Semana de Mayo de 1810. Te cuento las Cuarenta. -22- 05 - 2020.-

.Dr. Víctor Hugo Nardiello.

Semana de Mayo.- El Martes 22 de Mayo de 1810.-

Y llegó el día. Día que iba a quedar para siempre registrado en la historia nacional. Sólo tuvieron acceso a la plaza quienes poseían la invitación cursada la tarde anterior. Si bien se imprimieron 600 de ellas, sólo fueron distribuidas 450, entre funcionarios de alta jerarquía, jefes militares, abogados, escribanos, médicos, comerciantes importantes, vecinos respetables; es decir, entre “la parte sana y principal de la población” como se decía entonces.. A las nueve de la mañana ya estaban todos reunidos en el Cabildo. La propuesta a tratar era: “Si el virrey había caducado, por no existir quién le había conferido su autoridad (el rey de España, estaba prisionero de los franceses); en su caso si debía abdicar el mando en el Cabildo”. 

Cada uno en el orden correspondiente debía escribir su parecer y firmarlo. Se leía para los concurrentes y se repetía con el siguiente. La reunión culminó a la medianoche. El virrey insistió que era necesario conocer la opinión de todo el virreinato. Las históricas opiniones fueron: El obispo Lué y Riega: “Nada podía alterarse mientras hubiese algún funcionario que represente a dicho Estado, en la península o en América.” Respondió Castelli apelando a la legislación hispana: “Las Indias pertenecían a la Corona de Castilla; no a España, quién sí tenía un pacto tácito con el pueblo. Sin aquélla, no había pacto. 

El poder volvía al pueblo. El Fiscal de la Audiencia, Manuel Genaro Villota argumentó que “en ese caso el pueblo no era el de Buenos Aires, sino el del virreinato todo y se requería la opinión de todos”. Parecía que todo se complicaba, pero apareció Juan José Paso, que como destacado abogado que era, hizo gala de su oficio. “Buenos Aires era la capital del Virreinato y podía decidir provisoriamente y luego consultar a los demás pueblos, sentenció. La figura existía en el derecho común. Terminadas las discusiones se pasó a votar. 

La proposición era: I) “Si se ha de subrogar la autoridad del virrey y, en su caso, en quién”. No estuvieron presentes 199 de los invitados, por lo que la votación la hicieron 251 de los citados. Por la permanencia del Cisneros, votaron 66 y por su cese, lo hicieron 185. I) Decidió la cesantía del virrey; II) El poder retrovertía al Cabildo de Buenos Aires, con el voto decisivo del Síndico Procurador General; III) Hasta que el Cabildo eligiera una Junta quién detentaría el poder provisoriamente. IV) El voto de Saavedra que obtuvo mayoría de adherentes: “que no quede dudas que es el pueblo el que confiere autoridad o mando”.

 Como el acto terminó, pasada la medianoche, se decidió levantar la sesión y hacer el escrutinio definitivo al día siguiente. Debemos destacar la presencia de un rosarino en esa jornada, votando por el cese del virrey: un abogado, amigo de Belgrano y cuya hermana menor, María Catalina Echevarría de Vidal, según la tradición, fue quién cosió, la bandera creada por el general Manuel Belgrano e izada el 27 de febrero de 1812 en la Capilla del Rosario: el doctor Anastasio Vicente Echevarría.