el mundo que había tomado la decisión de escribir su motu proprio en repuesta a lo que le habían pedido. Pero, como se ha demostrado con lujo de detalles en tres artículos basados en fuentes confiables que contienen numerosas citas de los prelados consultados en el minucioso informe que la Congregación para la Doctrina de la Fe preparó para el papa Francisco, el mensaje de los obispos era, «en esencia, dejar Summorum Pontificum tranquilo y continuar con una aplicación sensata y cuidadosa». ¿Ha llegado la hora de que los obispos pidan a la Santa Sede que publique el informe principal más detallado de la CDF? (Los tres artículos mencionados: https://adelantelafe.com/la-historia-oculta-de-traditionis-custodes/; https://remnantnewspaper.com/web/index.php/headline-news-around-the-world/item/5665-traditionis-custodes-more-facts-emerge-what-the-bishops-of-the-world-actually-told-francis https://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/5708-traditionis-custodes-a-weapon-of-mass-destruction). AS: En repetidas ocasiones Francisco ha pedido absoluta transparencia en la vida de la Iglesia, y sobre todo en la Curia Romana, como atestigua esta declaración: «La meta a alcanzar es siempre la de favorecer mayor armonía en el trabajo de los diversos dicasterios y oficinas, con el fin de realizar una colaboración más eficaz en la absoluta transparencia que edifica la auténtica sinodalidad y la colegialidad» (Saludo a los cardenales reunidos para el consistorio,12 de febrero de 2015). Aunque no se haga un futuro inmediato, sabemos que «nada hay oculto que no haya de descubrirse, ni secreto que no haya de conocerse y salir a la luz» (Lc.8,17). DM: El jesuita italiano, doctor de la Iglesia, San Roberto Belarmino (1542-1621), dijo: «Del mismo modo que sería lícito resistir al Papa si agrediese a una persona, también es legítimo resistirlo si agrede a las almas, o altera el orden público, y mucho más aún si intentara destruir la Iglesia. Afirmo que es lícito resistirlo incumpliendo lo que manda y poniendo trabas a la realización de su voluntad». Como sucesores de los Apóstoles que son, ¿tienen los obispos el deber de resistir estas medidas? AS: Los obispos tienen derecho a resistir con respeto y prudencia estas medidas, pues está claro que perjudican a toda la Iglesia al poco menos que abolir una experiencia litúrgica milenaria que ha dado buenos frutos visibles. Eliminar así como así el rico tesoro de ritos del Pontificale romanum, incluidos ritos de tanta riqueza litúrgica y teológica como los de las órdenes mayores y menores, el de la Confirmación y las diversas consagraciones (altares, templos y vírgenes) que la Iglesia ha acumulado, no a lo largo de cincuenta años como los ritos reformados sino a durante más de mil, perjudica a la totalidad de la Iglesia. Quienes ejercen actualmente la autoridad en Roma –que llevan muy poco tiempo en su cargo en comparación con los dos milenios de historia de la Iglesia– no pueden comportarse como si fueran dueños y señores de un tesoro litúrgico milenario. No sólo eso; una mayoría considerable de católicos ejemplares vinculados a la liturgia tradicional que en modo alguno carecen de fidelidad al Papa actual y a sus obispos están siendo objeto de calumnias y discriminación. Los obispos, empezando por los miembros del Sacro Colegio Cardenalicio, deberían expresar preocupación al Sumo Pontífice alertándole de inmenso daño y la flagrante injusticia que se está cometiendo contra un número considerable de buenos católicos. DM: ¿Qué cuestiones canónicas plantea la respuesta a los dubia? ¿Es legítimo ese documento? AS: Desde el punto de vista formal, el documento es legítimo porque lo promulgó una autoridad legítima de la Santa Sede, la Congregación para el Culto Divino, con la aprobación del Romano Pontífice. La respuesta a los dubia es un ejemplo palmario de la conocida máxima summum ius, summa injuria. O sea, que una ley formalmente correcta puede convertirse en una injusticia tremenda. Este documento pasará a la historia como un trágico caso en que la Santa Sede recurrió a la violencia para resolver un problema pastoral delicado. Las nuevas pautas de la Congregación para el Culto Divino no han resuelto nada; al contrario, han ocasionado un punto muerto pastoral y creado serios problemas de conciencia a muchos sacerdotes y fieles. Es palpable que asistimos a la puesta en práctica de intransigentes métodos inquisitoriales en un pontificado que presume de ternura y sensibilidad pastoral, como atestiguan las siguientes palabras del papa Francisco: «Si nosotros no llegamos a ser esta Iglesia de la cercanía con actitudes de compasión y ternura, no seremos la Iglesia del Señor (…) No olvidemos el estilo de Dios que nos ha de ayudar: la cercanía, la compasión y la ternura» (Momento de reflexión para el inicio del proceso sinodal, 9 de octubre de 2021). DM: ¿En qué situación quedan los institutos ex Ecclesia Dei con este nuevo documento? ¿Podrán seguir ordenando sacerdotes según el rito tradicional? AS: El documento de la Congregación para el Culto Divino no menciona