miércoles, 8 de marzo de 2023

DIA DE LA MUJER. - Incendio en una hilandería.- 08 - 03 - 2023.

Día de la mujer. por Esteban Dómina, CPN, historiador. LA MUJER EN LA HISTORIA ARGENTINA El 8 de marzo fue declarado por la ONU Día Internacional de la Mujer. La fecha evoca un acontecimiento trágico —el incendio intencional que en 1908 causó la muerte de trabajadoras en una hilandería de Nueva York—, adoptado como emblema para instalar en el calendario una jornada global de reflexión y debate acerca de la situación de la mujer y los nuevos desafíos de género. Planteado el objetivo de repasar el rol de las mujeres en la historia argentina se presenta un primer y gran problema: hallarlas, recuperar sus nombres, reconstruir su presencia. La mayoría, salvo honrosas excepciones, quedaron sumidas en el anonimato, son invisibles, a punto tal que podría escribirse una historia paralela: la de mujeres ausentes, borradas del relato historiográfico, como si no hubiesen existido. Ello es así porque, como ocurrió en casi todas partes, las mujeres argentinas sufrieron la desigualdad de género a la hora de contar la historia. El relato histórico tradicional fue concebido por historiadores clásicos cuya visión, acorde al modelo paternalista reinante, era que la esfera de lo público pertenecía al hombre, en tanto que a la mujer le correspondía desenvolverse en el ámbito del hogar y la familia. Así fue que el estereotipo femenino, concebido por la historiografía oficial y reproducido durante décadas por el sistema educativo, reconoce dos modelos femeninos: el de mujeres patriotas, un selecto elenco de damas recordadas por méritos menores si se quiere, comparados con lo que estaba en juego e incumbía a los hombres. O el de esposas sacrificadas, hijas ejemplares y madres abnegadas, aludidas casi como meras portadoras de apellido. En el primer grupo, los manuales escolares mencionaban a Mariquita Sánchez de Thompson por haber facilitado su salón para estrenar la canción patria, las Niñas de Ayohuma que auxiliaron a los soldados tras la batalla, Francisca Bazán de Laguna por proveer la casa donde se declaró la independencia, las patricias mendocinas que donaron joyas y cosieron la bandera de los Andes. En el segundo grupo se incluía puntillosamente a Remedios Escalada, Mercedita y Manuelita, y Paula Albarracín, presentadas como modelos ejemplares de esposa, hijas y madre, respectivamente, de hombres célebres. De amantes y barraganas, ni una palabra, como si Damasita Boedo, María Eugenia Castro o Aurelia Vélez no hubieran existido, como tantas otras. Sin embargo, las mujeres estuvieron presentes y activas en todas las épocas, sufriendo a iguales vicisitudes que los hombres de su tiempo. Lucharon junto a los grandes protagonistas de las azarosas horas fundacionales como San Martín, Belgrano y Güemes; fueron parte intensa de las vidas de Moreno, Rivadavia, Rosas, Sarmiento, Roca y muchos otros; pelearon las guerras, acompañaron a los caudillos federales, participaron desde siempre del mundo laboral, fueron pioneras de la educación y viga maestra de la familia y la sociedad. Debieron transcurrir muchas décadas para que esa inequidad fuera reparada, aunque no del todo, porque sobre la memoria de muchas mujeres insignes pesa un inexorable manto de olvido. Con el paso del tiempo, los nombres rescatados que fueron saliendo a la luz permitieron reconstruir una galería de luchadoras en distintos roles en diferentes etapas históricas: Mariquita Sánchez, ya citada; Juana Azurduy, María Remedios del Valle, Macacha Güemes y muchas más, mujeres comprometidas con la causa de la libertad y la independencia en la primera hora de la Patria. Juana Manso, Juana Manuela Gorriti, Olga Cossettini, Rosario Vera Peñaloza, puntales de la educación universal. Las incansables sufragistas en tiempos adversos a los derechos de la mujer: Julieta Lanteri, Cecilia Grierson, Elvira Rawson, Alicia Moreau, por citar solo algunas de las que bregaron para alcanzar el derecho al voto. Excelsas referentes en el ámbito de la cultura, como Rosa Bazán de Cámara, Alfonsina Storni, María Rosa Oliver y Delfina Bunge, o Silvina Ocampo y María Elena Walsh, más acá en el tiempo. Las primeras damas eran apreciadas por su bajo perfil. El pico más alto de protagonismo femenino lo marcó la irrupción de María Eva Duarte en la alta esfera política, un ámbito hasta entonces vedado a la mujer. Más acá en el tiempo, las madres y abuelas que desafiaron el terrorismo de Estado reclamando por la aparición con vida de sus seres queridos. En las últimas décadas, el ascenso social de la mujer fue imparable, ganando terreno en el plano de la igualdad de derechos y oportunidades, aunque subsisten problemas de larga data que, lejos de atenuarse, se agigantaron en extremo, como la violencia de género que viene dejando un tendal de femicidios. En síntesis, las mujeres argentinas transitaron épocas signadas por la exacerbación del poder masculino y debieron desarrollarse en el estrecho margen que les era permitido. Bregaron arduamente para cambiar esa realidad, una lucha que continua. Vaya para todas ellas, las mujeres visibles e invisibles de la Historia, un merecido homenaje en su Día.. ................... Regionlitoral está con Lieni Itati Piñeiro. El 8 de marzo Día internacional de la Mujer. Un 25 de marzo de 1911, 40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos por mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil. Durante esa huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga. Años después en homenaje a ellas se impuso el 8 de marzo como el día de la Mujer trabajadora en todo el mundo.

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