lunes, 8 de marzo de 2021

La Vuelta de José Hernández. - 08 - 03 2021.

La vuelta de José Hernández. - La Capital- Cultura. - 06- 010 - 2019- Sebastián Riestra-. - Hasta muy poco tiempo atrás, uno de los autores más representativos de la literatura argentina no tenía su obra completa publicada. Tan penosa y significativa omisión acaba de ser subsanada gracias al monumental trabajo emprendido por un grupo de especialistas de la Universidad de La Plata y el Conicet. Los siete voluminosos tomos publicados por la Editorial Universitaria de Villa María serán presentados el martes próximo en Rosario, en el auditorio de La Capital, del que el autor del "Martín Fierro" fue columnista. - Parece inverosímil, pero en la Argentina —país cruel y paradójico— podría haber sido considerado un hecho normal. Es que hasta poco tiempo atrás, la publicación de la obra completa del gran José Hernández (1834-86) —uno de los autores más representativos de la literatura nacional— era apenas un proyecto, en el mejor de los casos, o simplemente un sueño. Tan significativo vacío, cargado de connotaciones literarias, políticas e ideológicas, vino a ser subsanado gracias al ciclópeo trabajo encarado por un grupo de especialistas de la Universidad de La Plata y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Los siete voluminosos tomos resultantes fueron publicados por la Editorial Universitaria de Villa María (Eduvim) y así ya es posible acceder a cada una de las palabras que publicó el genial autor del Martín Fierro a lo largo de su vida, colmada de pasión y sentido. - Sin dudas no es casual que tan ardua empresa haya sido pensada y gestada en el interior argentino. Y es que Hernández fue uno de los más fervorosos defensores del pensamiento federal y llegó a participar en la decisiva batalla de Pavón, en 1861. Fue entonces que, tal como lo afirma Pablo Yurman en una nota publicada por La Capital en noviembre de 2018, " junto con su hermano Rafael y otros oficiales federales, se convirtió en testigo de la traición de Justo José de Urquiza a la causa respaldada por los pueblos del interior, cuando el entrerriano abandonó el campo de batalla dejándolo vencedor a Bartolomé Mitre". - A partir de allí, el país fue otro. De la mano del mismo Mitre, Buenos Aires se erigió en la dueña absoluta del destino de la patria. Hernández, sin embargo, no cejó en su lucha. Por el contrario, a partir de su fervorosa pluma erigió una auténtica barricada en defensa de una causa que, pese a sus esfuerzos, languidecía. Cercados, los últimos caudillos que luchaban contra la hegemonía porteña encontrarían triste final, ejemplificado por la salvaje ejecución del riojano Ángel Vicente Peñaloza —el recordado Chacho—, asesinado a lanzazos y posteriormente decapitado en noviembre de 1863. Otros baluartes federales que caerían fueron el entrerriano Ricardo López Jordán y el catamarqueño Felipe Varela. - Pasaría el tiempo y en Rosario, aún una pequeña población junto a un río inconmensurable, surgiría —inspiración de Ovidio Lagos mediante— el hoy Decano de la Prensa Argentina. El primer ejemplar de La Capital vio la calle el histórico 15 de noviembre de 1867. - Muy pronto la palabra de Hernández encontraría cobijo en sus páginas. Entre 1868 y 1869 publicó un total de catorce enjundiosas columnas en este diario, abarcando el abanico de temas que constituían su gran obsesión. Vale la pena citar el título de algunas de ellas: "Los sucesos de Corrientes y la prensa anarquista", "Corrientes se salva", "Los atentados deben tener término", "Los cantos de las sirenas", "9 de Julio de 1816", "Lecciones para los pueblos", "De mal en peor", "Asesinato del general Peñaloza" y, sobre todo, "El Rosario debe ser la capital de la República" (publicada íntegramente en la siguiente página), donde el poeta fundamenta la posición tradicionalmente sostenida por este diario, cuyo mismo nombre es consecuencia de un anhelo que jamás pudo concretarse, pese a que en dos ocasiones atravesó los obstáculos legislativos antes de ser vetado por el mandatario de turno (Sarmiento y Mitre). - El gran trabajo concretado por la Eduvim pone a disposición de todos, finalmente, la obra de un poeta de talento único que fue, a la vez, un intelectual capaz de enfrentar sin temores a los poderes establecidos. José Hernández —ya no pueden quedar dudas— es mucho más que el creador del ese libro tan singular como inolvidable llamado Martín Fierro. ............................................ ROSARIO DEBE SER CAPITAL DE LA REPUBLICA. - La Capital, Domingo, O6 de Octubre del 2019- - José Hernández nació un 10 de noviembre de 1834 en Chacras de Perdriel, que en aquel momento formaba parte de la Confederación argentina. Fue militar, periodista, poeta y político argentino; pero es recordado por todos como el autor del Martín Fierro, obra máxima de la literatura gauchesca. En su homenaje, cada 10 de noviembre,aniversario del nacimiento, festejamos en la Argentina el Día de la Tradición. - Más allá de su obra poética, Hernández tuvo una importante trayectoria como periodista. Formó parte de muchos periódicos del país a lo largo de su vida. Su primer acercamiento fue cuando se unió al diario del Partido Federal Reformista y, entre otros medios, pasó por La Capital, donde sus escritos estaban firmados como J.H y defendió la idea: "que la Capital Argentina fuera de Buenos Aires se ubicara en Rosario". - A continuación, un artículo publicado en la página 2 del diario La Capital el sábado 4 de julio de 1868 dice así: "l Rosario debe ser la capital de la República" - "Hacen quince años que vivimos en un provisoriato funesto respecto de la Capital. Este provisoriato amenaza continuar. - ¿Qué? ¿Solo lo provisorio habrá de ser siempre permanente entre nosotros? - Ya basta de incertidumbre. Ya es época de decidir de una manera definitiva y concluyente, donde deben tener su asiento las autoridades nacionales, ofreciendo así esa seguridad más a los grandes intereses que aguardan impacientes esa resolución. - Ningún pueblo de la República puede sostener con el Rosario la competencia, sobre las condiciones y ventajas positivas que reúne para ser el punto de residencia de las autoridades nacionales. - La cuestión presenta faces variadas y complejas, pero bajo cual quiera de ellas que se estudie, el Rosario será siempre el que mejor responda a todas las grandes conveniencias que deben consultarse para decidir en tan grave cuestión. - En la solución de la cuestión Capital, deben tenerse en vista, no sólo los beneficios que ella puede ofrecer al país, sino también los males que es necesario prever y que es prudente evitar. - La situación geográfica del Rosario lo coloca en condiciones ventajosas para hacer realizables, fáciles y fecundas para los pueblos esas ventajas y para alejar también los peligros que pueden amenazarlos en lo futuro. - Las fuerzas activas de la República, las fuerzas que pesan más decisivamente en el orden de todos los acontecimientos políticos y sociales, residen en la gran línea del Litoral, formada por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. - Colocado como se halla el Rosario en el centro de esa gran línea, es decir en el centro de todas esas fuerzas, el Gobierno aquí, regularía sus movimientos y trazaría a esos grandes centros de poder, la órbita en que deberían girar para bien general de la República. - El poder de Buenos Aires, que ha de ser siempre una amenaza para los pueblos mientras aquella provincia se mantenga como hasta aquí dominada por un circulo exclusivista y anárquico, ese poder se encontraría contenido por la proximidad del Gobierno Nacional, establecido en un punto fuera del alcance de su influencia; se hallaría observado de cerca, y forzosamente estrechado dentro de los limites territoriales de su provincia. - Buenos Aires se vería detenido por la presencia de la Autoridad Suprema de la República, y sujeta a la Unión Nacional por la ley de las conveniencias y de la necesidad. - Por este lado, la capital en el Rosario neutraliza el poder de Buenos Aires, garante a los pueblos contra toda tentativa anárquica cuya iniciativa puede partir de aquel centro, y asegura también a la República contra las criminales tentativas de desmembración. - Entre Ríos y Corrientes no ofrecen por hoy ningún peligro, pero el Gobierno General debe hallarse en condiciones de estrechar más y más los vínculos que ligan esas Provincias a la nacionalidad argentina. - Ellas que son de las más productoras y ricas de la Confederación, demandan también el cuidado y dedicación esmerada de parte de la autoridad nacional para comunicar mayor impulso a su prosperidad y riqueza, a la vez que con su poder son para él una verdadera garantía, un respeto que ha de contener siempre la anarquía y dar seguridades de permanencia sólida y estable de esa misma autoridad nacional. - Por este lado también, la capital en el