lunes, 31 de agosto de 2020

Belgrano contestó a Rivadavia, con altura. - 31- 08 - 2020.-

Asociación Belgraniana de Morón. 31 - 08 - 2020.- El 31 de agosto de 1812: En el alto del Éxodo en el río Pasaje, Belgrano escribe a Rivadavia informalmente (recordemos que era el Secretario del Triunvirato), considerando injusta la reprimenda con respecto a la Bandera debido a que no desobedeció ninguna orden del Gobierno, por no tener conocimiento de la misma. También informa sobre la marcha del Éxodo. Hacía mas de un mes que el Gobierno le había recriminado duramente a Belgrano por haber enarbolado la bandera blanca y celeste en Rosario y el Prócer respondió el 18 de julio, señalando que cuando llegó el oficio a Rosario él ya no estaba y jamás se enteró de la prohibición de su uso, comprometiéndose " ... a deshacerla para que no haya ni memoria de ella". Aprovechando el alto en el Pasaje, Belgrano escribe informalmente a Rivadavia exponiendo su opinión al respecto: "Mi estimado amigo: Si el enemigo me hubiese dejado, o me dejare, o tuviese como sostenerme contra sus ataques, haré cuanto sea dable para que el Ejercito lo sea tal, y evite molestar a V.S. con peticiones, excepto la de plata: los morteros, obuses y cañones salieron a la luz, y su V. conociese las posiciones del Perú, fácilmente comprendería el objeto y la necesidad de los primeros, al menos lo he creído así, para hacer la guerra con ventajas, y la menor efusión de sangre posible. Pueyrredon pienso que se equivocó cuando dijo que tenia la caja del Ejército 70.000 pesos; pero esto lo sabrá V. Por los estados remitidos por el Comisario; soy muy económico con los fondos del Estado, y estoy cierto de que nunca se ha trabajado mas, ni gastado menos con este Ejército. (...) ¿A quién quiere usted que se ocurra en las necesidades? A los Padres de la Patria; ustedes los son y así no deben extrañar que Sarratea, Belgrano y demás que trabajan les pidan, les clamen por lo que les hace falta: esto es lo que yo hago; y no dirá usted que los compadezco, como me compadezco a mí mismo al ver que nada puedo hacer, ni dar cuando me piden y no tengo. Me alegraré que usted me escriba más claro y de su letra y me haga el gusto de decir como no procedo consecuentemente con la justa distinción entre autoridad y la persona. ¿Usted también es de los que no quieren oír los sentimientos justos de los hombres? No lo creo. Yo no sé que más que hablar de la verdad y expresarme con franqueza: esto me he propuesto desde los principios de nuestra revolución y he seguido y seguiré así. (...) ¿Quería usted que me callase a la amenaza injusta, lo diré mil veces, por el negocio de la bandera? Para un hombre de bién, aquella es un castigo y todo hombre tiene derecho a reclamar el castigo cuando no hay derecho para ello: si yo hubiese cometido el atentado de desobedecer la más mínima orden del Gobierno, yo mismo lo miraría con desprecio si no se me castigase. No sé cuándo he impulsado al gobierno a que llame al pueblo en lo que me ha preguntado, le he respondido mí parecer: por lo demás, no he hecho más que manifestarle la verdad como la he visto y esto es conforme a mis principios. Usted persuádase que Belgrano es sincero y un hombre de bien, amante de su Patria: tendré mis debilidades, porque esto es propio de los hom,bres; pero esté usted cierto que todo mi estudio y los auxilios que pido al Todopoderoso se dirigen a proceder con justicia, llenado mis obligaciones en cuanto concibo: mis errores no son de voluntad, créalo usted, son de entendimiento; porque no es dado a todos el tenerlo en todo su lleno. A otra cosa: por mas que he estudiado cómo conservarme sin retrogradar tanto, no he podido hallar medio: las fuerzas del enemigo son en mucho superiores a las mías, y estas no están en estado de operar: es necesario trabajar infinito para darles algún tono que ha de llevar a la victoria a todas partes, y Gobierno debe proponerse que no se muevan hasta que no se hallen en estado; otro tanto deben V.S. hacer con los de otra banda, mientras se alistan todos los preparativos: sufrir algo mas, que teniendo lo que debe llamarse Ejército, instantáneamente se recupera todo: no por mucho madrugar amanece mas temprano. La retirada voy haciéndola con pausa, y con mayor orden posible: hasta ahora se han desertado pocos, y según mis medidas no han de ser muchos los que se vayan: lo que hay es que no se duerme, se come poco y se trabaja mucho; pero no hay otro remedio para conseguir tal fin. Es siempre de usted fiel amigo. Belgrano Pasaje, 31 de agosto de 1812." "2020 - AÑO DEL GENERAL MANUEL BELGRANO"

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