explícitamente a los institutos ex Ecclesia Dei. De todos modos, no está claro si esos institutos y comunidades podrán seguir empleando el Pontificale Romanum antiguo en las ordenaciones menores y mayores, así como para el sacramento de la Confirmación, según el pontifical tradicional en sus parroquias personales y otros lugares en que ejerzan su apostolado. La Santa Sede tiene que tener en cuenta que ella misma, al erigir esos institutos, les garantizó que podrían seguir utilizando todos los libros litúrgicos que eran válidos antes del Concilio. El punto neurálgico de esta cuestión está en los ritos para conferir el Orden. Si la Santa Sede llegara a prohibir a esos institutos y comunidades los ritos de ordenación tradicionales, daría un ejemplo terrible al faltar a su palabra solemne. Con ello también perdería credibilidad e integridad en las relaciones ecuménicas con las comunidades no católicas. Esas comunidades están observando, y está claro para ellas que la Santa Sede está faltando a la palabra que dio a un grupo de católicos con los que había llegado a una solución pacífica y reconciliadora. Desde luego, ese tratamiento violento y traicionero de los católicos ligados a la liturgia de siempre no contribuirá a que las comunidades ortodoxas se reconcilien con la Sede Apostólica. DM: ¿Cómo es que la Santa Sede va a permitir que el apostolado New Ways Ministry, que promueve el proyecto LGTB. participe en el Sínodo sobre la sinodalidad , y se niega a escuchar a los católicos tradicionalistas o a consultarles antes de tomar medidas así? ¿Qué idea van a sacar los católicos de la sinodalidad si la jerarquía escucha a una agrupación contraria a las enseñanzas de la Iglesia pero no a los católicos que apoyan la Tradición y la doctrina católica? AS: La arbitrarias exigencias de la Santa Sede demuestran a cualquier observador objetivo que la sinodalidad, que tanto habla de escuchar, es en realidad un empeño ideológico parcial. No es verdadera sinodalidad, sino un empeño egocéntrico de un grupo de intolerantes que tienen un plan para que la Fe y la liturgia católicas sean cada vez más vagas y nebulosas. Todo lo que suponga un obstáculo a ese plan, como los muchos católicos, entre los que se cuentan numerosos jóvenes, ligados a la Misa Tradicional, es excluido de la toma de decisiones. DM: El padre Claude Barthe, historiador, jurista y experto en la liturgia tradicional de la diócesis francesa de Fréjus-Toulon, dijo al National Catholic Register a raíz de la publicación del documento: «En nombre del sensus fidelium, debemos oponernos a Traditionis Custodes y su aclaración negándonos a aceptarlos, porque es una ley doctrinal injusta.» ¿Cómo considera V.E. que deben reaccionar los laicos a las nuevas pautas? AS: Por el bien espiritual de toda la Iglesia y el honor de la Sede Apostólica, que siempre ha guardado y transmitido celosamente la totalidad del patrimonio litúrgico, los laicos deben seguir pidiendo a las autoridades de la Santa Sede, empezando por el propio Papa, que concedan plena libertad a la liturgia tradicional. Lo cual incluye la totalidad del patrimonio litúrgico de la Iglesia Romana, sin condiciones humillantes ni discriminatorias. Podrían hacerlo dirigiendo peticiones, y sobre todo con una cadena mundial de oración. Imitar a la viuda importuna de la que habló el Señor en la parábola, que no dejaba de insistirle al juez injusto (V. Lucas 18, 1-89). Podrían también seguir el consejo del propio Papa, que pidió a los laicos que importunasen a sus sacerdotes, y lo hizo citando a San Cesario de Arles (+542). Esto fue lo que dijo Francisco: «Una vez leí algo bellísimo sobre cómo el pueblo de Dios ayuda a los obispos y a los sacerdotes a ser buenos pastores. Es un escrito de san Cesáreo de Arlés, un Padre de los primeros siglos de la Iglesia. Explicaba cómo el pueblo de Dios debe ayudar al pastor, y ponía este ejemplo: cuando el ternerillo tiene hambre va donde la vaca, a su madre, para tomar la leche. Pero la vaca no se la da enseguida: parece que la conserva para ella. ¿Y qué hace el ternerillo? Llama con la nariz a la teta de la vaca, para que salga la leche. ¡Qué hermosa imagen! “Así vosotros —dice este santo— debéis ser con los pastores: llamar siempre a su puerta, a su corazón, para que os den la leche de la doctrina, la leche de la gracia, la leche de la guía”. Y os pido, por favor, que importunéis a los pastores, que molestéis a los pastores, a todos nosotros pastores, para que os demos la leche de la gracia, de la doctrina y de la guía. ¡Importunar! Pensad en esa hermosa imagen del ternerillo, cómo importuna a su mamá para que le dé de comer» (Regina Caeli, 11 de mayo de 2014). DM: Lo que al parecer se desprende del documento es que éste supone el triunfo del positivismo magisterial en lugar de la Fe transmitida. Dicho de otro modo: que ahora nos dicen lo que tenemos que creer de la liturgia, en vez de lo que habíamos aprendido de nuestra Santa Madre Iglesia sobre lo que es verdadero, bueno, bello y santo. AS: A mí me parece que todos haríamos bien, y en primer lugar los que