viernes, 8 de julio de 2022

El 9 de Julio. Artículos de Maggi, Savia y Domina. el - 09 - 07 - 2022.-

EL 9 DE JULIO.DIA DE LA INDEPENDENCIA. (Publicado en el Diario La Capital el día 9 de Julio del 2O22). El mes de Julio de 1816 el General Manuel Belgrano fue convocado al Congreso de Tucumán, como asesor y consideró conveniente la declaración de la Independencia y el establecimiento de un gobierno "monárquico moderado" para integrar el Virreinato que estaba habitado por diversos pueblos en conflicto. Para ello proponía la "Coronación de un Inca", un gobierno de tipo Parlamentario, con el objeto de atraer la adhesión de las poblaciones Incas. Su propuesta no fue aceptada, pues la mayoría de los Congresales, querían la formación de una República. Los porteños y sus adherentes decían: "no queremos un indígena como gobierno". San Martín desde Mendoza urgía a través de su representante Godoy Cruz la "necesidad de la Declarar de la Independencia pues de nada vale tener moneda, escudo y bandera, sin la Independencia". Los Congresales en la sesión del 9 de Julio de 1816, acordaron "la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América, libre de toda dominación extranjera". El sábado 9 de Julio del año 2022 se cumplirán 206 años de la Proclama de una Nación Libre e Independiente. Los integrantes del Instituto Belgraniano de Rosario, fundado el 18 de Mayo de 1957 adherimos, como todos los ciudadanos argentinos, a esta celebración y como quería Belgrano cuando hizo jurar la Bandera Celeste y Blanca, en Rosario, frente al Ejército y al Pueblo: "que sea símbolo de Unión, Independencia y Libertad". Llevemos la escarapela en nuestro pecho, junto al corazón y coloquemos la Bandera en nuestros hogares, Instituciones Públicas, Empresa y hacer cada día de nuestro País un lugar digno de vivir. Luis Angel Maggi. 6.433.41O. - Secretario del Instituto Belgraniano de Rosario. ....................................................... LA PELI DEL 9 DE JULIO. O8- O7 - 2O22.- Enviado por Mariano Saravia. Facebook Las clases dominantes han querido siempre que el pueblo no tenga historia. Que no tengamos héroes ni mártires, victorias ni derrotas. De esta manera la experiencia se pierde y cada lucha siempre está empezando de cero. Y es así, siempre nos mostraron FOTOS de la historia argentina. La Revolución de Mayo, la Creación de la Bandera, La Independencia, y siempre fotos llenas de frases hechas y vacías de contenido. Por eso, ahora quiero mostrarte LA PELÍCULA del 9 de julio. Aunque resumida. En honor a las brevedades que imponen las redes, te dejo una escena por año de esta película: - El backstage de esta película es la acumulación política que traíamos con luchas como las de Tupac Amaru y Tupac Katari, y la resistencia a las Invasiones Inglesas, entre otras. -1810: Revolución, que no fue de ruptura con España. La Primera Junta jura en nombre de Fernando VII, el rey prisionero de Napoleón. Gaceta de Buenos Aires y Plan Revolucionario de Operaciones. Mariano Moreno y Manuel Belgrano plantean expropiaciones y dicen: “Tenemos que descontentar a 5 mil terratenientes y dueños de minas para la felicidad de todo el pueblo”. -1811: Pasamos de la Primera Junta a la Junta Grande, en un golpe para dejar en minoría al morenismo. Mandan a Belgrano al Paraguay, a Castelli al Alto Perú y a Moreno al fondo del mar. Es el año del estancamiento del proceso revolucionario. Rivadavia, a través del Primer Triunvirato, se apropia y traiciona la Revolución de Mayo. Abre la economía indiscriminadamente para favorecer los intereses comerciales del Imperio Británico. Para ese tiempo, un gaucho se vestía completamente con artículos confeccionados en Inglaterra, desde el sombrero hasta las botas. -1812: Llega en marzo desde Europa un coronel con mucho currículum militar: José de San Martín. Éste es el gran año de Belgrano. Hay una escena fundamental en esta PELÍCULA de la independencia: la creación de la Bandera, el 27 de febrero en las barrancas de Rosario. Una bandera es el mayor símbolo de independencia de una nación que quiere constituirse en Estado. Por eso la desobediencia de Belgrano enoja tanto a Rivadavia. Luego, Belgrano haría jurar y bendecir esa bandera en Jujuy, el 25 de mayo, a dos años de la Revolución. Y más tarde vendría el Éxodo Jujeño y la Batalla de Tucumán, también desobedeciendo a Rivadavia. Ese triunfo militar contra los realistas es un triunfo político contra Rivadavia. Por eso el 8 de octubre San Martín encabeza una rebelión cívico-militar que hace caer al Primer Triunvirato. -1813: Gracias a Belgrano y a San Martín ha caído el Primer Triunvirato con Rivadavia en las sombras del poder. Sube el Segundo Triunvirato, que convoca a la Asamblea del año 13. Esa Asamblea hace cosas buenas: termina con los títulos de nobleza, la tortura y decreta la libertad de vientres. Pero no cumple