domingo, 28 de junio de 2020

Mitre, un clásico de la historia Argentina. Te cuento.-28-06-2020.-



2020, EL AÑO BELGRANIANO NACIONAL.

Un clásico, la historia de Bartolomé Mitre.

La Prensa. Roberto Elissalde. -27-06-2020.-

Ayer 26 de junio se cumplieron los 199 años del nacimiento de Bartolomé Mitre. Hoy comenzamos a recorrer el año del bicentenario del biógrafo de Belgrano por lo que estas líneas intentan rescatar algunos apuntes de su famosa obra referida al prócer y a la Independencia Argentina.-                                                                                                                            En distintos momentos Mitre a pesar de haber nacido un año y una semana después de la muerte de Belgrano, en su juventud y aún madurez tuvo oportunidad de tratar a algunas figuras que conocieron muy bien y largamente al ilustre general. Citemos entre ellos a los generales José María Paz, Gregorio Aráoz de Lamadrid e Ignacio Álvarez Thomas, autor este de una semblanza que fue seguramente una de las primeras biografías del prócer y más aún con el agregado que el autor estaba casado con una sobrina Ramos Belgrano, lo que sin duda motivó un trato mucho más cercano. Sin decir del general Nicolás de Vedia su suegro o del general José Rondeau que había sido su padrino de bautismo..-Con esas referencias y con acabado criterio Mitre fue invitado en 1857 a participar con la biografía de Belgrano en la colección titulada Galería de las celebridades argentinas: biografías de los personajes más notables del Río de la Plata, en la que también colaboraban Juan María Gutiérrez con la de Rivadavia, Sarmiento con la de San Martín, Luis Domínguez con la de Florencio Varela, Tomás Guido con la del almirante Guillermo Brown, Manuel Rafael García con la de su padre Manuel José García y Pedro Lacasa con la del general Lavalle. Para la misma época en Chile el polígrafo Diego Barros Arana, publicaba una serie de biografías en el periódico El Museo. Curiosamente a ambos lados de la cordillera las litografías que ilustraban las obras estaban a cargo del afamado impresor francés Narciso Desmadryl..--                                                                                          Personajes cercanos en el tiempo, contemporáneos y en algunos casos hasta con fuertes lazos de amistad o parentesco los autores, con los personajes, así presentaba Gutiérrez la colección: “Los hombres notables de la revolución argentina… soportan bajo sus humildes sepulcros el doble peso de la losa y de la indiferencia… El viento de nuestras querellas ha llevado en pedazos a nuestros viejos próceres. Es preciso buscar la huella de sus pasos, Es necesario lavar de sobre ellos las manchas de lodo con que les salpicó el carro revolucionario, colocarles en dignos pedestales, a fin de que juventud los venere”.--Como vemos las pasiones se mezclaban, y en ese tiempo 1857 el autor que se había hecho gracias al uruguayo Andrés Lamas de una buena parte de los documentos, vivía ese accidentado proceso del Estado Rebelde como lo llamara María Sáenz Quesada que finalizó en los campos de Cepeda unos años después. 

Así a fines del año siguiente iba a salir el libro, voluminoso en los que trata “la vida de un hombre y la historia de una época”, editado con el sello de la Librería de la Victoria, en la imprenta de Mayo, un volumen con una tirada de 1200 ejemplares. Al año siguiente una nueva edición a cargo de Ledoux y Compañía iba a aparecer en dos tomos; hasta que el famoso editor Carlos Casavalle publicó la tercera y definitiva en 1876 en tres volúmenes.---                          Mitre destaca el valor del trabajo en la “larga enumeración de los documentos en que se basa la verdad histórica de nuestro trabajo y la exactitud de nuestros juicios”. Además de los testimonios de quienes trataron a Belgrano que ya comentamos, no dejó de consultar bandos, proclamas, memorias, etc., que forman un valioso conjunto que cerca del centenario de 1810 se publicó con el título Documentos para la Historia de Belgrano, que a pesar del no poco esfuerzo desplegado para la conservación de los originales es una deuda pendiente subirlo a las redes sociales, o la edición impresa en la página de la casa de Mitre, por la falta de recursos humanos para llevar a cabo esta tarea.
Claro que no le faltaron a Mitre fuertes críticos a poco de salir la Historia de Belgrano, fue uno de ellos el jurista cordobés Dalmacio Vélez Sarsfield o el tucumano Juan Bautista Alberdi, aunque no sólo era a la obra, sino que entrañaba como bien lo señala Nora Pagano en su obra sobre la historiografía con Fernando Devoto: De una operación “abiertamente política que, bajo la forma de críticas historiográficas, permitían manifestar sus divergencias en el presente valiéndose del pasado”.---                                                                                       -Tarea que por otra parte vemos en algunos prolíficos autores embanderados políticamente en la interpretación del pasado o desvirtuando con el afán de la divulgación algunos aspectos del prócer.
A pesar de la tarea en la primera magistratura en 1864 publica los Estudios Históricos sobre la Revolución Argentina: Belgrano y Guemes, publicado por la Imprenta del Comercio del Plata, con 264 páginas.
No son pocos los historiadores que se han referido a Mitre historiador, en su historiografía lo hizo Rómulo Carbia quien afirma que “antes que nadie, entre nosotros, comienza a elaborar su erudición en silencio, con tesón, benedictinamente, y cuando se lanza a la empresa del libro no se considera, como tantos, llegado al culmen. Por eso es un corrector y un perfeccionador de si mismo”. --                                                                                                                   --José Luis Romero escribió en 1943:
“Mitre constituye, definitivamente, un clásico; porque si hay clásicos en la ciencia histórica, su perfección consistirá, precisamente, en este ajuste entre el Pasado y el presente que Mitre alcanza con penetración singular: la historia se hizo con él conciencia histórica, firme y segura”.
Justas palabras para evocar al biógrafo que ya transita el bicentenario de su nacimiento y que será motivo también del recuerdo de quien “antes que escribirla hizo la historia” como lo señalaba una medalla firmada por B. Rozet y batida en la firma francesa Carlos Christofle de París en ocasión de su muerte y que también señala “Su Gloria, nuestra Gloria”, frase que bien le cabe al insigne Belgrano.

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