sábado, 5 de diciembre de 2020

La Educación en el Siglo XXI.- Un Pacto Social.- 05 - 12 - 2020.-

La educación debe ser la principal causa social del siglo XXI". Un libro de los docentes Pedro y José Romero propone un pacto para pensar la educación a una década como horizonte. La Capital.-Sábado 05 de Diciembre de 2020.-@matiasloja mloja@lacapital.com.ar “La educación argentina necesita una revolución de su infraestructura”, sostienen los autores. Un pacto que logre constituir a la educación en el corazón de la política nacional y en la principal causa social del siglo XXI. Ese es el norte que propone reflexionar el libro Pacto Educativo Nacional, de los docentes e investigadores Pedro Romero y José Romero. Un ensayo que invita a pensar en una cartografía de cambio para la educación argentina de acá a diez años. Cinco ejes vertebran la convocatoria. Cinco planos de acción a pensar en el marco de ese pacto educativo transformador: cuál es el liderazgo que conduce el proceso, cómo se educa (necesidad de un nuevo dispositivo), quién educa (articulación de actores en territorio para construir un saber sitiado), a quiénes se educa (los nuevos sujetos aprendientes) y dónde se educa (invitación a una revolución de la infraestructura). “Nuestra intención —dicen los autores— es poner a la educación más allá del encuentro-consenso pedagógico, para convertirla en una legítima demanda colectiva”. Porque la educación —agregan— tiene derecho a la política. —¿El contexto de emergencia ayuda a pensar en la necesidad de un pacto educativo? —José Romero: Es cierto que la pandemia se ha convertido en una referencia explicativa de muchas realidades sociales y políticas. Nosotros creemos que más allá de esta potencia, permitió que se manifiesten al desnudo realidades preexistentes. Todos conocíamos la situación crítica que atravesaba nuestra educación y que la pandemia profundizó. No podemos disimular que nada ha pasado tampoco: en una semana, en la misma mesa donde se comía, hablaba, lloraba o reía de manera abrupta desembarcó la escuela sin maestros y el trabajo sin jefes. Esto constituye una realidad muy costosa y desconcertante. También sostenemos que la pandemia ha dejado aprendizajes que no se deben soslayar, nosotros hacemos referencia a varios de ellos en el libro. Vaya como ejemplo: en muchos barrios el Estado salió a testear casa por casa para detectar y poder controlar el contagio. ¿Hace cuánto que el Estado no genera una movilización masiva de recursos humanos, financieros, niveles de intervención o personalización por los chicos que abandonan o se desgranan de la escuela en nuestros barrios? Quedó claro que cuando existe una decisión política se puede llegar más allá de lo que podemos imaginar. —Respecto de la pandemia, en el libro dicen que la tecnología no hace magia y que hasta “los nativos digitales también naufragan”. ¿Qué les llamó la atención de la respuesta educativa en esta crisis? —Pedro Romero: La profecía tecnológica se cayó con la pandemia. Hace décadas se viene argumentando que la solución a todos nuestros males en las aulas era la tecnología. Comprobamos que no lo es o al menos no es una solución mágica. Para resumir, diríamos: primero, que la brecha tecnológica es enorme y amplía los niveles de desigualdad social; segundo, que la ciudadanía digital es un derecho que el Estado debe garantizar; y tercero, lo más novedoso: ¿qué pasó con los que sí se conectaron? Estudios recientes muestran que no solo hace falta la conexión, videos novedosos o materiales increíbles en las plataformas. La atracción tecnológica en el mundo infantil y juvenil pasa por la manipulación de soporte y contenido, y no por la observación. Por eso el traslado automático de la clase al Zoom —por más plataforma que tengas— termina siendo peor que la presencialidad sin recursos. —¿La educación es realmente hoy una demanda colectiva? —José: En este mismo diario publicamos en épocas electorales un artículo al respecto (¿Por qué la educación está ausente en las campañas?). En esa contribución expresábamos que la educación ocupaba un mezquino espacio en la agenda de los candidatos políticos porque no emergía como demanda urgente de la propia sociedad, salvo las demandas docentes. Lo mismo ocurre hoy. Hay múltiples razones pero una