lunes, 25 de enero de 2021

San Martín. El cóndor levanta vuelo. 25 - 01 2021.-

ANIVERSARIO DE LA PARTIDA DEL REGIMIENTO RUMBO A SAN LORENZO. BAUTISMO DE FUEGO DE LOS GRANADEROS. -28-01-2021-. Centenario Granaderos. - En enero de 1813, los realistas que mantenían el control del Río de La Plata y el Paraná. - Una flotilla desde Rosario fue enviada a la altura de Diamante, con la intención de cortar la navegación hacia Asunción. - El gobierno encargó entonces al Coronel San Martín la protección del curso del Paraná entre Zárate y Santa Fe. Para cumplir con la misión, San Martín, al frente de 125 granaderos del Regimiento recientemente creado por él, partió del cuartel del Retiro el día 28 de enero. - San Martín seguía desde la costa el movimiento de la flotilla y tuvo noticias que la fuerza realista de 350 hombres había efectuado un desembarco el 31 de Enero en San Lorenzo y que preveía hacer otro para buscar caudales que suponían ocultos en el Convento allí existente. - El futuro Libertador apuró la marcha y en la madrugada del 3 de febrero arribó al histórico Convento donde ese mismo día tuvo lugar el Combate de San Lorenzo, bautismo de fuego de nuestra Unidad. - Un día como hoy, hace ya 208 años, los Granaderos ingresaron en la historia, empezaba la epopeya. EL LIBERTADOR LEVANTA VUELO. El COMIENZO DE TODO. -28-01-2021-. - En las horas de la noche, entre las sombras de la oscuridad, del jueves 28 de enero de 1813, partió de los Cuarteles de Retiro, el Coronel José Francisco de San Martín, al frente de un grupo selecto de Granaderos, reunidos del 1er. y 2do. Escuadrón. Son 150 soldados. Hombres entrenados duramente en las artes de la milicia; nunca le habían visto el rostro al enemigo. Marchaban a su bautismo de fuego. - Los acompaña una Compañía de Granaderos de infantería, del Regimiento Nro. 2, con 100 hombres, al mando del Tte Cnl. Juan B. Morón, quienes los seguirían montados con los caballos. - Viajaron durante la noche, para evitar el calor del día y las miradas indiscretas. Será una de las marchas militares más rápidas de la historia de las armas. Harán un promedio de 80 kilómetros por día. Recorrerán 420 kilómetros en seis jornadas, llegaron en la noche del 2 de febrero de 1813, a las espaldas del Convento de San Carlos Borromeo, de un paraje santafecino, llamado "San Lorenzo". - La mañana siguiente, sonará por fin el Clarin de la Gloria, tocando "¡A degüello!" dando inicio a la Epopeya Sanmartiniana. - Quince Granaderos que partieron esa noche, no volverían al Cuartel. Uno más sí volvió, sólo para morir en Buenos Aires. - Hoy, pasaron 208 años, cuando partían los Granaderos a Caballo de su Cuartel de Retiro, a cumplir con su destino de heroísmo y entrega, a cumplir con la Patria, que los había armado en su defensa, y a cumplir con la Historia Sanmartiniana. - El Cuartel de Retiro, de donde partieron los Granaderos rumbo a San Lorenzo, estaba en la zona donde hoy se halla la Plaza San Martín de Buenos Aires. ............................................................ EL CÓNDOR LEVANTA VUELO. - 25- 01 2021.- Era el momento de la verdad. Meses y meses de planeamiento detallado. Horas y horas de trabajo sacrificado. Todo estaba puesto sobre la mesa. No había marcha atrás. En la tarde del 24 de enero de 1817, luego de cerciorarse que toda la maquinaria de guerra ya se hubiera adentrado en la Cordillera de los Andes, lo hace él, el artífice de aquella Epopeya. San Martín dice en carta a Tomás Godoy Cruz, fechada ese día 24: “Mi amigo muy querido: el 18 empezó a salir el ejército y hoy concluye el todo de verificarlo. Para el 6 estaremos en el valle del Aconcagua Dios mediante y para el 15 ya Chile es de vida o muerte. Esta tarde salgo a alcanzar las primeras divisiones del Ejército.Todo ha salido bien y hasta ahora no ha ocurrido novedad de consideración. Dios nos de acierto mi amigo para salir bien de tamaña empresa”. Por la mañana de ese mismo día habían partido desde El Plumerillo 100 artilleros, al mando del teniente coronel Pedro Regalado de la Plaza, y el capitán Fray Luis Beltrán, conduciendo el resto de la artillería y los elementos que integraban la maestranza, y desde Mendoza, el general Soler, jefe del Estado Mayor del Ejército. Se concretaba así el inicio de la máxima expedición libertadora que el continente sudamericano había visto, y vería jamás. Hoy hace 204 años, el Argentino Más Grande de la Historia, iniciaba en persona el glorioso Cruce. El Inmortal Cóndor de los Andes desplegaba sus alas, en busca de la Libertad Americana. .......................................................... A 200 AÑOS DE LA HAZAÑA LIBERTADORA.- La Nación. VIERNES 27 DE ENERO DE 2017.