ejercen cargos de autoridad en la Iglesia, en recordar la constante actitud de la Iglesia Romana a lo largo de milenios: respeto al peso decisivo de la Tradición en la Fe y la liturgia. El principio de los primeros siglos, formulado por el papa Esteban I (†357), sigue siendo un ejemplo magnífico: nihil innovetur nisi quod traditum est. Es decir: no se innove con nada que no haya sido transmitido. Aplicando este principio a la reforma litúrgica, no sólo habría que preservar la sustancia, sino también otras partes pertinentes de la liturgia. En la Misa Novus Ordo tenemos un ejemplo de una reforma en la que se introdujeron en partes importantes de la Misa innovaciones que no habían sido transmitidas, como por ejemplo el nuevo Ofertorio o una gran variedad de oraciones eucarísticas. La verdadera Misa del Concilio Vaticano II es el Ordo Missae de 1965, en la que se habían introducido novedades cuidadosamente estudiadas y no revolucionarias. En momentos de confusión grande y generalizada en la doctrina y la liturgia, de experimentos e innovaciones, el católico tiene que adherirse a la antigüedad, como enseñaba San Vicente de Lerins (†445): «¿Qué haría, pues, un cristiano católico si una pequeña porción de la Iglesia se aparta totalmente de la comunión de la fe universal? Ciertamente, ¿qué haría sino preferir la salud de todo el cuerpo a un miembro pestilente y apestado? ¿Qué pasaría si una nueva dolencia intentara contagiar no una parte insignificante de la Iglesia sino toda? Velaría, pues, por apegarse a lo antiguo, que hoy no puede desde luego dejarse seducir por fraude ni novedad algunos. ¿Y qué pasaría si en la propia antigüedad se encontrase error en dos o tres hombres, o en alguna ciudad o incluso provincia? Pondría todo su desvelo en anteponer los decretos, de haberlos, algún concilio general a la temeridad e ignorancia de unos pocos. ¿Y qué sucedería si surgiese algún error sobre el cual no se encontrara decreto alguno? Habrá de cotejar, consultar e inquirir la opinión de los antiguos; es decir, de quienes habiendo vivido en épocas y lugares diversos, perseverando en la comunión y la fe de la Iglesia una y católica, siguen siendo reconocidos y aprobados como autoridad. Así como todo cuanto compruebe que ha sido sostenido, escrito y enseñado no por uno o dos de aquéllos, sino con unanimidad, abiertamente, de modo frecuente y persistente, de forma que crea que él también debe creerlo sin la menor duda o vacilación» (Conmonitorio, 3,7-8). En tiempos de incertidumbre, sigamos la antigüedad, apeguémonos a ella. O sea, no nos apartemos de la Tradición que era válida antes de que se introdujesen las novedades. Éste es el principio orientador de la Iglesia de Roma a lo largo de los tiempos. DM: ¿Qué efecto cree V.E. tendrá este documento en los seminarios? ¿Y qué mensaje daría a los sacerdotes y los seminaristas? AS: Los sacerdotes y los seminaristas deben profundizar en el estudio de los documentos de la Tradición de la Fe y la liturgia católicas, cultivando de esa forma su amor a lo que creyeron, estimaron y vivieron nuestros ancestros y los santos: la liturgia tradicional de la Iglesia de Roma. Tienen que pedir constantemente a sus superiores y obispos que autoricen la celebración de la liturgia tradicional y aplicar el principio de epiqueya, y en una situación gravísima como la crisis sin precedentes que atraviesa la Iglesia, celebrar al menos en privado la Santa Misa según el rito tradicional. DM: Si el papa Francisco desbarata el legado de Benedicto XVI (Summorum Pontificum) y contradice abiertamente las enseñanzas de Benedicto en algo tan importante como la sagrada liturgia (así como la doctrina de San Pío V en Quo primum), ¿significa eso que cualquier enseñanza de un pontífice puede ser derogada por un sucesor suyo? Entonces, ¿qué pasa con la autoridad de San Pedro?¿Sienta esto algún precedente en lo que se refiere a la autoridad de futuros pontífices, y en cuanto a la de la Iglesia en general? AS: En este caso, la Tradición y la antigüedad siempre van primero. Cuanto más fielmente observe y transmita un papa los tesoros vivos de la Fe y la liturgia de la Iglesia Romana –que en modo alguno son piezas de museo, sino realidades vivientes, como lo fueron para muchos grandes santos– mejor cumple su cometido y ejerce la debida autoridad como sucesor de San Pedro. Un papa sólo puede anular las decisiones de un predecesor suyo si está claro que se trató de una novedad que suponía una ruptura con la fe y la liturgia. Se han dado algunos casos en la historia. Las cartas del papa Honorio I (†638), sumamente ambiguas desde el punto de vista doctrinal, fueron derogadas por sus sucesores; por ejemplo, San León II, que declaró: «En vez de purificar la Iglesia Apostólica, Honorio permitió que se mancillara la Fe inmaculada con profana perfidia». Otro ejemplo: en 1535 Paulo III promulgó un breviario compilado por el cardenal Quiñones que conoció más de cien ediciones. Pero como no tenía en cuenta la Tradición, Paulo IV lo prohibió en 1558. Traditionis custodes y el nuevo documento de la Congregación