lunes, 7 de septiembre de 2020

El Golpe de 1930, deroca al Presidente Yrigoyen.- 06 - 09 - 2020.-

EL GOLPE DE 1930, PRIMERO DE LA SERIE (Repaso de la Historia Argentina). El 6 de septiembre de 1930 fue derrocado Hipólito Yrigoyen, dos años después de la aplastante victoria electoral que lo había consagrado, por segunda vez, presidente de los argentinos. Su gobierno, jaqueado por los coletazos de la crisis mundial y la oposición de adentro y de afuera, sufrió un acelerado desgaste, atizado por algunos medios gráficos como” Crítica”, que le enrostraba al presidente senilidad e inoperancia. En las elecciones parlamentarias de ese año, el oficialismo retrocedió en casi todos los distritos, incluso en algunos baluartes yrigoyenistas como la provincia de Córdoba, cayendo, además, en la influyente Capital Federal. El cabecilla de la conspiración en marcha era José Félix Uriburu (imagen); Teniente General retirado y derechista confeso que despreciaba tanto a la democracia como a los políticos. Mientras el rumor del golpe de Estado crecía por horas, la Juventud Universitaria anunciaba que “el desquicio de las instituciones se acabará pronto” y el falangismo criollo encarnado en la Liga Patriótica Argentina cometía desquicios, como suspender a un agente de policía de un árbol y en paños menores a la vista de todos. Yrigoyen delegó el mando en el vicepresidente, el cordobés Enrique Martínez, en tanto que Elpidio González, el ministro del Interior, mantenía contactos con altos oficiales del Ejército para que no se prestaran a la aventura golpista. Todo sería en vano: la suerte estaba echada y Leopoldo Lugones tenía lista la proclama. El 6 por la mañana desde un avión se lanzaron panfletos contrarios al gobierno; era la señal para que grupos de civiles armados ganaran las calles, mientras Uriburu marchaba al frente de un millar de efectivos del Colegio Militar, cadetes la mayoría. En medio de los disturbios, la gente permaneció en sus casas. Al caer la tarde los golpistas dominaban la situación, en tanto que las fuerzas supuestamente dejaban hacer. El vicepresidente permaneció en la Casa Rosada hasta que fue desalojado por los intrusos. Yrigoyen fue detenido y conducido como un reo a la isla de Martín García. Esa noche una horda atacó su domicilio, destrozándolo todo y lanzando muebles y papeles a la calle, mientras en el Círculo de Armas se servía un banquete para celebrar el triunfo de la revolución. Uriburu fue ungido presidente, aunque los planes de la oligarquía eran otros: su ensayo fascistoide no prosperó y, en 1932, lo sucedió el general Agustín P. Justo, un conservador que inauguró el tiempo del famoso “fraude patriótico”. Yrigoyen pasó dos años en la humillante prisión hasta que se le permitió regresar a Buenos Aires, aunque pocos meses más tarde volvieron a recluirlo en la isla, de donde regresó gravemente enfermo. Murió el 3 de julio de 1933 a los 81 años de edad. Esteban Dómina Escritor

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