fundamental: la educación no es una nueva demanda social, es un derecho vulnerado o cumplido de manera insuficiente. Es una obligación política y legal del Estado cumplirlo, ampliarlo y promoverlo. En el fondo, someter la educación a la lógica de las demandas sociales tiene un matiz neoliberal o de mercado que ignora el rol de la misma. La educación es la principal causa social del siglo XXI si queremos vivir en una democracia soberana con desarrollo e inclusión. Si aplicamos el criterio de demandas sociales no hagamos más casas porque hace rato que no hay un millón de personas en la calle reclamando vivienda. —¿Es posible un pacto en una sociedad tan demandante de resultados inmediatos y a veces efímeros? —Pedro: El pacto que proponemos es de los responsables políticos, la gente ya lo cumple llevando todos los días los chicos a la escuela como puede y como sea, aún para comer. Por otra parte, el pacto supone un horizonte que es lo único que elimina la cultura de la inmediatez. No hay fast learning. La escuela no es un McDonald’s. Decía la teoría del navío ebrio que hay una sabiduría que comparten los filósofos y los marineros: de nada sirve el viento a favor o en contra si no se sabe donde vamos. Pacto es gobierno dicen los europeos. Hay que hacerse cargo y liderarlo. Pacto y liderazgo es el derecho a la política que la educación reclama. —En el libro plantean una revolución de la infraestructura. ¿Qué significa? —José: El Estado siempre manifestó su presencia visible a través de diversas estructuras arquitectónicas. En este sentido se han diseñado y construido hospitales, tribunales y escuelas, que demostraron la solvencia y hasta el mismo significado de lo público. La escenografía estatal realzaba a cada uno de los actores que trabajan en estos escenarios: jueces, maestros y médicos. La escuela no es una cárcel y un comedor escolar no es un galpón con garrafas. La educación argentina necesita una revolución de su infraestructura. Debemos revelarnos contra las condiciones que hoy tenemos. Enseñar a un niño sentado en un pedazo de madera es una invitación a cercenar sus aspiraciones. No se pueden pensar o diseñar cambios en la didáctica escolar sin cambios ergonómicos y/o arquitectónicos en la estructura encargada de suministrar educación. El edificio escolar es el fronting del Estado, es el primer encuentro ciudadano. Su estado actual es en cierta medida la imagen de lo público y eso no se suple con pasión docente. Hay que hacer de cada escuela la propia república decía Sarmiento y en esto tenía razón. Hay que terminar con los parches, remiendos y decorados outlet; la inversión en infraestructura escolar debe ser ley. El Estado ha descuidado el desarrollo de su mundo material y es en este aspecto donde mas demuestra la crisis del valor de lo público. —Uno de los ejes de este pacto es quién conduce. ¿Dónde está la clave de ese liderazgo? —Pedro: Liderazgo no es mesianismo, ni consenso absoluto. No hay que tener miedo a los conflictos y tensiones. Pero un cambio estructural como el que necesita nuestra educación requiere un liderazgo claro y evidente. Así lo muestra la historia de la educación en América Latina. Reiteramos que pacto y liderazgo son la base del derecho a la política que tiene la educación en función de al menos diez años de ejecución continua. Si no lo hacemos vamos a seguir discutiendo de cuestiones instrumentales: debatir la formación docente, la evaluación del sistema, la conexión, lo curricular, etcétera, no tiene sentido. Ya lo hicimos mucho tiempo cada uno desde su perspectiva y solo sirvió para una cantinela de programas que cambian poco la realidad. Derecho a la política es lo que debemos reclamar: la educación es la principal causa social del siglo XXI o seguiremos jugando a tirar la basura bajo la alfombra. Esa es la propuesta de nuestro libro. Todo excelente con Vaca Muerta pero no sirve sin la “Vaca Viva” que la educación representa. Libro digital El libro Pacto Educativo Nacional fue gestado desde la Cátedra de Estudio y Análisis Prospectivo del Paradigma para una Nueva Educación dependiente del CEI - UNR. Para acceder al texto comunicarse con el número 3416811168. ............................................................................

No hay comentarios:

Publicar un comentario