martes, 2 de noviembre de 2021

Fieles difuntos. Las sepulturas. Epoca Colonial.- 02 - 11- 2021.-

- FIELES DIFUNTOS. LAS SEPULTURAS. EPOCA COLONIAL. - O2- 11- 2O21. - Hoy Dia de los Difuntos indago sobre el tema encontrando una nota en Infobae que reproduzco parcialmente. Durante todo el periodo Virreinal. hasta 1822, los difuntos eran enterrados cerca de las Iglesias o dentro de ellas. Las “familias nobles y principales” de la Villa de la “Santa Trinidad del Puerto de Santa María de los Buenos Aires” poseían el privilegio de ser sepultados dentro del templo. Mientras más cerca del altar Principal; más importante la familia. Si habían donado algún altar o retablo se los sepultaba al pie del mismo. Como detalle, basta recordar que la familia del Gral. Manuel Belgrano está enterrada en el crucero de la Iglesia de Ntra. Sra. Del Rosario, convento de Santo Domingo de Bs. As., dada su afinidad de ésta con la orden de los Dominicos. Pero el mismo Manuel Belgrano solicitó no gozar de ese privilegio sino ser depositado en el atrio de dicha Basílica. Los laicos eran sepultados con los pies hacia el altar, los clérigos con la cabeza dirigida al mismo. Los que no poseían fortunas eran enterrados alrededor de los templos, pero igualmente siguiendo un estricto orden social: mientras más cerca del muro perimetral del templo, poseían más jerarquía en la sociedad civil común. Dejamos en claro, solo los difuntos católicos tenían ese privilegio.¿ - Los esclavos no corrían la misma suerte que sus amos de ser enterrados en un “camposanto”. Cuando fallecían eran abandonados en algún “hueco” (un baldío, diríamos hoy) o espacio abierto para ser devorados por los cientos de perros que vagaban por la ciudad, dado que eran sepultados sin ataúd: se los envolvía en una tela y se los depositaba en un pequeño pozo a escasos centímetros del suelo lo cual era fácil de escarbar por los hambrientos animales que vagaban por la ciudad. - Si realizamos un recorrido por las iglesias del casco histórico de la ciudad de Buenos Aires (por los templos más antiguos de todas las ciudades de la Argentina) observaremos, por ejemplo, que en la iglesia San Juan Bautista descansan los restos de don Pedro Melo de Portugal y Villena, quinto virrey del Plata, muerto en Montevideo hacia 1797 y trasladado a este templo para su reposo eterno por expresa voluntad, dado que una hija de él era Monja de ese convento de Santa Clara. Además, bajo el coro de esta iglesia existía una cripta que albergó los cuerpos de doscientas setenta monjas clarisas y en su claustro se encuentran sepultados, debajo de la escultura de Santa Clara, los restos de los caídos en las invasiones inglesas: los porteños junto con los ingleses. - Desde 1787, la “Real Hermandad de San José y Ánimas del Campo Santo” se encargaba de ofrecer cristiana sepultura a todos aquellos que no podían afrontar los gastos del entierro, y oficiaban el rito en un terreno vecino a la Parroquia de San Pedro González Telmo (ubicado sobre la actual Humberto 1° y Defensa). También en el “Patio de las Ánimas de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales”, ubicada en Av. Independencia y Salta se encuentran sepultadas todas las “beatas” que allí moraban, y las personas que trabajaban al servicio de la casa. Se presume que allí también descansan los restos del Pbro. Manuel Alberti, cura párroco de la antigua iglesia de San Nicolás, demolida para construir la av. 9 de julio, dado que sus padres habían donado parte del terreno donde se construyó la Casa y fue capellán de la misma hasta su fallecimiento. Asimismo en la Catedral Metropolitana, (un dato, la Catedral de Buenos Aires posee nombre, es “De la Santa Trinidad”) dentro del templo se encuentran su cripta muchos de los obispos y Arzobispos y sacerdotes ilustres; como así también frente a los retablos de sus capillas laterales las tumbas del Cardenal Quarracino y del Cardenal Aramburu las cuales son del S. XX y la imponente escultura funeraria de Mons. Federico Anerios, eternamente orando frente al retablo de San Martín de Tours sobre el crucero del templo. Y en muchos de los laterales de estas capillas “gente principal”. - El General José de San Martin no se encuentra sepultado (como todos creen) dentro del edificio de la Catedral, sino que su tumba descansa donde se encontraba el camposanto de la misma. Y los que reposaban en el cementerio aledaño a la catedral están en un osario en los jardines de la actual Curia. Y así, por todas las iglesias del casco histórico de Buenos Aires y de las principales ciudades, podremos observar enterratorios dentro de las mismas. En 1822 se realiza la “Reforma Eclesiástica” llevada a cabo por la gobernación del Brigadier General Martín Rodríguez, siendo ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia. Popularmente conocida entonces como “la reforma de Rivadavia”, la cuestión sobre los cementerios pasó a manos del Estado y no de la Iglesia Católica, que había monopolizado el manejo de la muerte (y de la vida…) desde la fundación de nuestras ciudades. Habrán de imaginarse que el tema no fue graciosamente y pacíficamente recibido y jocosamente cedido por la jerarquía eclesiástica católica, porque representaba una importante quita de su poder sobre los vivos…y los muertos. - Por esos años, la curia privó de bendición solemne esos espacios de sepultura públicas, dado que no solo serían enterrados allí católicos sino que también lo serían personas de otros credos y suicidas, lo cual era inaceptable para la corriente católica de aquel entonces. En ese momento se crea el “Cementerio del Norte”, actual Recoleta, en lo que era el huerto de los Frailes Franciscanos Recoletos. - No era, en su fundación, un lugar de arte tanatológico y de las familias patricias, era solo un cementerio, el único público de la ciudad, y carecía de grandes túmulos, solo simples tumbas de tierra bastante desordenadas al principio. Sus primeros moradores fueron un niño negro liberto llamado Juan Benito y la joven María Dolores Maciel, según cuentan las crónicas. ...........................

No hay comentarios:

Publicar un comentario