San Martín Gobernador de Cuyo. Educación, Política y Economía.- 05 - 08 - 2020.-

San Martín Gobernador de Mendoza. (Artículo enviado a la Revista Zona Barrial La Tablada) San Martín fue nombrado Gobernador de Mendoza el 10 de agosto de 1814. El 7 de Sptiembre la ciudadanía "festejó con demostraciones de adhesión a su persona este nombramiento"; desde entonces no disminuyó un solo día la "casi idolatría que tuvo Mendoza por el General San Martín" quien a su vez, correspondió con una especial predilección toda su vida”. Economía de guerra. El General San Martín fue nombrado Jefe del Ejército de los Andes. El tenía su Plan Continental: "Liberar Argentina, Chile y Perú, como le había confiado a Manuel Belgrano y a Juan Martín de Pueyrredón. Belgrano cuidaría la frontera Norte y Pueyrredón le prometió ayuda desde Buenos Aires. Por su parte San Martín, opinaba que "No hay campaña militar que pueda realizarse sin los recursos indispensables para cumplirla con éxito"; por tanto organizó la Economía Cuyana para obtener tales recursos y preparó el terreno en todos los sentidos, adecuándolo al esfuerzo que se aproximaba, Sus medidas se basaron en "la reactivación del Comercio, la Industria y la Producción mendocina de aquellos años". Desde septiembre de 1814, San Martín fue el estratega Político, Económico y Militar de Mendoza la cual fue testigo de una notable "Acción de Gobierno con logros e innovaciones". La activación económica lo llevó a estimular la producción en general "con pleno empleo". La Educación y la Salud Pública. El primer paso fue el fomento de la Educación Pública con la creación de escuelas, "sin desmedro de las Privadas existentes junto a las iglesias y colegios de Hermanas Franciscanas",y bibliotecas.En la ocasión dijo:"las bibliotecas destinadas a la Educación,son más poderosas que cientos de ejécitos".(El había estudiado y luego integrado el Ejército español por 20 años)- Dictó instrucciones a los docentes y prohibió los castigos corporales. Fundó el Colegio de la Santísima Trinidad, primer Establecimiento mendocino de Educación Secundaria. Organizó también la Salud, "convocó a médicos y enfermeros, con la creación de dispensarios, la implementación de una verdadera campaña de vacunación antivariólica y la lucha contra la hidrofobia", así mejoró la calidad de la salud pública. Recursos y gastos. El segundo paso consistíó en "aumentar los recursos y disminuir los gastos"; un Plan Financiero de difícil implementación por la situación imperante. Para esto regularizó impuestos y fijó gravámenes para el sostén del Ejército, "en un delicado equilibrio, sin destruir los recursos productivos y a su vez conformando fondos de reservas a los cuales recurrir cuando la situación así lo demandara". Estas medidas y requerimientos para lograr sus objetivos, pensó, que "no debían provocar descontento ni oposición, para sortear las dificultades", y encontró un justo término con la respuesta favorable de sus gobernados. Centenares de obreros "ampliaron los canales de riego, las acequias y su saneamiento; extendió las áreas cultivables y activó la minería mendocina de cobre, plomo y azufre con los hornos de Uspallata, para la metalurgia". Prosperaron las pequeñas industrias de "curtidos de cuero y talabartería, tejidos con las damas, telas para vestimenta y ponchos"; también lo hicieron los ramos de "herrería y carpintería". Comunicación y publicidad. El tercer paso de San Martín fue "la Comunicación de ideas para llegar a los vecinos con numerosos Bandos y letreros en las esquinas habituales y plazas"; delineó nuevas calles en la ciudad y estableció villas con viviendas, para atender al progreso urbano. Exhortó a "blanquear los frentes de las viviendas, limpiar la extensión de la Alameda, y colaborar en el equipamiento del ejército, duplicar la plantación de árboles frutales, de naranjas, mandarinas, ciruelas, olivos, en especial los viñedos"; todo poblador activo trabajaría "un huerto y quien contara con extensión, producirían en mayor escala: zapallos, melones, sandías, batatas, porotos, cebollas, ajos, y procurar la preparación artesanal de sencillos productos alimenticios que expenderían como un recurso familiar", así abastecerían al Ejército, que crecía, como a la población civil". Recomendó el orden en el "horario de las pulperías, hasta las 10 de la noche", las disposiciones "contra el juego", y la "regulación del tránsito con la prohibición de galopar en las calles, para la seguridad de sus habitantes"; multiplicó las nuevas "Postas de Correos no solo con carretas, sino con Chasquis y Volantas para las comunicaciones hacia otras provincias"; estableció "rutas directas al Norte Argentino y a Buenos Aires, evitando el largo rodeo que imponían los extensos caminos por Córdoba". Instrucción militar. El cuarto paso fue "elegir la ubicación del Campo de Instrucción militar emplazado en el Plumerillo, con valiosos Jefes de Instrucción, Planimetría como los Generales Espejo y Alvarez Condarco y el Metalúrgico y Armero Fray Luis Beltrán", quienes han concitado el interés de los historiadores nacionales e internacionales; reclutó soldados y amplió los corrales con mulas de carga; los obreros arreglaron los caminos en la Provincia, "los cuales se constituyeron en perdurables e inequívocos testigos para quienes los recorren"; supo sortear "enormes dificultades que debieron ser salvadas por el genio militar del general San Martín" para convertir su sueño de Independencia Sudamericana. El Congreso de Tucumán. A mediados de 1815,"convocó la elección de los Diputados que debían concurrir al Congreso de Tucumán en Marzo de 1816. Concluida las elecciones resultaron "representantes por Mendoza, Don Tomás Godoy Cruz y Don Juan Agustín Maza". A fines de julio de 1816 llegó la circular de Narciso Laprida, Presidente del Soberano Congreso, quien notificaba "la declaración de la Independencia". Ya era la hora de San Martín y el Ejército de los Andes; por ello el General "solicitó el relevo de su cargo de Gobernador, para dedicarse a la organización de ese grupo de hombres unidos en armas y bajo el mismo desafío: La Libertad Americana". San Martín con estas medidas sentó las bases para el futuro desarrollo de Mendoza y la región cuyana, con la mente propia de un Estadista. El quinto paso fue "la gesta histórica del Cruce de los Andes con 4.000 soldados regulares y 1.200 milicianos, la inició el 12 de Enero de 1817, hasta el 9 de Febrero del mismo año".