Bandidos rurales. Juan Bautista Bairoletto.-12.-11 - 2020.-

«Un día como hoy, un Bandido como pocos» El País.noviembre 11, 2020.- «Un día como hoy, un Bandido como pocos».Lectura. La Válvula. "Los bandidos rurales siempre han atraído la atención de todos y todas, desde los internacionales Robert Le Roy Parker «Alias» Butch Cassidy, Sundance kid, y los autóctonos Juan Cuello, Moreira y otros, hasta llegar a el Robin Hood de las pampas «Juan Bautista Bairoletto«. Segundo hijo de seis hermanos de padres italianos, Vittorio Vairoleto y Teresa Mondino, nació el 11 de noviembre como hoy pero de 1894 en una chacra del paraje Colonia Los Algarrobos, en cercanías de la actual localidad de Carlos Pellegrini, Provincia de Santa Fe, Argentina. Nació en una chacra y dos meses más tarde, el 14 de enero de 1895 , el capellán de la colonia San Jorge, padre José Ponta, bautizó al niño Juan Bautista. Entre 1920 y 1941 fue uno de los más perseguidos por policías de al menos tres provincias; se mostraba como un justiciero que ayudaba a trabajadores humildes, encabezaba una banda que asolaba las estancias y no tenía piedad con sus víctimas. Cuando Bairoletto tenía 24 años. Se enfrento en un duelo de polleras con un cabo de la policía provincial llamado Elías «Turco» Farache; tanto el agente como Barioletto intentaban enamorar a la misma mujer, suponemos que Barioletto tenia las de ganar. Cegado y sin motivos, el cabo de la policía » Turco» Farache encerró a Bairoletto en una celda y lo torturó durante toda una noche. Pocas horas después, volvieron a cruzarse en la puerta del prostíbulo, donde trabajaba la joven en pugna. Fue el 4 de noviembre de 1919 cuando el joven Barioletto sacó un revólver que tenía en su cintura y le disparó al cuello del cabo » Turco» Farache, quien cayo en el acto. Allí comenzó una larga sucesión de fugas y atracos que culminaría en septiembre de 1941 con la muerte de Bairoletto. Luego de matar a Farache, Bairoletto se escapó a caballo y desapareció en el monte, pese a que era perseguido por cuatro policías a caballo y un civil con un vehículo. Sin embargo, él mismo se entregó cinco meses después, el 14 de abril de 1920 en la cárcel de Santa Rosa. Pasó un año preso y el 1° de julio de 1921 fue declarado inocente por el asesinato del cabo. La justicia se expidió en estos términos, según documentos de la fecha: «No siempre la policía es prudente al intervenir, y si estaban ambos enemistados, el ataque del que fuera objeto el procesado ha sido capaz de producir la reacción que ocurrió. No encuentro que haya exceso en la defensa si la víctima hizo ademán de sacar un arma. La banda encabezada por Bairoletto atacó en estancias en San Luis, La Pampa y Río Negro; aseguran que en esos atracos no había piedad para el que se resistía. Sin embargo hay que destacar que un informe que realizo la UNLP determino que: todos los relatos enfatizan su solidaridad con los campesinos, lo que ha hecho que Bairoletto se convierta en un símbolo de los sectores populares» El Robin Hood de las pampas lo llamaban, le robaba a los ricos para compartir con los pobres, gente humilde de campo que lo ayudaba a huir de la policía, le daban comida, alojamiento o abrigo y él como agradecimiento le daba un porcentaje de lo robado. ¿Cómo terminaron los asaltos y porque? Por la palabra de una mujer, el amor todo lo puede y fue Telma, su compañera fiel, que siempre estuvo a su lado, Bairoletto un día dijo “basta para mí basta para todos”, y le puso fin a los actos vandálicos. Se escaparon a Mendoza a donde ambos adquirieron nombres falsos. Telma su mujer dejó todo. Nunca se volvió a hablar del pasado y ocultos trabajaron codo a codo la tierra, llevaron adelante una vida normal. No podemos dejar de mencionar que Bairoletto mató o estuvo implicado en el asesinato de gente inocente, que y si bien por su caracter estamos seguros fueron parte de su cruz no lo exime de su responsabilidad histórica ante los familiares de sus victimas. En Villa Regina allá por 1928 una de sus victimas fue Ana Sferco de Nelli. Ella que tenia en ese momento una hija de 20 meses, fue al boliche del pueblo con un farol en la mano que le hacía de linterna. Dentro del almacén Bairoletto y los delincuentes que lo acompañaban robaban, vieron la luz y descargaron sus armas sobre la joven indefensa, creyendo que era algún policía. La joven cayó en el acto de cinco balazos. Una de las nietas de la victima, Ana Ida Piccinini, recuerda esta historia que es la historia, de un asesinato. En agosto de 1941, Bairoletto fue traicionado por uno de sus compinches, Vicente Gazcón, a quien muchos conocían como El Ñato, que estaba preso y para salvarse entregó a Juan Bautista. La policía cayó en la casa donde vivía Bairoletto junto a su familia. Al amanecer, Bairoletto pudo escuchar las voces de los uniformados, justo ahí cargó su armamento con intención de defenderse, pero sabía que si se enfrentaba perdía, y lo que es aún peor, su familia iba a caer con él. Acorralado por la policía vengativa y protegiendo a su familia Juan Bautista Bairoletto, terminó con su vida con aquel disparo en la cabeza. “Adiós gringo, adiós amor” se la escuchó decir a Telma, su mujer y su gran amor.