domingo, 31 de julio de 2022

Encuentro de José de San Martín y Simón Bolívar. -31- 07 - 2022.

Bicentenario del “Misterio” de Guayaquil Por Mariano Saravia. Se cumplen 2OO años del encuentro de José de San Martín con Simón Bolívar Fue el 26 y 27 de julio de 1822. Un evento fundamental de nuestra historia. En Guayaquil, un punto en el mapa que se mueve, que no está estático. En ese punto que se mueve para el norte y para el sur, confluyen la corriente bolivariana y caribeña con la corriente sanmartiniana y andina-rioplatense. Ambas, corrientes libertadoras y anti imperialistas ¿Fue un misterio? De ninguna manera. El hecho de que no haya habido testigos porque fue una reunión de dos a puertas cerradas, y que no haya habido un documento final, dio lugar a todo tipo de fantasías, más cercanas a lo novelesco que a lo histórico. En la Argentina se impuso la versión de que San Martín, magnánimo y generoso, tomó la decisión de dar un paso al costado, un renunciamiento histórico frente a la supuesta prepotencia y la arrogancia de Bolívar. La realidad es mucho más sencilla, concreta y menos “misteriosa” San Martín liberó el Perú y declaró su independencia el 28 de julio de 1821, un año antes de la famosa entrevista de Guayaquil. En ese escaso año que gobernó el Perú, terminó con la esclavitud, generó políticas de igualdad y de inclusión para los originarios y afroperuanos, repartió tierras, creó institutos de enseñanza y bibliotecas, y fomentó la salud pública. Más o menos como había hecho en Mendoza entre 1814 y 1816. Esto generó una reacción de la aristocracia limeña, que lo miraba con recelo y temía perder sus privilegios. Además, los realistas seguían resistiendo en la zona de la Sierra peruana y en el Alto Perú (hoy Bolivia). Por eso, San Martín manda emisarios a Buenos Aires para pedir apoyo, concretamente que se financiara una campaña al mando de Juan Bautista Bustos (entonces gobernador de Córdoba) para que atacara a los realistas en el Alto Perú. El hombre fuerte en las Provincias Unidas era Bernardino Rivadavia, el representante de los intereses británicos en el Río de la Plata. Ni siquiera atiende al enviado de San Martín y le manda a decir: “A nosotros no nos molesta que los realistas continúen en el Perú”. Así llega San Martín a la Entrevista de Guayaquil, debilitado política y militarmente, sin el apoyo de Buenos Aires ni de la clase dominante limeña. Encima, tampoco O’Higgins podía ayudarlo, porque también tenía sus problemas internos en Chile. En cambio, Bolívar llega a esa entrevista fuerte en lo político y en lo militar. En 1819 declara en Angostura la independencia de la Gran Colombia. En abril de ese mismo 1822 gana la batalla de Riobamba y en mayo la de Pichincha, lo cual le permite tomar Quito. Así llega Bolívar al 26 y 27 de julio. Es absolutamente lógico lo que decidieron entre los dos, que la tarea la culminase Bolívar y que San Martín se retirara a Mendoza a cultivar su chacra. Pero ni eso pudo hacer, porque Rivadavia le mandó espías, le organizó tres intentos de asesinato y, finalmente, lo empujó al exilio. Pero esa, esa es otra historia.

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