para el Culto Divino están desmoronando la paciente labor de pacificación, reconciliación y comunión eclesial que realizaron Juan Pablo II con el motu proprio Ecclesia Dei y Benedicto XVI con Summorum Pontificum. Ellos tendieron puentes a la Tradición y a una parte considerable del clero y de los fieles, demostrando con ello que lo que significa realmente pontifex. En cambio, el papa Francisco ha desmantelado el puente que construyeron sus predecesores. DM: V.E. tiene mucho trato con el clero ortodoxo. Los dirigentes religiosos ortodoxos se acercaron a la Iglesia Católica durante el pontificado de Benedicto más que nada porque apreciaban su respeto a la sagrada liturgia. ¿Cómo cree que reaccionarán a las medidas que se están tomando para aplastar la liturgia tradicional y los sacramentos de la Iglesia de Roma? ¿Qué consecuencias puede tener a su juicio esta situación para las relaciones ecuménicas con los ortodoxos? AS: Las medidas dispuestas por la Santa Sede, que manifiestan evidente desprecio por la tradición litúrgica, ampliarán sin duda la brecha de la desconfianza que existía hacia la Santa Sede por parte de las iglesias ortodoxas, sobre todo la rusa. Guardo el grato recuerdo de cuando Benedicto XVI promulgó un motu proprio tan histórico y magnánimo como Summorum Pontificum y varios sacerdotes y obispos ortodoxos rusos me felicitaron. Un prelado ortodoxo llegó a proponer que celebráramos Misa Tradicional cada domingo en nuestra catedral. DM: ¿Cómo se puede resolver esta situación? ¿Qué tiene que pasar para que terminen estas guerras litúrgicas que, según los católicos tradicionalistas, han vuelto a estallar con estos últimos documentos? AS: Debemos tener presente que los actos de violencia son efímeros. La violencia y la injusticia infligidos a una cantidad considerable de hijos modélicos de la Iglesia mediante este documento reciente de la Santa Sede suscitarán una reacción en contra. La tradición litúrgica será objeto de más amor y estima. Habrá sacerdotes y fieles que se vean obligados a asistir a Misa en las catacumbas, por así decirlo. Pero no deben desanimarse ni resentirse. La Divina Providencia ha permitido esta dolorosa prueba en la que estamos presenciando como las autoridades vaticanas persiguen a los buenos católicos apegados al milenario tesoro litúrgico de la Iglesia Romana. Deben seguir amando al Papa y a sus obispos, aumentar las oraciones y actos de reparación y penitencia implorando humildemente a Dios que abra los ojos al Papa y a los obispos y despierte en ellos el amor por el tesoro que constituyen estas ancestrales tradiciones litúrgicas. Ojalá el papa Francisco y muchos otros prelados recuerden la alegría de su niñez y su juventud, cuando oyeron, o ellos mismos pronunciaron, estas conmovedoras y siempre juveniles palabras: Introibo ad altare Dei, ad Deum qui laetificat iuventutem meam: me acercaré al altar de Dios, el Dios que alegra mi juventud. Esperamos firmemente que un día el Romano Pontífice vuelva a pronunciar estas palabras al pie del altar en la Basílica de San Pedro en Roma. (Traducido por Bruno de la Inmaculada. Artículo original)

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Motín de las Trenzas. Rebelión en el Regimiento Patricios. - 08-12-2021.-

- EL MOTIN DE LAS TRENZAS. - El Jefe del Regimiento de Patricios era Manuel Belgrano. - El 7 de diciembre de 1811: al grito de ¡muera Belgrano!, en las primeras horas de ese día, comenzaba "el Motín de las Trenzas" por el cual las milicias de "Patricios" se negaban a las reformas impuestas por el Triunvirato -a ese ahora regimiento- y en ellas a la figura de Belgrano su recientemente nombrado jefe. - El Regimiento de Patricios fue el cuerpo más grande y poderoso reclutado para la defensa de Buenos Aires. Estaba compuesto de 3 batallones integrados por nativos todos de la capital del virreinato. Cornelio Saavedra fue su primer jefe, respetado y respaldado por aquél cuerpo que se destacó con valentía en 1806 y 1807. - Instalada la Junta después del 25 de mayo de 1810, prontamente dentro de ella comenzaron las internas, que tradicionalmente conocemos como saavedristas (moderados e integracionistas con el interior) y morenistas (mas revolucionarios y centralistas). Éste último sector intentó debilitar las fuerzas de los regimientos leales al presidente de la Junta, formando otros que respondían a ellos, como el de "La Estrella" comandados por French y Beruti. La renuncia y posterior fallecimiento de Moreno, y la exitosa revolución de abril de 1811 conocida como la "de los Orilleros" (que significó el desplazamiento y arresto de todos los morenistas y entre otras medidas implicó que Manuel Belgrano fuera separado del ejército y regresara a Buenos Aires para enfrentar un sumario por la derrota en Paraguay), llevó todo el poder a manos del presidente de la Junta; la que, ampliada con los diputados de las ciudades del interior del país, ahora era denominada Junta Conservadora, mas conocida como Junta Grande. - Pero la crisis causada por las derrotas militares, sobre todo en la batalla de Huaqui, debilitó