con su objetivo: declarar la Independencia y sancionar una constitución. ¿Por qué? Porque los diputados artiguistas son rechazados. ¿Y por qué? Porque llevan el mandato de que se establezca un sistema de gobierno federal y que la capital esté fuera de Buenos Aires. -1814: Luego de las derrotas de Belgrano en Vilcapugio y Ayohúma, el poder centralista porteño ve la posibilidad de matar dos pájaros de un tiro: sacarse de encima a San Martín (que ya molesta políticamente) y denigrar a Belgrano (le hicieron juicio por haber perdido contra los realistas). San Martín sabe que no es culpa de Belgrano y que por el Alto Perú no vamos a llegar nunca a Lima. Pide descansar en Córdoba y pasa tres meses en la Estancia de Saldán: desde mayo hasta agosto. En el Nogal Histórico comparte con Tomás Guido, que le cuenta el Plan Revolucionario de Operaciones de Moreno, que San Martín aplicará en su gobierno de Cuyo. Además, Napoleón ha caído y Fernando VII vuelve al trono de España, más absolutista que antes. También cae la “máscara de la monarquía” y ya no necesitamos fingir que somos fieles a un rey deseado pero inexistente. Más adelante se producirá la Restauración y el Congreso de Viena. -1815: Declaración de nuestra Independencia. ¿Cómo, si falta un año? No, ésta es nuestra declaración de Independencia: 29 de junio de 1815, en el Congreso Oriental, en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay. Allí Artigas declara la independencia de la Liga Federal, junto a diputados de la Banda Oriental, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba (¡!!). La Liga Federal fue un Estado hecho y derecho, con bandera, territorio, gobierno y población, que duró unos años, un Estado total y absolutamente distinto a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Mientras tanto, en Mendoza gobierna San Martín de modo ejemplar: potencia la vitivinicultura, es productivista y proteccionista, hace una reforma agraria y entrega tierras ociosas, expropia a los más ricos caballos, mulas y esclavos, e impone un impuesto a las grandes fortunas (medio peso por cada mil pesos de fortuna). Ahí están las joyas de las Patricias Mendocinas, que, según el mito, entregaron alegremente. -1816: Finalmente llegamos al final de la película. En marzo Juana Azurduy, al frente de 200 mujeres y hombres, vence a los realistas en la Batalla de Villar. Es el mejor ejemplo de “un pueblo en armas”. Se reúne el Congreso de Tucumán y la única provincia de la Liga Federal en mandar delegados es Córdoba. San Martín presiona para que el Congreso declare la Independencia. San Martín necesitaba cruzar Los Andes como el General de un país Independiente al frente de un Ejército Continental, y no como un líder rebelde. La situación geopolítica es la siguiente: los realistas han retomado toda la Gran Colombia (las actuales Venezuela, Panamá, Colombia y Ecuador), están más fuertes que nunca en el Perú y el Alto Perú (actual Bolivia), y los portugueses están a punto de bajar desde el Brasil a la Banda Oriental (actual Uruguay). En Chile, los realistas también han recuperado todo el país a partir de 1814 y están a punto de cruzar la cordillera. Por todo eso, es imperioso ganarles de mano. Ya está todo listo y la declaración de la Independencia preparada. Pero hay un último problema. Cuando sus delegados le mandan el acta a San Martín, éste se enfureció, "siempre hay pícaros en todos lados",dijo. El acta decía que "nos declaramos independientes del Reino de España". San Martín sabe que hay algunos que están pensando en traer un príncipe francés o italiano para que sea rey. Y él no lo soporta y exige que sus delegados no firmen nada hasta que no se agregue su sugerencia: “independencia del Reino de España y de cualquier otra potencia extranjera”. Recién cuando se ha agregado la exigencia de San Martín, el 9 de julio, su delegado Narciso Laprida declaró la Independencia. -Hoy, seguimos la construcción de la Nación, y seguimos en procura de la independencia económica que nos garantice la justicia social. Pero saber cómo conseguimos la independencia puede ayudar. Para la escena final de esta película, los dejo con el gran protagonista, con el muchachito de la peli, José de San Martín: “Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que a ellos no les importa seguir siendo colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos. Un día se sabrá que esta Patria fue liberada por los pobres, y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros, que ya no volverán a ser esclavos”. - Espero que te haya gustado la peli, recordá que tenemos que hacer la parte dos. ¡¡Viva la Patria!!. ....................... LA INDEPENDENCIA ARGENTINA.2O22. El 9 DE JULIO DE 1816 Envío del CPN. Esteban Domina.Facebook. ¿Por qué se tardó seis años en declarar la independencia? A fines de 1815 las cosas no se presentaban nada bien