Rosario ofrece todas las ventajas apetecidas, y funda así un gobierno fuerte, colocado fuera del alcance de la amovilidad que traen las luchas políticas, y estrecha más y más los vínculos de la fraternidad que deben ligar siempre a los pueblos. aproximándolos para que se conozcan, y se enlacen por reciprocas relaciones políticas y comerciales que hagan más firme y duradera la paz. - Por lo que respecta al Litoral, pues, estudiando la cuestión bajo el punto de vista político y administrativo, el Rosario es el único punto en que puede ventajosamente situarse el Gobierno Nacional respondiendo a todas las ventajas, a todas las necesidades y conjurando todos los peligros. - Cualquier otro punto que no fuera éste, ofrece inconvenientes que sería fácil señalar. - Por lo que hace al Interior, las Provincias necesitan un Gobierno que vigile de cerca por ellas, que oiga la voz de sus necesidades, que repare solícito los desastres que les ha causado la anarquía, que impulse su comercio, que promueva su industria, que propenda al desarrollo de su riqueza, que fomente la fundación de instituciones útiles, que lleve hasta ellas el espíritu de mejora y de progreso, que las ponga en fácil contacto con las plazas comerciales activas y ricas, y que con las fuerzas del Litoral garanta la paz, el orden y su quietud interior. - Solo del Rosario pueden partir para los pueblos estos grandes beneficios. El Gobierno establecido aquí sería el primer interesado en la paz de las Provincias, porque toda perturbación sería para él una amenaza y un peligro. - No comprendemos cómo haya en el Congreso quien vacile el dar su voto en la cuestión. - Con examen detenido, con espíritu patriótico, con amor al adelanto y progreso de nuestros pueblos, con ánimo desapasionado, nadie puede dejar de convenir en que el Rosario es el punto señalado por la naturaleza y por la política, para ser capital de la República. - De aquí debe partir para todas partes la palabra de unión y el espíritu de orden que han de fundar la paz, estrechar la unión, impulsar a la República en el camino de su engrandecimiento moral y material, y regenerar a los pueblos por el trabajo, por la industria y por la riqueza. - La capital en Rosario sería la única solución conveniente que puede darse a las grandes cuestiones políticas y administrativas que nos han agitado y dividido hasta hoy. - Cada provincia argentina tiene un interés positivo, sólido, perfecto en que este hecho se realice. - La palabra del Congreso que así lo determinara, seria el fiat luz para esta República que vaga hace 50 años en el caos de las tinieblas y de las vacilaciones. - ¡Dese al fin un paso firme!. - ¡Sancione el Congreso esa ley que tiene en estudio desde hace tanto tiempo!. - Este proyecto que se eterniza entre los empolvados legajos de la Secretaria, debe al fin salir a luz. - La capital en Rosario haría la prosperidad de la República. La capital es Buenos Aires sin traer grandes beneficios para aquel pueblo, hace la ruina del resto de la Nación. - Aun cuando fuera posible el ridículo de fenómeno de la coexistencia en Buenos Aires de los dos Gobiernos, Nacional y Provincial, esa coexistencia trae en si misma aparejados inconvenientes de tal naturaleza que la convierten en un absurdo, en una extravagancia política. - Hoy que la coexistencia ha desaparecido, el fenómeno es mayor todavía. - El Gobierno Nacional no tiene residencia, se encuentra en Buenos Aires como huésped, sin jurisdicción alguna sobre el territorio en que tiene su asiento; y sólo no teniendo ni la más ligera noción de Gobierno, puede pretenderse posible el Gobernar sin tener un pedazo de tierra, centro de poder y de recursos, teatro de acción donde se ejerza una jurisdicción propia exclusiva y amplia. - Al Congreso Argentino toca poner de una vez el sello a nuestras vacilaciones, el único punto final que hoy es posible a los males que afligen a los pueblos, dotando al país definitivamente de una capital que ejerza en él una influencia bienhechora y fecunda. - Inspírense los representantes de los pueblos argentinos en las gran des conveniencias de la República, y echen su voto en la balanza de nuestros destinos futuros, para asegurar para siempre los beneficios que los pueblos aguardan impacientes. - ¡Óigase su voz, como la palabra de redención para los pueblos mártires!. .....................................................

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