jueves, 30 de abril de 2020

Abanderado Mariano Grandoli.-30 - 04 - 2020.-

El Abanderado Mariano Grandoli.-1849.- 1866.-
26 DE ABRIL DE 1849 Nace en Rosario, Argentina Cleto Mariano Grandoli, hijo de la ciudad con solo dieciséis años, sería el portador del Pabellón confiado a su custodia. Hijo de Mariano Grandoli y Magdalena Correa, quien cuatro días después de su nacimiento fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario por el cura Miguel Obón, siendo sus padrinos Domingo Correa y Laureana Correa (Libro 8º de Bautismos al folio 277). Se educaba en su ciudad natal cuando el mariscal Solano López atacó los buques de guerra argentinos “Gualeguay” y “25 de Mayo”, apoderándose de la ciudad de Corrientes e invadiendo el territorio de esta provincia; el joven Grandoli se ofreció al Ejército en julio de 1865, siendo dado de alta como subteniente abanderado del Batallón Santafecino, cuerpo con el que inmediatamente marchó a incorporarse al ejército de operaciones, verificándolo en el Ayuí Chico, en el curso del mismo mes. Participó en la batalla de Yatay y a la toma de Uruguayana, y, por méritos en el campo de batalla, en octubre del mismo año fue ascendido a Subteniente 1º de Bandera de su batallón.
Entre los meses de enero y abril de 1866, permaneció en el campamento de las Ensenaditas y se encontró en el pasaje del ejército aliado por el Paso de la Patria el 16 de este último mes, y en la toma de la batería de Itapirú, al día siguiente. Participó en el rechazo de los paraguayos en el Estero Bellaco del Sud el 2 de mayo y en la acción librada el día 20 para cruzar el mismo estero. Tomó parte en las operaciones de Yataytí-Corá, en julio de 1866, y en Boquerón y Sauce. Fue uno de los tantos que combatieron en la sangrienta batalla de Tuyutí el 24 de mayo, donde las unidades rosarinas se destacaban brillantemente. El "1° de Santa Fe" y el "Rosario" se cubrieron de gloria, y sus banderas, sostenidas por los jóvenes abanderados Grandoli y Anaya, flameaban en medio del combate mientras las balas las acribillan poniendo en peligro a los que las llevan.
El Coronel José María Ávalos, cuyo Cuerpo perdiera 82 hombres, felicitó al portaestandarte que demostraba no temer a la muerte en esa horrible batalla que fuera considerada por los más destacados especialistas en temas castrenses, la más grande y sangrienta de América del Sur. Grandoli fue acreedor al Escudo de Plata acordado por ley del Congreso posteriormente.
A nuestro héroe adolescente le correspondió protagonizar el fatal ataque a las inexpugnables trincheras de Curupaytí, el 22 de setiembre de 1866, hecho que profetizara un día antes en una carta dirigida a su madre, donde le decía: "Mamá, mañana seremos diezmados por los paraguayos, pero yo he de saber morir defendiendo la bandera que me dieron..."

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