viernes, 4 de junio de 2021

Evaluación Universitaria. Criterios para la evaluación. - 04 -06 - 2021.-

- LA EVALUACION UNIVERSITRAIA. -Conceptos de Melchor Sánchez. UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México-. -Tipos de evaluación del aprendizaje Evaluación diagnóstica, formativa y sumativa. - Una de las clasificaciones tradicionales de la evaluación educativa es desde el punto de vista de su objetivo: diagnóstica, sumativa y formativa. La evaluación diagnóstica se realiza al principio de un curso o actividad académica con la finalidad de determinar el nivel de conocimiento, habilidad o actitud del educando. Esta información puede ser de utilidad para el docente, ya que le permite hacer adecuaciones en el contenido y en la implementación de las actividades académicas programadas. Un ejemplo de este tipo de evaluación es el Examen Diagnóstico de Ingreso en las licenciaturas de las Universidades. - Conocer qué saberes trae el futuro alumno. - Concer si domina bien la redacción castelana, si maneja el inglés, o bien, otro idioma. - La evaluación sumativa es aquella compuesta por la suma de valoraciones efectuadas durante un curso, para determinar, al final del mismo, el grado con que los objetivos de la enseñanza se alcanzaron y así otorgar calificaciones. Ejemplos de esta evaluación son los exámenes de fin de curso, los exámenes de certificación de profesionistas, el examen profesional de fin de carrera. Estos exámenes son eventos de alta trascendencia para la vida del estudiante, quien en ocasiones los percibe como obstáculos a sortear para alcanzar un objetivo, en lugar de oportunidades para identificar su estado real de aprendizaje. - Un tipo de exámenes sumativos que merece atención especial, son los llamados “exámenes de altas consecuencias o de alto impacto” (high-stakes testing, en inglés), que han generado una intensa controversia en las últimas décadas (Sánchez Mendiola, 2017). La evaluación formativa es la que se utiliza para monitorear el progreso del aprendizaje y proporcionar realimentación al estudiante sobre sus logros, deficiencias y oportunidades de mejora. Es un proceso mediante el cual se recaba información sobre el proceso de enseñanza aprendizaje, que los maestros pueden usar para tomar decisiones sobre cómo enseñan y los alumnos para mejorar su propio desempeño, convirtiéndose en una fuente de motivación para ellos. Esta evaluación idealmente debería ocurrir a lo largo de todo el proceso educativo del estudiante. Puede ser formal si está oficialmente programada y es esperada en determinados momentos del proceso, o informal si ocurre de manera espontánea, no programada. - Si se reconoce un logro del estudiante para estimularlo y reforzar su conducta se le llama positiva, y si critica de manera explícita algo que se hizo mal o que se puede mejorar se le llama negativa. La evaluación formativa tiene un poderoso componente educativo, ya que durante las actividades del día a día permite identificar aquellas que se hacen bien, así como aquellas que tienen alguna deficiencia, para detectarlas a tiempo y corregirlas (Martínez Rizo, 2009 y 2013). Este tipo de evaluación forma parte de la llamada “evaluación para el aprendizaje”, en la que el enfoque no es verificar, sino apoyar y motivar al estudiante, al mismo tiempo que proporciona al profesor información sobre el aprendizaje del educando. Desafortunadamente, se ha creado una diferencia artificial entre la evaluación sumativa y formativa, que ha generado mucha controversia. - Este tipo de evaluación se utiliza para colocar a los alumnos en listas de rendimiento y puntaje, para asignarles un lugar en el grupo. Un ejemplo en México es el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), evaluación sumativa que presentan los médicos graduados que desean realizar una especialidad. La puntuación obtenida por el aspirante se evalúa en relación a lo que obtuvieron los demás y de su lugar secuencial en la lista para aspirar a una de las plazas, y no en un criterio de nivel de conocimientos previamente definido. - En cambio, la evaluación con referencia a criterio describe el resultado específico que se encontró, de acuerdo a criterios o metas preestablecidos. Este tipo de evaluación busca la