San Martín su cumpleaño. Biografía.- 25 - o2 - 2022.-

A 244 AÑOS DEL NACIMIENTO DE JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN. Dr. Víctor Hugo Nardiello. Un 25 de febrero de 1778 nacía el general José de San Martín, en la localidad de Yapeyú, actual provincia de Corrientes. Sus padres, Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Su padre, se desempeñaba como administrador de las propiedades de la Orden en Calera de las Vacas, actual R.O. del Uruguay. Trasladado luego a las Misiones Orientales, designado teniente gobernador y en su capital Yapeyú se posesiona del cargo que comprendía, además de Yapeyú a La Cruz, Santo Toné y San Borja, en el año 1775. Nacieron cinco hijos. El 25 de febrero de 1778 el futuro Libertador; antes lo había hecho su hermano Justo Rufino;los único nacidos en nuestro territorio. Los otros tres hermanos, María Elena, Manuel Tadeo, y Juan Fermín Rafael lo hicieron en Calera de las Vacas. Podríamos decir, que el Destino ya hacía un guiño. Yapeyú significa “fruto maduro. Quedarnos con recordar solamente su nacimiento, este día en este mes, es pecar por nimiedad. Es a partir de los mensajes que nos legara; de sus actos, conducta, renunciamientos, sacrificios dónde debemos reparar en su recuerdo. Y entonces cabe la pregunta: ¿Por qué no se hace? Quizás, por hacerlo implica un compromiso. Y eso, a veces, duele o simplemente…no conviene. Nos olvidamos de todo aquello pero de lo que no nos olvidamos es de atacar a su figura, su mensaje, su ejemplo. ¿Será porque a nuestros héroes las balas los impactan, las lanzas los atraviesan, los laceran? Claro no son como los griegos que siempre tenían un dios o diosa del Olimpo que los protegían. Salvo que nació, todo lo demás le fue cuestionado, negado o relativizado. Con la intención de humanizarlo, se dijo. deambulara. Siempre obró, luego habló. De allí su autoridad moral. Fue un virtuoso: “La moderación será el apoyo de mi esperanza” (Templanza). “Justicia a todos recompensando la virtud y el patriotismo y castigando el vicio y la sedición” (Justicia). “No aventurar un solo paso que pueda romper los vínculos sagrados que nos unen” (Prudencia). “Para los hombres de coraje se han hecho las empresas” (Fortaleza). Así “a lo montado” como solía decir. Con sencillez, porque su cátedra fue su ejemplo. Dispuesto y listo para “…todo y todo se apronta para la de vámonos…”, como anunció en víspera de libertar a Chile. Recordar su nacimiento es recordar su vida pero a partir del compromiso de sus méritos y virtudes, desde nuestra dimensión. Nos dejó un abanico de aquellas para defender su causa, que olvidamos que es la nuestra. O debería serlo, al menos. No es el apoderarnos de su figura, de su imagen. Conocer más o menos su historia, no nos hace más o menos sanmartinianos. Sí, a través de asumir su legado. Esto es, sus riesgos, valor, coraje, lealtad, amor a la patria. No lo olvidemos en estos Caso contrario seremos atrapados por la lapidaria pluma del padre Leonardo Castellani en su obra “La muerte de Martín Fierro: “San Martín ha sido grande / Y hoy es grande su memoria / Pero no alcanza su gloria / Pa’ cubrir a un hijo ruin / Una cosa es San Martín / Y otra, los que escriben su historia”. Febrero fue el mes “agregado” en el calendario romano. El mes de las lluvias y la lluvia – el agua- es vida. La que permite germinar a la semilla en la tierra. Y la semilla del amor a la patria, tuvo en este mes romano dedicado a la “purificación” ya la “expiación”, no casualmente aquellos hitos tan importantes en su vida. Serás lo que debas ser o no serás nada. Fue lo que debía ser: el Padre de la Patria.