jueves, 23 de julio de 2020

Historia y tradición. Reflexión del Prof. Genta.-Te cuento.-23-07-2020.-

Subsidio para alumnos que quieran saber historia. Porque la Nación no surgio de un pacto en 1813 o en 1853....
LA RUPTURA HISTÓRICA POSTERIOR A CASEROS
Una vez caído Rosas se impone el modelo “constitucionalista”, que considera a la Nación producto de la voluntad constituyente de una Asamblea, representante de los “individuos” que forman el agregado social. Dice al respecto el Profesor Genta:
“La ruptura con esa tradición mantenida y enriquecida a lo largo de 300 años de vida española y los primeros 50 años de vida argentina fue la obra de la generación liberal triunfante en Caseros.
FACUNDO de Sarmiento y las BASES de Alberdi documentan esa ruptura total con el pasado...
...las BASES de Alberdi postulan el cambio del ser nacional como condición imprescindible para la civilización y el progreso de la Nación.”
Sin embargo, fue sobre todo a partir de la Presidencia de Mitre, 1862 en adelante, cuando el liberalismo masónico se instaló definitivamente en la conducción del país. El exterminio de los últimos caudillos federales y la intervención en una guerra fraticida contraria a los intereses legítimos de la América hispana –la Guerra de la Triple Alianza-, son el testimonio elocuente de la dirección tomada por los Gobiernos del período. A partir de 1880, con la influencia de la filosofía positivista, estas posturas se profundizaron, y los elementos tradicionales que todavía perduraban en la sociedad argentina se vieron definitivamente acorralados.
La ya señalada influencia de la Masonería llevó a que los sectores dirigentes de la Nación dieron la espalda al país que sus antepasados habían ayudado a gestar. Dicho influjo quedó puesto de manifiesto a partir de las leyes laicistas -en particular la 1420, de educación común-, cuyas consecuencias sobre la sociedad se hicieron sentir con fuerza, enfriándose notablemente la práctica religiosa.
Por otra parte, los vínculos tan estrechos entablados con Gran Bretaña provocaron un progresivo rechazo de nuestro pasado hispano, y nos convirtieron en una nación próspera pero dependiente; ya que, si bien es cierto que el país obtuvo un progreso material notable, también es verdad que se logró a costa de un fuerte vínculo comercial con el Reino Unido, y sin un desarrollo autónomo.
Además, el progreso material logrado, y las importantes riquezas acumuladas por muchos de los miembros de la elite, provocaron un estilo de vida frívolo y superficial: “En 1910 comienzan a transformarse las costumbres simples (...) Un nuevo impulso lleva a los hombres a romper los cuadros de la rígida existencia patricia. El placer de la vida sencilla, las disciplinas religiosas, la residencia en la propia tierra campesina eran vínculos que había que desatar para lanzarse a los viajes, al lujo, a gozar de los halagos y placeres físicos, a llevar un nuevo modo de vida que ofrecía el dinero fácilmente logrado. La sociedad porteña, de indudable fondo cristiano y de severas costumbres, descubre otros horizontes y alimenta distintas aspiraciones. Después de haber soñado con el Paraíso, la riqueza los estimula a buscar la felicidad en la tierra” .

No hay comentarios:

Publicar un comentario