comparación del estudiante con relación a un nivel o estándar establecido previamente. - Un ejemplo es el examen de inglés como segundo lenguaje, Test of English as a Foreign Language (TOEFL), en que hay niveles de desempeño previamente determinados y los resultados se interpretan de acuerdo con dichos estándares, no de acuerdo al desempeño del grupo de sustentantes. -Uno de los retos de la evaluación criterial es que si el nivel exigido es muy alto para la población que toma el examen pueden fracasar todos los aspirantes, por lo que este tipo de exámenes deben “calibrarse” para plantear metas de evaluación congruentes con la realidad. - Además, la evaluación criterial nos permite tener mayor claridad sobre nuestra situación educativa real, ya que no depende del desempeño del grupo sino de la meta a lograr. En cambio, en la evaluación por norma o relativa si tenemos un grupo de estudiantes con muy baja preparación, de cualquier manera aprobarán el examen o serán seleccionados los que tengan las puntuaciones más altas, dando una imagen arbitraria del nivel de aprendizaje de los estudiantes. - Instrumentos de evaluación del aprendizaje Los instrumentos de evaluación son técnicas de medición y recolección de datos que tienen distintos formatos, atendiendo a la naturaleza de la evaluación. Existe una gran variedad de instrumentos con diversas ventajas y limitaciones para documentar el aprendizaje de los conocimientos, habilidades y destrezas de los estudiantes. Los instrumentos de evaluación del aprendizaje pueden clasificarse en estas categorías: Evaluaciones escritas: ensayos, preguntas directas de respuesta corta, exámenes de opción múltiple, relación de columnas, disertaciones, reportes. Evaluaciones prácticas: exámenes orales, prácticas con casos, examen clínico objetivo estructurado (ECOE). Observación: reporte del profesor, listas de cotejo, rúbricas. Registros del desempeño: libretas de registro, portafolios, registros de procedimientos. - Autoevaluación y evaluación por pares: reporte del educando y de los compañeros. Cada uno de estos métodos tiene sus ventajas y desventajas, así como recomendaciones para su implementación. Es responsabilidad de los profesores y responsables de la evaluación en las instituciones educativas diseñar, seleccionar y utilizar los instrumentos más apropiados para evaluar el aprendizaje de los estudiantes, de acuerdo al plan de estudios y las características del contexto local. Criterios para una buena evaluación La evaluación educativa es tan buena como la metodología utilizada y el uso que se hace de los resultados. - El Contenido. - Debe utilizarse una tabla de especificaciones de la prueba y el proceso seguido para elaborarla, la definición de los temas, la congruencia del contenido de las preguntas con las especificaciones del examen, la representatividad de las preguntas de las diferentes áreas a examinar, la calidad de las preguntas, las credenciales de las personas que elaboran las preguntas, entre otros. Procesos de respuesta. Se requiere evidencia de integridad de los datos, de manera que las fuentes de error que se pueden asociar con la administración del examen hayan sido controladas en la medida de lo posible. Por ejemplo, el control de calidad de la elaboración del examen, la validación de la clave de la hoja de respuestas utilizada, el control de calidad del reporte de los resultados del examen, la familiaridad del estudiante con el formato de evaluación (lápiz y papel o computadora). - Estructura interna. - Se refiere a las características estadísticas del examen y de las preguntas que lo componen, como son el análisis estadístico de reactivos, el funcionamiento de los distractores en las preguntas de opción múltiple, la confiabilidad del examen, entre otros. Muchos de estos datos debieran obtenerse de rutina como parte del proceso de control de calidad del examen, principalmente en los exámenes de alto impacto. - Relación con otras variables. - La relación de los resultados en el examen con otras variables se refiere a la correlación estadística entre los resultados obtenidos por medio de una prueba con otra medición de características conocidas. Por ejemplo, la correlación entre el examen de admisión a la licenciatura