el poder de la Junta. Saavedra partió hacia el norte del país, a ponerse al frente de la defensa, oportunidad que aprovechó el Cabildo de la capital para forzar a la Junta a ceder el poder a un Primer Triunvirato, cuya figura mas destacada era Bernardino Rivadavia. - El 16 de noviembre, el Triunvirato decretó la unificación de los cuerpos militares 1 y 2 bajo el nombre «Regimiento 1 de Patricios» y decidió relevar de su cargo a su jefe histórico Saavedra. En su reemplazo fue designado Belgrano. Ninguna de las dos cosas les cayeron bien a los patricios: El cuestionamiento no era sólo ideológico, por provenir Belgrano del sector morenista; sino también por suponer que aplicaría una rígida disciplina a la que el regimiento no estaba acostumbrado. La noche del 6 de diciembre, Belgrano decidió pasar por el cuartel a realizar una inspección. Encontró un clima tenso y casi ningún gesto de simpatía. Antes de retirarse dictó una serie de drásticas medidas disciplinarias e higiénicas, entre ellas una que establecía que los patricios no llevarían más su tradicional coleta o trenza. Les daba un plazo perentorio para que se la cortasen por su cuenta o de lo contrario el cuerpo de Dragones haría las veces de improvisados peluqueros. ya iniciado el día 7, los soldados se apoderaron de la guardia y del arsenal del cuartel, expulsando del mismo a los oficiales. Los soldados, acaudillados por sus cabos y sargentos, presentaron un petitorio, en que exigían: - 1ro, Quiere este cuerpo que se nos trate como a fieles ciudadanos libres y no como a tropas de línea. - 2do, Pedimos al Sr Don Antonio Pereyra por Coronel del Regimiento, excluyéndose al Sr Don Manuel Belgrano. - 3ro, Por Mayor del Regimiento a Don Domingo de Basavilbaso, excluyéndose a Don Gregorio Perdriel. - 4to, Extinguiéndose el ayudante Don Pedro Banti. - 5to, Pide todo el regimiento sean indultados todos los presos que actualmente existían en sus calabozos. - 6to, Aseguramos la vida de V.S. (Feliciano Chiclana, triunviro negociador). - 7mo, Como asimismo asegurará las nuestras bajo palabra de honor. - 8vo, Existiendo en nuestro cuartel hasta proveer la resolución de V.E., apresado en rehenes Don Josef Díaz. Dios Guarde a V.S. m.a., El Regimiento de Patricios." - Hubo varios mediadores, entre ellos, Juan José Castelli (arrestado en el propio cuartel tras haber sido sometido a juicio por la derrota del Desaguadero desde el motín "de los Orilleros"). También el Obispo de Buenos Aires, Benito Lue y Riega, y el Obispo de Córdoba, Rodrigo de Orellana. Pero todo fue inútil, los Patricios se mantuvieron firmes en sus demandas. La respuesta no tardó en llegar. El cuartel quedó rodeado por 300 dragones de infantería y 25 de caballería; unos 200 hombres del regimiento número 5 de América y otros tantos del regimiento de castas. Varios civiles se pusieron a las órdenes del coronel French para participar en la represión de los rebeldes. - El saldo del combate fue de 8 muertos y 35 heridos. Se instruyó un proceso sumario: fueron expulsados los diputados del interior. El Deán Funes fue detenido sospechado de complicidad con los rebeldes. A veinte de los implicados se los condenó a cumplir penas que iban de cuatro a diez años de prisión en la isla Martín García. Once sargentos, cabos y soldados fueron fusilados a las ocho de la mañana del 10 de diciembre de 1811 y sus cuerpos colgados en la Plaza de la Victoria «para la expectación pública». - Así concluyó "el Motín de las Trenzas". "Asociación Belgraniana de Morón - 2O21 - 25 aniversario". ...............................................................

martes, 7 de diciembre de 2021

El Papa Francisco y la Fe. Consideraciones. -06 - 12 - 2021.-

Noticias » Vaticano - 6 de diciembre de 2021 - ¿Eres un joven con dudas de fe? El Papa te dice estas palabras de esperanza Redacción ACI Prensa - Este lunes, el Papa Francisco se dirigió a las personas que en sus vidas atraviesan dudas de fe para alentarlos a no tener miedo, porque esos momentos “no son faltas de fe”, sino “vitaminas” que ayudan a robustecerla y así hacerla más consciente, libre y madura; sin embargo, los alertó sobre una de las tentaciones que el diablo mete “en el corazón para arrojarnos en la tristeza”. -El Santo Padre dijo estas palabras al comentar el testimonio de Katerina Binibini, una joven filipina que participó este lunes 6 de diciembre en el encuentro con los jóvenes en Atenas (Grecia), y que compartió que, a pesar de ser una cristiana fiel, varias veces ha sentido su fe puesta a prueba. -En su testimonio, la joven agradeció a Dios por haberla dado la vida y rodearla de personas que comparten su misma fe; sin embargo, eso “no significa que no haya momentos de duda. Mi fe es constantemente puesta a prueba cada vez que veo a las personas sufrir a causa del dolor y las acciones malas de otros”. -Katerina dijo que siente que su fe es puesta a prueba “cuando alguien me ha preguntado: ‘Si hay un Dios, ¿por qué permite tanto mal y dolor en el mundo?’”, y cuando ha conocido a personas buenas que son no creyentes, y que además “parecen no