para las Provincias Unidas. El panorama se complicó tras la caída de Napoleón Bonaparte: Fernando VII había vuelto al trono de España y se aprestaba a recuperar las colonias americanas. Puertas adentro, se sucedían los gobiernos y ardía el conflicto que enfrentaba a Buenos Aires con José Gervasio Artigas y los caudillos del Litoral. La tercera campaña al Alto Perú había fracasado; descartada esa vía, San Martín se hallaba en Mendoza organizando el ejército de los Andes. El ardid conocido como “la máscara de Fernando” no daba para más; restablecido el absolutismo, sería ingenuo continuar con aquella simulación de fidelidad al rey, pergeñada para ganar tiempo. En medio de esas marchas y contramarchas, bien se podía volver a ser una colonia española o, incluso, un protectorado inglés, como intentó el director supremo Carlos de Alvear. En 1816 se convocó a un congreso general en San Miguel de Tucumán, lejos de Buenos Aires, la metrópoli recelada por las provincias. Los diputados, provenientes de los distintos rincones del viejo virreinato, acudieron a la cita, salvo las provincias que formaban parte del Protectorado de los Pueblos Libres que, con excepción de Córdoba, no estuvieron representadas. La sesión inaugural se realizó el 24 de marzo de 1816, en la legendaria casona cedida por doña Francisca Bazán de Laguna, refaccionada a las apuradas y amoblada como mejor se pudo con muebles prestados y sillas traídas de un convento vecino. La presidencia del cónclave era rotativa; el 1 de julio le tocó ocuparla al sanjuanino Francisco Narciso Laprida. El 6 de julio, Manuel Belgrano, recién llegado de Europa donde cumplió una misión diplomática, expuso ante los diputados. Les dijo que, en su opinión, “la forma de gobierno más conveniente para estas provincias sería la de una monarquía atemperada”, y, ante la mirada atónita de algunos, agregó: “llamando la dinastía de los Incas por la justicia que en sí envuelve la restitución de esta Casa tan inicuamente despojada del trono”. Entretanto, el reloj corría y la cuestión central se dilataba. El 9 de julio, apremiados por el acoso de las invasiones realistas que frenaba Martín Miguel de Güemes y por el apuro de San Martín que escribía cartas conminatorias al diputado mendocino Tomás Godoy Cruz, los congresales declararon solemnemente la independencia de las Provincias Unidas. Había llevado seis largos años amasar una voluntad colectiva suficiente para dar ese paso trascendental, la gran asignatura pendiente que al fin se consumaba. Le tocó a Juan José Paso, que oficiaba de secretario, dar lectura al acta donde quedaba asentada la “voluntad unánime e indubitable de estas Provincias de romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España”, a lo que más tarde se agregó “y de toda otra dominación extranjera”. Laprida fue el primero en estampar su alambicada rúbrica al pie del documento que luego, uno a uno, suscribieron los restantes diputados. El acta fue traducida al quechua y aymara para difundirla entre los pueblos originarios. Conocida la noticia, un clima de júbilo inundó la ciudad. Aquella noche, los congresales y lo más granado de la sociedad tucumana participaron de los festejos y del baile que se realizó en los patios de la histórica casona, iluminados y adornados para la ocasión. La declaración de la Independencia era lo que San Martín esperaba desde hacía meses para poner en marcha su plan que contemplaba libertar primero Chile y después el Perú. Tal era su ansiedad que, para ahorrar tiempo, viajó hasta Córdoba donde se reunió con Juan Martín de Pueyrredón, el Director Supremo designado por el Congreso, que regresaba a Buenos Aires. En ese encuentro quedó aprobado el plan sanmartiniano y se acordaron los detalles de la campaña que decidiría el destino de esta parte del continente. El Congreso continuó sesionando en Tucumán hasta fines de 1816. A comienzos de 1817, mientras San Martín emprendía el cruce de la cordillera de los Andes, los diputados se trasladaron a Buenos Aires, donde proseguirían sus deliberaciones hasta 182O. Ese año, el Congreso se disolvió pocos meses después de sancionar una constitución de corte centralista, que fue rechazada por las provincias. Simultáneamente, caía el último Directorio, tras la derrota a manos de los caudillos en Cepeda. La guerra americana se prolongó hasta 1824, concluyendo a fines de ese año en la batalla de Ayacucho. Aunque se logró la ansiada independencia, en poco tiempo la unidad territorial del antiguo Virreinato del Río de la Plata se fragmentó en cuatro nuevos países—Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay— que pudieron ser uno solo si las cosas se hubieran dado de otro modo, como bien pudo haber ocurrido. El sueño de la Patria Grande quedaba en el camino…. ..................................

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