y las calificaciones obtenidas en los exámenes parciales durante la carrera y el examen profesional. - Consecuencias. - Se refiere al impacto en los estudiantes de las puntuaciones de la evaluación, de las decisiones que se toman como resultado del examen, y su efecto en la enseñanza y el aprendizaje. Por ejemplo, el método de establecimiento del punto de corte para aprobar o reprobar un examen, las consecuencias para el estudiante y la sociedad, las consecuencias para los profesores y las instituciones educativas. Validez implica una aproximación científica a la interpretación de los resultados de los exámenes, es decir, probar hipótesis sobre los conceptos evaluados en el examen. La información proporcionada por un instrumento de evaluación no es válida o inválida, sino que los resultados del examen tienen más o menos evidencia de las diferentes fuentes para apoyar o rechazar una interpretación específica (por ejemplo, pasar o reprobar un curso, certificar o no a un especialista, admitir o no a un estudiante en la universidad). - Confiabilidad. - La confiabilidad o fiabilidad tiene un significado técnico en evaluación educativa, que no debe confundirse con el significado coloquial de la palabra. La confiabilidad de un examen se refiere a la consistencia de las puntuaciones obtenidas por las mismas personas en ocasiones diferentes o con diferentes conjuntos de preguntas equivalentes, es decir, la reproducibilidad de la prueba (Downing, 2004). Es un concepto estadístico, que representa el grado en el cual las puntuaciones de los alumnos serían similares si fueran examinados de nuevo. Generalmente se expresa como un coeficiente de correlación, siendo 1.0 una correlación perfecta y cero ninguna correlación. Mientras más alta es la cifra de confiabilidad, generalmente es mayor su peso como evidencia de validez. La cifra de confiabilidad suficiente para aceptar los resultados de un proceso de evaluación depende del propósito de la misma, el uso que se hará de los resultados del examen y de las consecuencias que tendrá la evaluación sobre los estudiantes. Para exámenes de muy alto impacto, la confiabilidad debe ser alta para que las inferencias de los resultados del examen sean defendibles. Varios expertos recomiendan una confiabilidad de por lo menos 0.90 para evaluaciones de muy altas consecuencias. Para exámenes de consecuencias moderadas, como las evaluaciones sumativas de fin de curso en la escuela, es deseable que la confiabilidad sea de 0.80 a 0.89. En exámenes de menores consecuencias, como la evaluación formativa o exámenes parciales diagnósticos, es aceptable una confiabilidad de 0.70 a 0.79. Estas cifras no representan rangos absolutos, ya que hay diferencias de opinión entre los expertos, pero pueden servir de marco de referencia (Downing, 2004). La confiabilidad de una medición es necesaria para obtener resultados válidos, aunque puede haber resultados confiables sin validez (es decir, la confiabilidad es necesaria, pero no suficiente para la validez). ........................ - Lo importante, lo secundario. - Todos los métodos de evaluación, sobre todo los sumativos, pueden tener efectos en los métodos de estudio y prioridades de aprendizaje de los estudiantes (Newble, 1983). Aunque los profesores les digamos a nuestros alumnos que un tema o concepto es fundamental, la pregunta común es: “¿y eso va a venir en el examen?”. - Otra amenaza a la validez es el fenómeno de “enseñando para la prueba” (teaching to the test, en inglés), en el que se enfatiza demasiado lo que va a venir en el examen, distorsionando el plan de estudios y el proceso educativo, y generando resultados incompletos que no preparan al estudiante para enfrentarse al ejercicio profesional (Popham, 2001). A veces ocurre al grado que algunos profesores utilizan reactivos del examen en clase para aumentar artificialmente las calificaciones de sus alumnos, y mejorar las evaluaciones de su grupo o escuela. - La cultura de algunas escuelas es que si algo no cuenta para el examen no se le da mucha importancia, así que la manera cómo se aplica la evaluación tiene consecuencias en la motivación de los estudiantes y en sus métodos de estudio. También la evaluación puede tener un efecto “catalítico” en el