sufrir y no tener problemas”. -“Muchas veces pienso si Dios es injusto. He crecido sabiendo que no llevaré conmigo cosas materiales al Paraíso, sin embargo, ¿por qué debo sufrir en la tierra para llegar al Paraíso?”, le preguntó al Papa. -Sin embargo, Katerina reconoció que durante la pandemia del coronavirus su fe se reforzó. Aunque en su comunidad perdieron a una religiosa muy querida, “no he pensado en culpar a Dios por esto; de hecho, he podido meditar y hablar con Dios en un clima de paz. He visto que ha protegido a mi familia y todas las personas alrededor mío”. -Añadió que ya no está celosa “de las personas más privilegiadas que yo” y que ha comprendido “que en los momentos difíciles somos todos iguales y que debemos convertir nuestra mentalidad individualista para ayudar al prójimo. Estoy agradecida que en la dificultad Dios haya iluminado para realizar las cosas más importantes de la vida”. -La joven filipina añadió que ahora encuentra consuelo en la Biblia, la que le ayuda a reforzar “mi pensamiento crítico y mi fe”; y aunque “no niego que hay todavía momentos de duda en mí, pero estoy muy agradecida de poder comprender más fácilmente el amor de Dios por mí”. -La respuesta del Papa Francisco -Al iniciar su discurso, el Papa Francisco abordó el testimonio de Katerina, quien “nos has hablado de tus recurrentes dudas de fe”. “Quisiera decirte a ti y a todos ustedes, no tengan miedo de las dudas, porque no son faltas de fe. Al contrario, las dudas son ‘vitaminas de la fe’, ayudan a robustecerla, a hacerla más fuerte, es decir, más consciente, más libre y más madura”. -“La hacen más disponible a ponerse en camino, a seguir adelante cada día con humildad. Y la fe es precisamente esto, un camino cotidiano con Jesús que nos lleva de la mano, nos acompaña, nos alienta y, cuando caemos, vuelve a levantarnos. Es como una historia de amor, donde siempre se sigue adelante juntos, día tras día. Y como en una historia de amor, llegan momentos en los que es necesario interrogarse, hacerse preguntas. Y hace bien, hace crecer el nivel de la relación”, afirmó. -Sin embargo, alertó a los jóvenes reunidos en Grecia que, a veces, ante las incomprensiones o dificultades, en los momentos de soledad o de desilusión, “esta duda puede llamar a la puerta de nuestro corazón: ‘Quizá soy yo que no voy bien, tal vez estoy equivocado, estoy equivocada’”. -“Amigos –expresó el Papa–, es una tentación que hay que rechazar. El diablo nos mete esta duda en el corazón para arrojarnos en la tristeza”. -“¿Qué hay que hacer? ¿Qué hay que hacer cuando una duda de este tipo se vuelve sofocante y no nos deja en paz, cuando se pierde la confianza y no se sabe por dónde comenzar?”, preguntó el Papa. “Es necesario volver a encontrar el punto de partida. ¿Cuál es? Para comprenderlo, pongámonos a la escucha de vuestra gran cultura clásica. ¿Saben cuál fue el punto de partida de la filosofía, pero también del arte, de la cultura y de la ciencia? Todo comenzó por una chispa, por un descubrimiento que se expresa con una palabra magnífica: thaumàzein. Es el maravillarse, el asombro. Así comenzó la filosofía, de maravillarse frente a aquello que es, frente a nuestra existencia, a la armonía de la creación y al misterio de la vida”, afirmó. -“Pero el asombro no es sólo el comienzo de la filosofía, sino también el inicio de nuestra fe. Sí, porque tener fe no consiste principalmente en un conjunto de cosas que hay que creer y de preceptos que hay que cumplir. El corazón de la fe no es una idea o una moral, sino una realidad, una realidad bellísima que no depende de nosotros y que nos deja con la boca abierta: ¡somos hijos amados de Dios! Hijos amados, tenemos un Padre que vela por nosotros y que nunca deja de amarnos”. -El Papa les aseguró que cualquier cosa que piensen o hagan, “aunque sea lo peor, Dios sigue amándote” y “nunca se arrepiente de nosotros”. “Queridos jóvenes, piensen que, si a nuestros ojos la creación es hermosa, a los ojos de Dios cada uno de ustedes es infinitamente hermoso”, afirmó. -“Y cuando estén decepcionados por algo que hayan hecho –afirmó el Papa–, hay otro asombro que no tienen que dejar escapar: el asombro del perdón. Allí se encuentra el rostro del Padre y la paz del corazón. Allí, Él nos restaura de nuevo, derrama su amor en un abrazo que vuelve a levantarnos, que desintegra el mal cometido y vuelve a hacer resplandecer la belleza incontenible que hay en nosotros, el ser sus hijos predilectos”. -“No permitamos que la pereza, el miedo o la vergüenza nos roben el tesoro del perdón. ¡Dejemos que el amor de Dios nos asombre! Nos redescubriremos a nosotros mismos; no lo que dicen de nosotros o lo que las pulsiones del momento suscitan en nosotros, no lo que los eslóganes publicitarios nos echan encima, sino nuestra verdad más profunda, la que ve Dios, aquella en la que Él cree: la belleza irrepetible que somos”, expresó Francisco. - Leer: estimonio, Grecia, Encuentro del Papa con los jóvenes, crisis de fe, Viaje del Papa Francisco a Chipre y Grecia 2O21 ....................................................

