viernes, 18 de enero de 2019

María Remedios del Valle,Madre de la Patria. 18-01-2019.


LA MADRE DE LA PATRIA. 
Envío de Ricardo A. Pagliaro. - 18- 01 - 2019
Todos sabemos quién es el Padre de la Patria. Pero la mayoría de nosotros desconoce quién es la Madre de la Patria.
Se llamaba María Remedios del Valle y era parda. Parda, categoría aún vigente por la cruza de negros con blancos. Algunos dicen que era afroargentina.
María Remedios nació en Santa María de los Buenos Aires un día incierto de 1766, ya que la historia ni siquiera tuvo el decoro de preservar la fecha exacta. Se propuso defender este suelo acaso para soñar con una patria que nunca tuvo. Combatió junto al Tercio de Andaluces, uno de los varios grupos de milicianos que expulsó a los ingleses durante la segunda invasión.
Luego de la Revolución de Mayo, marchó al Alto Perú con el Ejército del Norte. Con su marido y sus dos hijos, uno de ellos adoptado, se incorporó al Regimiento de Artillería de la Patria. Volvió sola. En el campo de batalla quedó toda su familia. No sobrevivieron su esposo ni sus hijos. Ni siquiera los nombres para recordarlos como corresponde.
Ahora tenía tres motivos más para seguir luchando. Le suplicó a Manuel Belgrano que le permitiera participar en la batalla de Tucumán. Atado a la disciplina y a los reglamentos militares, Belgrano al principio se negó. Pero esa voz firme y esa mirada aguerrida se impusieron y finalmente, desde la retaguardia, llegó al frente de batalla codo a codo con los soldados.
Fue un triunfo decisivo en la lucha por la Independencia. Belgrano pasa revista de la tropa en formación y al llegar a ella, se detiene, le tiende la mano y la nombra Capitana de su ejército y Madre de la Patria.
La Negra Remedios Acompañó a Belgrano en la victoria, pero también, en la derrota. Cuando fue derrotado en Vilcapugio, María de los Remedios del Valle combatió, recibió una bala y, herida, fue tomada prisionera. Apresada, ayudó a escapar a los jefes patriotas. No le salió gratis: durante nueve días recibió el azote público: la piel negra se tiñó con la sangre roja y le quedó ese estigma para siempre como un trofeo de guerra. Consiguió escapar y se unió a las tropas de Güemes. Posteriormente se perdió su rastro.
En la recova del Cabildo, un lugar de paseo terminada la guerra por la Independencia, una señora mayor busca cobijo y extiende su palma blanca para recibir la limosna de los viandantes y se ven sus brazos llenos de cicatrices. Alguien se detiene y cree ver en esa vieja negra y pobre a una antigua conocida. El hombre es el General Juan José Viamonte. “¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!”, exclama emocionado el ahora diputado en la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires.
La negra Remedios Del Valle le cuenta cuántas veces había llamado a la puerta de su casa para saludarlo, pero el personal doméstico la había echado como a una pordiosera.
Ése día de agosto de 1827 (Remedios del Valle tendría 61 años), Viamonte toma nota y el 11 de octubre de ese mismo año presentó ante la Junta un proyecto para otorgarle una pensión. El 18 de julio de 1828 los diputados votaron el otorgamiento de una pensión de 30 pesos, desde el mismo día en que María Remedios del Valle la había pedido, sin pagarle retroactivos hasta la fecha de otorgamiento.
Según escribe Ottaviano, Cynthia en el 2011 en su libro: «María Remedios del Valle, la Madre de la Patria», basado en datos del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Doctor Ricardo Levene, dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, dice: “Para tener una idea de la escasa generosidad [de los diputados] para con una heroína revolucionaria, vale precisar que una lavandera ganaba 20 pesos al mes, mientras que el gobernador cobraba 666 pesos. La libra de aceite rondaba 1,45 pesos, la libra de carne 2 pesos y la libra de yerba 0,70 pesos. A María Remedios le otorgaron 1 peso al día.
El 16 de abril de 1835 por decreto de Juan Manuel de Rosas, se le aumentó su pensión de 30 pesos en más del 600 %. En la lista de pensiones del 28 de octubre de 1847 aparece su último recibo, con una pensión de 216 pesos.
Fallece entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre de 1847 a los 81 años de edad.

(Cfr. Nota. Valientes mujeres acompañaron a los soldados patriotas, auxiliando, cocinando, lavando, curando y muchas quedaron viudas y con niños huérfanos, sin pensión, ni ayuda de planes sociales. Comparto para difusión y conocimiento de mis colegas docentes y alumnos, Prof. Luis Angel Maggi).

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