domingo, 10 de octubre de 2021

El Che, guerrillero, opiniones, peleas con Fidel Castro.- 10 - 1O - 2021.-

- EL CHE GUEVARA, ENTRE LA HISTORIA Y EL MITO. - Envió por facebook el CPN.Esteban Dómina.-Cba.- 1O - 1O - 2021.- - Ernesto “Che” Guevara murió el 9 de octubre de 1967, un día después de ser capturado por el ejército boliviano que lo perseguía. - Cuando se tuvo la certeza de que el guerrillero que yacía muerto, acribillado, tendido en aquel piletón del modesto hospital de Vallegrande era el legendario Che, muchos se preguntaron por qué su derrotero revolucionario lo había llevado a la Bolivia gobernada por René Barrientos, un régimen constitucional y no una dictadura como la de Fulgencio Batista de la Cuba de 1959. Tras la fracasada incursión en el Congo africano y su salida definitiva de Cuba, donde había participado activamente de la revolución, Guevara había elegido aquel país sudamericano para establecer un foco guerrillero capaz de expandirse en la región. Ingresó con pasaporte e identidad falsos e instaló su campamento en Ñancahuazú, una zona rural del oriente boliviano. Era apenas una modesta columna de reclutas locales y veteranos cubanos que lo seguían desde los tiempos de Sierra Maestra. - Desde el primer día, el Che asentó todo en su Diario. Los contratiempos no tardaron en presentarse, lo mismo que la desconfianza de los lugareños, remisos en colaborar, y el extremo aislamiento que dificultaba las comunicaciones y el aprovisionamiento del grupo, que se acentuó con el paso de los días. - El asma que padecía, la escasez de víveres y el acoso del ejército boliviano —asesorado por la CIA— lo tuvieron a mal traer. El 7 de agosto de 1967, Guevara escribió en su Diario: “Hoy se cumplen 9 meses exactos de la constitución de la guerrilla con nuestra llegada. De los seis primeros, dos están muertos, un desaparecido y dos heridos; yo con asma que no sé cómo cortarla”. - Para entonces, Fidel Castro se había desentendido de la suerte de lo que lucía como una aventura destinada al fracaso: en los últimos tiempos compartidos las diferencias entre ambos fueron más evidentes cada vez y ambos intuían que sus caminos no tardarían en separarse. - El último registro es del 7 de octubre: “Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12.30, hora en que una vieja, pastoreando sus chivas, entró al cañadón donde estábamos y hubo que apresarla”. Estaban en la Quebrada del Yuro, escenario del final, donde les dio alcance la partida que les seguía el rastro. Tras ser herido y capturado, Guevara pasó la noche del 8 de octubre en la humilde escuelita de La Higuera, un rancho convertido en calabozo. Al día siguiente, poco después de la una de la tarde, un militar penetró en la habitación y le disparó a quemarropa: la CIA no lo quería vivo. El cadáver, amarrado a un helicóptero, fue trasladado al hospital de Vallegrande, donde fue exhibido a la vista de los lugareños. Allí se tomó la famosa fotografía donde se lo ve yacente, con los ojos abiertos, que hasta hoy sigue dando vueltas al mundo. - Tenía 39 años; atrás quedaban su apacible niñez y adolescencia en Alta Gracia, el amorío juvenil con la cordobesa Chichina Ferreyra, el diploma de médico y el viaje en motocicleta por varios países sudamericanos. Su vida dio un giro tras el encuentro con Fidel, en México, que selló su destino. Sus restos mortales fueron hallados en una fosa común en 1997 y trasladados al mausoleo levantado en Santa Clara, en Cuba. En la lavandería de Vallegrande, convertida en santuario, grafitis en todos los idiomas recuerdan el paso por el lugar de miles de peregrinos, turistas o simples curiosos, atraídos por el magnetismo de su figura. En La Higuera, donde hay un busto con su imagen, el Che es una especie de santo laico al que los campesinos del lugar le piden favores. - Como en todos los casos, se debe tener presente el clima de época que rodeó al personaje. El mundo bipolar de entonces —los años sesenta— estaba en ebullición, como una olla a presión; la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles de las minorías en los EE.UU., revoluciones aquí y allá, y un profundo cambio cultural que imponía nuevos valores, gustos y conductas, sobre todo en los jóvenes. - Con el transcurso del tiempo, su figura quedó atrapada entre la historia y el mito; y hasta hoy, su rostro, convertido en emblema universal de rebeldía, quedó incorporado al lenguaje simbólico de pancartas, grafitis y remeras. Sin embargo, aunque sigue despertando una extraña fascinación, el recuerdo de su paso terrenal divide la biblioteca entre quienes piensan que fue un aventurero, incluso un asesino, y quienes lo evocan como un soñador, un idealista que luchó por una causa justa hasta el final de sus días. La polémica sigue abierta… ...................................................

No hay comentarios:

Publicar un comentario