lunes, 1 de agosto de 2022

Gral. Manuel Savio.Inició la Siderúrgica Nacional. 1° - 8 - 2022.

GENERAL MANUEL SAVIO -Envío del CPN. Esteban Domina-. Los recurrentes golpes de Estado y las dictaduras del siglo 20 dejaron mal parados a los militares argentinos de cara a ese tiempo histórico. Sin embargo, en esa misma centuria, hubo quienes se destacaron por su profesionalidad y compromiso con la soberanía nacional y que merecen ser recordados, como Manuel Savio, fallecido el 31 de julio de 1948. Desde la perspectiva estrictamente histórica, hablar de siderurgia en la República Argentina conduce sin escalas a Manuel Nicolás Savio. Su pensamiento puede resumirse en una frase pronunciada en 1946, cuando había obtenido el grado de general de División del Ejército: “La del acero es una industria básica sin cuyo desarrollo no puede considerarse que un país ha alcanzado su independencia económica”. Savio nació en Buenos Aires en 1893 y se graduó de subteniente en 1910 en el Colegio Militar de la Nación. En 1924, siendo Capitán y profesor de Metalurgia y Acción de Explosivos en el Colegio Militar, viajó a Bruselas (Bélgica) como integrante de la Comisión de Adquisiciones en el Extranjero, creada durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear con el fin de supervisar y gestionar compras en el exterior destinadas al equipamiento del ejército. A su regreso, ganado por la idea del desarrollo de la industria pesada como uno de los pilares de la soberanía nacional, dedicó sus mejores esfuerzos a llevar a la práctica ese paradigma ajustado a las necesidades de la época. En 1930, convertido en ingeniero militar, fue el impulsor de la creación de la Escuela Superior Técnica en el seno del Ejército y, más tarde, en 1941, durante la presidencia de Roberto Ortiz, fue el mentor de la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares, el organismo autárquico que en la década de 1930 concentró el manejo de la producción para la defensa en distintos rubros, de la que fue director. Córdoba se benefició con tres de aquellos establecimientos emblemáticos, puntales del desarrollo industrial diversificado en la provincia: las fábricas militares de Río Tercero, Villa María y San Francisco. En un contexto internacional dominado por la Segunda Guerra Mundial que desabasteció de insumos estratégicos al resto del mundo, Savio, desde su cargo al frente de Fabricaciones Militares, apoyó el desarrollo de la química pesada, la construcción de los Altos Hornos Zapla en Palpalá, provincia de Jujuy, y el avance de la minería bajo la órbita del Estado. La semilla sembrada germinó el 11 de octubre de 1945: durante la presidencia del general Edelmiro Farrell, se concretó la primera colada de hierro fundido hecha con materias primas nacionales, punto de partida de la siderurgia de bandera. Ese día, Savio dio rienda suelta a la emoción que lo embargaba: “Señores, allá en Jujuy, en un pueblito lejano, un chorro brillante de hierro nos ilumina el camino ancho de la Argentina. Que su luz no se apague nunca, sigamos su luz. ¡Viva la Patria!”. En 1947, proyectó el Plan Siderúrgico Nacional, convertido dos años después en Ley 12.987 o "Ley Savio", durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. La misma ley que dio nacimiento a SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina), cuyos altos hornos fueron emplazados años más tarde en terrenos elegidos por el propio Savio en las proximidades de San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Diseñó además el plan de producción de caucho natural y sintético, entre otras múltiples iniciativas dirigidas a un mejor aprovechamiento de los recursos y minerales con que contaba el país. Dirigió sin tachas esa empresa estatal hasta que la muerte lo sorprendió el 31 de julio de 1948, a los 56 años de edad, cuando muchos de sus proyectos se hallaban en desarrollo y otros tantos en carpeta. En su homenaje, el 31de julio fue instituido como Día de la Siderurgia Argentina.

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