- El cruce de los Andes merece ser evocado como uno de los hitos más grandes de la historia de América, y sus héroes, recordados con respeto y admiración Hace 200 años tuvo lugar una de las hazañas más grandes de la historia de América: el cruce del imponente macizo de los Andes en pos de afianzar la independencia argentina y alcanzar la emancipación de Chile y Perú. Para comprender las dimensiones de la empresa que encararon el general José de San Martín y su pequeño aunque aguerrido ejército, cabe señalar que el frente de campaña era de 800 kilómetros de largo y que en el ancho de la región montañosa alcanzaba los 350 kilómetros. Mientras los destacamentos menores franquearon el macizo a los 4500 metros sobre el nivel del mar, el grueso lo hizo a los 3000. Los recorridos máximos y mínimos realizados sumaban 750 y 380 kilómetros, respectivamente, y, para llegar a Chile por el paso de Los Patos, se hacía necesario trasponer cuatro cordilleras, la más elevada por el paso de El Espinacito, ubicado a 4536 metros sobre el nivel del mar. Eso en cuanto a la colosal tarea de trasponer la Cordillera para cruzar armas con las fuerzas realistas, apenas se alcanzase el valle del Aconcagua. Pero el ingente esfuerzo colectivo había empezado mucho antes, desde que el Libertador se hizo cargo de la gobernación intendencia de Cuyo y comenzó la ímproba labor de disciplinar y armar un verdadero ejército, diferente de los que hasta entonces habían luchado con los realistas en distintos frentes abiertos por la Revolución. Las rencillas entre los jefes, germen de confusión e indisciplina, que San Martín había conocido y castigado en el Ejército del Alto Perú, tenían que ser reemplazadas por una convicción profunda acerca de la meta por cumplir, que comprometiese hasta el último soldado. Y la empresa no debía constituirse en patrimonio de los hombres de armas, sino en una gran faena que involucrara al pueblo. Decirlo resulta simple, pero lograrlo implicó una férrea voluntad del conductor y un apoyo irrestricto de la sociedad. También fue un desafío para quienes habían asumido la pesada carga de gobernar un país jaqueado por las ambiciones de algunos actores políticos, enfrentado por la guerra civil que incendiaba el Litoral, empobrecido y limitado por las distancias y el desierto. San Martín tuvo sus puntales entre los diputados ante el Congreso de Tucumán, que comprendieron que sancionar la independencia resultaba indispensable para legitimar la acción libertadora; en el digno y activo director supremo Juan Martín de Pueyrredon, que no vaciló en poner el magro erario en favor de la causa; en el noble general Manuel Belgrano, jefe del Ejército del Norte con asiento en la sede de la magna asamblea, y en el general Martín Miguel de Güemes, a cargo de la defensa de la frontera norteña. Y, por cierto, contó con la adhesión inclaudicable del pueblo cuyano, que lo dio todo. Fue una empresa colectiva, a la que se sumaron los emigrados chilenos encabezados por O'Higgins; una hazaña que deberíamos tener en cuenta los argentinos de hoy. Inmersos en lo cotidiano, golpeados por el constante impacto que produce el conocimiento de indignos hechos de corrupción, sacudidos por la inseguridad y otras calamidades, parecemos inmunes a la búsqueda del bien común. Y en lo que se refiere a la evocación de nuestro glorioso pasado, y concretamente de una proeza que en otras partes del mundo hubiese generado múltiples recordaciones, nos sumimos en la más completa y penosa indiferencia. Como síntesis de lo que significó el cruce de los Andes, que comenzó por parte del grueso del ejército el 18 de enero de 1817 -antes habían partido otros cuerpos por rutas secundarias-, merecen ser citadas las espartanas palabras con que el Libertador comunicó la victoria obtenida el 12 de febrero de aquel año en la cuesta de Chacabuco: "Al Ejército de los Andes queda la gloria de decir: en veinticuatro días hemos hecho la campaña, pasamos las cordilleras más elevadas del globo, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile". ............................................................................ LOS "TAMANGOS" DEL EJÉRCITO DE LOS ANDES... El Calzado que usaban los soldados del Ejército, también lo de Belgrano. "...Dispuso (el General San Martín), para suplir la falta de calzado y no gravar al erario, que el Cabildo remitiese al campamento los desperdicios de cuero de las reses del consumo diario, para construir con ellos tamangos, especie de sandalias cerradas, con jaretas a manera de zapatones de una pieza, usados por los negros, y que los mismos soldados preparaban. Llevóse la economía al último grado a que jamás ha llegado, para demostrar, según las palabras de San Martín, cómo se pueden realizar grandes empresas con pequeños medios. Publicóse por la orden del día y se proclamó por bando a son de cajas, que se reuniesen en almacenes los trapos viejos de lana para forrar interiormente los tamangos, “por cuanto -decíase en él- la salud de la tropa es la poderosa máquina que bien dirigida puede dar el triunfo, y el abrigo de los pies, el primer cuidado”...." Bartolomé Mitre: "Historia de San Martín y de la Emancipación Americana" .......................................................

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