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Historia de la inmigración argentina. Fernando Devoto. -1° -12 - 2021.-

HISTORIA DE LA INMIGRACIÓN EN LA ARGENTINA. AUTOR. FERNANDO DEVOTO. UBA. BUENOS AIRES. -OBSERVACIONES VARIOS COLEGAS. 1- Una visión un tanto rígida del campo historiográfico, de sus tensiones y del devenir de las trayectorias académicas que, entendemos, un análisis más detallado develaría provistas de un grado mayor de apertura y flexibilidad. El análisis de las controversias vinculadas con el revisionismo probablemente también merecería prestar mayor atención a la misma evolución del clima político. - La irrupción del peronismo quiebra finalmente un clima de cierta tolerancia y pluralismo político e ideológico y es, en realidad, el discurso histórico el que empieza a ser comprendido de manera diferente. También podrían hacerse algunos comentarios formales sobre la propia organización y concepción del libro. - Esta edición permite el acceso a los textos de un público que no consulta en forma periódica las revistas especializadas. En este sentido contiene trabajos de indudable interés, pero tal vez debiera advertirse también que no innova sustancialmente en relación a trabajos ya conocidos de los mismos autores. Algunas secciones giran, además, en forma recurrente, sobre las mismas temáticas abordadas con perspectivas conceptuales similares. - Por otro lado, adolece de cierta falta de unidad, presentando así un panorama hasta cierto punto fragmentado. La historiografía brinda aquí solamente un marco de referencia general. De todos modos, cabe reconocer también que las dos primeras partes conservan cierta unidad que se pierde en la última. Pero, en definitiva, esto no altera en lo esencial la importancia del trabajo, que resulta de lectura imprescindible para aquellos interesados en los complejos itinerarios de la historiografía argentina de los siglos XIX y XX. PABLO BUCHBINDER.- (UBA-UNGS) ................................................ 2° Comentario sobre:Fernando Devoto, Historia de la inmigración en la Argentina, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2OO2, 527 páginas. - La inmigración ha configurado buena parte de la urdimbre y de la trama de la historia argentina. Ese fenómeno que tantos debates inspiró en los años de llegada masiva de extranjeros al país, y que despertó al interés de los sectores dirigentes y los intelectuales para pensar en la integración de una sociedad cuya heterogeneidad complicaba (o “amenazaba”, en las miradas más pesimistas) la identidad nacional, se transformó en un problema de estudio académico, sobre todo a partir de 198O, que fructificó en una abundante –aunque fragmentaria– producción. - Sin embargo, más allá del interés por el tema y de los prolíficos resultados,dos décadas de estudio sobre las migraciones no habían dado lugar a un trabajo de síntesis que, elevando la mirada sobre los grupos migratorios específicos –mayoritarios o no, tempranos o tardíos, con identidades más o menos definidas–, abrevase en el amplio abanico de trabajos puntuales para ofrecer una imagen global del problema con sus regularidades y sus matices. -El libro de Devoto constituye el primer intento de salvar este vacío del que paradójicamente adolecía una historiografía que contaba con una profusa y calificada producción. Por supuesto que el mérito de esta obra no radica en haber venido a cubrir un espacio vacante. Las virtudes del libro están en su reflexión y en la densidad de sus argumentos, que resumen el pensamiento de Devoto sobre el impacto de la inmigración en la Argentina desde la colonia hasta mediados del siglo XX, y dan cuenta de la lectura minuciosa de un enorme volumen de fuentes y de trabajos sobre el caso argentino y sobre el de otras latitudes migratorias con las que, en algunos pasajes, el autor ensaya comparaciones. - En las primeras páginas del trabajo, Devoto nos advierte que la inmigración es una sumatoria demasiado diversa para englobarla en una historia en común. Sin embargo, el libro revela esa historia en toda su complejidad pues, el autor, encuentra un punto de equilibrio entre la multiplicidad y las tendencias generales, alternando una mirada de perspectiva más lejana que se ocupa de las aristas estructurales del fenómeno y otra, que escruta a los inmigrantes en su inserción e integración en la sociedad local. -En esta primera parte del trabajo, el autor desovilla una intrincada madeja de decisiones, motivos, racionalidades e incertidumbres a través de una trama argumental que parte de las críticas a ciertas miradas reductivas que asimilaban al inmigrante con un homo economicus, para mostrar la complejidad que encerraba tomar la decisión de emigrar, financiar el viaje y contar con la información que asegurara, aunque más no fuese parcialmente, un resultado positivo a la empresa. - La información como capital del inmigrante es un tema retomado en varias ocasiones a lo largo del libro, sin embargo, su análisis más detallado es abordado desde una perspectiva micronalítica en el tercer capítulo, que está configurado a partir de una evidencia empírica densa y de unas inteligentes (aunque por momentos un tanto enmarañadas) reflexiones. Aquí, las cadenas y las relaciones interpersonales ocupan un lugar preeminente, puesto que en las redes sociales, que mostraron tener perdurabilidad y capacidad de reactivación, se articulan los argumentos más adecuados para comprender la experiencia de migrar e insertarse en la nueva sociedad, aun cuando, como nos advierte el autor, las decisiones se tomaran en contextos de “racionalidad limitada” información escasa e incertidumbre. - Esa información, contenida en la propaganda de los agentes, en las cartas de los parientes y amigos establecidos en la Argentina, en los relatos de los que retornaban, o de los que visitaban su lugar de origen con miras a regresar al país de inmigración, forjó una imagen de la sociedad argentina para una masa de europeos que evaluaban la posibilidad de