contexto educativo, ya que puede influir en los demás docentes, en los departamentos académicos y en la institución misma (Norcini et al., 2011). - Recordemos que escribir buenas preguntas de examen requiere entrenamiento y experiencia. Otro ejemplo son los problemas de seguridad del examen y fuga de información, de manera que el resultado del examen no refleja los conocimientos de los estudiantes. Este problema invalida los resultados de los exámenes, con diversas implicaciones éticas y de uso de recursos, como es repetir el examen con otra versión. - La “astucia” o habilidad para responder los exámenes (en inglés, testwiseness) ocurre cuando los estudiantes se preparan con estrategias para responder exámenes y pueden obtener puntajes que no reflejen lo que realmente saben. Se ha creado un mercado de organizaciones que dan cursos para pasar exámenes, en los que el objetivo es adiestrar a los asistentes en métodos para obtener la mayor puntuación posible. Las familias de los estudiantes pagan un precio alto por estos cursos, que son de efectividad cuestionable y que además promueven una competencia poco sana. Algunas reflexiones y conclusiones. El eterno problema de los usos e inferencias inapropiados de los resultados de la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes es uno de los retos más importantes que enfrenta la comunidad de profesionales de evaluación educativa. Aún hay un largo trecho por caminar en el incremento de una cultura de la evaluación en alumnos, docentes, directivos y funcionarios gubernamentales, así como de la sociedad en su conjunto. Uno de los efectos negativos más frecuentes de los exámenes es afirmar y diseminar conclusiones de los resultados que no son congruentes con los objetivos iniciales del mismo, por lo que dichas conclusiones carecen de validez. Con facilidad, las declaraciones breves y sensacionalistas se propagan en los medios de comunicación, generando malentendidos y distorsión sobre las conclusiones, limitaciones e implicaciones reales de los exámenes. - La asimetría de poder intrínseca en los procesos de evaluación conlleva una enorme responsabilidad de las autoridades académicas e institucionales. Los instrumentos de evaluación y el uso que se hace de ellos en las universidades y otras instituciones son la declaración pública más importante de “lo que realmente cuenta” para la institución. Los estudiantes están muy alertas a estas señales, que a veces son sutiles y en ocasiones explícitas y visibles, sobre lo que deben aprender y cómo lo deben aprender, por lo que las instancias evaluadoras deben hacer lo posible para que estos procedimientos de evaluación se realicen con profesionalismo educativo en un entorno de calidad y atención a las facetas humanas y sociales de los estudiantes. - Al final del día, el uso de la puntuación de un examen definitivamente implica consecuencias; de otra manera “uso” es sólo una abstracción. Los exámenes han adquirido un enorme grado de sofisticación técnica y metodológica, y llegaron para quedarse. Tal vez lo más importante es encontrar un balance entre este tipo de evaluación y la evaluación formativa. Por otra parte, es relevante tener conciencia de que aún existen grandes retos para evaluar de forma adecuada varios atributos fundamentales de los profesionistas que requiere la sociedad moderna, como empatía, liderazgo, asertividad, creatividad, trabajo en equipo, entre otros muchos, por lo que el campo de estudio de la evaluación educativa debe seguir modernizándose para enfrentar los constantes cambios de nuestra sociedad. - Como ha dicho un académico mexicano, el Dr. Tiburcio Moreno, la evaluación tiene muchas caras, y en países como el nuestro ha estado permeada por una visión empirista que descansa en el principio: “Todos sabemos de evaluación, porque alguna vez hemos sido evaluados” (Moreno Olivos, 2010). Debemos mejorar nuestros conocimientos y habilidades en evaluación, como una obligación ética y moral de todos los docentes, e informar al resto de la sociedad sobre las virtudes, alcances y limitaciones de este fascinante y controversial tema. - Referencias.Citas de autores. --------------------------------------------------

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