abandonar sus aldeas y sus ciudades. En tanto que esos europeos llegaban al puerto y se insertaban de manera temporaria o permanente, la sociedad local iba cambiando su textura y su color. Hacia fines de los años 188O, cuando la Argentina aluvional empezaba a hacerse más evidente para todos, la clase dirigente dio comienzo a un debate que reflejaba sus preocupaciones sobre la inmigración, debate que con nuevos contenidos, significados e intensidades atravesaría el paso del 18OO y 19OO para perdurar en las primeras décadas del nuevo siglo 19OO. - El problema de la integración de una identidad argentina que había quedado sumergida en la heterogeneidad, el dilema de la nacionalización de los inmigrantes, y los resultados (los esperados y los no deseados) de una sociedad que se había fraguado al amparo de la diversidad, ocuparon en diferentes momentos a políticos e intelectuales en un debate que fue virando de la inmigración como preocupación o problema, a la integración de la sociedad argentina amenazada por la emergencia de la conflictividad social y política, y por el “cosmopolistimo”. - El viraje de la contienda verbal, que por momentos se avivaba, para adormecerse en otros y luego resurgir y que era más bien la respuesta a coyunturas determinadas, paralelamente dio lugar a la definición de políticas migratorias en las que el autor se detiene a lo largo del libro y para cuya exposición ha utilizado una estrategia muy apropiada. En cada uno de los períodos por los que esta historia atraviesa, Devoto ha entramado la retórica de la clase dirigente y las políticas de la época sobre la colorida urdimbre de las experiencias de los inmigrantes. - Esta mirada en perspectiva que se proyecta hasta los años 195O, cuando el ciclo europeo llegaba a su fin, desvela la continuidad de las tradiciones y las percepciones positivas que concebían a la inmigración como un factor beneficioso que en buena medida reflejaba la prosperidad (o la falta de ella) en el país, y que remitía a las ilusiones de un destino de grandeza que los mentores de la Argentina moderna imaginaron en el siglo XIX. - Esta historia, que remata con un apéndice de Roberto Benencia sobre la inmigración de los países vecinos que desde mediados del siglo XX prosiguió al ciclo europeo, contiene una mirada final a modo de balance. La sociedad argentina es vista a través del prisma de la inmigración, un fenómeno que quizá algo exageradamente, Devoto liga de manera “indisoluble” a las percepciones del éxito y del fracaso del país. En cualquier caso, el autor revisa el pasado y los aportes de la experiencia migratoria modulando entre las ventajas y los inconvenientes. Ello resulta en la imagen de una sociedad que coexistió en la diversidad y a la que la movilidad social hizo relativamente abierta y democrática, lo que no es lo mismo que decir, sin prejuicios étnicos, como bien nos lo recuerdan los pasajes sobre judíos y “turcos”, y el ensayo de Benencia cuando se refiere a la falta de políticas de multiculturalismo como proyecto político de una sociedad cuya sustancia está hecha en buena medida de la pluralidad cultural. - Como todo trabajo, éste también presenta algunos flancos débiles. En mi opinión, la propuesta del autor de contarnos la historia de la inmigración combinando dos registros: en la primera parte del libro, analítico, y en la segunda, narrativo, no está plenamente lograda. Creo que, si los cuatro capítulos iniciales se corresponden con una historia analítica, el resto de la obra transcurre en una difusa frontera entre el análisis y la narración que desdibuja las prácticas y las experiencias de los inmigrantes. - Por otro lado, el estilo general del libro no respeta del todo los postulados de la colección en la que se inserta, cuyo objetivo es captar la atención de un público no especializado. Envuelto en juegos de escalas y simulaciones, en especulaciones tan sofisticadas como abstractas, por momentos, Devoto parece olvidar que no está escribiendo tan sólo para académicos. - Sin embargo, estas falencias en nada deslucen a una obra sustentada en dos sólidos pilares: una laboriosa investigación y unos argumentos que resultan de la reflexión crítica y refinada. U. N. DE QUILMES - CONICET. ................................................ 3°- Ignacio Klich (compilador): Sobre nazis y nazismo en la cultura argentina. Hispamérica C/o Latin American Studies Center,University of Maryland, EE. UU. de A., 2OO2, pp. 252 - El libro que nos ocupa es parte de la producción intelectual de la Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en Argentina (CEANA),cuya creación data de 1997, impulsada por el entonces canciller Guido Di Tella. - Según se expresa en la presentación, el texto es el producto de cumplir con uno de los objetivos que impulsó las actividades de la CEANA: Evaluar el impacto que la ideología nazi y la afluencia de criminales y otros nazis tuvieron sobre la cultura, sociedad y gobierno argentinos. Sobre este tema se volcó mucha tinta, ya que despertó una amplia gama de estudios específicos, que condujeron a investigaciones desarrolladas por historiadores (Newton, Buchrucker y otros), quienes aportaron trabajos interpretativos e instrumentos metodológicos que permitieron analizar sin prejuicios la importancia relativa que la presencia nazi tuvo sobre el pensamiento y la política argentinos. - Simultáneamente, la temática también fue explorada por el periodismo, cuya preocupación mayor consistió en subrayar la presencia de un importante número de ex jerarcas nazis refugiados en Argentina comprometidos con el régimen y exaltar la influencia de su ideología en intelectuales y políticos locales (Camarassa, Goñi). - La historia del vínculo de funcionarios locales con el nazismo y con el fascismo es un tizón ardiente en manos no siempre mesuradas para mirar y medir esa relación. Muchos han intentado dar respuesta a múltiples interrogantes para develar si: ¿fue la Argentina de la década del ’3O un campo propicio para el desarrollo?